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Un pequeño destello apareció en los ojos (t/o) al ver que el peligris iba a sustituir el lugar del kohai de Oikawa.

Se tensó al momento en que el chico tomó el pequeño objeto donde estaba escrito el número nueve, y no pudo evitar emocionarse al saber que lo vería en la cancha.

Sus labios se separaron ligeramente con impaciencia, su expresión cambió a una divertida, observando como este se acercó a sus compañeros y les dió unas "lindas" acaricias para animarlos.

Pudo prestar atención al resto del partido de minutos anteriores y pudo ver como poco a poco el armador nueve se ponía más nervioso a medida que perdían el punto, haciendo sus pases cada vez más apresurados, provocando que los otros jugadores no pudieran alcanzar su ritmo y fallaran.

Tooru ya le había contado como le llegó el apodo de "Rey de la Chancha"  y pudo comprobar que algunos rumores de él, eran ciertos.

Debía admitir que no era fácil ver como el equipo contrario van decayendo, siendo al final derrotados, el partido del día antes no fue muy agradable ver como los de la otra escuela se mostraran debastados.

- ¡Daijoubu! ¡Vamos a acabar con su racha! .- el tono del número dos de Karasuno era animado, con la intención de cambiar los aires en su equipo, adornando su rostro con una gran sonrisa, cosa que los otros curvaron también los labios.

- ¡Vamos! .- exclamaron como respuesta.

Enseguida se posicionaron en la pista antes de que el pequeño tiempo que les dieron para intercambiar jugadores terminase.

Sugawara aprovechó esos minutos -. ¡Daichi! ¡Hoy se te oye menos que de costumbre!

- ¿Eh?

- ¡El capitán no puede perder la compostura!

- ¡Ah...! .- posicionó su mano detrás de la nuca -. ¡Perdón!

- ¡Suga-san! .- el nombrado buscó con la mirada a Nishinoya, el cual se encontraba con los otros jugadores que no jugaban -. ¡Enseña a (T/a) lo genial que eres!

El peligris se sonrojó violentamente al enterarse de lo que acababa de decir, fue chillando.

Muy probable de que la peli(t/c) lo hubiera escuchado.

Se volteó rápidamente en busca de los ojos de la mánager del otro equipo alterado, deseando con todo su ser que no hubiera oido nada de nada.

Suspiró de alivio al percatarse de que tenía su vista en su escuela y de inmediato volvió a voltearse para mirar al líbero de manera amenazante, sin embargo, se dió cuenta que no quedaba ni dos minutos en que nuevamente empezaran.

Se apresuró a llamar el bloqueador para decirle algunas palabras.

***

***

Aoba Johsai ganó un set, dejando en iguales los dos equipos.

Estaban por llegar a la recta final, solo faltaban dos sets más, los cuales decidirían que equipo ganaría el partido.

(T/n) esta vez toda su atención estuvo en el partido, o se podría decir... ¿De alguien?

Su corazón se aceleraba cada vez que veía al vicecapitán de Karasuno hacer una de sus colocaciones.

Se podía ver perfectamente la diferencia, él puede que no sea igual de veloz que el número nueve, ni tenga la misma fuerza ni la misma precisión en levantar la pelota, pero su capacidad en mantener preparada la mente de sus compañeros y animarlos en todo momento, era algo lo cual admirar.

La gran confianza que tenían hacia él, era admirable.

Sin embargo, siempre tiene un final.

El silbato sonó al terminar de hacer un punto, todos dirigeron la mirada al kohai de Oikawa.

Ya le permitieron volver a su puesto, significaba que el peligris había hecho lo suficiente y podía volver al banquillo.

Vió como Sugawara sonrió, memorizando el tiempo que estuvo en la cancha, tratando de mantener la adrenalina que había en su cuerpo al jugar de nuevo desde hace bastante y teniendo todavía el tacto del balón.

Esta se puso nerviosa enseguida al momento en que el peligris volteó para verla, estando inconsciente de que había dirigido su mirada a ella.

El pequeño contacto visual fue lo suficiente para que desviaran sus ojos al lado contrario, teniendo cada uno un leve rubor en sus mejillas, haciendo que ninguno de los dos se atrevieran a mirarse otra vez.

Pero, después de unos segundos sintió unas miradas encima de ella y no pudo aguantar por la incomodidad.

Se volteó para ver quienes se trataban, encontrándose con un chico, de baja estatura de un mechón rubio, al lado del peligris y susurrando alguna cosa mientras la observaban.

Ellos al darse cuenta que habían sido descubiertos, en seguida el más bajo la saludó con la mano con una gran sonrisa.

(T/n) se sorprendrió ante tal acto y entrecerró los ojos al ver que este chico le sonaba.

Acabó acordándose que lo había visto en la cafetería esa vez, tardó en reaccionar y terminó devolviéndole el saludo con una sonrisa tímida.

Vió como el otro también mostró una expresión de sorpresa, suponiendo que no creía ser saludado de la misma forma de parte de ella y no tardó en volver a hablarle a Sugawara algó más alegre.

Esta al final acabó apartando la mirada de ellos y bajó la cabeza viendo sus pies unos pocos segundos y a continuación, volvió a levantarla para echar un vistazo a su equipo al escuchar el silbato del árbitro, dando por avisado de que ya empezaba el partido de nuevo.

(T/n) vió a Iwaizumi que estaba en la parte delantera, la observó un tiempo para después sonreirle de forma cálida.

Esta hizo lo mismo, pero algo en su interior había cambiado poco a poco, cosa que se dió cuenta desde hace pocos días.

Ya no sentía tanto la misma sensación que le provocaba el ojiverde al dedicarle esas pequeñas acciones, que antes hacía que miles de mariposas rebolotearan dentro de su estómago.

Obviamente aún notaba esa sensación cálida en su pecho, pero ya no era tan común como antes.

Frunció el ceño ligeramente al tener esos pensamientos al asegurarse de que Hajime ya no la mirara.

Su cabeza estaba llena de confusiones y ya no sabía si lo que le sucedía era algo de lo que alegrarse o entristecerle.

***

Capítulo editado


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