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El árbitro hizo sonar el silbato, llamando la atención a los presentes.

(T/n) frunció el ceño insegura al ver que Kentaro se situaba en la línea de la cancha, teniendo en mano el objeto de metal que ponía el número trece, dando a entender que intercambiarían los jugadores.

Kunimi se acercó a él y tomó el objeto para después observar como el otro entraba decidido a la pista en silencio y se unía al equipo, donde el capitán le empezó a explicarle algunas cosas antes de seguir con el partido.

La fémina volteó la cabeza para echar un ojo a Irihata que mostraba una leve sonrisa, quien había decidido que el número dieciseis saliera a jugar.

 Sugawara, desde el otro lado, analizó la expresión de duda en el rostro de la peli(t/c), teniendo en cuenta que el recién aparecido en la cancha no sería una agradable sorpresa.

Pasaron los minutos, siendo testigos de los movimientos bruscos y violentos que estaba realizando Kentaro.

En el momento que continuaron el juego y Oikawa tuvo la oportunidad de colocar el balón para el cabeza rábano, Kentaro ya estaba corriendo a toda velocidad para saltar y rematar él mismo el balón con todas sus fuerzas, haciendo que el menor fuera empujado y cayese al suelo, encima de que ese punto fue a favor para Karasuno ya que la pelota cayó fuera de la pista.

(T/n) llevó una mano al rostro, escondiéndose sin saber que pensar con lo que acababa de presenciar.

- ¡Eso es peligroso! .- Iwaizumi se apresuró a golpearlo en la cabeza con molestia por haber perdido un punto.

- Tenía mucho estrés acumulado por no jugar...

La peli(t/c) sonrió débilmente al ver que el de los ojos verdes era el único quien Kentaro lo rpodía hacer callar. Sin embargo, ya no se podía arreglar el set que acababan de perder.

Ambos equipos hubieran seguido estando empatados si no fuera por la acción imprudente del rubio.

Ahora tenían que volver a tratar de conseguir un set entero.

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Sugawara entró a la cancha después de que el bloqueador número once saliera, así sustituyéndolo.

Su equipo estaba en desventaja por tres puntos y tenían que hacer algo al respecto antes de que fuera demasiado tarde.

- ¡Suga, haz un buen servicio! .- pidió el capitán.

- ¡Sí! .- una vez que intercambió unas palabras con Kageyama para una estrategia pensada, fue a tomar el balón.

Se posicionó y respiró hondo para concentrarse, sintiendo esa mirada sobre de él, haciendo que extrañamente tuviera más energía para hacer el saque lo mejor posible.

Apuntó directamente hacia el número dieciseis para que este recibiera y como consecuencia, no tuviera tiempo de rematar el balón tiempo después.

Exactamente, el peligris creó una táctica muy molesta para los jugadores de Aoba Johsai, no les dejaría tener ninguna ventaja.

(T/n) observaba el partido con la mandíbula tensada, deduciendo perfectamente el plan del vicecapitán de Karasuno. Su corazón latía con fuerza mientras analizaba profundamente sus pasos, acciones y movimientos, algo que se podía admirar de él era la confianza que les guardaba a sus compañeros.

De inmediato, al conseguir algunos puntos, su equipo hicieron el ataque combinado, siendo Sugawara quien levantara la pelota, la cual fue dirigida para el antiguo kohai de Oikawa, pudiendo hacer un remate que les conseguiría un punto segundos después.

La fémina no se dió cuenta que estaba reteniendo el aire en sus pulmones hasta escuchar el árbitro soplar en el silbato, pidiendo un tiempo de descanso de parte de la escuela Seijoh. Así que ella se apresuró a entregarles a cada uno las cantimploras para que se hidratasen.

- Bueno, ¿qué hacemos? .- cuestionó Tooru.

- ¿Qué tal si lo hacemos fallar? .- propuso Hanamaki.

- ¿Y si Kentaro se aparta después del saque y que otro reciba el balón? .- los jugadores miraron a la peli(t/c) que propuso la idea, dejando pensativos a los chicos.

- Creo que podría funcionar, (T/n)-chan.

Pocos minutos después, el árbitro hizo sonar el silbato para que cada equipo entrara a la cancha nuevamente.

- ¡Suga-san, otro buen servicio! .- exclamó el líbero de Karasuno.

Dicho y hecho, el nombrado elevó la pelota para después sacar lo más calmado posible. No obstante, la táctica pensada de Sugawara no funcionó esta vez.

Kentaro solo se alejó para que el número tres se acercara y recibiera él el balón, dándoles la ventaja de que el rubio pudiera rematar con su típica brusquedad, consiguiendo un punto a su favor.

Sugawara tuvo que volver a los banquillos al descubrir que su estrategia no se podría usar más ya que no sería efectivo las próximas veces, así intercambiándose con Tsukishima de nuevo.

En ese momento se le ocurrió levantar la vista para ver a sus contrincantes y así mismo: otra vez sus miradas se cruzaron, esa chispa que cruza solo entre ellos dos al mantener por unos segundos el contacto visual, haciendo que ambos les acelerara el corazón. Ese silencio que Sugawara y (T/n) mantenían al solo sostener los ojos marrones de él y los ojos (t/o) de ella.

Pero esos segundos terminaron ya que el partido tenía que continuar.

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