035
- Pero ¿qué demonios? -Sehun soltó al mirar con quien estaba Park Jimin.
No había regresado debido al gran regaño de parte de su padre por haber hecho aquella tontería, y es que no sabía como solo lo habían culpado a él si cuando todo el plan había sido de ese idiota de Park Jimin.
Ahora había regresado de la empresa de su padre para mirar el vecindario, su padre era muy exigente y no le gustaba que su hijo se metiera en problemas y cuando hizo aquello fue lo que derramo el vaso de toda su tranquilidad, lo había metido a trabajar a su empresa y le había dicho que no habría más estudios hasta que aprendiera a comportarse como un buen alfa, pero claro Sehun de lo único que en verdad estaba más concentrado era en como arruinarle la vida a Park Jimin, porque por supuesto ese supuesto amigo suyo había arruinado todo su futuro.
Sehun torció la boca al ver como Jimin paseaba con ese tal Yoongi al que ese mismo Park aseguraba que odiaba hasta la muerte, ahora parecía como si estuviera enamorado de aquel pálido.
- Mentiroso hijo de perra -bramo Sehun apretando los puños y soltándole un golpe a la pared más cercana.
Pero algo paso por su cabeza, algo que podía resultar perfecto como venganza.
Miro como aquellos se iban directo hacía una cafetería, afortunadamente para él, ambos se habían sentado cerca de uno de los ventanales así que podía verlos a la perfección, allí estaban platicando y esperando sus bebidas, por alguna razón aquel omega se había sonrojado y Jimin solo le sonreía de manera estúpida, o eso es lo que pensaba Sehun.
- Veamos si sigues sonriendo de esa manera cuando veas lo que le pasa a tú omeguita -susurro para si mismo mientras seguía con su camino.
Sehun se perdió entre las calles y personas que caminaban por allí, Jimin miro por el ventanal, por alguna extraña razón se había puesto alerta, miro con detenimiento, analizando a cada persona que caminaba, Yoongi dio gracias a la mesera por traerles las bebidas correspondientes a su orden y miro al alfa.
- ¿Sucede algo Jimin?
- Es solo que... -se quedo en silencio, y aún con la mirada escaneaba el lugar-, olvídalo, imaginaciones mías -volvió a dirigir su mirada al omega para después dedicarle una tierna sonrisa.
- Bueno, eso espero.
Siguieron disfrutando de su bebida caliente, pero aún así Jimin a pesar de que trataba de poner toda su concentración en su predestinado, de alguna forma sentía que debía estar alerta ante todo y sobretodo debía de estar alerta con Yoongi, y eso era lo que lo estaba preocupando más, pero tenía una pregunta ¿por qué debía de estarlo? Todo estaba marchando de maravilla, no tenía porque estar en alerta o preocupado, ¿qué podía pasar?
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