— Están muriendo, muchas personas están muriendo — dijo Lydia respirando agitadamente, Stiles estaba a su lado tomando su mano y tratando de calmarla. 

— Tienen que venir a ver esto ¡ahora! — gritó Isaac quien estaba mirando por la ventana. No me separé de Violet, la cargué y me asomé por la ventana con ella en brazos.

Beacon Hills se estaba convirtiendo en una masacre, los híbridos decidieron salir a atacar, la explosión fue la distracción perfecta. 

— Tenemos que ir con Deaton y conseguir las balas de verbena y acónito, es ahora o nunca — dijo Scott.

— ¿Y cómo diablos haremos eso? La ciudad debe estar infestada por híbridos — cuestionó Liam.

— Haciendo lo que mejor sabemos hacer: pelear — respondió mostrando sus ojos rojos, sonreí orgulloso.

— Lydia y yo nos quedaremos aquí ayudando, ustedes vayan, estaremos bien — comentó Stiles. De un de repente, sentí a Violet moverse, la coloqué en el suelo y esperé a que reaccionara. 

— ¿Derek? — preguntó confundida. 

— Estoy aquí ¿cómo te sientes? — Violet no respondió y sólo miró la marca en su brazo, pude sentir su miedo y preocupación. 

— ¿Qué está sucediendo allá afuera? — dijo mientras se levantaba con mi ayuda.

— Los híbridos están atacando, todo esto fue una distracción para mantenernos ocupados. 

— Tenemos que ir por las balas. Hay que separarnos, que unos vayan a pie y otros en auto, para abarcar terreno más rápido y poder llegar con Deaton — Scott asintió.

— Me parece una buena idea. Derek y tú pueden tomar la jeep de Stiles, los demás vienen conmigo. 

— Violet debería quedarse aquí, es peligroso — reproché, Violet me fulminó con la mirada. 

— ¿Disculpa? Te recuerdo que yo estoy ideando los planes, soy parte de esto así que no me van a dejar atrás. 

— Acabas de estar en una explosión y un híbrido puso una maldita marca en tu brazo, no voy a dejar que te arriesgues más. 

— Tú no me vas a decir que hacer ¿entendido? Así que en vez de discutir como un niño pequeño y malcriado, deja de perder el tiempo y acompáñame a la jeep — Violet tomó una escopeta y salió de la estación.

— Wow, tiene carácter — dijo Cora, rodé los ojos y fui detrás de Violet, no tenía otra opción. 

Sin reprochar más subí a la jeep y comencé a conducir, Violet se colocó en la parte trasera y abrió la puerta para disparar con más precisión. Los híbridos nos estaban siguiendo a toda velocidad, al menos las balas de madera los detenían, pero cada vez llegaban más. 

— ¡Conduce más rápido! Ya no quedan muchas balas — aceleré todo lo que pude y finalmente llegamos al consultorio de Deaton. Corrimos y entramos antes de que los híbridos nos alcanzaran. 

— No van a poder entrar, el lugar está rodeado con verbena, los mantendrá alejados — dijo Deaton sacando dos cajas —. Aquí están las balas, úsenlas sabiamente. Estaré haciendo constantemente más municiones, pero es un proceso tardado. 

— Gracias Deaton, nos será de gran ayuda — respondí, Violet abrió una de las cajas y recargó la escopeta con estas nuevas balas. 

— Vas a correr hacia la jeep con las cajas, yo me encargaré de los híbridos — asentí y nos preparamos para salir —. A la cuenta de tres. Una, dos ¡tres! — corrí como Violet lo había ordenado, con cuidado coloqué las cajas en la jeep mientras observaba a Violet dispararle a los híbridos quienes caían al instante, las balas de acónito y verbena estaban funcionando a la perfección —. Creo que ya son todos los híbridos, vámonos antes de que lleguen más.

— ¿A dónde tan rápido detective Coleman? — dijo una voz detrás de nosotros justo cuando íbamos a subirnos a la jeep. Violet y yo volteamos; y por la reacción de Violet supe de quien se trataba.

— Tú estabas muerto — el hombre soltó una carcajada. 

— Mi amigo y yo nos suicidamos ¿cierto? Bueno, un pequeño detalle fue que morimos con sangre de híbrido en nuestro sistema, así que estamos de vuelta más fuertes que nunca ¿verdad, Carter? — otro hombre llegó a la escena. 

— Efectivamente Jason. Será divertido ver nuevamente como nuestra querida detective intenta atraparnos. 

— Esta vez no se saldrán con la suya. Me alegra que de alguna manera u otra sigan vivos, así puedo tener el gusto de matarlos.

— Y además, Violet ya no está sola — intervine, transformándome y preparándome para pelear. Antes de tan siquiera poder reaccionar, Carter ya se encontraba sobre mí y Jason estaba acorralando a Violet contra la jeep.

— Tu sangre huele deliciosa, justo como la de tus padres — dichas esas palabras, Jason clavó sus colmillos en el cuello de Violet. 

— ¡No! — grité, no pude gritar más debido a que Carter también clavo sus colmillos en mi cuello. Sentí como succionaba mi sangre, como lentamente volvía a mi forma normal, estaba débil y muy mareado.

La manada se escuchaba a lo lejos, y en cuestión de segundos Carter y Jason desparecieron. Violet cayó a mi lado en el suelo, tomé su mano y la miré con la vista borrosa. 

— ¡Derek! ¡Violet! — y sin poder hacer nada más, me hundí en la oscuridad.

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Abrí lentamente los ojos, me encontraba acostado en mi cama y Violet estaba sentada con la mirada baja. 

— ¿Violet? — levantó la mirada y suspiró aliviada, sonriendo levemente. 

— Hey ¿cómo te encuentras?

— Bien, eso creo ¿y tú? 

— Mejor ahora que despertaste, estaba asustada — noté que su brazo estaba vendado, y también noté la marca de la mordida en su cuello.

— No somos híbridos ¿verdad? — Violet rio y negó con la cabeza. 

— Al parecer los híbridos deciden para que es su mordida, si para chupar sangre, para matar o para transformar. Carter y Jason solamente se alimentaron de nosotros, estaremos bien.

— ¿Cómo te sientes respecto a eso?

— ¿Cómo me siento respecto a que los asesinos de mis padres están vivos y que ahora son criaturas letales? Ya te lo debes de imaginar — suspiré y me levanté, sentándome a su lado y tomando su mano suavemente. 

— No permitiré que vuelvan a lastimarte. Ya no estás sola Violet, tienes a la manada y me tienes a mí, no me iré a ningún lado — entre lágrimas, Violet sonrió y besó mi mejilla.

— Yo tampoco me iré a ningún lado.