Hyung ¿puedo decirle algo?

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Empezamos la nueva tanda de OS para el OS extra de marzo

Butter


Yoongi rara vez en su vida había sido incapaz de controlar su cuerpo y su mente. Años de terapia y medicamentos le habían enseñado a mantener al margen los pensamientos complicados o problemáticos y años de adolescencia hicieron que aprenda a controlar las reacciones involuntarias de su cuerpo.

Sus parejas siempre le habían reconocido que podía vivir plenamente sin contacto sexual y que era perfectamente capaz de priorizar, efectivamente, el trabajo o la fidelidad dependiendo el caso.

Nunca había caído en tentaciones carnales o en fantasías lujuriosas desde que se fue de su casa de joven y, para muchos hombres jóvenes, resultaba ser hasta admirable; y, para ser sinceros, él también se enorgullecía de aquello.

Sin embargo, mantener una ética de vida rígida y correcta, es sumamente difícil de mantener hasta la muerte y Yoongi supo que iba atraicionar sus propios ideales desde la primera vez que tuvo una erección por Jeon Jungkook.

-¿Cómo fue?- preguntó Hoseok confundido. -Porque siento que solo dramatizas algo natural.

-Solo estaba ahí- dijo Yoongi acostado en el sofá de su estudio. -Siendo él mismo- suspiró agotado. -Luego de un ensayo solo estaba amarrando su cabello en una coleta mientras reía con Tae y Jimin.

-¿Y eso te calentó?- preguntó Jung confundido.

-¡Ese es exactamente el problema!- soltó viéndolo sentado en la silla de su escritorio. -Me está alterando las hormonas desde el dos mil diecinueve.

-Joder- susurró Hoseok. -¿Has hecho algo más además de tener erecciones por él?

-¿Me preguntas si me masturbé?- preguntó frunciendo el ceño.

-Tú lo dijiste, no yo- soltó alzando las manos.

Yoongi rodó los ojos. Claro que lo había hecho.
Desde que eran famosos, su capacidad de tener pareja era notoriamente limitada y todos habían caído notoriamente en el trabajo manual para satisfacer sus necesidades, pero admitir en voz alta que el causante de la gran mayoría de sus orgasmos era nada más y nada menos que Jungkook, era algo completamente diferente.

-Yoongi, juro que no te estoy juzgando por esto- aclaró el menor rodando los ojos.

-Sí, lo he hecho- soltó agotado. -Pero mucho menos de lo que te imaginas.

-Por mí, hazlo una o mil veces, no me importa- soltó Jung. -Solo no lo acoses.

-¿Cómo coño no lo acoso si literalmente vivimos juntos y hasta verlo beber agua me calienta?- preguntó con indignación en sus palabras. -Sé que suena estúpido, pero me agobia sentir esto.

-Es atracción- dijo alzando los hombros. -Es normal.

-No, no lo es- suspiró cerrando los ojos. -Tenía once años cundo lo conocí; era un niño.

-Lo era- afirmó Hoseok. -Con corte de tazón y acné.

Yoongi mordió su labio inferior riendo incomodo al sentirse tan extraño.

-Pero tú tenías solo dieciséis- agregó Jung. -También tenías corte ridículo y falsa actitud de bad boy.

-No me lo recuerdes- negó rodando los ojos.

-Te lo recuerdo porque necesitas enterarte que ambos eran adolescentes jóvenes y ambos se volvieron adultos juntos- aclaró el otro. -Lo viste volverse un hombre junto a ti y es normal que te atraiga.

-Me sigo sintiendo enfermo, Hobs- susurró con pesar en la mirada. -Y él me mira como si fuese su hermano mayor y yo teniendo erecciones por él como si estuviera en celo.

-Eres un dramático- soltó Jung. -¿Recuerdas que él perdió la virginidad con Jimin solo porque quería saber cómo era y Jimin le dijo "si quieres, te enseño"?- preguntó haciéndolo fruncir el ceño. -Es así de fácil, Yoon, es solo sexo.

Min chasqueó la lengua, rodando los ojos antes de clavar su vista en el techo sin decir nada.

-Tranquilo, Yoon- dijo Hoseok poniéndose de pie para darle una palmada en el hombro. -El sexo no significa nada.

▪ 국기 ▪

Pero si significaba algo. Significaba que estaba viendo a su amigo como un objeto.

Había fantaseado con cómo se verían las manos de Jungkook en su trasero, con cómo se vería con la boca abierta mientras se corría en su rostro, con cómo reaccionaría al jugar con sus pechos.

Se sentía un maldito pervertido de tener sueños húmedos con el menor y un enfermo de querer follar con él solo por verlo sonreír.

Jungkook se había vuelto su kryptonita.

-Hyung- llamó Jimin con tono cantarín.

Yoongi se volteó a mitad del pasillo, dejando que el menor llegue hasta él y lo abrace por la cintura, apoyando su barbilla en su hombro.

-¿Qué ocurre?- preguntó Min.

-Hace mucho no pasamos tiempo juntos ¿No crees?- preguntó viéndolo de reojo.

Yoongi asintió en silencio. Realmente llevaban bastante tiempo sin estar a solas y no era algo habitual teniendo en cuenta que vivían juntos.

-¿Qué tal si tenemos una pijamada?- preguntó haciendo al mayor suspirar.

-¿Tu cuarto o el mío?

▪ 국기 ▪

La mayoría del tiempo a solas con Jimin consistía en hablar de chicos, quejarse de la heteronorma de la sociedad, hablar de música y criticar algunos estilitas de la empresa.

Era lo normal entre ellos, pero se le estaba haciendo complicado seguir la conversación con naturalidad sin hablar de Jungkook.

Aunque no sabía si agradecer u odiar a la vida por evitarle el trabajo cuando entró Hoseok al cuarto y preguntó de forma muy poco disimulada por su problema con el maknae.

-¿Le contaste lo de Jungkook?

Hoseok y Jimin habían compartido habitación por muchísimos años, así que lo habitual entre ambos seguía siendo compartir sus cosas y entrar a la habitación ajena con regularidad, así que Jimin no se sorprendió en lo absoluto cuando Hoseok entró a su cuarto diciendo aquello mientras se adentraba en su closet.

-¿Decirme qué?- preguntó viendo a Yoongi.

Min mordió su labio con incomodidad y desvió la mirada de los intensos ojos de menor fijados en él.

-Díselo, Yoon- soltó Jung desde el closet.

Yoongi rodó los ojos al ver la expresión de curiosidad de Jimin frente a él y soltó un largo suspiro resignado.

-He pasado los últimos meses teniendo fantasías sexuales con Jungkook- soltó haciendo que Park abra los ojos de par en par.

-¿Estás de coña?- preguntó aguantando la risa. -¿Con nuestro Jungkookie?

-¡¿Ves?!- Soltó Min haciendo que Hoseok se asome con unos lentes de sol puestos y falta de expresión.

-Jimin, dile que sentir atracción por Jungkook es normal- dijo viendo al rubio.

Jimin soltó una ligera risa por la nariz antes de asentir y volver su atención a Yoongi.

-Claro que es normal ¿Lo has visto?- preguntó calmado. -Solo que es curioso que justo tú lo hagas.

Yoongi entrecerró los ojos dudoso, dejando que Hoseok se siente a su lado mientras ambos veían con atención al menor.

-¿A qué te refieres?- preguntó Min en un susurro.

-Bueno, sabes que Jungkook es demisexual- afirmó en tono de pregunta haciendo que los mayores asientan. -Bueno, digamos que Jungkook el último año ha estado muy...- hizo una larga pausa pensando exactamente como decirlo. -Caliente.

-¿Qué?- preguntaron ambos al unísono.

-No puedo decir más- soltó aguantando una carcajada. -Deberías hablar de esto con él.

▪ 국기 ▪

-Jamás.

-Vamos, Yoongi- suplicó Hoseok siguiéndolo por los pasillos de la agencia. -Jimin es la persona con la que Jungkook más habla en todo el mundo, si te ha dicho que le digas, por algo es.

-No me arriesgaré a malinterpretar lo que dijo y acabar diciéndole a Jungkook que quiero que me folle como si fuese un puto juguete- respondió sin mirarlo. -No pasaré esa vergüenza.

Hoseok rodó los ojos y corrió hasta poder adelantarse al mayor, haciendo que detenga sus pasos soltando un largo suspiro.

-¿Entiendes que si Jimin nos ha dicho la verdad, significa que, no solo podrás follar con él, sino que está enamorado de ti?- preguntó viéndolo a los ojos.

Yoongi hizo una mueca y pasó su mano por entre sus cabellos mientras desviaba la mirada y mordía su labio inferior con nerviosismo.

-¿Y qué si no lo amo?- preguntó dejando caer sus brazos a los costados de su cuerpo. -Sé que me pone como nunca nadie lo hizo, pero ¿Enamorarme? Eso es otra cosa.

-Piensa que si tú estás al borde de la locura por excitarte con él, Jungkook debe estar perdiendo la cabeza por amarte.

▪ 국기 ▪

-¡¿Qué le has dicho qué?!

Jimin hizo una mueca cuando el grito de Jungkook golpeo su tímpano retumbando en las paredes con eco del estudio de baile, haciendo que si espina dorsal sea recorrida por un escalofrío de sorpresa.

-No le he dicho nada- dijo con falsa calma.

-¿Acaso crees que Yoongi es estúpido?- preguntó sentándose en el suelo frente a él. -Solo tiene que saber sumar para entender la indirecta demasiado directa que le diste.

-Jungkook, basta- dijo Jimin viéndolo con pena. -Llevo oyéndote sufrir por esto desde hace un año- soltó apoyando su mano en el hombro ajeno. -Es hora de que pongan las cartas sobre la mesa de una vez.

Tenía razón. Hacía ya un año que Jungkook se atrevió a decir en voz alta que se había enamorado de su hyung.
Solo Jimin y Taehyung lo sabían. Ni a su propia madre se atrevió a decírselo por miedo a que las cosas salieran mal.

Desde que logró aceptarlo, el principal problema de su vida se volvió el miedo a complicar la relación de trabajo al confesarle a Yoongi sus sentimientos.

Pero Jimin estaba en lo cierto y había perdido la cuenta de todas las veces que se perdió en la mirada de Yoongi y dejó de escuchar sus palabras solo por oír los fuertes latidos de su corazón.

-A demás- soltó Park haciéndolo regresar a la realidad. -Si no te dice nada del tema, puedes tomarte tu tiempo para enfrentarlo, pero si él toma la iniciativa, te quitará el peso de los hombros.

▪ 국기 ▪

Yoongi no le había dicho nada durante todo el mes.

No había tocado el tema ni tampoco lo había ignorado o tratado extraño. Todo seguía como si nada. Inclusive había llegado a pensar que Jimin le mintió y nunca le había dicho nada, pero Park se veía bastante seguro de sus palabras.

Por el lado positivo, podía ignorar el tema y seguir su vida como si nada hubiese pasado; pero, por otro lado, estaba sumiéndose en la paranoia de la forma más desquiciante posible.

Ya no podía seguir así. Debía juntar valor y enfrentar sus miedos.
Quería confiar en la madurez de ambos y suponer que, lo peor que podía pasar, era simplemente incomodidad por unas semanas.

Así que ese día, respiró hondo viendo a Yoongi caminando por los pasillos de la agencia hasta la puerta de su estudio.
Aceleró sus pasos hasta alcanzarlo, haciendo que el mayor se detenga con el picaporte de la puerta abierta en su mano.

-Hyung- llamó el menor con el corazón agitado y las mejillas calientes. -¿Puedo decirle algo?

Yoongi lo miró en silencio por unos segundos, perdido en los ojos negros y brillantes en galaxias del menor antes de asentir lentamente con la cabeza.

-¿Quieres pasar?- preguntó haciendo al menor asentir de la misma manera que él.

▪ 국기 ▪

El silencio podía ser fácilmente comparado con la calma antes de la tormenta.

Jungkook no había tenido suficiente tiempo para ensayar lo que decirle como le hubiese gustado; de hecho, solo había podido pensar sus líneas mientas que Yoongi iba por dos botellas de agua al refrigerador que se encontraba a un metro a su izquierda.

Pero ahora estaba justo ahí, frente a él en sumo silencio esperando a que le dijera lo que le había mencionado, mientras sus ojos negros lo veían sin expresión aparente.

-Hyung- llamó haciendo a Yoongi parpadear tras tanto silencio. -Lo siento, estoy nervioso.

-Tranquilo, Koo- soltó dejando la botella sobre su escritorio para apoyar su mano sobre la rodilla del maknae. -Solo soy yo.

Jungkook mordió su lengua para no echarle en cara el hecho de que justamente que sea él era el principal problema.

Tomó aire por unos largos segundos y cerró los ojos buscando valor en su pecho agitado y, tras unos eternos momentos, vio a Min a los ojos nuevamente.

-Estoy enamorado de usted- soltó tragando duro. -No sé qué tan problemático pueda resultar esto, pero sé que Jimin ya le ha dicho algo y no puedo seguir tapando lo que siento.

Yoongi permaneció en silencio por unos largos minutos sin reaccionar más que para respirar ligeramente más lento que de costumbre.

Jungkook se asustó ante la falta de respuesta, sintiendo como su corazón se comenzaba a alterar aún más y su respiración se tornaba irregular ante la mirada serena del mayor frente a él.

Dio un largo trago de agua para calmarse pero eso no evitó que sus piernas temblaran o que su voz se cortara cuando pudo volver a pronunciar alguna palabra.

-No tiene que responder nada- dijo poniéndose de pie. -Solo quería que lo supiera.

Yoongi sonrió sin poder evitarlo y se puso de pie junto a él para poder tomar su muñeca y evitar que salga del estudio.

-¿Me dejas invitarte a salir?- preguntó viéndolo desde abajo. -Antes de responder a tu declaración.

Jungkook sintió como su alma regresaba a su cuerpo ante esa simple pregunta y asintió con la cabeza repetidas veces, haciendo al azabache sonreír enternecido.

▪ 국기 ▪

Habían conseguido tiempo libre dos días después de aquello.
Yoongi había organizado una cena en la azotea del edificio de su departamento para no lidiar con preguntas de los chicos ni con los paparazis entrometidos.
Solo había tenido que preparar una linda mesa con velas y flores bajo la luz de la luna y pedir delivery privado de un restaurante de lujo.

La cena había transcurrido con normalidad. Era sencillo estar solos. Compartían muchos gustos, intereses y opiniones, por lo que las diferencias resultaban entretenidas e interesantes.

Siempre supieron que era agradable pasar tiempo juntos, pero Yoongi se sorprendió a si mismo cuando acabó su postre mientras Jungkook recién comenzaba por hablar con suma emoción de su proyecto en solitario.

Yoongi amó ver cada sonrisa y cada ilusión reflejada en los ojos ajenos. Amó oír cada palabra en sumo silencio y solo disfrutar de la emoción de Jungkook. Amó verlo sonrojado al notar que no le estaba dando ningún consejo ni ninguna opinión solo para dejarlo continuar hablando.

-Dejo de hablar- susurró desviando la mirada. -Creo que he hablado como diez minutos seguidos, lo siento.

-Amé cada uno de esos minutos- susurró Yoongi apoyando su mejilla en su puño. -Creo que nunca había notado lo mucho que amas lo que haces.

Jungkook no supo que responder así que solo bajó la vista a su postre mientras intentaba que el sonrojo en sus mejillas se disimulara con el violeta intenso de su cabello.

-Koo- llamó Min, haciendo que el menor alce la mirada lentamente. -Llevo una asquerosa cantidad de tiempo teniendo las fantasías más sucias que se te puedan llegar a ocurrir contigo.

Jungkook tragó duro y desvió la mirada ante la vergüenza que inundó su cuerpo por tal comentario, hasta que la mano de Min se posó sobre la suya, haciéndolo devolver la mirada al mayor.

-Sé que te amo, como amo a cada uno de los chicos- continuó Yoongi. -Y sé que me pones como no tienes una idea- Susurró acariciando con la yema de su pulgar el dorso de la mano ajena. -Pero mi miedo era que no me gustaras.

-Entiendo- susurró volviendo a bajar la mirada, ligeramente decepcionado por sus palabras.

-Pero me equivoqué- soltó, haciendo que Jeon alce la vista sorprendido e incrédulo. -Definitivamente me gustas, Jeon Jungkook y me encantaría salir contigo, si eso es lo que quieres.

Jungkook no lo podía creer. Sus sueños de un año entero se estaban materializando bajo la luz de la luna y las velas.

-¿Habla en serio?- susurró con un hilo de voz.

-Solo si es lo que quieres.

▪ 국기 ▪

Las fantasías de ambos siempre habían tenido grabadas a fuego el nombre del otro.

Yoongi por su bajo libido previo a Jungkook; y Jungkook por la falta de la conexión emocional que le habilitaba la atracción sexual. Pero, independientemente del porqué, la realidad era que ambos llevaban esperando eso por mucho tiempo, aunque ninguno hubiese apostado por regresar de esa cita entre besos desesperados y roces lujuriosos.

Su primer beso había sido lento, profundo y romántico, pero en el mismo elevador, comenzaron a subir de tono y el calor comenzó a provocarles molestia en la incómoda ropa.

Yoongi había sido acorralado contra el espejo mientras los besos ajenos bajaban por su cuello y la pierna del menor se escabullía entre las suyas para mantenerlo firme y que no cayera entre sus brazos.

No supo en que momento comenzó a gemir pero lo notó cuando vio su reflejo en la puerta del elevador con las mejillas rojas, los labios hinchados separados y las manos aferrándose con fuerza a la espalda de Jeon.

-Me gusta ser versátil- jadeó sintiendo la erección de Jungkook clavándose en su vientre.

-Lo que quiera- gruñó Jeon apretando su cintura con sus grandes manos. -Mientras sea con usted...-

-Dios- lo interrumpió en un gemido antes de jalar sus largos cabellos para poder besarlo.

La puerta del elevador privado se abrió y bajaron directamente al piso de su departamento, recorriéndolo entre tropezones torpes y jadeos entrecortados por sus labios.

Cuando abrieron la puerta del departamento, dejaron de besarse únicamente para asegurarse que ninguno de los chicos los viera.

Yoongi se asomó por el pasillo para ver que todas las habitaciones estuvieran cerrada y con las luces apagadas.
Comenzó a caer la madrugada cuando decidieron regresar, así que esperaban que ninguno de los miembros estuviese despierto; más aun considerando que los que acostumbraban quedar despiertos hasta esas horas, eran ellos.

Min mordió su labio inferior cuando sintió el duro miembro de Jungkook clavándose en su trasero, provocando que lo ve de reojo con una sonrisa pícara antes de tomar su muñeca y atravesar el pasillo rápidamente hasta llegar a la habitación del mayor.

Jungkook cerró la puerta a sus espaldas viendo como Min se quitaba los zapatos. Lo imitó sin separarse de la puerta, hasta que las manos del mayor tomaron su camisa en sus puños y lo arrojaron con fuerza sobre la cama matrimonial.

-Quiero cumplir cada una de mis fantasías contigo- susurró el azabache mientras se quitaba la camisa y desabrochaba su cinturón. -Si algo no te gusta, dime que pare y lo haré.

Jungkook no dijo nada mientras veía como los pantalones ajenos caían al suelo y arrastraban con ellos la ropa interior del mayor.

No era la primera vez que veía el cuerpo desnudo de Yoongi; si lo era desde que comenzó a sentirse atraído por él, pero sintió su corazón detenerse al ver ese fino y pequeño cuerpo sosteniendo con esas blancas manos la gran y dura erección que palpitaba frente a él.

-¿Puedes quitarte eso?- susurró viendo con suplica los ajustados pantalones de maknae.

Jungkook asintió y se sentó apresuradamente para poder deshacerse de la prenda, arrojándola al suelo antes de sentir la mano de Yoongi en su pecho que lo empujó a la cama nuevamente, haciéndolo acostarse por completo antes de que Min se arrodillara entre sus piernas.

El azabache pasó sus manos por los músculos duros de los muslos de Jungkook antes de comenzar a desabotonar su camisa ojal por ojal hasta dejar su pecho al descubierto.
No dijo nada cuando bajó su boca, rozando los boxers apretados por su erección y dejó una serie de besos y mordiscos suaves por su vientre hasta llegar a su pecho.

Jungkook lo miró dudoso pero abrió los ojos de par en par cuando los dientes ajenos se cerraron con cuidado en su pezón.
No tenía una vasta vida sexual así que aquello lo sorprendió, pero cuando la lengua traviesa de Min comenzó a acariciar rápidamente la punta de su piel sensible, pequeños gemidos intercalados con suspiros comenzaron a salir de sus labios.

La mano del mayor pasó entre sus cuerpos, acariciando los músculos del menor hasta llegar a su erección cubierta la cual acarició con firmeza antes de soltar el botón entre sus dientes y subir sus labios húmedos por su cuello hasta su boca.

Jungkook correspondió el beso de la misma forma que le fue dado. Húmedo, profundo y hambriento.
Logró sentarse entre besos y caricias, haciendo que Min caiga en su regazo y que pueda rodear su cintura con sus brazos para pegar su cuerpo al suyo.

-Lubricante- susurró Yoongi entre besos.

Jeon aflojó el agarre, permitiéndole inclinarse sobre él y dejarse caer a su lado, sabiendo que Jungkook no lo soltaría, llegando a la mesa de noche y abriendo el primero de sus cajones. Sacó de este un pote de lubricante, el cual Jungkook le arrebató de las manos antes de volver a besarlo.

Yoongi jadeó entre besos intentando separarse pero fallando en el intento. No solo Jungkook se pegaba a él como imán, sino que él mismo era incapaz de resistir el impulso de besar esos suaves y deliciosos labios.

-Koo- llamó acariciando su barbilla con sus manos ansiosas. -Hazme un favor.

Jungkook asintió, bajando sus besos a su cuello para dejarlo hablar, disfrutando de cada suspiro y gruñido que escapaba de los rosados labios del mayor.

-Quiero que me comas la polla- susurró en un tono de súplica. -¿Puedes hacerlo por mí?

Jungkook asintió sin dudarlo, dejando caer el lubricante entre sus piernas para tomar la cintura de Min con suficiente firmeza para hacerlo ponerse de pie en la cama frente a él.

Yoongi suspiró embelesado con la imagen de Jungkook besando su vientre mientras tomaba con su gran mano cubierta de tinta su rosada erección ansiosa de atención.

Jeon lamió desde la base hasta la punta ante la lujuriosa mirada de Min, antes de separar sus labios y adentrar el miembro en su boca.

El mayor arqueó la espalda de pura satisfacción, enterrando sus dedos temblorosos entre las hebras moradas de Jungkook, mientras las manos ajenas subían por sus delgados muslos hasta su trasero.

Soltó un gemido ahogado mientras la boca del menor subía y bajaba por su polla dura y disfrutando, a su vez, de las bruscas caricias en su trasero.

Jungkook lo soltó de un momento a otro. No dejó de atender su erección, pero bajó sus manos al lubricante para poder cubrir sus dedos de este sin dejar de darle placer hasta que pudo escabullir sus dedos empapados en gel hasta su apretada entrada.

Yoongi suspiro satisfecho cuando el índice ajeno entró en él. Se inclinó hacia adelante para poder apoyar una de sus manos en la pared y no perder el equilibrio con los movimientos desesperados de maknae.

Soltó un gemido de puro placer cuando el segundo dedo entró en él, separando sus paredes y acariciando su punto con una delicadeza y constancia notoria en comparación a los chupeteos y lamidas bruscas que estaban por llevarlo a un duro orgasmo.

-Dios, Dios- susurró Min sintiendo un conocido cosquilleo en su vientre. -Voy a venirme, Koo- advirtió con voz temblorosa. -¿Puedo hacerlo en tu rostro?

Jungkook no pudo evitar sonreír ante el pedido. Nunca se había sentido tan deseado como con Yoongi en ese cuarto y le encantaba.
Le encantaba que, hacía unas horas, Yoongi lo mirara con aquellos ojos llenos de amor y cariño, y que ahora le esté pidiendo correrse en su rostro.

Definitivamente amaba ser su caballero en la vida y su juguete sexual en la cama.

Jungkook separó los labios, sacando el miembro de su boca y adentrando el tercer dedo antes de volver los empujes más bruscos. Abrió bien la boca y cerró los ojos ante la mirada de pura excitación ajena.

Yoongi, sin poder controlar su cuerpo caliente, llevó su mano a su miembro y comenzó a acariciarlo a la velocidad de la mano ajena en su interior. Tardó tan solo unos minutos en cubrir el rostro de Jeon de sus semen caliente y dejarse caer sobre él al no resistir más la lujuria por ver su expresión.

La mano del menor salió de él por la caída, pero no necesitó ninguna suplica explicita para levantarlo lo justo y necesario como para bajarse sus pantalones mientras Min volvía a besarlo sin importarle si tragaba su propio semen en el proceso.

Jungkook alineo su erección en su entrada y adentró la punta antes de que Yoongi se dejara caer sobre esta, adentrando toda su gran y dura erección sin descanso alguno.

Ambos cortaron el beso a la vez para poder gemir el nombre ajeno y pegar sus cuerpos al contrario, disfrutando de esa unión que nunca habían tenido antes.

Jeon apoyó su frente en el hombro ajeno, dispuesto a esperar el tiempo necesario para que el apretado interior del mayor se adapte a su intromisión, pero las manos de Yoongi se calaron bajo su camisa, haciendo que caiga hasta sus codos, para poder sostenerse de sus hombros y alzar su cuerpo unos centímetros antes de dejarse caer nuevamente.

-¿Está bien?- preguntó viéndolo de reojo y sin moverse.

Yoongi asintió con la cabeza, apoyándose en el cuerpo ajeno y abrazándolo desde los hombros.

-Por favor, follame- suplicó con un hilo de voz. -Cógeme como si fuese tu juguete.

Jungkook sonrió al saber que estaban ambos en la misma página. Podían amarse y respetarse fuera de la cama, pero, joder, debían saciar todo el placer reprimido por tantos meses antes de llevar eso a la habitación.

Lo tomó con firmeza para que no se mueva y se acomodó mejor en la cama, acostándose con el pecho ajeno aun pegado al suyo y alzando la cadera con ayuda de sus piernas sobre la cama.

Comenzó a embestirlo con fuerza y rapidez. No se preocupó por ser delicado cuando, ante los primeros empujes, Yoongi comenzó a suplicar contra su oreja que le dé aún más duro.

La cama comenzó a golpear contra la pared, sus cuerpos hacían ruidos bruscos y sonoros, y sus gemidos y gruñidos llenaron el cuarto en cuestión de segundos.

A medida que los minutos pasaban, las suplicas en palabras vulgares y los jadeos de desesperación se tornaron únicamente el nombre del otro con la voz entrecortada y agotada.

Jungkook estaba genuinamente sorprendido de que estuviesen durando tanto tiempo. Uno creería que la abstinencia de años y la calentura de meses los haría acabar pronto, pero ambos parecían querer disfrutar el momento hasta el último segundo porque, cada vez que estaban cerca de un orgasmo, apretaban los ojos y reprimían el clímax para seguir unos minutos más.

Yoongi logró separarse del fuerte agarre de Jungkook justo cuando este acababa de evitar otro orgasmo, permitiéndose poner sus palmas a la altura del rostro ajeno y verlo desde arriba mientras Jeon se aferraba a su cadera mientras se empujaba con rudeza en su interior.

-Ya no puedo más- susurró viéndolo desde arriba.

-Prométame que volveremos a hacerlo- suplicó Jeon sin detener sus movimientos.

-Las veces que queramos, bebé- sonrió Min temblando y con espasmos en su cuerpo sudado.

Jungkook asintió y aceleró la velocidad de las embestidas sin apartar la vista de los ojos de Yoongi.

Y justo en ese momento, mientras una ola de placer abrumador cubría su cuerpo, a la vez que su empapado interior era llenado del semen caliente de Jungkook hasta hacerlo desbordar, notó que los ojos negros y llenos de mil estrellas del maknae ya no estaban. Eran opacos, fríos y duros. Su mirada se había envuelto en la plena lujuria desde hace mucho y Yoongi no pudo más que gemir su nombre antes de caer rendido sobre su cuerpo.

▪ 국기 ▪

A los primeros que les contaron fueron a Hoseok y a Jimin. Habían estado saliendo un mes a escondidas antes de decirle a los demás miembros, pero ellos parecían más interesados en el avance de su relación que ellos mismos así que era algo cruel no informarles del tema.

De vez en cuando, alguno de los dos restregaba en la cara de la pareja que ellos formaron parte integral del desarrollo de la relación, cosa que era una mezcla entre una broma y un reproche, pero ninguno de ellos se lo tomaba especialmente a mal.

-Y tú que creías que Jimin no hablaba de eso- rió un día Hoseok. -Era obvio que también le atraías.

-Tal vez- susurró Yoongi viendo a su novio ensayar la nueva coreografía junto a Namjoon y Seokjin. -Pero te equivocaste en algo.

-¿En qué?- preguntó viéndolo sorprendido.

-Tal vez es porque él es demisexual o porque siempre nos amamos...- susurró volteándose para verlo de reojo con una suave sonrisa. -pero definitivamente fue más que solo sexo.


Fin

No voy a mentirles, este no me gustó como quedó pero no quería seguir retrasando la actualización
Así que probablemente, cuando tenga tiempo, edite algunas cosas (después de febrero así no pierdo los comentarios para contar)

Hablando de eso, les dejé una nota en mi tablero con el tema de las actualizaciones siguientes
Por fa, leanla

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