18.
Mi mente se llenó de preguntas.
¿Esto era una cita o una salida de amigos? ¿Me invitó por mi cumpleaños? ¿Querrá hablar sobre lo que pasó en la cabaña con Layla? ¿Le gustaré? ¿Le gustará mi ropa?
Más y más preguntas pasaron por mi cabeza a medida que lo veía avanzar hasta a mi sin embargo cuando estuvo frente toda mi mente quedó en blanco.
Su perfume me envuelve y no pude evitar morder mis labios. Se veía demasiado atractivo.
Él me mira de arriba a abajo, sin disimulo. Me sentí algo intimidad y curiosa. No es que necesitara su aprobación pero me gustaría saber su opinión.
—Très belle.—Exclamó con una voz ronca posando sus ojos nuevamente en mi rostro, conectando nuestras miradas.
—Très beau.—Murmuré con una sonrisa.
De verdad el estaba muy guapo. No llevaba un traje pero aún así se veía muy elegante.
—¿Vamos?—Luka me extiende su brazo con una sonrisa coqueta.
Mi corazón si antes no latía ahora parecía que saldría de mi pecho y me reventaría la teta.
—Si.—Sentí mis mejillas calientes y entrelacé nuestros brazos.
Caminamos apenas media cuadra cuando entramos a un de los restaurantes. Al principio fruncí el ceño porque todo estaba apagado apenas podía verse algo por las luces de las farolas de la calle.
—¿Luka?—Murmure cuando deje de sentir su agarre.
Un segundo más tarde las luces me cegaron y varios gritos me ensordecieron.
—¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Alya, Nino, Rosita, Marinette, Nath, Mylene, Ivan, Juleka, mi padre, Becca y Layla se encontraban ahí. Pese a las dos últimas nombradas no me agradaba el hecho de que estuvieran presentes no le presté la suficiente atención.
Todo el lugar estaba hermosamente decorado. Mis ojos se llenaron de lágrimas ver a todas las personas que quería, sólo faltaba mi madre y que se fueran las otras dos arpías del lugar.
Me acercó a mis amigos y todos me abrazan en conjuntos lo que me hacen reír. Los chicos y las chicas estaban hermosamente vestidos.
—Feliz cumpleaños hermosa.—Exclama Rosita.
—No me esperaba nada de esto.
Confesé entre risas, admito que me hubiera gustado una cita con Luka a solas pero esto era grandioso.
Ahora me acerco a mi padre y este me abraza.
—Mi pequeña niña. Toda una mujer. Mierda que me hago viejo.—Esto último hace reír a todos los presentes.
Lentamente me separa de su cuerpo y yo miro en su dirección con una gran sonrisa.
Todos nos sentamos en la gran mesa donde yacía la comida servida. Una rica variedad de pasta.
Ignoré a Layla y su coqueteo constante con los chicos, incluso con mi hermano.
Gruñí por su atrevimiento pero sonreí disimuladamente cuando Kagami indirectamente la aparta de mi hermano.
Terminamos de comer y los chicos subieron a un pequeño escenario y tocaron mi canción favorita.
No eramos muchos pero el lugar había sido alquilado solo para nosotros, lo que lo hizo mucho más intimó.
—Es momento de abrir los regalos—Habla Marinette en el micrófono.—Por favor cumpleañera, sube aquí.
Todos aplaudieron y con una gran sonrisa subo al escenario.
En primer lugar subió mi hermano. Su regalo fue una foto enmarcada de nosotros cuando éramos pequeños. El me sostenía sostenía sus brazos yo siendo una bebé y el apenas con 1 año de edad..
Mis ojos se llenaron de lágrimas y lo abracé. Era hermoso.
Siguiendo las chicas, todas se habían organizado en comprarme algo en conjunto. Me dijeron que lo abriese después pero era un gran paquete. Les agradecí y siguió Nath.
Me regaló una pulsera de oro con un "Sunshine" escrito y un sol adornandolo. Bese su mejilla y siguió Luka.
Cuando se acercó a mi no pude evitar suspirar, amaba su cercanía. Besa mi frente y se acerca a mi oreja para posterior mente susurrarme.
—Mi regalo no es algo material.—Murmura suavemente y luego besa mi mejilla.
—Oye, aléjate.—Gruñen dos voces masculinas.
Adrien y mi padre.
Se separa riendo coquetamente como sólo Luka podía reír y vuelve con los demás dejándome como una boba arriba del escenario.
—Me toca.
Ahora se acerca mi padre. De su chaqueta saca una pequeña caja aterciopelada color morado y lo abre.
Mis amigas exclaman con un "WOW" ante la hermosa joya que ahora estaba frente a mi.
—Por que a mi no me regala algo así.—Murmura casi inaudiblemente Becca y yo evito con todas mis fuerzas abalanzarme sobre ella. Si, la había oido perfectamente.
Lleve mi mirada al contenido y mi boca se abrió. Dentro de el yacía un collar de diamantes con dije en forma de corazón pequeño color azul, igual de brillosa que la cadena..
—Permiteme colocarlo.—Me sonríe paternalmente.
Y yo me doy vuelta dándole la espalda a todos los presentes mirando a la pared. Mi padre se pone detrás de mi tapando mi pequeño cuerpo de la vista de todos y con mi ayuda retirando mi cabello de la zona siento como el collar se desliza por mi cuello.
Cuando lo hace siento algo extraño en mi interior pero cuando se aparta una vez que colocó el collar sobre mi las luces bajaron su intensidad y luces de colores comenzaron a resplandecer.
—¡Que la cumpleañera cante!—Gritan todos y yo niego.
—No, no.—Niego intentando bajar del escenario pero todos dicen mi nombre animandome por lo que terminó de rendirme y aceptar.
—They looking at me.—Canto dando por finalizada la canción rozando mis labios en en micrófono en el micrófono y los silbidos junto los aplausos no tardan en sonar. Durante la canción vi como Nath abría la puerta del restaurante y las personas entraban en gran cantidad.
De ser un grupo pequeño pasó a ser una gran multitud con sus celulares grabando directamente a mi con sus flashes encendidos.
Se sentía bien cantar nuevamente.
Los aplausos no cesaron. Hice una referencia agradeciendo la buena energía sin embargo mi cuerpo se sentía extraño, casi débil.
Bajo algo mareada del escenario pero rápidamente me reincorporo.
—¡Es hora de ir al parque de diversiones!—Exclama Nath.
Todos gritamos emocionados por su propuesta y nos encaminamos a la salida del restaurante. Algo complicado por la multitud pero una vez afuera me aferre a mi campera.
No había viento, la temperatura era agradable. ¿Por qué sentía tanto frío de repente?
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