12. Maraton 1/2
Hoy se cumple un año desde que llegué a París y ocho meses desde la última vez que salí con el grupo de amigos. Siete meses desde que vi y hablé por última vez con Nath, incluso dejé de responderle los mensajes.
Me mudé con mi madre a una bonita casa bastante apartado de la ciudad, aproximadamente dos horas, y nadie sabe mi paradero, ni siquiera Adrien.
Mi madre ha estado algo rara también. Se la pasa trabajando más de lo usual y las ojeras reflejan que el dormir no forma parte de su agenda. Le pregunté el por qué yacía trabajando tan duro últimamente sin embargo no recibí respuesta alguna. Lo que me llevó a no insistir aunque me preocupase su salud mental y física.
A veces reviso mi instagram. Veo las historias de mi hermano y la de alguno de los chicos también, sobretodo las de Luka quien me interesa, de algún modo, más su contenido.
Después de un tiempo ninguno me volvió a escribir, supongo que dieron por hecho de que me había ido de París. Y es que nisiquiera daba indicios de mi paradero en instagram.
¿El por qué?
Descubrí ciertos secretos como dije que haría. Gato curioso murió por su curiosidad.
Una noche salí a tomar aire. No había tanta movilización a esas horas por lo que las calles estaban tranquilas.
Las calles de París eran aún más hermosas bajo las estrellas. Perdida en mis pensamientos no me había percatado de que había ido más allá de lo esperado. Ya no habían edificios, ya no eran calles de cemento.
Era un barrio.
Pero no daba miedo, parecía ser otra parte de París. Esa parte del que nadie parece hablar.
Camine por esas calles que parecían necesitar un arreglo en su asfalto y observé cada detalle de las casas.
Parecían viejas más no descuidadas, totalmente opuesto a lo que yo acostumbraba.
Mucho mas adentro el ambiente cambió, casas en mal estado aparecieron ante mis ojos. Pero no estaban abandonadas.
Puse mis manos en mis bolsillos y me aferre más a mi cuerpo encogiendo mis hombros. Habían un par de chicas y chicos riendo a carcajadas y bebiendo mientras bailaban o saltaban al desritmo de la música.
-Hola, bonita. ¿Te perdiste?-Chifló uno.
Hago una mueca al escuchar como me lanzaban besos y poco a poco voy deteniendo mi paso.
Este lugar era habitado por los más jóvenes, suponía que se reunían aquí para divertirse.
Autos, muchos autos estaban estacionados en las calles y sus, aparentemente, dueños yacían apoyados en ellos fumando y charlando.
Era una multitud de jóvenes. Cuando estaba dispuesta a volverme una cabellera rubia que sobresaltada por todo el lugar llamó mi atención.
-¿Adrien?-Susurré muy bajo.
La curiosidad empujó mis pasos discretamente más cerca sin que me notase terminando por ocultarme detrás de un auto.
Mis labios se separaron ante la sorpresa. Todo el grupo estaba ahí, incluyendo a Layla pero no vi a Nath.
Hago una mueca al ver a esta última muy pegada a Luka.
Estaban fumando y sabía que no era un cigarrillo común porque todo el lugar olía a Marihuana.
-¿Quieres?
Habla un tipo detrás de mi haciéndome sobresaltar. Lo miro hacia niego rápidamente con ver lo que sostiene entre sus dedos. El encoje sus hombros y vuelve a lo suyo.
Al volver la vista al grupo me percato de que ellos ya no están, solo quedaba Layla quien parece mirar a los lados.
Nath de pronto aparece en la escena y debía admitir que estaba muy bien vestido.
El pelirrojo se acerca a Layla y besa su mejilla quien parecía haberlo esperado.
Esta se muerde el labio y parece decirle algo para posteriormente guiarlo hasta adentro de la casa donde parecía harr ido el resto.
Dude un momento si entrar o no pero lo hice, realmente estaba sorprendida. Jamas hubiera imaginado que ellos asistían a lugares así.
Me costó ingresar ya que todos parecían estar en su mundo dentro de la casa; bebiendo y bailando.
Me sorprendió el hecho de que la casa por dentro parecía estar en muy buen estado y cuidado pese a varios graffitis en la pared.
Al encontrarlos me oculto en un lugar con buena visión y observo. De inmedisto me percato de que faltaban personas en el grupo pero mis ojos se enfocaron en Luka y lo sexy que se veía riendo con un cigarrillo entre sus dedos.
Un cosquilleo paso desde mi estómago a mi zona íntima.
Tras un rato de observar decidí retirarme del lugar pero antes de poner un pie fuera mi vejiga solicitó en urgencia de un baño.
-Hola em...¿el baño?-Intenté preguntar a varios de los presentes pero nadie parecía estar cuerdo.
Lo que me llevó a mi propia búsqueda del mismo.
-¿Te gustaría ir arriba conmigo linda? Quiero que me la chupes con esa boquita tan rica que tienes.
Me sobresalto cuando un chico toma de mi brazo e intenta pegarse a mi cuerpo. De inmediato lo empujo lográndo safarme de su agarre. Este hace una mueca y me mira de arriba abajo con una sonrisa que admito, era escalofriante.
-Lo harás, quieras o no.-Acerca su mano a mi brazo y lo agarra con firmeza.
-Idiota.-Le grité y me alejé rápidamente.
De inmediato corrí para perderlo de vista, mi corazón latía del susto.
Subí las escaleras con cuidado y algo lento ya que la madera de la misma parecía quebrarse en cualquier momento. Al estar en el piso superior Intenté abrir algunas puertas pero algunas estaban con seguro lo que agradecí dándome una vaga idea de lo que ocurría dentro de esas habitaciones.
Tras varios intentos logré abrir una puerta y hubiera agradecido jamás hacerlo.
Nath y Layla estaban allí dentro.
Mi cuerpo se congeló y mi estómago se contrajo ante la escena.
Ellos no se habían percatado de mi presencia gracias a que la música estaba lo suficientemente fuerte y estaban de espaldas para haberse percatado de que la pierta estaba abierta. Pero la escena era muy clara.
No me llevo más de un segundo de entender lo que pasaba y cerré rápidamente la puerta para asi salir corriendo. Sin embargo antes de cerrarlo por completo noté como Nath volteaba en mi dirección y enfocaba sus ojos en mi. Estaban dilatados y hasta acuosos. Pero no pude seguir mirándolos con detenimiento ya que la puerta quedó cerrada completamente.
Mi corazón empezó a latir con rapidez.
Baje con rapidez las escaleras y me costó encontrar la salida por por humo concentrado en la casa.
Me sentí algo mareada y hasta drogada; el humo de la marihuana también hace efecto aunque no lo fumes directamente.
Al respirar por fin el aire puro una voz se escucha a mis espaldas.
-¿___? ¿Qué haces aquí?-No distingo la voz de quien me habla.
Sentía mis oídos tapados por la música y mis latidos eran rápido.
-_____.
Me toma de la cintura y me hace voltear. Luka.
-Luka.-Murmuro.
-¿Qué haces aquí?-Vuelve a preguntar pero yo no podía prestarle la suficiente atención, me sentía adormecida.-Mierda, ¿Fumaste algo de aquí? ¿Alguien te dio algo?
Me inspecciona, al parecer estaba preocupado.
Lo único que puedo hacer es negar. No tengo pudor en pegar mi cuerpo al suyo e intentar acurrucarme.
-Si Adrien te ve...-Murmura y me pega a su cuerpo.-Te llevaré a tu casa.
Aun en shock, Luka me guía hasta un auto y me acomoda dentro de él.
-Esperame.
Cierra la puerta y lo veo desaparecer nuevamente en la casa.
-Encuentrame Lux.
Escucho como un eco antes de quedarme dormida.
Cuando desperté en la mañana no estaba en el hotel y poseía otra ropa que no era mía. Era holgada y olía a un perfume característico.
Tenía el olor a Luka.
Me dolía la cabeza y me sentía extraña. Llevo una mano a mi frente cerrando mis ojos intentando recordar algo de anoche más me arrepentí.
Nath y Layla se viene a mis recuerdos. La boca de Layla sobre el miembro de Nath y el agarrandole la cabeza mientras el tiene su vista en el techo.
Maldición.
Mi corazon vuelve a latir con rapidez y mi respiración se vuelve irregular. ¿Por qué estaba tan afectada? A penas llevaba un mes de amistad con Nath, claro que desde eque nos conocimos nos habíamos visto cada día y hablábamos todas las noches e incluso se había quedado a dormir en el departamento varias veces. Nuestra amistad parecía ser de toda la vida pero nada justificaba esta sensación indescriptible que tenía.
-Despertaste.
Me sobresalto y miro en dirección a la puerta. Luka yacía sin camiseta apoyado en el marco de la misma mirando en mi dirección.
-Yo...
-Meterte ahí fue muy peligroso, ____. No creo que estés muy consciente de esto.
¿me estaba regañando?
-¿Qué me pasó? Me duele la cabeza.
-Te drogaron.-Dice sin más.
-¿Qué?-Exclame con confusión.-Pero si no he tomado ni fumado nada.
El suspira y se sienta en la punta de la cama. Baja la cabeza dudando un instante en hablar y suspira.
-Burundanga.-Dice y no lo entiendo. El parece notarlo y ladea la cabeza.-Es una droga que se usa sobretodo para crear sumisión en una persona. Provoca que pierdas la consciencia y control, con ello pueden hacerte lo que quieras. Ni siquiera lo tienes que consumir, te colocaron un parche sin que te des cuenta en el brazo suficientemente fuerte para sedarte, este método es más lento, sus efectos tardan en aparecer pero para cuando te des cuenta te será imposible mantenerte despierto.
Exclama muy serio.
De inmediato recuerdo al tipo que se me acercó en la casa.
-Lo siento, solo tenía curiosidad.
El silencio reina en el lugar y me sonrojo al darme cuenta de que solo tenía su camiseta y debajo solo una tanga cómoda sin ser sexy pero tampoco de abuela.
-Tu....
-Le pedí a mi hermana que lo hiciera, solo le di una de mis camisetas para que te lo colocara. Ella y Rosita estaba en casa. No podía llevarte al hotel en ese estado, no hubiera sido bueno para ti.
Posa una de sus manos en mi mejilla y me sonríe levemente lo que me hace sonrojar. No pude evitar cerrar los ojos ante el contacto de su mano en mi piel.
-Dejaré que te vistas.
Desde ese momento Luka y yo nos hicimos más amigos. Los hermanos y yo teníamos un secreto secreto común. Ninguno del grupo sabía que yo había asistido a aquel lugar.
Mi amistad con Nath en ese momento también fue diferente, fue incomoda. Cada vez que lo veía recordaba el episodio más nunca supo el porqué lo evitaba pero el parecía no recordar haberme visto.
Un mes después de aquella noche otra más terminó por arruinarme.
Todos habíamos decidido ir de vacaciones a Asturias, España.
Alquilamos unas cabañas preciosas en donde las chicas dormíamos juntas y los chicos en otra habitación.
Constantemente Layla me fulminaba con la mirada y tenía a Nath intentado acercarse a mi sin embargo un día antes de viajar me mentalicé fuertemente que la pasaría bien.
Y así fue hasta ese día. En donde encontré a Luka sosteniendo a Layla sobre el mueble del lavamanos del baño. Si no fuera por mi interrupción no dudaba que eso hubiera pasado a más. Por alguna razón Luka cuando me vio noté como sus ojos estaban dilatados y acuosos más no pareció reaccionar a mi presencia.
De inmediato salí de ahí y escuché la risa de Layla antes de irme por completo de la cabaña. Fue un grave error volver para buscar mi protector solar.
Desde ese ese entonces entendi la maldición que tenian los baños.
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