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- Yoongi, te invito a comer a mí casa -Jimin le sonrió al omega que tenía unos libros en sus manos-. No aceptaré un no por respuesta.

Yoongi suspiro, no es que no quisiera ir, pero se sentía un poco cansado, la escuela lo estaba exprimiendo, literalmente. Yoongi se sentía incapaz de ir a otro lugar, quería descansar.

- Jimin, no creo poder, necesito un descanso -Yoongi le sonrió levemente-, será mejor...

- Mi madre le gustaría que vayas... ¡quiere conocerte! Y claro también quiero que la conozcas.

A Yoongi no le gustaba ser grosero y menos si se trataba de una invitación de parte de la madre de ese alfa, así que no tuvo más remedio. Jimin había inventado aquello, sabía que tenía la posibilidad de que su omega no lo rechazará si decía aquello.

- Esta bien, pero no te acostumbres.

- ¿Por qué no? Habrá más de estos días -el alfa se sentía muy feliz, quería saltar de felicidad al saber que su omega había aceptado.

- ¿M-más? -el omega se sonrojo.

- ¡Por supuesto! Será un placer compartir mi tiempo solamente contigo, ¡vamos! O sino mí madre pensará que te lleve a otro lugar.

Ambos se dispusieron a salir de la escuela, era una tarde tranquila, con un cielo casi despejado todo se veía muy tranquilo. Jimin no pudo evitarlo y tomo la mano de su omega, Yoongi se sobresalto un poco al sentir el contacto de su mano con la del alfa, y las miro, Jimin sostenía su mano con mucha delicadeza, no apretaba el agarre, y no las movía de un lado a otro en un balance, solo las mantenía unidas mientras caminaban.

- ¿Te incomoda? -pregunto Jimin-. Porque si quieres puedo soltar tu mano y dejar de hacer esto.

- No me incomoda, solo... aún no me siento tan acostumbrado.

- No deberías sentirte así, estás conmigo, no te haré daño pequeño.

Yoongi le dedico un pequeña sonrisa, le gustaba como el alfa trataba de calmarlo con palabras, eso lo hacía muy especial, de nuevo bajo su mirada para observar sus manos entrelazadas, su piel se veía tan pálida al lado de la del alfa, y las manos de Jimin eran cálidas, sentía que le brindaba seguridad a pesar de todo lo que había pasado.

- Llegamos omega.

La casa de Jimin no era un castillo azul, ni nada por el estilo, era una pequeña casa de planta baja y un piso, de color blanco, los ventanales eran medianos, además de que la puerta era de madera de un color casi caramelo. 

- Mi madre estará feliz cuando te vea.

- Creo que estoy algo nervioso por eso -Yoongi suspiro-, no creo poder agradarle tan rápido.

Jimin jalo a Yoongi para que ambos se acercarán a la puerta de la casa, Jimin introdujo la llave en la cerradura en cuanto llegaron a la puerta y abrió. Su madre estaba en la cocina, seguramente preparando los últimos detalles de la comida.

- ¡Jiminie! Cariño estoy en la cocina, lávate las manos y ven a comer.

- ¡Mamá! Traje una visita.

Su madre ya lo sabía había podido oler un singular aroma como el de un pastel de manzana y canela, se limpio las manos y se acerco para ir a ver a su hijo que seguramente estaría cerca de la entrada, sonrió al ver a su hijo y a su lado ver a un chico de piel pálida y ojos gatunos, se veía algo tímido, se acerco para saludar.

- ¡Hola! -la madre de Jimin le sonrió de manera amable-. Debes ser Yoongi... mi cachorro no deja de hablar de ti, me alegra que hayas venido.

- Es un placer señora Park -dijo Yoongi dándole una sonrisa.

- Bien muchachos, a lavarse esas manos, y ¡a comer! 

Ambos acataron las ordenes, la comida estaba muy tranquila, la madre del alfa de vez en cuando trataba de avergonzar a su hijo frente al omega, se le hacía divertido ver como su hijo se sonrojaba y se enojaba por lo que ella decía, y sabía que a Yoongi también se divertía con todo lo que decía, y claro el alfa no se divertía, sentía que podía explotar de la vergüenza, en verdad que su madre era malvada cuando se lo proponía.

- Anda Jiminie, lava los platos, Yoongi necesita descansar y quiero hablar con él -Jimin refunfuño, él quería estar con su omega, pero su madre va a acaparar toda su atención.

Yoongi miro como el alfa recogía los platos de la mesa y los dejaba en el lavadero para iniciar con su labor, la madre del alfa le indico que la siguiera para que hablarán en la estancia. Ambos se fueron directo hacía la estancia, la madre de Jimin fue la primera en sentarse en uno de los sofás, Yoongi se sentó también algo alejado, pero la madre de Jimin le indico que podía sentarse a su lado para que platicaran.

Después de unos relatos divertidos sobre las tonterías que había hecho Jimin desde pequeño, pasaron a otro platica, aún la madre de Jimin quería hablar de algo con Yoongi.

- Debo decir que estoy muy agradecida contigo, Yoongi.

El omega se vio sorprendido ante lo que escucho.

- ¿Por qué? No debería estar agradecida conmigo, no e hecho nada importante para usted.

- Claro que lo has hecho, le estás demostrando a Jimin a como amar -el omega no dijo nada-, me ha contado todo lo que paso entre ustedes.

Yoongi aparto la mirada al instante.

- Sé que muy dentro de ti aún dudas en si fue una buena idea darle una oportunidad a mi hijo... pero sinceramente te estoy muy agradecida de que le dieras otra oportunidad -Yoongi finalmente la miro a los ojos-, él no es de esa manera, siempre me demostró que podía darle amor a las personas y cuando los veo, y veo el como te mira... sé que te ama y que espera que puedas dejarlo amarte.

- Y-yo...

- No te estoy pidiendo que lo ames a la fuerza, sé que así no surgen las cosas, pero me gustaría que lo intentarás.

- Jimin... él si se esfuerza en lo que hace, y lo reconozco, y de verdad lo quiero solo siento que necesito un poco más de tiempo para decirle que mis sentimientos por él son reales...

- Eres un gran omega Yoongi... gracias por estar en la vida de mi hijo.

Jimin había escuchado todo de lejos, se sintió con un poco de esperanza al escuchar las palabras de su omega, definitivamente se esforzaría más por el amor de su Yoongi.

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