Capítulo 36
Regresamos al edificio con Violet en brazos, al llegar me aseguré de colocarla en un lugar cómodo.
— Realmente Violet volvió a ti, no puedo creerlo — comentó Malia.
— Cuando una persona es para ti, siempre encontrará la manera de volver a ti — dijo Scott tomando la mano de Malia y haciéndola sonreír.
— ¿Por qué está tardando demasiado? Adam no tardó tanto — cuestioné comenzando a preocuparme.
— Paciencia Derek, hay personas que tardan más en transformarse, es cuestión del cuerpo de cada uno — respondió Peter.
— Además escucha — agregó Isaac —. Su corazón está latiendo — Isaac tenía razón, el corazón de Violet nuevamente estaba latiendo, señal de que la cura funcionó. Acaricié suavemente su rostro y tomé la palma de su mano para besarla.
En ese instante, Violet abrió los ojos, ojos que ahora eran un brillante color azul como los míos.
— ¿Violet? — al escuchar su nombre Violet me miró, sus ojos volvieron a la normalidad y sonrió —. ¿Cómo te sientes?
— Más viva que nunca — sonreí y unimos nuestras sonrisas en un profundo beso.
— ¿Por qué sus ojos son de color azul? ¿No deberían de ser dorados como todo beta? — preguntó Liam.
— Porque es la mate de Derek, y los mates siempre tendrán el mismo color de ojos, el mismo ritmo de latidos; y no importa que, siempre estarán unidos — contestó Cora con una sonrisa.
Finalmente se sentía la paz entre nosotros, después de más de un año lidiando con Adam y todos los daños colaterales, por fin éramos libres, habíamos salvado a Beacon Hills una vez más. Logramos hacerlo en las mejores épocas, en pocos días ya era Navidad y teníamos que celebrarlo como se debe, como una manada y una familia.
Chris y Melissa quisieron que celebráramos todos juntos en su casa, así que fuimos allí a decorar y ayudar antes del esperado día. A decir verdad hace mucho tiempo perdí la emoción de la Navidad, pero observar a las personas que quería felices, riendo y disfrutando, en especial ver a Violet con ese brillo en sus ojos, me trajo de vuelta esa emoción porque no pude evitar recordar las fiestas con mi familia, sé que a mi mamá y a mi hermana les encantaría que disfrutara y fuera feliz por ellas.
Nos reunimos el 24 de diciembre por la noche para la cena de Nochebuena y esperaríamos hasta las 12 para abrir los regalos. Mi mejor regalo sin duda era estar a lado de Violet, admirando su sonrisa y demostrándole el amor que le tenía.
— Quiero dar un brindis — dijo Violet levantándose de la silla con su copa antes de comenzar a cenar —. Estar aquí con ustedes, sintiendo tanto amor y felicidad es lo que para mí hace esta Navidad muy especial. Me va a costar más de una vida agradecerles lo que han hecho por mí, por aceptarme en su manada, en su familia, a pesar de todo lo sucedido ustedes siguieron conmigo y jamás terminaré de agradecérselos. Me salvaron completamente la vida así que brindo por eso, brindo por esta hermosa familia que hemos formado juntos y espero que sigamos formando. Salud.
— Salud — dijimos todos al unísono, Violet se sentó y besé su mejilla.
— Que hermosas palabras — susurré a su oído.
— Lydia ¿por qué no estás bebiendo? Dicen que es de mala suerte brindar con agua — dijo Malia en voz alta, dirigimos nuestras miradas hacia Lydia quien miró a Stiles un poco nerviosa.
— Queremos esperar hasta media noche — respondió Lydia segundos después.
— ¿Esperar para qué? Yo no voy a cenar hasta que digan lo que están ocultando — reclamó Scott, Lydia y Stiles compartieron miradas.
— Lydia y yo estamos esperando un bebé — y la casa McCall se convirtió en un lugar de gritos de emoción.
— ¡Muchas felicidades! ¡Es el mejor regalo de Navidad! — todas las chicas abrazaron a Lydia mientras que los chicos abrazamos a Stiles.
— Mi mejor amigo será padre, enhorabuena — dijo Scott a punto de llorar.
Después de calmarnos un poco por la emoción continuamos con la cena, el resto de la noche estuvimos charlando, riendo, jugando algunos juegos, bailando y cantando villancicos. Al dar las 12 nos abrazamos deseándonos una feliz navidad, después procedimos a abrir los regalos.
— Derek ¡esto es precioso! — exclamó Violet al abrir el regalo que le di, era un libro con nuestros momentos juntos y un anillo de promesa con forma de triskel.
— ¿Te gusta? — Violet asintió entre lágrimas de felicidad.
— Me encanta — respondió besándome suavemente —. Ahora abre el tuyo — cuando abrí la bolsa, me encontré con varios papeles.
Eran los papeles de la mansión Hale.
— ¿Qué es todo esto?
— Estuve investigando un poco como toda detective y sé que después del incendio la propiedad de tu familia se dividió en dos partes, una parte le pertenecía al gobierno y otra a ti. Bueno, ahora todo te pertenece a ti como siempre debió ser, en los papeles también vienen incluidos los permisos para que puedas reconstruir la mansión, Peter y Cora me contaron que es algo que te gustaría hacer y ahora podrás hacerlo — no podía creerlo, simplemente no podía creerlo.
— ¿Qué hice para merecerte? — dije al borde de las lágrimas, Violet sonrió.
— Amarme, en las buenas y en las malas — y sin decir más la besé profundamente.
— Su atención por favor — dijo Scott interrumpiéndonos —. Mi regalo para Malia es algo pequeño pero muy especial, y quisiera que estuvieran de testigos en cuanto se lo de — Malia se miraba bastante confundida cuando Scott tomó su mano para que se levantara y se colocaran frente al árbol —. Malia Hale, aún recuerdo el día que te conocí, el día que te vi por primera vez a los ojos cuando pasaste de coyote a humana. Desde ese momento me atrajiste completamente a ti, quise conocerte más, acercarme y simplemente hacer que fueras parte de mi vida, había algo en ti que me volvía loco y sigue volviéndome loco de la mejor manera posible. He tenido una pésima suerte en el amor y creo que todos aquí lo saben, creí que estaba destinado a estar solo el resto de mi vida cuando tú y yo terminamos, pero volviste a mí. No quiero perderte jamás, quiero que seas mi mejor amiga, mi compañera de aventuras, mi confidente, y también quiero que seas mi esposa — Scott se puso de rodillas y de su bolsillo sacó una pequeña caja, la abrió y adentro había un hermoso anillo —. Malia ¿me harías el gran honor de casarte conmigo y compartir el resto de nuestras vidas juntos?
— Sí, acepto — dijo Malia en un sollozo, Scott colocó el anillo en su dedo y se levantó para besar a su ahora prometida. Todos alrededor aplaudimos, chiflamos y gritamos.
— Tendremos una boda y un bebé ¡los milagros navideños existen! — gritó Stiles haciéndonos reír.
Salí a tomar un poco de aire fresco, estaba comenzando a nevar, solté un suspiro y sonreí, hace mucho no sentía tanta felicidad como la que estoy sintiendo en ese momento.
— ¿Todo bien? — preguntó Violet saliendo conmigo.
— Todo perfecto — coloqué mi brazo alrededor de ella y besé su cabeza.
— Gracias Derek, por darme el amor que siempre soñé, por darme todo lo que no sabía que necesitaba.
— Gracias a ti Violet, por darme una razón para quedarme en Beacon Hills. Planeaba irme en cuanto nos libráramos de Adam pero ahora solamente puedo pensarte en quedarme y construir una vida contigo. Te amo Violet Coleman, por siempre.
— Yo te amo más Derek Hale, por siempre.
— Mira arriba — Violet frunció el ceño y levantó la cabeza, una adorable risa salió de su boca al ver que había un muérdago justo sobre nosotros.
— Ahora tendré que besarte.
— Aquí me tienes — y nos besamos bajo el muérdago, en una noche nevada, con la tranquilidad de que nada ni nadie podría separarnos.
No éramos inmortales, pero sí que éramos eternos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top