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- ¡La película estuvo genial! .- exclamó la más baja -. Sabía perfectamente que sería muy bonita .- dirigió su mirada a la del peligris -. ¿Te gustó, Koushi-senpai?

- Oh... Sí, estuvo bien .- sonrió débilmente a la menor.

- Sabía que te gustaría .- giró sobre sus talones para quedar frente a frente hacia él -. ¿Qué quieres hacer ahora? ¿Tienes ganas de ir a compras? ¿O...? .- se llevó un dedo encima de los labios de forma pensativa -. ¿Ir a una cafetería?

- Moto-san, me gustaría hab-.

- Koushi-senpai, puedes llamarme por mi nombre .- le interrumpió, algo decepcionada al escuchar su apellido.

- Moto-san, de verdad necesito hablar contigo .- ignoró totalmente la petición de la chica, la cual hizo un pequeño puchero pero lo dejó pasar.

- Bueno... ¿Dónde quieres hablar?

- Podríamos ir al parque... Allí no hay muchas personas y-.

- ¡Claro! ¡Vamos! .- se apresuró a tomarle de la mano emocionada.

Sus ojos tenían un pequeño brillo esperanzado en el momento que el ojimarrón dijo "Allí no hay muchas personas" , teniendo una diminuta idea en su mente.

Ambos caminaron hacia ese lugar, más bien, Sugawara siendo arrastrado por la menor.

En pocos minutos llegaron y la fémina se paró, observando el paisaje hasta dar en un árbol bastante grande. Le pareció el sitio perfecto y volvió a caminar siendo seguida por el peligris.

Ya ahí mismo, la más baja soltó el agarre del chico y se acomodó su pequeña falda y llevó un mechón de su pelo detrás de la oreja, curvando los labios.

- Ya, ¿de qué quieres hablar? .- situó sus manos detrás de la espalda mientras las del peligris jugueteaban nerviosamente sin poder mirarla a los ojos.

Respiró hondo tratando de tranquilizarse y elevó sus orbes marrones para verla.

- Moto-san...

- ¿Sí?

- Mira .- cogió las manos tan femeninas de ella -. Por lo poco que te conozco, vi que eres una buena chica y... De seguro eres una persona que le cae bien a muchos .- la menor iba asintiendo con la cabeza sin sacar esa sonrisa que adornaba su rostro -. Y... No tengo dudas de que el chico que acabe saliendo contigo, sea muy feliz. Pero... Ese chico... No seré yo.

- Espera .- el rostro de ella cambió repentinamente al escuchar las últimas palabras -. ¿Me estás rechazando?

- Sí y lo siento mucho, Moto-san .- de golpe, la fémina se soltó del agarre de una forma brusca y frunció el ceño.

- ¿Cómo puedes rechazarme? .- llevó su mano al pecho -. Solo tuvimos un cita, más esta. No puedes tener tan claro tus sentimientos en tan poco tiempo.

- Créeme, sí tengo los sentimientos aclarados .- hundió las cejas con lástima -. Yo ya tengo a alguien y no la puedo olvidar. Aún no puedo.

- ¿Y cuándo será eso? ¿A caso tengo que esperarte?

- En ningún momento te pedí eso. Solo porfavor, acepta que no puedo estar contigo. Sigue tu vida tranquila y busca a alguien qué sí esté dispuesto a amarte.

La menor infló las mejillas molesta.

No tardó en dejar a Sugawara solo, yéndose de ahí sin aceptar que fue rechazada.

El peligris se quedó viendo como esta se alejaba de él sin ni siquiera despedirse. Relajó finalmente los hombros, soltando el aire que estaba reteniendo.

Alzó la cabeza, viendo como el cielo se teñía de un color anaranjado.

Se sentía culpable, no obstante estaba seguro que un gran peso encima suyo había desaparecido.

***

***

(T/n) estaba esperando en un banquillo a su pareja y a su mejor amigo.

Pensó en la situación que estaba y relajó los hombros, sintiendo la pequeña brisa que había aparecido.

Enseguida escuchó unos pasos y volteó la cabeza para ver a Iwaizumi y a Oikawa llegar, después de haber hecho un trote.

La menor se levantó, tomando las dos cantimploras que estaban en el banco para entregárselas a ambos chicos, los cuales aceptaron gustosamente a beber un trago.

- ¿Esta era la última vuelta? .- les preguntó -. Falta poco para que oscurezca.

- Sí, esta fue la última .- respondió el ojiverde, después de dar un sorbo al agua.

- ¿Tenéis prisa en llegar a casa? .- cuestionó el castaño, teniendo la atención de sus amigos.

- Yo no.

- Yo tampoco. ¿Por qué preguntas? .- la peli(t/c) ladeó la cabeza curiosa.

- Era por si os da ilusión venir a mi casa para ver una película.

- ¿Pero qué problema tienes tú ahora con las películas? .- frunció el ceño el del pelo puntiagudo, a lo que el otro solo se encogió de hombros.

- Por mi está bien .- miró a Iwaizumi -. ¿A ti, Hajime?

- Supongo que para mi también está bien...

- ¡Entonces perfecto! .- palmeó un vez para después empezar a caminar.

- Pero primero os ducháis .- les ordenó la oji(t/o) -. Paso de ir al sofá con vosotros dos oliendo a sudor.

- Ouch .- lloriqueó el más alto.

- Hasta a mi me dolió.

Los tres se rieron levemente y emprendieron la caminata.

Pocos minutos fueron cuando llegaron a la casa de los Oikawa, siendo no la única vez que el pequeño grupo de amigos habían quedado.

Por suerte, en el hogar de Tooru habían dos lavabos y ambos chicos pudieran ducharse individualmente mientras la más baja se encontraba en la sala de estar.

Su amigo le había dicho que revisara las películas que habían, dejando que ella eligiese la que cree que les gustaría los tres.

(T/n) se sentía más tranquila el día en que le confesó todo al ojimarrón. Tenía un poco más de ánimo últimamente y se percató que Iwaizumi ya no estaba muy por encima preocupado.

No obstante, esa calma no duró mucho cuando escuchó una notificación en su celular.

Por mera curiosidad, tomó el aparato para encender la pantalla y ver que un número desconocido le había enviado un mensaje.

Frunció el ceño confuso y entró al chat para ver el pequeño texto.

Sus ojos se abrieron al saber de quién se trataba, sintiendo su corazón detenerse.

xxx-xxx-xxx
Hola (T/a)...

xxx-xxx-xxx
Soy Sugawara, te había dicho que
se me había roto el teléfono. Al final
tuve que comprarme uno nuevo

xxx-xxx-xxx
Sé que dije que me alejaría de ti, pero...
Hay algo que me está molestando y
quiero explicártelo

xxx-xxx-xxx
Solo espero... Que quieras escucharme

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Capítulo editado