22.

Luka esperó hasta que terminé de cambiarme en aquel vestidor. Tomé mi bolso y salí para juntarme con él en el pasillo del Hospital.

—Vamos, te llevaré a un lugar en el que podremos hablar tranquilamente.—Me regala una dulce sonrisa para posteriormente tomar el bolso entre sus manos y llevarlo.

Salimos del lugar y caminamos. Todo fue silencioso, algo incómodo a decir verdad  sin embargo mi cabeza daba vueltas intentando recordar los últimos acontecimientos. En mi pecho sabia que algo estaba por cambiar.

Nos adentramos al restaurante y paré en seco cuando noté que era el primer restaurant que visité en mi primer día en París. Por alguna razón sentí mariposas al estar aquí con Luka, me sentía muy especial sin ninguna razón.

—¿Quieres una malteada?—Me sonrie levemente y mis mejillas enrojecieron.

—Mmm, si.—miré la Carta de bebidas y señale uno.—Este está bien, es mi sabor favorito.

Él se levantó para hacer el pedido y yo me quedé observandolo embobadamente. Mordi mi labio por su silueta pero una imagen nada agradable pasó por mi mente; era él con Layla.

—Mierda.—Gruñi molesta apartando la vista y apretando mis puños.

La imagen de él besando y acariciando a Layla mató algo en mi interior. Comencé a sentir una presión en el pecho, mis ojos picaron de repente y quise huir pero cuando estaba a punto de levantarme choqué con un cuerpo lo que me obligó a levantar la vista.

—¿Que sucede, ____?—Murmura tan cerca de mi rostro que dejé de respirar.

Luka colocó ambas manos en mi rostro y me acarició mientras que su semblante expresaba su preocupación y su cuerpo estaba tenso.

—Yo...—Hice una larga pausa sin dejar de mirarlo a los ojos.

—Tú...—Insistió.

—Me gustas Luka.—Exclamé y mi cuerpo se tensa.

Esas palabras se habían escapado de mis labios, ni siquiera era lo que quería expresar pero ahora era demasiado tarde. Mi lengua había actuado más rápido que mi cerebro y ahora no había vuelta atrás.

Lo veo intentar disimular una sonrisa y muerde su labio invitando a sentarme nuevamente. Aun en shock por mis propias palabras me siento y él a mi lado.

—Yo...no se por qué dije eso..—Intenté contradecir mis palabras pero Luka no dejó que terminara de hablar.

Me acorraló contra los asientos. Agradeci que fuesen aquellos asientos en donde los respaldos de los sillones te daban la suficiente privacidad para que nadie pudiera ver con facilidad.

Min respiración se hizo más agitada, Luka había posado sus brazos a ambos lados de mi cabeza y su nariz casi rozaba la mia de lo cerca que estábamos.

—Luka...—Exclamé o más bien gemí.

Ahora sí mis mejillas se pusieron del color de un tomate. Mi cuerpo estaba reaccionando a él más rápido de lo que pensaba y quisiera demostrar.

Él no aparte sus ojos de los míos pero una de sus manos bajan de mi rostro hasta mi cadera. Pude sentir el olor a menta de sus labios  y quise saborearlo.

—Eres hermosa, ____—Me susurra acercándose cada vez más a mi.

Sin duda la situación se había escapado de mi control y cuando estuvimos a punto de besarnos un carraspeo de garganta nos hizo separar.

—Yo..eh l-lo si-siento, traigo el pedido para l-la mesa 14...—Un chico que trabajaba en el lugar estaba completamente rojo frente a nosotros con dos malteadas en sus manos.—Qu-Que lo di-disfru-fruten

Rápidamente nos lo deja y como un rayo se retira.

Luka suelta una pequeña risa y mi corazón brinca ante su sonido.

—Toma.—Me mira divertido al ver que mi cuerpo estaba estático y que no me moví.—No voy a comerte,_____. No aún, tenemos mucho de que hablar.

"No aun"

Este chico sin duda haría que mi corazón en algún momento explote.

Le conté de mis sueños y de todo lo que había estado viviendo de niña.
De como algunas cosas de mi infancia no recordaba y me desahogue con todo.

Luka me escuchó mientras acariciaba una de mi piernas dándome el confort que necesitaba mientras lágrimas resbalaban por mi mejilla. Me sentía cansada y con más preguntas que respuestas pero él nunca me juzgó ni me trató de loca por mis sueños y las experiencias que había tenido.

—Y desde que tengo este collar me siento bien...—Digo posando mi mano en la cadena de mi cuello sin embargo sentí que algo no estaba bien.

Rápidamente tomé mi telefono y abri la Cámara frontal.

—Maldición. ¡Mi collar!—Me espanté al ver solo el collar que mi padre me había regalado.

—_____...

Comencé a hiperventilar. Mi collar no estaba.

—Oye tranquila....estoy seguro que hay una explicación pero ten por seguro que lo encontraremos ¿De acuerdo preciosa?

Habla con tanta tranquilidad mientras posa su mano en mi mentón y logra tranquilizarme. Este hombre con tan solo una mirada y un roce de su piel con la mia lograba hacerme pasar de 0 a 100 en menos de un segundo.

—De...De acuerdo..—Murmuré suavemente respirando nuevamente.

Y le seguí contando de mis experiencias, de lo irreal que se sentían algunas cosas pero que sentía que había algo en mi vida que debía solucionar lo antes posible o luego sería demasiado tarde.

—¿Y cual fue la razón por la que dejaste París?—Pregunta luego de un largo silencio.

—Luka...

—¿Si?

—Te ví...te ví con Layla y eso me destruyó.

El rostro de Luka se transformó en algo que nunca había visto de él. Sus ojos se abrieron enormemente y palideció.

Él que siempre estaba tranquilo ahora estaba completamente rígido y con la mandíbula apretada.

—Vi cuanto te follabas a Layla en la cabaña.—Exclamé sin filtro apartando la mirada completamente abrumada por mis propias palabras. Sentí náuseas de repente.

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