Mi celular comenzó a sonar haciendo que poco a poco abriera mis ojos. De inmediato llevo una mano a mi cabeza mientras me reincorporo en la cama.

"Soy Luxy"  es lo ultimo que recuerdo antes de perder la consciencia.

El sonido de mi celular era más insistente y lo tomo para así aceptar la llamada.

—¿Si?—Murmure un poco cerrando los ojos a la vez que hacia pequeños círculos sobre mi cien izquierda intentando apaciguar el dolor.

—¡Hey, _____! Soy yo.—Se escuchó  del otro lado y supe de inmediato de quien se trataba.—¿,Te encuentras bien?

Increíble como podía darse cuenta de que algo no iba bien.

—Lo estoy, Luka. Gracias por preguntar. ¿Qué pasó?—Me recompuse cuando ya no sentí molestias en la cabeza.

—Quería preguntarte...—Comenzó y su voz titubeó. ¿Estaba nervioso?—Si quieres salir, conmigo.

—¿Mmm, si?—Rei divertida.—¿Por qué tan nervioso? Sabes que nunca  dije que no a una salida.

—Bien.—Lo escuche más animado.—Te pasaré la dirección por WhatsApp y la hora exacta. Nos vemos, pequeña.

Cortó. Sonreí levantándome de la cama para así bajar las escaleras h dirigirme a la cocina. Mi nuevo departamento era hermoso y tenia la privacidad que tanto deseaba.

Me olvidé completamente lo que había pasado con el collar, quizás solo fue un sueño ya que cuando desperté  estaba adentro de mis sábanas acomodada perfectamente.

Miré mi canal favorito mientras disfrute de las porciones de pizza recalentadas que sobraron la noche anterior con un vaso de coca-cola.

El sonido de campanita me avisó de un nuevo mensaje. Debía ser Luka.

"19 hs. Calle Rue Montogueil. Ponte igual de hermosa como siempre."

El mensaje era corto pero lo que llamó mi atención fue la hora. Había pensado que sería mucho más temprano, pero me equivoqué.

Tenía bastante tiempo aún, el reloj Marcaba las 14:30 p.m.

Decido tomar un poco de aire. Tomo las llaves de mi departamento junto con una campera y salgo. Espero a que el elevador llegase a mi piso.

—¿Nueva en el departamento?—Exclama una voz femenina a mi lado y yo volteo rápidamente.

—Recién llegada prácticamente.—Sonreí y le estire mi mano.— Soy ____.

—Aurore.—La rubia toma mi mano devolviendome la sonrisa.

Las puertas del elevador se abren y ambas ingresamos. Nuestro piso era el 4to por lo que no tardamos mucho en bajar y así salir del edificio.

—¿Tienes algo importante que hacer ahora? Disculpa si la pregunta es muy indiscreta.—Se sonroja y me mira apenada. No pude evitar sentir ternura y sus ojos eran hermosos.

—De hecho solo salí a tomar aire, no tengo nada que hacer hasta dentro de unas horas.—Elevo una ceja mirandola—¿Tú?

—Igual.—se encoje de hombros.

—Entonces caminemos, quizás encontremos algo divertido para hacer.

Conocí un poco a más a Aurore. Me contó de sus pasiones y que pronto sería presentadora del clima.

Había hecho una amiga y era mi vecina de departamento, me agradaba la idea de poder hablar con alguien ajeno al grupo de mi hermano.

Le conté sobre mi enfermedad, le conté sobre Japón y un poco más sobre mis gustos.

—Ayer fue mi cumpleaños.—Exclame sin importancia.

—¿De verdad?—Asentí con la cabeza y ella me abraza.—Entonces feliz Cumpleaños, _____.

Las horas pasaron más rápido de lo que quería admitir, la verdad es que la había pasado bien junto Aurore era una chica muy simpática y estaba segura de que seríamos grandes amigas.

Cuando el reloj dió las 17:15 p.m me despedí de mi  nueva amiga y volví a mi departamento.
Al entrar cerré la puerta para posteriormente arrojar las llaves en la mesa y dirigirme a tomar una buena ducha.

Para cuando dio las 18 estaba alizando mi cabello pensando en como debería vestir. Luka escribió "hermosa" pero no específico el tipo de evento. Sabía que esa calle era popular por sus bares y restaurantes lo que me lleva a decidir ir cómoda pero elegante.

El negro y el blanco nunca fallaban.

Me maquille levemente, un poco de base, rimel para alargar y resaltar mis pestañas, gloss con un ligero color rosita y perfume.

Para las 18:45 p.m ya estaba en camino en un taxi, por alguna extraña razón estaba nerviosa. Al llegar a la entrada del lugar le pago al conductor y bajo para así visualizar a un par de metros a Luka.

Estaba apoyado sobre uno de los faros de la calle, estaba cruzado de brazos de una forma estúpidamente sexy. Él logra verme y con una sonrisa se incorpora y camina hasta donde yo me encontraba dejándome sin aliento.

Mi corazón se detuvo por él.