~Capitulo IV~
~Viaje en Altura~
Angel caminaba silenciosamente hacia su trabajo, imaginándose una y mil maneras en las que ese proxeneta lo castigaría
Sentía miedo, pero sabía que debía hacerlo o sería peor, aunque que más dañado puede estar ya todas estas décadas llenas de tortura y sufrimiento pensaba en lo afortunados que eran seres como el trío V o ese ciervo demonio en haberse convertidos en los más poderosos del infierno
Eso le hizo enojar demasiado, el echo de ser solo un juguete y una diversión. Era un gran actor, y no solo en el escenario, si no también con los demás para ocultar todo su dolor
Tan inmerso estaba en sus pensamientos que no se había dado cuenta que casi llegaba a los estudios, suspiro pesadamente. Antes de seguir su camino sintió una presencia detrás suyo, giró su mirada pero no había nadie pensó que solo era su imaginación
Ángel se dirigió al edificio, mientras que en uno de los callejones nuestro amigo gatuno se escondía para no ser visto, aunque casi era descubierto por fortuna logró esconderse, en cuanto escuchó los pasos marcados del albino alejarse salió de su escondite, observando como se adentraba a las fauces de su abusador jefe
-Enserio no entiendo por qué estoy haciendo esto - se da unos pequeños golpes en su cabeza, tratando de recapacitar y olvidar esto para volver al hotel, siguió meditando la situación para después mirar a ese edificio - ...agh maldito seas Alastor - voló hacia el techo de uno de los edificios cercanos al de los estudios, lo suficientemente alto para poder ver hacia la oficina de ese proxeneta, y por suerte había un lugar donde esconderse
Observo cuando Ángel entró a esa oficina, en su rostro reflejaba a la perfección el miedo que sentía en ese momento, lastima que no podía escuchar aquella conversación
-V-Val yo p-puedo explicarlo
-Oh dulce pastelito, pensé que ya habías aprendido la lección - se levantó de su asiento y se empieza a acercar a Ángel, provocando que empezara a ponerse nervioso
-N-no espera, n-no pensaba abandonar esto solo tome u-un descanso
-O ¿enserio? ¿y quién te dijo que podrías tomarte unas vacaciones? - empezó a caminar a su alrededor
-A-ahh... - estaba demasiado nervioso y asustado - tienes razón je f-fui un idiota, pero te prometo que no volverá a pasar
-Oh claro que no volverá a pasar pastelito~ - chasquea sus dedos y de la puerta entran un par de demonios
Desde afuera, Husk solo veía como aquel par que entró se acercan a Ángel, mientras que Valentino se dirigía de nuevo a su escritorio, su empleado intentó desesperadamente hablar con el, pero aquellos demonios lo tomaron de sus brazos y lo escoltaron hacia la salida. Ángel forcejeaba y parecía suplicarle a su jefe, hasta que desapareció de la vista del felino
Una y mil ideas llegaban a su cabeza, al igual que demasiadas preguntas. Espero en aquel techo mientras caminaba de un lado a otro, gruñia, maldecia, incluso pensaba en si debía irse o dejar al arácnido aquí. Aunque ese último pensamiento de alguna forma le hizo sentirse de lo peor
El no saber que era lo que pasaba adentro, le estaba torturando
Pasaban las horas y no había señales de Ángel, solo se limitaba a observar cada movimiento de Val, los seres que entraban y salían de su oficina. Incluso a aquellos otros dos overlords que entretenían al proxeneta, reconoció al que Alastor más despreciaba
Siguió esperando, hasta que anochecio, ya en este punto pensó que Ángel no saldría de ese edificio, pensó que lo mejor sería regresar al hotel y volver mañana o esperar a que llegara, lo que pasara primero.
Se levantó y ya estaba listo para irse, pero miro hacia abajo y vio a un demonio salir de los estudios. Llevaba una chaqueta fucsia, pero logró reconocerlo
-¿Ángel? - miro en la dirección que iba y decidió adelantarse un poco, bajo del edificio donde estaba y espero
Escuchaba el ruido de los tacones acercarse más, después salió de su escondite y se encontró de frente al arácnido. La sorpresa que se llevó al ver que el albino sacó un arma y le apunto
-Woo calma, soy yo - por instinto había levantado las manos
-¿Husk? Q-que haces aquí...Charlie te envió ¿verdad? - seguía apuntando, se veía molesto
-Hablaremos de eso, pero baja el arma ¿quieres? - tomo las manos del albino y poco a poco las bajo, mientras miraba detalladamente a Ángel quien se veía cansado, aún asustado además de su mirada molesta y había rastros de lágrimas en sus mejillas - demonios te ves muy mal
-... - no respondió ante ese comentario, solo se cubrió más con la chaqueta y siguió su camino, con el demonio gato siguiéndole el paso
Husk no dijo nada más, solo lo acompaño en silencio debes en cuando miraba de reojo hacia Ángel, de sus ojos aún se escapaban algunas lágrimas y se sujetaba con fuerza aquella chaqueta, como si quisiera esconder algo
-¿Y bien? - hablo el albino
-Bueno, Charlie no fue la que me mandó - hizo una pequeña pausa, y después siguió - en realidad fue Alastor
-...oh vamos Husk, no juegues con eso...ya enserio, fue la princesa quien te envió
-Lo digo enserio, Al fue el que me dijo que debía venir
Ángel de quedo pensativo ante lo que dijo el minino, seguía sin creer que había sido ese ciervo quien mandara a buscarlo. Pero tampoco se emociono demasiado, seguramente vio que Charlie se quedaría muy preocupada por el y tomo la decisión por ella. De pronto se empezó a sentir muy mal y se detuvo quedándose un poco atrás, algo que Husk de inmediato se dio cuenta
-¿Que te pasa? - igual se detuvo y miro al albino, quien se sostenía el estómago con sus brazos inferiores, al mismo tiempo que llevaba una de sus manos a su cabeza - Oye ya estamos cerca del hotel ¿crees poder seguir?
-Agh...s-si ya tu adelantate - sentía náuseas y su cabeza no dejaba de dolerle ni darle vueltas - m-mierda Val... - dijo en un susurro
El demonio gato no podía dejarlo así, dejó escapar un suspiro pesado y se acercó a Ángel y sin aviso lo tomó entre sus brazos, dejándolo sorprendido por su acción
-¿Q-que haces?
-Asi no llegaremos al hotel, te sugiero que te sujete bien - abrió sus alas y se elevó muy alto, Ángel solo rodeó su cuello con sus brazos y cerro sus ojos fuertemente mientras ascendían
Sintio un aire fresco golpear su rostro abrió sus ojos poco a poco, miro un poco hacia abajo y presenció aquella ciudad diferente desde arriba, los demonios que pasaban parecía pequeñas hormigas, por una parte disfrutaba de estar en los aires
De reojo Husk notaba una pequeña sonrisa adornar su rostro, solo pensaba en lo bien que se veía sonriendo y no tener que ver por unos momentos aquella depresiva expresión de antes
~Neko-Chan
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Nota de autor: querido lector, si encontraste esta historia por casualidad y esperas un nuevo capítulo, te invito a que entres a mi perfil que ahí encontrarás el motivo de la ausencia
Mil gracias por apoyar esta historia
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