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- Ohayo, Hajime .- saludó ella al ver a Iwaizumi acercarse a su lado.

- Ohayo, (T/n) .- respondió acompañado por un pequeño bostezo.

- ¿Cómo amaneciste? .- preguntó la peli(t/c) empezando a andar directos a la preparatoria, no sin antes intercambiar un pequeño beso.

- Bastante bien, supongo .- volteó la cabeza, viéndola de perfil -. ¿Tú?

- Con un poco de cansancio .- dió un largo suspiro de manera perezosa -. Como siempre.

- ¿Te has quedado estudiando? .- cuestionó, suponiendo la respuesta de la menor.

- Emm... .- se rascó suavemente la mejilla nerviosa -. Sí... Estuve con historia...

Esta vez fue él quien suspiró -. (T/n), piensa que también debes dormir, no puedes hacer los exámenes si te quedas dormida en la clase. 

- Pero Hajime... .- ladeó la cabeza poco convencida por lo que acababa de decir -. Sabes que no soy buena y debo de ponerme en serio para que me pueda memorizar toda la información... .- se quejó frunciendo el ceño levemente, teniendo la vista al frente.

- Y aún así, llegas tarde a la primera hora de clases.

- Ya bueno, me estoy esforzando y eso es lo que cuenta .- lo miró señalándolo con el dedo índice.

El moreno cerró los ojos moviendo la cabeza con negación y pasó su brazo derecho al hombro de la oji(t/o) para atraerla hacia él y plantarle un cariñoso beso en la cabeza sin dejar de andar.

- Solo quiero que te cuides, nada más. Primero va tu salud y después tus estudios .- la miró a los ojos.

- Ya... Pero sabes que no soy buena con los estudios... Y debo ponerme en serio con esto .- hizo un pequeño puchero recordando las fechas que debía aprenderse sí o sí.

- Sabes que siempre estaré allí si necesitas ayuda con eso .- fregó con suavidad una parte del brazo para tranquilizarla -. Venga, tú puedes, ¿sí?

Ella sonrió por el gesto tan amable que él le decía cuando tenía una preocupación.

Se quedaron mirando en silencio hasta que escucharon esa voz a la lejanía.

- ¡Iwa-chan! ¡(T/n)-chan!

La pareja fue separada por Oikawa que se metió al medio de manera infantil, como si de un niño que busca atención se tratara.

Pasó un brazo por el cuello de su mejor amigo de la infancia y el otro por la cintura de una de sus amigas más cercanas.

Una gran sonrisa pícara adornaba el rostro del castaño, contagiando también a la menor.

- Buenos días, Tooru .- lo saludó animadamente.

- Buenos días (T/n)-ch-.

- ¡Esa mano! .- exclamó el ojiverde con el ceño fruncido, interrumpiendo al Capitán del equipo mientras clavaba su mirada donde este tenía agarrada a la chica.

- Demo, Iwa-chan, no estoy haciendo nada m-.

- ¡Qué quites esa mano!

***

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(T/n) se encontraba en clase, sentada en su escritorio mientras el maestro de la asignatura que tocaba en esa hora, estaba dando nuevas lecciones.

La chica no estaba muy animada, pues tenía bastante sueño y no podía evitar parpadear varias veces por el cansancio.

Estaba apoyando su mejilla en la palma de la mano con el codo encima de la mesa, mirando por la ventana con una expresión aburrida. 

Había aprendido a escuchar a la vez que tenía la mirada en otro lado, o a la vez que hacía garabatos en la esquina de las hojas de los apuntes o libros, pero en ese día no tenía la suficiente energía para prestar atención.

No pudo evitar sacar un gran bostezo, trató de no hacer el típico ruido para que no escuchara el profesor.

Pero, que va...

¿Cómo crees?

- Señorita (T/a), ¿está prestando atención? .- rápido la nombrada recobró la compostura, tensando el cuerpo y mirando en dirección donde se encontraba el mayor, observándola con una ceja enarcada y una expresión de desinteresado.

Ella tragó saliva al ver esos ojos tan intimidantes - Emm... Sí, sensei... No quería interrumpir su clase... .- dijo a lo bajo avergonzada, siendo mirada por sus compañeros de clase.

- Pues espero que no vuelva a ver como abres la boca de esa manera tan desvergonzada .- y dicho eso, volvió a su libro que tenía en mano y empezó de nuevo al tema.

La pobre peli(t/c) no sabía donde mirar. Se encogió en su silla cabizbaja, preguntándose porque el profesor de lengua le tiene manía.

"¿Será porque le dije que estaba equivocado esa vez? O... ¿Habrá un familiar mío que le molesta y se las paga conmigo? ¿Tendré algo de mi aspecto que no le agrada?".

Los minutos que faltaban se la pasó pensando en posibles razones de porque este sujeto no la trataba amablemente para decirlo de una manera.

El timbre de la finalización de la última clase sonó, dando por terminada la materia.

Vió como el maestro abandonaba la clase no sin antes clavarle esa mirada espeluznante.

Un escalofrío le recorrió por la columna vertebral.

Enseguida empezó a recoger su material escolar y salir de su aula con una pequeña esperanza, deseando que las horitas de Volleyball pasaran rápidas y así fuera a casa lo antes posible.

- No, espera, tengo que ir primero a la biblioteca para devolver unos libros -. entrecerró los ojos con una pequeña sonrisa...

Pero no esa sonrisa de felicidad.

Si no esa sonrisa de fastidio con un tick en el ojo que de repente se cambia a una mueca de molestia, suspirando con pesadez y maldiciéndose por dentro.

- ¡(T/n)-chan! .- esta levantó la cabeza al oir su nombre en el momento que pasó la puerta para salir al pasadizo.

Buscó con la mirada el portador de la voz, Tooru, al cual se estaba aproximando hacia ella.

- Hey... Tooru .- trató de tener un tono animado a lo que el mayor se dió cuenta que estaba fingiendo.

- ¿Ocurre algo, (T/n)-chan? .- preguntó él ladeando un poco la cabeza.

- Simplemente me muero de sueño y necesito tirarme a la cama cuando llegue a casa .- confesó con ganas de morir allí mismo -. Simplemente no le digas a Hajime .- se quedó delante de él juntando las dos manos, haciendo un pequeño puchero -. ¿Sí?

- No te preocupes .- la tranquilizó con unos golpecitos en la cabeza y empezar a andar por el pasillo -. Ahora Iwa-chan está en la sala de profesores. El de inglés quiso hablar con él sobre un proyecto.

- ¿De verdad? .- bufó aliviada, haciendo un movimiento con la mano como si se sacara un sudor imaginario de su frente -. Menos mal, realmente a veces me pregunto que pensará de mí al ver mis ganas de vivir.

El castaño dió una leve carcajada ante ese comentario.

- La verdad, a veces da miedo cuando se enoja.

- ¿No será por qué tu lo haces enojar? ¿Y puede ser que la violencia sea el único recurso para tí? .- interrogó, inclinando la cabeza para poder verlo por el rabillo del ojo dejando escapar una sonrisa burlona.

- Eso sonó como si me maltratasen... .- murmuró -. Pero... A veces es divertido chincharlo y ver como se pone celoso por ti .- confesó recordando las veces que lo golpeó solo por haberle molestado.

- Entonces, ¿pa' qué te quejas hijo mío? .- de repente se le vino una pregunta -. ¿Cómo es que no fuiste detenido por todas esas chicas locas que son fans tuyas?

- ¿La verdad? No tengo ni idea.

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➳ Capítulo editado