18. Revelaciones
Convencí a mi madre de quedarse dentro de casa con los niños mientras yo salía detrás de los funcionarios. Mi única intención era conseguir una explicación, breve, no importaba, pero necesitaba que me dijera algo.
—¿Christopher? —murmuré, incrédula, manteniendo mis ojos fijos en él. —¿Qué está pasando? ¿Por qué estás aquí?
Él respiró profundamente antes de responder. Introdujo al sujeto dentro de un auto azul que desconocía, y en cuanto su compañero cubrió el rostro de aquel, se quitó la capucha, revelando su rostro,
—Hanna, lo siento. No quería que te involucraras en esto, pero no teníamos otra opción. —dijo él, tratando de tocarme suavemente el hombro, pero retrocedí.
—¡¿Qué no tenían otra opción?! ¡Esto es una locura! ¿Ese hombre? ¿Por qué estaba en nuestro jardín?
Christopher tomó mi mano con firmeza, buscando conexión en medio de la confusión.
—Escucha, hay algo que necesitas saber. Estoy involucrado en una investigación delicada en esta zona. No puedo darte todos los detalles ahora, pero hay razones de seguridad por las que no puedo revelar más información en este momento.
Fruncí el ceño, tratando de asimilar la información. La mezcla de emociones en mi interior iba desde la incredulidad hasta la preocupación.
—¡Pero podrías haberme dicho algo! ¿No confías en mí?
Christopher bajó la mirada.
—No es que no confíe en ti, es solo que... Hay cosas que están fuera de mi control y necesito protegerte. No quiero que te veas involucrada en esto.
A pesar de la confusión y el miedo, sentí la sinceridad en la voz de Christopher. Aun así, necesitaba respuestas. Días atrás habíamos realizado un pacto de no ocultarnos nada, de no mentiras, por lo que sus palabras me desconcertaban por completo.
—¿Qué tipo de investigación es tan peligrosa como para no comunicarme de ella?
Él suspiró, masajeó su cien y mirándome fijamente, dijo:
—Es una investigación sobre crimen organizado, Hanna. Hay cosas que están sucediendo detrás de escena, y necesitamos descubrir la verdad para proteger a la ciudad y a la gente que amamos.
Asimilé lentamente la información, mi expresión pasó de la indignación a la comprensión.
—Entiendo que quieras proteger a la ciudad, pero también eres parte de mi vida. No puedes mantenerme en la oscuridad y esperar que no me preocupe.
Christopher asintió. Se oyó la bocina del auto frente a nosotros.
—Tienes razón, Hanna. Debería haberte dicho algo antes. Pero ahora necesito que confíes en mí. Estoy haciendo esto también por nosotros, por nuestro futuro, mi sol. Ahora debo irme, te llamaré luego.
Me quedé en silencio por un momento, procesando la revelación. Finalmente, suspiré y asentí lentamente.
Desde el primer momento de mi relación con Cristopher supe que no sería fácil, y este tipo de cosas las pensé e imaginé muchas veces. Pero ya dado este punto no podía retroceder ni negar mis sentimientos, lo amaba y mucho. No me sentía en la capacidad de alejarme por nada.
Vi el auto alejarse a toda velocidad y no me quedó más opción que girar y volver dentro de casa, donde mi madre me esperaba con una ceja alzada esperando una explicación.
—Yo tampoco sé lo que está ocurriendo, mamá. No me mires de esa manera.
—Entiendo el trabajo de Cristopher más que nadie, Hanna, y te daré un consejo, no lo presiones y que te revele lo que él pueda, no desees querer saberlo todo.
—Yo necesito una explicación, mamá.
—Y estoy segura de que la tendrás, pero sin presiones, hijita.
—Es tan difícil.
—Entiendo que necesitas respuestas, cariño, pero a veces en el mundo en el que está trabajando Christopher, las cosas no son tan sencillas de explicar. Además, imagino que él también está tratando de protegerte a ti.
Suspiré, sintiendo la tensión en mis hombros disminuir un poco con el cálido abrazo de mi madre. Pero la incertidumbre aún persistía.
—Mamá, sé que tienes razón, pero no puedo evitar sentirme preocupada. No sé qué está pasando realmente.
Ella acarició mi cabello y me guio hacia el sofá, invitándome a sentarme a su lado.
—Hanna, en las relaciones fuertes como la tuya y la de Christopher, a veces hay situaciones que no se pueden compartir completamente. No porque no se confíe, sino porque hay circunstancias que no pueden ser reveladas por seguridad.
Asentí con la cabeza, aunque aún sentía un nudo en el estómago. Mi madre continuó hablando con sabiduría, esa que acumuló a lo largo de los años viviendo con mi padre.
—Lo importante ahora es confiar en él, pero también necesitas cuidarte a ti misma. Christopher no querría que te pusieras en peligro, ni física ni emocionalmente.
—Lo sé, mamá, pero es difícil. No estoy acostumbrada a este tipo de situaciones. Todo esto me asusta.
Ella me apretó la mano reconfortantemente.
—Lo entiendo, mi amor. Pero no estás sola. Si necesitas hablar o desahogarte, estoy aquí para ti. Y recuerda, confía en Christopher, pero también en tus instintos. Si algo no parece correcto, asegúrate de comunicárselo.
Agradecí sus palabras mientras la abrazaba con fuerza. La preocupación todavía estaba presente, pero la sabiduría de mi madre me brindó un poco de consuelo.
Los días siguientes transcurrieron en una mezcla de ansiedad y espera. Christopher se comunicaba conmigo cuando podía, pero siempre era vago en los detalles. Intentaba no presionarlo demasiado, recordando las palabras de mi madre, pero la incertidumbre seguía presente.
Una noche, mientras me encontraba leyendo en el sofá, el sonido del timbre interrumpió la tranquilidad del apartamento. Me levanté con el corazón latiendo rápido y abrí la puerta. Christopher estaba parado allí, con una expresión cansada pero aliviada en su rostro.
—Hanna, necesitamos hablar. —dijo, y la seriedad en su voz hizo que mi corazón latiera con más fuerza.
Lo observé con atención mientras entraba al apartamento, cerraba la puerta detrás de él y suspiraba profundamente.
Lo invité a sentarse en el sofá, y cuando lo hizo, parecía llevar un peso invisible sobre sus hombros.
—¿Qué está pasando, Christopher? —pregunté, intentando no dejar que la preocupación se apoderara de mi voz.
Él exhaló lentamente antes de comenzar a hablar, revelando una verdad que me dejó sin aliento.
—Hanna, la investigación en la que estoy involucrado ha llevado a un punto crítico. La banda criminal que estamos siguiendo, están más cerca de lo que pensamos. Hoy, en medio de una persecución, uno de los delincuentes saltó por varios jardines hasta caer en el de tus padres.
Mis ojos se abrieron con horror mientras procesaba la información. Mi mente luchaba por aceptar la realidad de que mi familia estaba ahora en medio de todo esto.
—Christopher, ¿qué estás tratando de decirme? —pregunté, con ansiedad y nerviosismo en la voz.
—Ha habido amenazas, Hanna. Amenazas dirigidas personalmente hacia mí y hacia la base en general. La zona donde viven tus padres se ha vuelto una de las más peligrosas.
Mi corazón latía con fuerza, y sentí un nudo en el estómago al escuchar sus palabras. Quería preguntar más, quería entender cada detalle, pero algo en la forma en que Christopher titubeaba me hizo temer lo peor.
—Christopher, sé que hay algo más. ¿Qué no me estás diciendo?
Él se mordió el labio, como si estuviera luchando consigo mismo.
—Mi sol, te necesito a salvo. No puedo seguir viviendo con el miedo constante de que algo te suceda. Por favor, quiero que te mudes conmigo.
En ese momento mi cabeza comenzó a dar vueltas, y de repente sentí una oleada de náuseas. Me tambaleé hacia el baño, apenas llegué a tiempo antes de vaciar mi estómago en el lavamanos.
Christopher entró detrás de mí, preocupado, mientras yo intentaba recuperar el aliento.
—Mi cielo, lo siento. No quería asustarte.
Lo miré a través del espejo, con la mente aun girando.
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Hola, bellezas, me disculpo con ustedes por la tardanza en actualizar, y los pongo un poco al día, si no me siguen en Instagram y no están enterados. Estoy embarazada ya voy aproximadamente por el mes de gestación número 6 y no ha sido fácil, por eso entre otras cosa ha sido mi ausencia. Otra cosa, he cambiado mi nombre de escritora, Andreina es mi segundo nombre y ahora he decidido utilizar el primero MILKA, si quieren saber un poco más el porqué y todo el drama de estafa que viví por Editorial Luz, vayan a mi ig Milka._.Lopez y en mis destacadas encontraran todo el cuento.
Nos vemos pronto, gracias por el apoyo, por leer y estar aquí. Los amo.
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