❶ Regreso
Era una noche demasiado tranquila; dos chicos estaban encerrados en la oficina de aquel club nocturno mientras compartían saliva y escuchaban un tema demasiado sonado en esos últimos meses.
Los besos, la saliva y las palabras abundaban; los dos chicos que estaban acostados sobre el sillón, mientras se comían el uno al otro, fueron distraídos por el sonido del teléfono de la oficina sonando.
—Joder, ¿quién mierda podría ser a esta hora? —Preguntó el mayor de los dos. El chico castaño que estaba debajo de él comenzó a reír y tomó su cerveza —la cual descansaba sobre el suelo—, al observar cómo su novio se levantaba con fastidio.
—Debe de ser importante, interrumpieron nuestro momento. —Contestó HoSeok mientras tomaba un sorbo de su fría cerveza y disfrutaba de la canción: Paradise City de Guns N’ Roses.
Min Yoongi, el dueño de aquel club, contestó el teléfono con pereza y algo de molestia. Se sorprendió al escuchar la voz de la persona que hablaba del otro lado de la línea.
—¡Min Yoongi! No sabes lo mucho que he estado queriendo contactarte últimamente. Mira, iré al grano, y antes de que me reclames por la última vez-
—Seokjin, ¿de qué hablas? Primero que nada; ¿sabes qué maldita hora es? Y segundo; ¿te refieres a la vez en la que tu grupo no llegó a su presentación? ¿A esa vez? —Interrumpió con indignación al manager que estaba al teléfono.
—Ya te dije, fue un error de programación. Nos equivocamos de fecha, agendamos la cita para el día siguiente. Y no tienes nada de qué preocuparte; despedí a NyuJang.
—No es mi problema a quién despidas o no, Kim. Creo que eres demasiado valiente como para llamarme ahora después de haberme hecho perder tanto dinero.
—Precisamente de eso quería hablar, Min; de dinero. Mira, como sabes, Taehyung acaba de empezar su carrera de solista, y no es mentira que el grupo tuvo demasiada popularidad en estos últimos años. El dinero que perdiste esa noche puede ser duplicado si aceptas mi siguiente oferta. —Yoongi rodó los ojos, estaba harto de la actitud tan persuasiva de Kim. Para este punto, HoSeok estaba escuchando cada palabra.
—¿Ahora cuál es la oferta? ¿Y qué tiene que ver Taehyung aquí?
—Esa es la pregunta. Tú bien sabes la razón por la que decidí firmar a Taehyung como solista.
—Sí, el hecho de que sus compañeros de grupo ya no lo soportaban, todo el mundo se enteró de-
—¡No! Esa no fue la razón. Y a quien sea que se atreva a decir eso de nuevo, no dudaré en destruirlo. Taehyung no tuvo la culpa de la separación. Te ruego que no lo menciones de nuevo.
A un lado del teléfono, Jung estaba muerto de la risa. Un mes atrás había salido la noticia de que el grupo de rock más famoso del momento estaba en proceso de separación. Una de las especulaciones del público sobre la posible razón de esta trágica separación, era que el grupo tuvo problemas por el líder de la banda, Kim Taehyung.
—Correcto. Ahora, dime qué quieres, estaba apunto de tener sexo. Te ruego que seas breve y me presentes una buena propuesta.
—Bueno, lo que quiero es volver a hacer negocios contigo. Quiero que me prestes el club una noche para que Taehyung se presente por primera vez como solista. Y antes de que me reclames por el dinero, puedo asegurarte que repartiremos las ganancias.
—¿De qué manera? —Preguntó Yoongi, quien ahora tenía a su pareja sentado en sus piernas.
—Cada entrada que pague la gente tendrá un valor elevado, estamos hablado de Kim Taehyung; prácticamente el más famoso del grupo. Debe valer demasiado dinero. Además, agregaremos el hecho de que el alcohol debe de abundar y la gente lo va a consumir. Yoon, puedes quedarte con las ganancias del consumo y las ganancias de las entradas van para nosotros.
HoSeok negó rotundamente con la cabeza. Era un disparate pensar que ellos iban a aceptar tal calamidad. Por supuesto que el alcohol iba a ser consumido en grandes cantidades, pero las entradas iban a tener un valor elevado y las ganancias irían para Seokjin.
—Sí, no lo creo. Con ese trato, consíguete otro club. Gracias por hacerme perder mi tiempo. —Habló con sarcasmo y antes de que colgara, escuchó que el manager volvió a gritar.
—¡Está bien! Repartiremos el costo de las entradas, sesenta-cuarenta. Además te quedas con las ganancias del consumo del público. Y me estoy viendo generoso con la oferta, tu club pierde cada vez más popularidad. ¡Piénsalo! La gente está dejando de visitar tu club; tener a Taehyung en exclusiva en tu escenario los devolvería a la cima.
El dueño del club estaba consciente de que la popularidad del local decaía cada vez más, no le pareció tan mala idea, después de todo, era ganar-ganar.
Retiró el teléfono de su oreja y lo presionó contra su camisa.
—¿Confiamos en él o no? —Le preguntó a su pareja. HoSeok sacó una moneda del bolsillo trasero de su ajustado pantalón y la lanzó al aire. Cuando la moneda cayó, le dió la vuelta y la posicionó en la palma de su mano.
—Sí. Hazlo. —Contestó el castaño de los labios rojos.
—Bien. ¿Cuándo será el show? —Le preguntó el azabache mayor al manager.
—Mañana por la noche. Me aseguraré de hacerle gran promoción a esta presentación. Nos vemos mañana, siempre es un placer hacer negocios contigo, guapo. —Se despidió el moreno. Min rodó los ojos y colgó.
—Trato hecho. Ahora, ¿continuamos con lo que estábamos a punto de hacer? —Recibió una sonrisa traviesa de parte de su pareja y volvieron a unir sus labios con pasión y necesidad.
A penas eran las diez de la mañana y todas las radios de Seúl estaban transmitiendo la noticia de que Jeon Taehyung iba a hacer su regreso como solista.
Kim Seokjin, un chico de cabellos castaños, dueño de una disquera muy poderosa y manager de los artistas más famosos, había trabajado toda la noche en la publicidad para su nuevo artista.
Caminaba por la oficina con su impecable traje rojo y un chico bastante rápido detrás de él.
—¿Ya están los anuncios en la televisión? ¿En las calles? ¿En cada una de las radios? —Preguntó el manager mientras caminaba a prisa y abotonaba su saco.
—Por supuesto señor, todos los anuncios posibles ya fueron enviados y publicados. Las entradas están a nada de agotarse. —Contestó el pequeño chico que casi corría para llevar el paso de su jefe.
—Perfecto. Ahora, necesito que me consigas una llamada con Kim, el editor de la revista de rock más famosa de los últimos años. De hecho, quiero pedirle que mande a un reportero para que entreviste a mi estrella.
—Entendido, señor. En este momento contactaré a la oficina —anotó en su libreta y notó que Seokjin había parado—. ¿Señor?
—ChangMin, ¿en dónde mierda está Taehyung? —Por fin pensó en la estrella. La verdad es que no sabía nada de él desde la semana previa, apenas se daba cuenta de que no había recibido ni una sola llamada del chico.
—Me parece que está en su apartamento. ¿Necesita que lo llame? —Preguntó con amabilidad. Sin embargo, Seokjin negó con la cabeza. Él mismo iría al apartamento de ese chico y vería en qué estado se encontraba.
—No. Tomaré la llamada con Kim en el auto; yo iré al apartamento de ese chico. Es todo, una vez que me consigas la llamada puedes descansar.
—Gracias, señor.
Jin se despidió de su asistente y caminó hasta su auto. Una vez arriba, recibió la llamada con aquel editor y se puso en marcha.
—¿Señor Kim?
—Buenos días, soy yo. ¿Lo puedo ayudar en algo? —Aquella voz se escuchaba demasiado relajada, incluso amable.
—Claro que sí, señor. Mi nombre es Kim Seokjin y soy el representante de Kim Taehyung, la estrella de rock más famosa de los últimos años, señor. El día de hoy por la noche hará su regreso en solitario después de la difusión de la banda, y considero que un buen artículo acerca del artista en su revista nos beneficiaría a amabas partes.
Si en algo era bueno Seokjin, era en reconocer el talento y persuadir a la gente. Había lidiado con gente mucho más exclusiva que Kim Namjoon, y esto sería pan comido para él.
—¿De qué manera? —Preguntó el pelinegro del otro lado de la línea. Esto no podía ser más fácil para el manager.
Después de una larga y exitosa llamada, Seokjin consiguió una entrevista para su estrella número uno. En realidad se sentía feliz de haber conseguido tal oportunidad para el chico, que lo único que hacía, era disfrutar de componer, escribir y cantar canciones.
¡Oh vaya!
La felicidad no le duró demasiado cuando entró al apartamento de Kim. En cuanto abrió la puerta, pudo percibir un olor fuerte a marihuana que lo hizo querer vomitar. Sin embargo, se adentró mucho más y notó que habían dos pares de tacones tirados al lado del sillón.
No podía creer que el jacuzzi, que se encontraba a la mitad de la sala de estar, tenía botellas de alcohol flotando como si fueran barcos. En realidad le desagradaba estar ahí.
Cuando llegó a la puerta de la habitación principal, pudo notar otro par de tacones tirados torpemente. Dudó en abrir la puerta pero finalmente lo hizo, y lo único que vió fueron tres chicas completamente desnudas que al parecer estaban dormidas.
—¿Taehyung? ¿Estás aquí? —preguntó sin respuesta—. ¡Taehyung!
Fue entonces cuando las chicas comenzaron a moverse una a una y descubrieron un cuerpo mucho más grande que se encontraba recostado sobre la cama.
—¿Cómo es esto posible? Taehyung, ¿qué has estado haciendo? —Preguntó Seokjin cuando el chico se levantó sobre la cama y dejó a la vista su bien trabajando cuerpo que se podía apreciar gracias a que la única prenda que traía era una tanga hecha de cuero.
—¡Seokjin! Estás aquí. No te había notado —habló con muy poca energía el de cabellos largos color azabache. Se bajó de la cama y pasó la mano por su cabello—. Dios, ¿me podrías decir por favor en dónde demonios estoy? —Preguntó con cierta confusión en sus palabras y rostro.
—Estás en tu apartamento, Taehyung. Y por lo que veo, ayer volviste a tomar. Dios mío, no me digas que voy a tener que contratarte una niñera. —Una sonrisa pícara apareció en el rostro del cantante.
—Puedes contratar hasta dos niñeras, Jin. Yo puedo con-
Seokjin había caminado hasta la sala con Taehyung detrás de él. Cuando dejó de escuchar a la estrella, se dió cuenta de que éste había caído al jacuzzi.
—Joder, ¿qué mierda debería de hacer contigo? —Se preguntó el manager a sí mismo.
Debía de admitir que ya estaba harto de tener a un cliente tan irresponsable; con miles de adicciones y nada de respeto por los demás. Le era difícil tratar con él, de hecho, todos tenían problemas con aquel chico. Y era horrible tener que esconder la verdadera razón por la cual el grupo del azabache se separó.
—Buenas tardes. —saludó el jefe de la oficina de la revista más importante del rock de los años ochentas: The Rolling Stone.
—¡Buenas tardes, señor! —saludó un rubio desde su escritorio mostrando una hermosa y redonda sonrisa.
—¡Jimin, Jungkook! Qué bueno que los veo, tengo que hablar con ustedes dos, vayan a mi oficina en dos minutos por favor. —indicó Kim Namjoon al notar que los dos chicos se encontraban juntos —. Ah, y Jimin, revisa cuáles han sido los artículos publicados sobre la banda “Klood”.
—En seguida señor. —contestó el rubio.
Después de haber buscado los artículos publicados, se dirigió a la oficina de su jefe junto a su mejor amigo y compañero, Jungkook.
Los dos eran chicos de veinte y veintiún años que apenas comenzaban a trabajar. Les encantaba entrevistar gente, eran grandes periodistas a su corta edad.
—Siéntense. —ordenó el jefe Kim, quien acomodó sus lentes negros sobre el puente de su nariz y miró a los dos novatos —. Acabo de recibir una llamada del manager del grupo “Klood”, resulta que por la separación del mismo y el debut de uno de los integrantes en solitario, quiere que se realice una entrevista y posteriormente un artículo sobre el rumbo que tomará la carrera de Taehyung y cosas personales.
Para este punto, los dos chicos se encontraban intrigados. Jimin estaba muy entusiasmado, era gran fan de la banda, pero también sabía cosas que lo decepcionaban acerca de sus ídolos. Por otro lado, Jungkook estaba inconforme con esta situación. A él nunca le agradó el rock, y mucho menos el gran Kim Taehyung, más bien, lo odiaba demasiado.
—El debut será hoy; por lo tanto, quiero que los dos chequen su agenda y decidan quién irá a la entrevista en el club “Rock N’ Roll Hit”. Por favor, tomen la decisión a la brevedad y comiencen la investigación para las preguntas. —dijo secamente para después mirar a los dos chicos y sonreírles —. ¿Alguna duda?
—No, señor. —contestaron los dos jóvenes al unísono y salieron de la oficina.
—¡Qué estafa! —se quejó el menor de los dos —. No puedo creer que de verdad nos hagan entrevistar a ese hijo de perra.
—¿Por qué lo dices? —preguntó el rubio antes de tomar asiento en su escritorio.
—Jimin, Taehyung es una mierda de persona. Es lo peor que le pudo pasar a rock. Es una abominación para el género. Te juro que si lo tuviera en frente...
—Calma, calma. ¿Qué te hizo? —preguntó el rubio, estaba preparando su libreta; era obvio que él haría la entrevista.
—A mí nada. A la humanidad, por otro lado, le hizo un enorme mal. Con sus malditos shows y escándalos... la gente que odia el rock lo hace por él. Es nada más que un símbolo sexual, alguien que se droga y se ahoga en alcohol antes de cada concierto. No tiene ni un mínimo respeto por la música.
—Yo no creo eso. —defendió el rubio.
—Claro, seguramente es tu ídolo. A ver, Jimin, ¿Kim Taehyung te parece caliente? ¿Acaso eres homosexual? —preguntó de una manera sarcástica. Pero lo que no sabía, era que Jimin sí era homosexual. Y aunque quisiera negarlo, se sentía fuertemente atraído por aquel hombre que se subía al escenario sin camisa y tocaba y cantaba como un dios del rock.
—Algo que debes de aceptar es que, aunque a ti no te guste, Kim Taehyung es el dios del rock. —mencionó cambiando de tema.
—Tal vez, pero no es mi dios.
—Supongo que yo haré la entrevista de esta noche. —recibió una gran sonrisa de parte de Jeon y comenzó a hacer su investigación acerca de la vida de Kim.
Anhelaba que la noche llegara. Desde chico había sido un gran fan del rock. Había sido un admirador de Taehyung y de su banda. Sólo que... no quería decepcionarse de su artista favorito.
¡Ya capitulo uno!
¿Cómo creen que se llevarán Jimin y Taehyung cuando se conozcan?
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