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(T/n) estaba delante del calendario que estaba colgado en la pared de su habitación, con el rotulador rojo en la mano, tachó cierto número del mes en el que estaba y sonrió emocionada preguntándose que sería de hoy.

Dejó el plumón de nuevo en la mesa y tomó la chaqueta del club de Volleyball que estaba en la silla y se la vistió.

En seguida cogió su pequeña mochila y riñonera, agarró su celular que estaba conectado al cargador y salió rápidamente de su cuarto para dirigirse a la cocina donde ahí estaba su madre, apoyada de espaldas en la encimera tomando una taza de café mientras veía la televisión.

- ¿Nerviosa? .- preguntó la mayor con una sonrisa pícara en sus labios al ver a su hija atravesar la puerta.

- Nerviosa y emocionada .- completó ella antes de coger una manzana del bol de frutas y dar un gran mordisco -. Ha pasado muy deprisa el tiempo.

- Y es la primera vez que estarás en un partido como mánager .- añadió -. He comprado unos omamoris para tu amigo y tu pareja .- informó después de dar un sorbo de su bebida.

- ¿En serio?

- Sí, están en la mesa de la entrada.

- Muchas gracias .- le dedicó una sonrisa de agradecimiento -. De seguro nos irá muy bien .- miró la hora de su reloj de muñeca y abrió los ojos por la sorpresa -. Me tengo que ir ya .- avisó haciendo la última mordida de la manzana y tirar lo sobrante a la basura -. Tengo que estar antes de las ocho en la escuela .- empezó a andar a paso rápido hacia la puerta, seguida por su madre.

- ¿Sabes a que hora aproximadamente volverás? .- preguntó la progenitora, observando como (T/n) se calzaba con algo de torpeza por no tener buen equilibrio.

- Supongo que... A las cinco o seis de la tarde .- respondió cuando se apoyó en la mesa de la entrada -. Nos quedaremos a almorzar allí y vete a saber si haremos algo más.

- Entiendo, no hagáis ninguna locura .- avisó de ante mano.

- ¡Mamá...! No hace falta avisarme, somos lo suficiente mayores para no meternos en problemas .- reprochó al finalizar de ponerse sus zapatos.

- Lo sé, solo quería asegurarme .- achinó sus ojos ampliando más su sonrisa.

- Bueno .- soltó en el momento que tomó los omamoris y los guardó en su riñonera -. Aquí me despido .- dijo abriendo la puerta y mirando a su madre.

- Os deseo mucho suerte en que ganéis el partido .- habló con las esperanzas de que su deseo se hiciera realidad.

- Gracias mamá .- se acercó a ella para que ambas se abrazaran con cariño -. Ganaremos .- alejó su rostro para verla unos segundos y soltarla, dirigiéndose hacia la puerta nuevamente y despedirse de ella con un movimiento de mano, la cual fue respondida de la misma manera.

Su madre se quedó viendo como la puerta se cerraba y se quedaba sola en la casa.

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- ¡Hajime! .- exclamó la menor al acercarse a él corriendo mientras movía la mano de un lado a otro como saludo.

El nombrado volteó para ver a su novia y sonrió al verla.

- (T/n), te estaba esperando .- vió como esta apoyaba sus manos en sus rodillas para descansar de la pequeña corrida que había hecho.

- Perdón, ¿te hice esperar mucho?

- Llevo aquí solo cinco minutos .- la tranquilizó -. Además, aún no ha venido Oikawa y quedan solo diez minutos para que el autocar se vaya.

- ¿Diez? .- miró su reloj para comprobar si era cierto, y maldijo a sus adentros al ver que era verdad .- Llamo a Tooru .- informó al de los ojos verdes, al cual asintió.

La chica cogió el celular de su riñonera y buscó en sus contactos a su preciado amigo. En seguida se lo acercó a la oreja después de que empezara a sonar su aparato dando a entender que lo estaba llamando.

- ¡Hey chicos! .- los dos miraron de donde provenía la voz y hablando del Rey de Roma, el mismísimo Oikawa estaba viniendo hacia ellos con tranquilidad, vestido con la ropa de deporte y su bolsa.

- ¿A qué se viene con tanta tranquilidad? .- cuestionó con un subido de tono -. ¡Faltan diez minutos!

El castaño se protegió con sus brazos con miedo a que lo pegara -. P-perdón, Iwa-chan.

- Pues será mejor que nos demos prisa .- llamó la atención de los dos mayores, salvando a Oikawa quien de seguro estaba por recibir alguna de las collejas de Iwaizumi -. ¡Quién llegue último paga la merienda! .- empezó a correr mientras que ellos se quedaban perplejos procesando lo que acababa de pasar delante de ellos.

- ¡Empezaste mucho antes! .- se quejó el capitán -. ¡Tú empezaste antes, tramposa! .- suspiró y giró su cabeza para ver a su amigo -. Iwa-chan, de seguro tu no me dejarás aban-. .- Oikawa abrió los ojos exageradamente al no ver el pelimarrón a su lado y dirigió su mirada al frente donde ahí mismo se veía el desaparecido, corriendo para alcanzar a (T/n). Tooru arrugó la nariz -. ¡No se vale! .- comenzó a correr -. ¡No me abandonéis!

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- ¿Y bien? .- el entrenador alzó una ceja al recibir a sus tres alumnos delante de él, quienes estaban totalmente agotados en el suelo por correr tanto en solo siete minutos -. Id subiendo, quiero llegar lo más rápido posible .- les ordenó antes de que subiera dentro del autocar y dejara a los menores allí, los cuales eran observados por los otros jugadores desdebel interdit a través de las ventanas.

- ¿Quedamos en... Un empate? .- preguntó (T/n), aún teniendo la respiración agitada.

- Creo... Creo que sí .- respondió Tooru con los ojos cerrados y teniendo la cabeza alzada.

- Será mejor que subamos ya .- informó el ojiverde, levantándose con un poco de dificultad, se podía presenciar su pecho moviéndose a causa de su respiración que también estaba agitada -. No querremos que se vayan sin nosotros .- se giró hacia (T/n) y le extendió la mano, ofreciéndole ayuda, cosa que ella aceptó gustosamente.

Lo mismo hizo con el castaño y los tres entraron dentro para sentarse al fondo para que así pudieran estar juntos, pero primero de todo, descansar por la carrera que acababan de hacer.

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➳ Capítulo editado