Capítulo 2.

Nightmare terminaba de leer un libro que había encontrado esa mañana, estaba sentado en una sala oscura, en un trono destruido, lleno de sangre, polvo y negatividad. Un lugar perfecto para él. No se oía nada en las cercanías, sus subordinados se encontraban durmiendo, era muy tarde, pero él no tenía la necesidad de dormir. Sin embargo, a diferencia de Error, él fue creado con esa habilidad, él fue creado para ser un guardián nocturno y, aunque estaba despierto las veinticuatro horas del día, solía ser menos activo durante el día. Él prefería atacar de noche, oculto en las sombras.

La noche también era el mejor momento para reflexionar, especialmente cuando uno se encuentra acompañado únicamente por el silencio.

A veces pensaba cosas sin sentido, otras veces estrategias para batallas o para obtener más negatividad. No obstante, siempre, en algún momento de distracción, pensaba en el mismo esqueleto color azabache que gran parte del Multiverso odiaba, el destructor; Error.

Nightmare sabía que no podía pensar en ese tipo de cosas. Él sabía que su amor no era puro ni amable, sabía que lo que menos necesitaba el destructor era involucrarse en una relación amorosa, mucho menos en una con el segundo monstruo más odiado después de él. No podía ser tan cruel con el único esqueleto que jamás le miró con miedo y que siempre estuvo a su lado, en todo momento.

Pero la necesidad de tenerlo consigo era tan grande. Siempre culpaba a su nuevo ser por ese egoísmo que lo atormentaba día a día por temor a hacerle daño a la persona que amaba, no obstante, sabía muy bien que eso no tenía relación con su cambio tan brutal de personalidad, estaba seguro que, de haber continuado siendo el Nightmare que era antes de comer las manzanas, sus pensamientos frente a esta situación habrían sido exactamente igual.

Cerró su ojo, sintiéndose derrotado por sí mismo. En ese instante, podría jurar que la imagen de un pequeño esqueleto apareció frente a él, sonriéndole con cariño, con un cariño que creía perdido.

Al volver a abrirlo, sintió como si una parte de él hubiese sido arrancada, pero el dolor que sentía no era físico, sino emocional. Él olvidó todo lo bueno una vez que se comió las manzanas, pero hubo algo que jamás pudo olvidar, el apoyo que recibió por su parte, el cariño y la comprensión. Acciones que nunca se repetirían.

Error había hecho tanto por él, y él nunca supo cómo devolvérselo.

Sólo podía desear que Error estuviese bien. Hace dos semanas que no tenía contacto con él debido a una sobrecarga de AU's.

Suspiró, recargándose en el respaldo del trono. Había tantas cosas que le gustaría repetir, tantas cosas que quisiera borrar del pasado y otras tantas que arreglar. De haberle dicho "Te amo" en ese momento, ¿algo de esto se habría evitado? ¿Se habría sentido mejor consigo mismo? Él sólo quería una oportunidad más.

Escuchó una gran distorsión, seguido de la apertura de un portal en la sala de al lado. Se levantó inmediatamente, la negatividad que desprendía este monstruo era tan brutal que lo podrían mantener activo y lo suficientemente alimentado por un mes. Se acercó al responsable, encontrándose con una imagen bastante penosa del destructor de AU's.

Su ropa sucia y rota, lleno de heridas, fracturas y manchando el piso de sangre, su sangre. Cruzaron miradas por unos segundos antes que el glitch decidiera sentarse, apoyando su espalda en la pared que tenía cerca.

—No te molestaré por mucho. Sólo necesito recuperarme por unos minutos y me iré.

En circunstancias distintas, ¿habría pedido por la ayuda de Nightmare? ¿Le hubiese pedido un abrazo para sentirse mejor? Las cosas pudieron ser muy diferentes, o eso quería creer. Quizá en otro universo paralelo, Error y él tendrían la felicidad que merecen, ¿no?

Quizá la felicidad para él ya no tenía significado alguno, ya no era necesaria y sólo lo torturaría, pero Error todavía podía ser feliz, eso es lo que más quería. Que Error fuese feliz a su lado.

—Puedes quedarte el tiempo que quieras. —Explicó, acercándose al glitch, quien inconscientemente se alejó un poco. Nightmare se detuvo. —No molestas a nadie aquí. A Cross le agradas, a los demás también.

—Ellos me odian, —Interrumpió— y no necesito que mientas. No quiero tu pena, ni la de nadie más. Estoy bien... solo necesito unos minutos. —Nuevamente se acomodó, cerrando sus ojos en el proceso. Su cuerpo dolía horriblemente, tenía muchos huesos rotos, pero no quería involucrarse con nadie, menos con un grupo altamente peligroso.

Error no podía negar el cariño que les tenía, pero para alguien como él era mejor estar solo. Tenía una vida llena de sufrimiento, entablar abiertamente relaciones tan cercanas con otros era una amenaza para ellos y para sí mismo. Nadie podía asegurarle que el grupo de Nightmare no lo traicionaría en algún momento. Por esto, sus visitas siempre eran con cautela, esperando un ataque sorpresivo en cualquier momento, aunque nunca había ocurrido.

—Claro. —Respondió, carente de expresión en su rostro. —Como quieras.

Esa era su eterna maldición; recordar. Él recordaba todo lo que vivió antes del incidente del árbol, todos sus dolores y todas sus aventuras. Él lo recordaba muy bien y, por más que quisiera olvidar, había algo que siempre se quedaba en su mente, el causante de sus males.

Por otro lado, estaba Error. Él no podía recordar nada. Según él, no existió nada antes del blanco. Ese era su tormento, por más que lo intente, ningún recuerdo llegaba, eso lo ponía muy triste. ¿Su vida jamás fue feliz? ¿Siempre estuvo destinado a sufrir?

Él simplemente no podía recordar nada, y Nightmare creía que eso era lo mejor, estaba seguro que recordar sólo le dolería más, lo sabía por experiencia. Pero, nuevamente, una parte de él sólo quería que supiera toda la verdad. ¿Quizá se trataba de una mínima esperanza de que todo fuera como antes? O tal vez... ¿Sería otro acto de egoísmo hacia el glitch?

Nightmare permaneció en su posición unos minutos en total silencio, admirando al destructor que reposaba a sólo unos pasos de él. De cierta forma se sentía halagado de poder tener esta oportunidad, sabía que él era el único que podía ver a Error en su estado más vulnerable y, aunque el comportamiento del contrario continuaba siendo arisco y defensivo, quería creer que el nivel de confianza que le tenía era lo suficientemente grande como para permitirse descansar de este modo a su lado.

Quería ayudarlo, quería salvarlo de la miseria que lo persigue, pero no sabía cómo.

Ahora quería ser su salvador, justo como Error lo fue para él una vez.

Pasaron varios minutos antes de que Error decidiera ponerse de pie. Se sentía con más energía que antes, pues las oportunidades de tener un descanso así, sin ser molestado, eran escasas. Unos minutos fueron suficientes para poder recuperar algo de energía física, pues mentalmente seguía muy agotado. No quería irse todavía, Ink también debería estar agotado por su última pelea, pues no sentía que un AU haya sido creado recientemente. Era un alivio.

Miró al Guardián, como si preguntase silenciosamente si podía quedarse unos minutos más a su lado. Esto no sólo era porque el Anti-Void era un lugar desagradable para descansar, sino porque se sentía muy cómodo estando con Nightmare en privado. Su grupo todavía no despertaba, por lo que sólo eran ellos dos. Él sabía muy bien que ambos tenían una intimidad silenciosa. Pese a su gran miedo a ser atacado por el grupo completo, sentía que estando a solas con el ser negativo no había peligro alguno. De todos modos, no bajaría la guardia.

Nightmare entendió el gesto y simplemente asintió, dirigiéndose con su libro a un lugar un poco más iluminado para que el destructor se sintiera más a gusto.

Al llegar a una habitación parecida a una sala de estar, se detuvieron. Nightmare tomó asiento inmediatamente, pero Error no. El glitch se quedó de pie un momento antes de sentarse en el sillón más alejado del Guardián. Esto de cierta forma lo decepcionó, pero no lo dijo en voz alta.

Después de todo, ¿por qué esperaba que Error se sentara a su lado? Ya tenía que superarlo, tenía que admitir que esos momentos no se volverían a repetir jamás.

Tenía que olvidar el pasado de una vez.

Sus manos sintieron calidez cuando el menor las sujetó, mirándolo con curiosidad, no acostumbrado a ver esa materia negra por sobre los huesos blancos que conocía. No demostraba miedo, lo cual lo tenía desconcertado y algo aturdido de la realidad.

Y así fue hasta que habló:

—¿Te dolió? —pero no recibió respuesta, volvió a hablar— No te preocupes, tu apariencia no me asusta... tú sigues siendo Nightmare para mí.

Y luego le regaló una de las sonrisas más hermosas y reales que había visto en su vida...

¿Cómo podía olvidar algo que no quería olvidar?





✿❀✿❀✿❀
Sí, tardé mucho.
oops.

Igualmente la terminaré, aunque no quede nadie. ¿
No me rendiré, jijox.

Pero estoy segura que puedo actualizar rápido si me organizo bien, necesito trabajar en mi horario. ):

『✿-Cxnni-❀』

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top