IMPORTANTE LEER:

Esta historia tendrá una versión en español y otra en inglés, ambas serán publicadas y actualizadas al mismo tiempo, por favor tener cuidado con eso.

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Cayó al piso, manteniendo un agarre tembloroso en aquella prenda cubierta de polvo, el cual resbalaba de esta como si nada, dejándolo rodeado de lo que alguna vez fue un esqueleto. Miraba a los lados, esperando que todo fuese una broma. Luego su mirada se volvía a enfocar en esa bufanda azul, entonces a los lados nuevamente.

Abrió su boca, queriendo gritar, maldecir e insultar. Odiaba esto, este sentimiento, lo odiaba, no quería volver a sentirlo jamás.

¿Cómo es posible que algo tan hermoso se transforme en algo tan horrendo? ¿Era esto lo que sentían aquellos a los que llamó afortunados por tener un alma?

Lo odiaba. No quería una, jamás.

Presionó su agarre, hundiendo su rostro en esa bufanda, lo único que permaneció de él. Ni siquiera podía tener su cuerpo como para darle entierro en algún lugar bonito, y la mayoría del polvo yacía esparcido y perdido entre toda la nieve. Ya no le quedaba nada de él, nada más que una maldita bufanda.

Sonrió al escuchar un portal abrirse en las cercanías.

Intentó levantarse, pero sus piernas no respondían.

Intentó hablar, actuar como si nada hubiese pasado, pero su voz no salía.

Un esqueleto de prendas doradas salió de aquella brillante fisura, sus manos en el pecho, una pena indescriptible en sus ojos, a su lado el Dios de la Muerte, quien traía un rostro neutro, sin saber cómo expresar lo que sentía en ese momento.

Fue como un balde de agua fría para él.

Esto no era una pesadilla, no era una mentira. Ellos estaban allí para consolarlo, estaban allí para decirle cuánto lo sentían, cuánto les dolía.

En sus pupilas se veía inestabilidad, no podía ser cierto, no quería creerlo. Los recién llegados se acercaron a él, queriendo hacerle saber que él siempre estaría a su lado, aun si no podía verlo, mas no pudieron hablar, enmudecieron al abrir la boca.

¿Cómo podrían explicarle eso? ¿Cómo decirle que el único ser que logró que sintiera una emoción real ya no estaba ahí, que jamás regresaría?

El guardián de los sueños levantó uno de sus brazos, posicionándolo sobre el hombro ajeno para mostrarle que no estaba solo, que tenía a quienes acudir para liberar sus penas. Pero no los quería a ellos, lo quería a él, lo quería de regreso. Quería despertar recibiendo esas caricias que tanto amaba, quería abrir sus cuencas y ver a ese esqueleto sosteniendo su rostro con sus manos, sonriéndole de una manera única, cálida, de esa forma que le provocaba un revoltijo de emociones que lo llevaban a determinar que lo amaba con todo su ser. Quería abrazarlo con fuerza, agradeciéndole a todo lo conocido que él siguiera a su lado, disfrutando cada segundo como si fuese el último.

Lo amaba, gracias a él aprendió a amar y comprendió que no había un sentimiento más hermoso que ese.

Sólo quería ver su sonrisa una última vez.

Pero su deseo jamás se iba a cumplir, porque el amor de su vida ya no existía.

Su vista se nubló, su respiración se aceleró, sentía un terrible dolor en todo su cuerpo. Comenzó a temblar, sosteniendo la bufanda hasta pegarla a su pecho. Soltó gemidos silenciosos y rotos, los cuales pronto aumentaron su intensidad, convirtiéndose en sollozos.

Se inclinó hacia delante, permitiendo que las lágrimas finalmente caigan de sus cuencas. Miró a los otros dos de reojo, esperando con su último rastro de esperanza que le sonrieran diciendo que todo era una mala pasada y que el amor de su vida lo esperaba en casa, que le dijeran que sólo alucinó, que no lo vio volverse polvo frente a sus ojos. En cambio, sólo fue recibido con rostros que expresaban dolor, ellos eran dos esqueletos de luto.

Gritó con tanta fuerza que se quedó sin voz. Lloró con tanto ardor que ya no le quedaban lágrimas que derramar. Los dos esqueletos que lo acompañaban debieron sujetar sus brazos cuando comenzó a golpearse y rasguñarse, pidiéndole a cualquier figura mística que estuviese observándolo que lo asesine en ese momento. Y cuando finalmente pudo hablar, volvió a gritar, estaba destruido, todo su mundo se había derrumbado.

Aquel que le enseñó el mejor sentimiento de todos, fue tan descarado que no quiso irse sin mostrarle la peor experiencia que pudo vivir.

Él ya no tenía motivos para seguir.

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⟪NOTAS⟫

Historia basada en el concepto de "Dios forzado de la destrucción" de harrish6, todos los créditos de los aspectos relacionados a este concepto van para su persona.

Fate & Destiny↷ harrish6
Error↷Crayon Queen
Ink↷Myebi
Nightmare↷Jokublogs

[Todos los personajes utilizados en esta historia pertenecen a sus respectivos creadores]

⟪ACLARACIONES INICIALES⟫

↣Error es forzado a ejercer su rol de destructor.

↣Ink y Error son catalogados como "Dioses" en su máxima expresión, llegando incluso a la inmortalidad. Nightmare y Dream son "Semi-Dioses", pudiendo rozarles respecto a varios sentidos, pero estando en una categoría incluso menor; son muy poderosos y casi imposibles de matar, pero igualmente pueden morir. Los habitantes de Reapertale son Dioses comunes, pues dependen completamente de su AU, a diferencia de los cuatro mencionados anteriormente.

↣Fate y Destiny son presencias divinas, llegando a superar por completo a Ink y a Error. Son presencias que se encuentran en el plano fuera de la realidad del Multiverso.

↣Las personalidades no serán canónicas, pero haré un esfuerzo para que al menos algo se mantenga, lo siento.

⟪CONTENIDO⟫

↷InkError/ErrorInk
↷NightError/Errormare
↷Abuso físico
↷Abuso psicológico
↷Depresión
↷Pensamientos suicidas

(Como ven, hay contenido muy sensible, por lo que la lectura de esta historia queda bajo su propia responsabilidad)

『✿-Cxnni-❀』