Heridas abiertas

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Yet to come



Es fácil hablar de las historias de finales felices. Cuando terminan con una boda o una promesa de por vida; pero nadie quiere hablar de los finales trágicos o de los que dejan una herida abierta que no será fácil de sanar.

Ese último era el caso de Yoongi y Jungkook.

Habían comenzado a salir en el 2016. Todo era perfecto. Era fácil estar juntos, hablar de sus sentimientos y el sexo era increíble, pero todo lo bueno termina y el descenso fue un camino brusco y rocoso hasta su final.

Los miembros habían comenzado a evitar las habitaciones donde estaba la pareja. Era normal oírlos insultarse por lo bajo o hacerse muecas de desprecio cuando el otro hablaba.

Hoseok había llegado a la conclusión de que, en una pareja normal, esos comportamientos se podían guardar para la intimidad, pero, como Yoongi y Jungkook no tenían intimidad, acababan desquitando su ira en cualquier momento donde no haya cámaras.

Sin embargo, algo en ellos siempre había querido solucionar las cosas. Tal vez por el bien del grupo, o por no desperdiciar más de tres años de relación, o por amor.
El motivo no importaba, porque todos sus intentos se fueron al caño cuando Namjoon soltó seis simples y sencillas palabras: "Siempre supe que esto acabaría mal".

Esa noche, se juntaron en la habitación de Yoongi y el maknae simplemente juntó sus cosas y partió en silencio.

Sabían que estaban jugando con fuego al iniciar una relación dentro del grupo, pero habían luchado con mantener la compostura por años para no perjudicar sus carreras. No arruinarían todo ese trabajo por una ruptura dolorosa.

Aunque, definitivamente fueron los peores meses de la vida de ambos los primeros tras el final de su relación.

Seokjin recuerda haber tenido que llevarle la comida a Yoongi a la cama porque sino no se levantaba a comer y Jimin recuerda haber tenido que obligar a Jungkook a regresar a la casa una enorme cantidad de veces porque Jeon prefería dormir en el sofá del estudio a sentir la cama vacía.

Fueron meses horribles para todos.
Taehyung había sentenciado en nombre de todos que hubiese sido mejor que se sigan llevando mal en secreto antes que el sepulcral silencio que se formaba cuando estaban en la misma habitación.

Seokjin, Hoseok y Jimin se esforzaban de sobremanera para mantener un ambiente alegre, pero resultaba incomodo hacer reír a uno cuando el otro estaba sentado en una esquina sin poder sostenerle la mirada.

Habían logrado disimular la ruptura para principios del 2021. Yoongi y Jungkook ya podían trabajar juntos, solos, sin agarrarse de los pelos. Podían bromear y hasta estar a solas sin nada que hacer.

Jimin podía jurar que uno de los momentos más felices de su año, fue cuando fue a la sala de madrugada y ambos estaban viendo una película.
Estaban separados y no hablaban, pero habían decidido ver esa película juntos en lugar de simplemente encerrarse en sus habitaciones.

Pero todo lo bueno tiene un final y llegó tras la última mudanza.

▪ 국기 ▪

Jungkook había comenzado a odiarlo.

Algo dentro de él siempre había crecido en ira cuando Yoongi había hablado de sus experiencias románticas y sexuales previo al debut del grupo.
Jungkook no tenía ninguna.

Entró a la agencia cuando tenía once años. Debutó a los quince. Comenzó a salir con Yoongi a los dieciocho. No tuvo tiempo para experimentar.

Pero Yoongi tenía una larga lista de historias que contar de antes de él. De sus primeras novias, de su fiel amiga con beneficios, de la primera vez con un hombre, de sus polvos casuales con desconocidos, incluso de uno o dos tríos que hizo antes del debut.

Jungkook odiaba que le hable de eso cuando salían, pero había cierto morbo en pensar que, después de tantas aventuras, Yoongi escogía regresar con él todas las noches.

Pero, desde que terminaron, sus celos dejaron de provocarle seguridad, solo lo irritaban y lo sacaban de sus casillas.

-No entiendo- dijo Jimin mientras estiraban en la sala de ensayos. -¿Tu dónde estabas?

-En el medio- respondió Min sentado en el suelo. -Él a mí y yo a ella.

Jungkook chasqueó la lengua. Estaba lo suficientemente lejos para que Yoongi no lo oiga, pero lo suficientemente cerca para oír cómo le contaba a Jimin con lujo de detalles sobre el increíble trio de sus dieciocho.

-Siempre he querido hacer un trio- dijo Jimin pensativo. -Supongo que es un sueño común entre bisexuales.

Yoongi rio suavemente y asintió con la cabeza, haciendo a Jeon rodar los ojos antes de devolver su atención a los estiramientos.

-¿Has pensado en repetirlo?- preguntó Park. -No digo que conmigo, pero si realmente quieres, sabes que yo no arruinaré tu carrera.

Jungkook se atragantó con su propia saliva y casi cae de lleno al suelo, pero Taehyung lo sostuvo asustado y lo sentó contra el espejo.

Kim iba a preguntar si estaba bien, pero el menor lo silenció con un rápido gesto para oir la conversación de los dos mayores nuevamente.

-Es una tentadora propuesta- dijo Yoongi riendo. -Pero difícilmente encontremos una chica en la que confiemos tanto para hacer algo así.

-Si- susurró Park decepcionado. -Lamentablemente tiene razón.

Jimin les había dicho en el 2017 que era bisexual. Le había costado bastante, pero ver a Yoongi y Jungkook ser tan abiertos sobre sus orientaciones sexuales, lo motivó bastante.
El problema era que nunca había podido estar con un hombre. Para cuando se atrevió a salir del closet ya era suficientemente popular para que un rumor de que se acostó con un hombre fuera un escándalo a nivel internacional.

-¿No extrañas tener sexo con un hombre?- preguntó Jimin algo desanimado.

-El último fue él-susurró a sabiendas que todos entenderían que hablaba de Jungkook. -No sé si extraño tener sexo con un hombre o con él.

-Pero lo haces- susurró Jimin intentando, en vano, que Jeon no los oiga.

-Pero sé que él lo extraña más que yo- sentenció poniéndose de pie y cruzando miradas con Jeon. -Él no puede acostarse con mujeres como todos nosotros.

Jungkook frunció el ceño pero no dijo nada, solo dejó que Yoongi se aleje antes de girarse y notar que Taehyung lo estaba mirando.

-No sientas pena por mí por ser gay- ordenó Jeon.

-Siento pena por ti por no poder soltar a tu ex- corrigió Taehyung. -Que seas gay solo lo hace peor.

▪ 국기 ▪

Taehyung tenía razón y pudo comprobarlo recién el día que fueron, de sorpresa, a visitar a Yoongi para hacer la típica pijamada de estreno de la nueva casa.

Yoongi había sido el último en mudarse. Ningún departamento le convencía y a todos les encontraba problemas complicados de solucionar, así que su pijamada de estreno había tardado bastante.

Sin embargo, ninguno de ellos esperaba que los recibiera una chica de piel blanca, cabello negro y ojos amplios.

-¡No abras!- se había llegado a oir a Yoongi acercándose por el pasillo.

La chica se había paralizado frente a ellos. Tener puesta solo una camiseta de Yoongi no ayudaba a que se sienta menos observada.

-Hola- susurró ella.

Yoongi suspiró a sus espaldas, haciendo que los seis pares de ojos se posen en él.

-Ve a vestirte y vete- soltó Min.

La chica asintió y salió corriendo en dirección al cuarto de Yoongi, haciendo que Jungkook ruede los ojos y se vaya.

No tenía problema con que Yoongi tuviera sexo, mucho menos con la chica, pero le hastiaba pensar que Min podía dejarlo atrás a base de polvos con mujeres y que él siguiera recordando cuando hacían el amor para correrse solo en su mano.

Yoongi suspiró y se apoyó contra la puerta del pasillo.

Todos entraron como si nada hubiese pasado, salvo Namjoon que se acercó a Yoongi y le mostró las llaves de su auto.

-Yo lo traje.

Min suspiró agotado y se puso sus zapatos para salir en busca de Jungkook.

▪ 국기 ▪

Cuando Yoongi lo encontró, estaba sentado en el capo del auto de Namjoon en el estacionamiento del edificio, un cigarro en la mano y sus cabellos enredados en un puño.

-¿Pensabas quedarte ahí toda la noche?- dijo acercándose.

-Cuando termine el cigarrillo pediré un taxi- espetó sin verlo.

-¿En serio volviste a fumar cuando rompimos?- preguntó sentándose a su lado.

-Me alivia la abstinencia sexual- soltó con la mirada fija en el capo.

-Jungkook, ya ha pasado mucho tiempo- dijo Min viéndolo de reojo. -No puedes seguir teniendo abstinencia sexual.

-Es fácil decirlo cuando tú te has estado acostando con cuanta chica firme el contrato de confidencialidad-soltó junto a una risa amarga.

-No seas inmaduro- susurró mientras rodaba los ojos.

-¿Qué? ¿Ahora soy inmaduro pero hace unas semanas andabas diciéndole a Jimin que me extrañabas pero no tanto como yo a ti porque yo no puedo follar?- dijo bufando. -Me parece lógico que me enoje por esto.

-No es mi puto problema que seas gay- espetó con obviedad.

-No te estoy reclamando eso- sentenció haciendo que el silencio se apodere del lugar.

Habían comenzado a caer de nuevo en las peleas sinsentido que tenían antes de terminar y no era buena idea volver a eso.

-¿Estás celoso?- preguntó Yoongi con algo de pena. -Casi no la conozco.

-No estoy celoso de tu relación con ella- aclaró arrojando la colilla de cigarro al suelo para bajarse del auto y pisarla. -Estoy celoso de que tú me hayas superado y de que ella pueda estar en tu cama.

Yoongi vio en silencio como Jungkook regresaba al elevador del edificio, entendiendo que regresaría a la pijamada pese a todo.

Se bajó del auto, arrojó la colilla del menor al cesto de basura y emprendió camino a su departamento, saludando a la morocha que le sonrió a modo de despedida antes de abandonar el edificio ya vestida.

▪ 국기 ▪

El transcurso de la noche había sido normal. No se habían vuelto a hablar, pero no reaccionaban de forma negativa cuando les hablaban a ambos ni se negaban monosílabos o respuestas sencillas cuando tenían preguntas que el otro debía responder.

Yoongi había dejado las cosas preparadas para que todos puedan dormir cómodos en las habitaciones de invitados, menos Hoseok que tuvo que dormir con él porque no había tantas habitaciones en su departamento.

Jungkook se despertó asustado cuando Jimin, dormido y calmado, lo abrazó desde la espalda, subiendo su pierna a su cadera y pegándose a él.

Se dio la vuelta y vio al mayor con los labios separados y la ropa mal acomodada.

Jimin era atractivo. No podía culpar a Yoongi si se acostara con él en algún punto, pero él no podía hacerlo. No necesariamente por ser físicamente incapaz de excitarse con Park, pero pensar en acostarse con un amigo y compañero de trabajo, lo hacía pensar automáticamente en Yoongi.

Posó su mano en su cintura y suspiró al darse cuenta que la de Jiminera más firme y musculosa que la blanda y fina cintura de Yoongi. Pasó su mano por su muslo y pensó en exactamente lo mismo antes de quitar la pierna ajena de sobre él.

Se sentó en la cama con cuidado de no despertarlo y salió del cuarto entre maldiciones en susurros. Se dejó caer en el sofá y escondió su rostro en el almohadón intentando volver a dormir pero fallando en el intento.

Cuando Yoongi entraba en su mente, tardaba horrores en volverlo a sacar. Más de una vez lo había logrado cuando se tocaba pensando en él y, al acabar, estaba tan relajado que podía ocupar su mente en cualquier otra cosa.

Evidentemente, no iba a masturbarse pensando en él en su propia sala, así que se sentó frustrado y encendió el televisor. Bajó el volumen hasta casi el mínimo y comenzó a reproducir cualquier película que se presentara ante él.

Al cabo de una media hora, comenzaba a tener sueño nuevamente y se iba a marchar de nuevo con Jimin cuando vio a Yoongi entrar a la sala arrastrando sus pies en el suelo de madera.

-¿Qué haces despierto?- preguntó Min al verlo.

-Jimin- fue lo único que respondió y Yoongi asintió comprendiendo. -¿Tú?

Yoongi alzó los hombros mientras servía en un vaso algo de agua fresca.
El silencio reinó en el lugar mientras Yoongi tomaba su agua y solo se lograba oír de fondo las voces bajas del televisor.

-¿Estás bien?- preguntó Yoongi al ver que el menor no dejaba de mirarlo.

Jungkook suspiró cansado y negó en silencio, apoyando su espalda en el sofá por completo como si esperara que este lo absorba.

Nunca había sido capaz de mentirle a Yoongi.

-¿Qué ocurre?- preguntó dejando el vaso en la mesada y acercándose a él.

Jungkook lo siguió con la mirada por el rabillo del ojo hasta que el mayor se sentó a su lado y subió sus pies al sofá, dejando sus piernas entre ambos.

-Me siento un idiota- susurró desviando la mirada para no verlo.

-¿Por qué dices eso?- preguntó genuinamente preocupado.

El menor soltó un largo suspiro. No quería hablar de eso, y menos con Yoongi, pero si lo ignoraba o lo insultaba, la calma acabaría en una pelea y los miembros se enojarían con ambos otra vez.

-Me frustra que tu estés bien y yo siga pensando en ti cuando estoy solo, cuando me toco, cuando me baño- enumeró con la mirada gacha. -No siempre, pero cuando tengo tiempo libre siempre recuerdo lo que era estar contigo.

Yoongi no dijo nada. Algo en él le advirtió que, si abría la boca, Jungkook se pondría a la defensiva y no llegarían a ningún lado.

-Cuando me mudé no pude parar de pensar en que todos los recuerdos juntos se habían quedado en el otro departamento- susurró tragando duro. -Las veces que nos duchábamos juntos quedaron en el otro baño, las veces que teníamos sexo antes de dormir quedaron en la otra cama, las veces que nos besábamos mirando películas quedaron en la otra sala, las veces que cenábamos solos quedaron en la otra cocina- suspiró con el entrecejo alzado. -Y los únicos recuerdos tuyos que estoy formando son peleas, momentos incomodos y expresiones de molestia.

Min sintió su corazón oprimirse. No sabía cómo decirle que eso mismo fue lo que más le había dolido de mudarse a su nuevo departamento, pero quería que entienda que su herida también seguía abierta.

Bajó las piernas para poder abrazarlo con fuerza, rodeando su cuello con sus brazos y escondiendo su rostro en su hombro.

Jungkook soltó un jadeo ante la sorpresa pero acabó rodeando la cintura del mayor con sus brazos y pegando el cuerpo de Yoongi al suyo.

Suspiró satisfecho al sentirlo a él, su pequeño pecho, sus finos brazos, su blando abdomen, su suave cadera y su dulce aroma. Amaba ese cuerpo. Amaba sentirlo tan pequeño en sus brazos por comparación. Amaba que sea tan delicado por fuera y tan fuerte y seguro por dentro. Amaba la dualidad de Yoongi en su totalidad.

No supo en qué momento se había largado a llorar, pero lo notó cuando el mayor le susurró que estaba bien hacerlo.

-Te extraño- jadeó escondiendo su rostro en el hombro ajeno.

Yoongi suspiró ante sus palabras, sintiendo su corazón oprimirse en su pecho y como el nudo en su garganta crecía.
Se separó de él, sentándose en sus muslos para poder limpiar las lágrimas de sus mejillas y morder sus propios labios para evitar llorar con él.

-También te extraño- susurró con el entrecejo alzado de la pena. -Te sigo amando, Kook-

-Y yo a ti- murmuró pasando sus manos sin ganas a su cadera.

El mayor se acercó a él y dejó un suave y lento beso en su mejilla. Jungkook se volteó lentamente cuando los labios dejaron de tocar su piel, viendo a los ojos a Min a escasos centímetros.

-Kook- suspiró cuando sintió la mano ajena subir por su espalda hasta su mejilla.

-Una vez más, Yoon- susurró sobre sus labios.

Yoongi asintió en silencio antes de besarlo, juntando sus labios como si el tiempo nunca hubiese pasado, como si hubiesen nacido para eso.

Jungkook suspiró entre besos, cuando las manos ajenas subieron por su pecho hasta sus mejillas, haciéndolo bajar sus manos a su cintura y pegarlo más a su cuerpo.

-Kookie- jadeó llevando sus manos a su nuca para entrelazar sus dedos con sus cabellos.

Jeon no respondió, solo besó con seguridad esos labios que tanto amaba y adentró su lengua en la boca ajena, sintiendo como Min se pegaba más a él y correspondía el gesto.

Bajó sus manos, adentrándolas bajo la ropa ajena para sentir la suave piel de la espalda baja del mayor y notar como se separaba para sentarse mejor sobre él.

Lo vio agitado y sonrojado, limpiando la saliva que había caído por su barbilla con el dorso de su mano ligeramente temblorosa.

-Yoon- susurró viéndolo a los ojos. -Dime que haremos el amor.

Yoongi jadeó ante sus palabras. Extrañaba tanto oír su voz antes del sexo, oírlo decirle palabras bonitas y como cada pequeño acto significaba algo más entre ellos.

-Por favor- respondió Min antes de juntar sus labios con necesidad.

No importaba si Yoongi había podido tener sexo desde que terminaron, los dos estaban sumamente desesperados por volver a hacerlo al punto de que la ropa no tardó nada en comenzar caer.

Lo primero de lo que se deshicieron fue la camiseta blanca de Yoongi que cayó al suelo con ayuda de las apresuradas manos del maknae que buscaba sentir un poco más de su lechosa piel contra las yemas de sus dedos.

Yoongi, prácticamente, le había arrancado la camiseta a Jungkook, despeinandolo notoriamente en el proceso. Normalmente eso les causaría risa a ambos, pero estaban tan apresurados que solo volvieron a besarse mientras las manos del menor se colaban en sus pantalones para tomar sus nalgas con firmeza.

-Follame- jadeó Min entre besos. -Quiero que metas tu polla en mi culo y te vengas en mí.

Jungkook no respondió; no pudo hacerlo. Se puso de pie, cargando al mayor desde el trasero, sintiendo su erección clavándose en su vientre.
Lo arrojó al sofá sin cuidado. Sabía a la perfección como Yoongi disfrutaba del sexo y no necesitaba que le diga que no fuese delicado con él.

Se acomodó sobre él, pero no pegó su cuerpo al suyo para poder quitarle lo que restaba de su ropa entre besos rápidos y necesitados.

-Te haré sentir que te estoy rompiendo a la mitad- susurró sobre sus labios. -Te mostraré que soy mejor que cualquier otra persona que te haya tocado en la vida.

Yoongi soltó un gemido de excitación cuando se encontró desnudo y vulnerable frente a los ojos negros de Jungkook y vio como sus labios separados e hinchados eran mordidos por sus blancos dientes con hambre de verlo desnudo.

Jungkook besó sus labios con desesperación antes de bajar sus besos a su cuello, donde mordió y chupó sin preocuparse por las marcas que podría dejar en su blanca piel. Algo en él quería marcar territorio y dejar constancia de que Yoongi siempre había sido de él, tanto como Jungkook lo era de su mayor.

Yoongi gimió al sentir los dientes raspando su cuello en un camino superficial hasta su pecho, donde mordió y lamió sus pezones a gusto, sintiendo los espasmos del cuerpo bajo él.
Subió su pierna al respaldo del sofá para no separar de más el cuerpo del menor del suyo, logrando que este baje sus labios por su vientre hasta su miembro alzado.

Soltó un gemido cuando la boca ajena comenzó a dejar besos húmedos y lamidas calientes en su extensión, antes de que la cubra por completo con su boca ansiosa.

Arqueo la espalda con fuerza, llevando sus manos a su cabello y manteniéndolo firme para que no se mueva en lo absoluto.

-No resistiré si haces eso- susurró tembloroso. -Y no aguantaré otra corrida.

Jungkook frunció el ceño sabiendo que se refería a la chica con la que había estado esa mañana.
No iba a echarse para atrás en ese momento. No le importaba donde había estado su polla antes, ahora estaba ahí y era suya como todo Yoongi.

Chupó con fuerza antes de retirarlo por completo de su boca, haciéndolo estremecer y suspirar por la acción.

-Lubricante- soltó Jeon relajando su semblante nuevamente.

-En mi cuarto- soltó frunciendo el ceño y cerrando los ojos. -Está Hobi.

Jungkook hizo una mueca y se separó, adentrando la mano en sus pantalones para fajar su miembro y ponerse de pie.

-¿Dónde?- preguntó acomodándose el cabello con las manos por si el mayor despertaba en el proceso.

-En la mesa de noche del lado del closet- dijo agitado. -Primer cajón.

Jungkook asintió y se dirigió a su cuarto dejándolo solo.
Entró con sumo cuidado, intentando no hacer ningún sonido y viendo a Hoseok acostado en la cama sumamente dormido.

Caminó a paso lento hasta la mesa de noche y se puso de rodillas para poder hacer el menor ruido posible. Abrió el cajón y vio el lubricante neutro de Min. Lo tomó con cuidado, pero cuando se puso de pie para salir, notó que la caja que había a un lado era el consolador que tanto habían usado juntos.

Lamió sus labios con una sonrisa picara y lo tomó con cuidado pero abrió los ojos de par en par cuando vio que bajo esa caja estaba la foto polaroid que habían tomado juntos en su primer aniversario.

Sonrió enternecido al ver lo felices que se veían en aquel momento y agradeciendo que Yoongi haya conservado la fotografía después de todo lo que había pasado entre ambos.

Cerró el cajón con cuidado y salió de la habitación en sumo silencio, volviendo casi corriendo hasta la sala.

Cuando llegó a su huyng, lo vio con las piernas abiertas y dos dedos en su interior. Sus mejillas estaban rojas y sus ojos cristalizados mientras movía su mano en un lento vaivén.

-No puedo hacer mucho más con saliva- jadeó viéndolo a los ojos.

Jungkook sonrió ante él y arrojó la caja y el lubricante al sofá para poder quitarse los pantalones junto a sus boxers y dejarlos en el suelo antes de subir junto a él.

Yoongi lamió sus labios al ver su miembro duro y palpitante, pero no pudo hacer nada más que quitar sus dedos cuando notó como Jungkook sacaba de la caja su consolador.

-¿Con esto me reemplazaste?- preguntó Jeon de rodillas entre sus piernas mientras vertía el lubricante en el juguete. -¿Creías que esto era suficiente?

-Es todo lo que puedo hacer- rió entre dientes el mayor. -Pero es muy pequeño.

Jungkook rió sabiendo que el juguete no era nada pequeño, pero que Min solo lo estaba comparando con él.

-Dime algo- dijo llevando el consolador a su entrada para comenzar a presionar suavemente. -¿Piensas en mi cuando lo usas?

Yoongi arqueó la espalda mientras sentía como el plástico se adentraba en él lentamente pero sin pausa.

-S-Si- gimió apretando los cojines del sofá con sus manos. -Siempre pienso en ti.

Jungkook abrió los ojos ante su respuesta, pero se limitó a comenzar a embestirlo con el aparato, viendo como el mayor gemía y temblaba por sus movimientos.

Fue brusco y rápido. Jungkook disfrutaba de sobremanera verlo retorcerse de placer con intensidad, pero necesitaba entrar en él lo antes posible, así que lo único que pudo hacer es embestirlo rápidamente y sin consideración.

-No creo que todos tus cuartos sean a prueba de sonido ¿Verdad?- preguntó Jungkook.

El mayor abrió los ojos de par en par y cubrió su boca con sus manos negando con la cabeza y haciéndolo reír entre dientes.

-Nadie vendrá a interrumpir si nos escuchan- aclaró Jungkook quitando bruscamente el juguete de su interior y arrojándolo al suelo. -Queda en ti si quieres que se enteren de esto o no.

Yoongi aflojó sus manos pensativo mientras el menor cubría su miembro con el lubricante. Los miembros definitivamente los juzgarían si se enteraban que aún sentían cosas por el otro, pero no creía que les reprochen demasiado si se enteraban que habían vuelto a tener sexo.
Después de todo, Jungkook en algún momento acabaría necesitando acostarse con un hombre y Yoongi ya se estaba cansando de solo estar con mujeres, así que podrían hacerlo pasar por el bien del grupo.

Claro que sería una mentira, pero una lo suficientemente realista como para poder disimular.

No pudo seguir pensando en ello cuando Jungkook entró en él de un solo movimiento, haciéndolo gritar contra la palma de su mano y abrir los ojos de par en par.

Jeon había sido delicado y cariñoso en el sexo los primeros meses juntos, pero Yoongi le había dado una extensa charla de por qué no debía serlo y de cómo no estaba hecho de cristal, cosa que acabó en un resultado bastante opuesto que llegó a dejar a Min en cama por días más de una vez.

En momentos como ese, Yoongi se arrepentía de haberle pedido que no sea delicado, pero sabía que valdría la pena en cuestión de segundos.

Jungkook tomó la pierna de Yoongi que no estaba sobre el respaldo del sofá y la acomodó en su hombro, dejando el interior de la rodilla en este para que pueda flexionar la pierna y no se lastime.
Yoongi soltó un quejido pero se mantuvo firme y se concentró en la sensación del gran miembro ajeno en lo más profundo de él, donde solo había llegado él en tantos años.

-No abuses- suspiró Min. -No hago esto desde que rompimos.

Jungkook sonrió ante el comentario, acercándose a él sin mover sus caderas para sentir sus labios rozando los suyos.

-Pues, te diré algo, lindo- susurró sin alejarse. -Tú llevas mucho tiempo sin que alguien te rompa el culo como te gusta- dijo con una sonrisa pícara. -Pero yo llevo todo ese tiempo sin follar y tú eres la pobre victima que tendrá que aguantarlo.

Yoongi tragó duro pero en ese preciso momento asumió que todos en el edificio lo oirían esa noche. Solo quedaba esperar que no diga nada que comprometiera su imagen y rezarles a los santos porque nadie fuera de su departamento note que sus gritos venían de ahí.

Jungkook no tuvo la decencia de darle más que ese tiempo para adaptarse, así que comenzó a moverse desde un inicio con velocidad y brusquedad, logrando que suelte un grito ahogado y cubra su boca con su mano cómo podía dado al movimiento de su cuerpo.

Jungkook se acomodó mejor, sosteniendo las piernas ajenas con sus propias manos y logrando subir el cuerpo ajeno para poder embestirlo con más facilidad.

Yoongi tomó un cojín con una de sus manos y la acomodó con dificultad bajo su cadera viendo como Jungkook podía comenzar a moverse más rápidamente.

El sofá crujía contra la madera, el lubricante salía del interior de Min con un ruido viscoso y sus cuerpos chocaban con fuerza logrando que el ruido de los golpes resuene en la sala.

-¿Te gusta así, verdad?- preguntó Jungkook con una sonrisa de superioridad. -Te gusta que te dé tan duro que no puedas pensar.

Yoongi asintió, su mano aun cubría su boca con fuerza así que no podía hablar. No quería evitar que los miembros se enteren, solo quería no gritar el nombre del menor como si nunca hubiese sido follado en su vida.

-Mañana te llevaré a mi casa- susurró Jeon agitado. -Donde nadie pueda oírte más que yo- dijo besando sus piernas finas y blancas. -Y gritarás mi nombre tanto como te gusta.

Yoongi puso los ojos en blanco sintiendo como su vientre comenzaba a contraerse con fuerza. Quería tocarse y venirse, pero sentía que si dejaba de sostener el sofá con su mano libre, acabaría golpeando su cabeza con el apoyabrazos de lo fuerte que lo estaba embistiendo el menor.

Jungkook entendió rápidamente el gesto del mayor y llevó su mano a la polla ajena, comenzando a tocarlo rápidamente, sintiendo como su propio clímax estaba llegando y comenzaba a llenar el interior ajeno de presemen caliente.

-No puedo más, bebé- jadeó Jeon sin poder detener el movimiento bestial de sus caderas apresuradas.

Yoongi asintió con el entrecejo alzado y con las piernas temblorosas, logrando que Jungkook se deje ir y llene su interior caliente y mojado de su semen espeso y blanquecino.

Jeon sintió los últimos espasmos de su cansada cadera cuando el líquido salado del mayor manchó los pechos sudados de ambos y empapó su mano firme en su miembro.

Se dejó caer sobre el mayor que gimió adolorido cuando sus piernas se separaron dolorosamente por la caída del menor.

Yoongi llevó su temblorosa mano a la espalda ajena intentando calmar las consecuencias de su orgasmo y acarició su pegajosa piel con cansancio.

-Tienes que...- jadeó agotado.

Jungkook salió de él con cuidado y se sentó sintiendo sus músculos adoloridos y su vientre comenzando a relajarse.

-No puedo ir a dormir con Jimin después de esto- susurró haciendo a Yoongi reír entre dientes.

-Ni yo con Hobi- dijo intentando sentarse pese al dolor. -¿Por qué no buscas una manta y dormimos aquí?

Jungkook rió pero asintió en silencio, poniéndose de pie para volver a ponerse los boxers pese a su piel pegajosa por el sudor, el lubricante y el semen.

-Será una linda imagen para los chicos en la mañana- dijo perdiéndose en el pasillo.

Yoongi rió entre dientes y se estiró como pudo para dar con los papeles descartables de la mesa de centro y poder comenzar a limpiarse tanto como el dolor en el cuerpo se lo permitía.

▪ 국기 ▪

Jungkook sintió el peso de Yoongi caer sobre él. Ambos estaban desnudos y sudados en el cuarto del menor; cuarto que se había vuelto su lugar de reunión frecuente desde aquella noche.

Había sido una decisión sencilla para ambas. No dudaban que aún se querían pero la posibilidad de una nueva relación romántica no había sido discutida; no como la idea de volver a tener sexo.

A los miembros se lo habían planteado de una forma sencilla: era lo mejor para la imagen del grupo.

Yoongi dejaba de correr riesgos acostándose con chicas y Jungkook no metería la pata por saciar un calentón con un desconocido.
Era lo mejor que se podía plantear para el grupo, pero más de uno de los chicos ya venían sospechando que eso no acabaría en simple sexo sin compromiso.

Aunque, siendo sincero consigo mismo, el que mayor miedo tenía de eso era el mismo Yoongi.

-¿Quieres que te lleve al baño?- preguntó Jungkook acariciando su espalda.

Min negó con cansancio y se dejó caer a su lado, permitiendo que Jeon cubra sus cuerpos desnudos con la sabana.

-¿Recuerdas nuestra primera cita?- preguntó Yoongi sin verlo.

-¿La cena en el hotel en Busan?- preguntó haciéndolo reír. -Fue el único lugar a donde pudimos ir sin que nos vean.

-Era una puta mierda no poder salir- confesó Yoongi. -Siempre estábamos con los chicos, en el trabajo, en casa, en las vacaciones, en los días libres.

-¿Recuerdas ese día que nos dieron libres a todos y pensábamos usarlo para nosotros pero Jin decidió que era un excelente día para estar en la sala jugando videojuegos hasta el día siguiente?- preguntó haciéndolo reír.

-Casi lo mato- soltó entre risas de ambos.

El silencio se instaló de a poco en la habitación. Yoongi había acabado usando el brazo ajeno de almohada así que Jungkook no se pudo apartar cuando Min lo abrazó por la cintura, haciendo que el maknae lo vea con sospecha.

-¿Pasa algo?- preguntó Jeon pero el mayor negó.

-Te extraño- susprió sin verlo.

-Estoy aquí- susurró sospechando de lo que estaba intentando decir en realidad.

-¿Por qué no pensar en regresar?-preguntó en un suspiro viéndolo desde abajo.

Jungkook hizo una mueca y tragó duro recordando lo mal que la había pasado cuando rompieron la primera vez.

-Aun no sano- confesó sin verlo. -Tenerte así, de nuevo, me está ayudando, pero nos hemos dicho cosas horribles cuando peleamos en ese entonces y no quiero volver a caer en eso.

-Lo entiendo- susurró Min sentándose en la cama. -No puedo prometerte que no volvería a pasar.

Jungkook lo vió ponerse de pie y comenzar a vestirse, así que él se sentó algo preocupado por su reacción.

-Pero...- Murmuró sentándose para ponerse los zapatos mientras le daba la espalda. -Sí creo que, a veces, vale la pena arriesgarse.

Jungkook bajó la mirada mientras que oía los pasos de Yoongi rodear la cama para dejar un rápido beso en sus labios.

-Piensa que tu corriste un riesgo enorme al rechazar a otras agencias y entrar aquí- dijo viéndolo a los ojos. -¿Valió la pena el riesgo?

Jungkook no respondió. Yoongi no esperaba una respuesta, simplemente se fue, dejándolo nuevamente solo en su casa.

▪ 국기 ▪

Jungkook había estado distante desde aquella conversación. No con Yoongi, con todos.
Los miembros le hablaban y él respondía con lo justo y necesario, muchas veces ni los oía.

-Kook- dijo Teahyung codeándolo. -Hyung te habla.

Jeon lo vio sorprendido y luego se giró a los otros sin saber de quien hablaba, haciendo suspirar a Namjoon.

-¿Qué te está ocurriendo?- preguntó el líder.

Jungkook mordió el interior de su mejilla y su vista se desvió inconscientemente a Yoongi que apretó sus labios y bajó la vista.

-¿Podemos hablar?- preguntó ignorando la pregunta.

Yoongi lo vió y asintió en silencio, haciendo que ambos se pongan de pie para salir de la sala.

Jeon siguió al mayor a su estudio, cerrando la puerta tras él y viendo a Min sin decir nada antes de acercarse para besarlo.

Yoongi correspondió sin dudas, sintiendo las manos ajenas en sus mejillas y el pecho de Jungkook contra el suyo.
Dio pasos lentos hacia atrás hasta chocar con el escritorio, dejando que el menor lo suba a este y se acomode entre sus piernas.

-¿Esto es hablar?- preguntó entre besos.

Jungkook se detuvo y apoyó su frente en el hombro ajeno, respirando agitado y rodeando su cintura con sus brazos.

-Te amo, lindo- susurró sintiendo las manos del mayor acariciando su espalda.

-Y yo a ti- respondió preocupado. -¿Qué pasa, Koo?

-No he podido dejar de pensar en ti desde que me dijiste de volver a salir- dijo sin separarse. -Me haces muy complicado superarte.

Yoongi lo vio desde arriba con pena y acarició su cabello con suavidad y cariño.

-Tal vez porque no quiero que me superes- susurró haciendo que el menor se separe.

Se vieron a los ojos en silencio. Jungkook mantenía sus manos en el escritorio, a los costados del cuerpo de Yoongi, inclinado hacia adelante para verlo de cerca y desde abajo.

-¿Realmente quieres hacer esto?- preguntó jugando con su lengua dentro de su boca para resistirse a besarlo.

-Siento que lo que nos hemos hecho, no ha sido desde la maldad- dijo en voz baja recordando sus peleas. -Estábamos frustrados, cansados y sobrepasados por todo.

Jungkook asintió rápidamente.
Muchas veces solo acababan explotando por cansancio y por todas las situaciones que atravesaron su relación. No era la mejor reacción que podían tener, pero realmente podían reconocer que no era desde el odio o la maldad.

-De los errores se aprende- susurró Min alzando la mano para acariciar su mejilla. -Y creo que ahora que tenemos más tiempo para nosotros y lugares para estar solos, así que creo que podríamos manejar mejor todo.

-Sabes que si algo como eso vuelve a pasar, arruinaremos todo- susurró Jungkook sin apartarse. -Te amo con locura, pero el trabajo.

-Estoy harto del trabajo- espetó frunciendo el ceño. -Me encanta lo que hago, pero no quiero que siga jodiendome la vida.

-No quiero mandar todo a la mierda- soltó Jungkook. -No quiero elegir entre tu o mi carrera.

-No quiero que tengas que hacerlo- murmuró Min. -Pero no quiero condicionar mi vida privada por el trabajo.

Jungkook guardó silencio pero asintió dándole la razón y luego lo vió a los ojos sin titubear, levantando su torso y acercándose para hacer que Min alce la vista y lo mire desde abajo.

-Si haremos esto, quiero hacerlo bien- soltó pasando sus manos por sus muslos. -Tenemos que sanar las heridas de esa ruptura.

-Definitivamente- asintió bajando la mirada. -Todo lo que te he dicho...

-No, no- negó haciéndolo alzar la vista y logrando dejar un suave beso en sus labios. -Cuando terminemos, ven a casa a cenar y hablamos calmados.

-¿Seguro?- preguntó acariciando sus mejillas. -¿No quieres ir ahora?

-No- negó dejando otro beso rápido. -No quiero pensar en eso ahora, solo quiero estar contigo, ignorarlo y luego lo veremos.

-De acuerdo- asintió Yoongi dejando que Jungkook lo tome en brazos y lo baje del escritorio. -Vamos antes de que acabes forllandome.

-No me tientes, Min- rió siguiéndolo fuera del estudio para regresar con los chicos.

Jungkook había luchado con sanar sus heridas abiertas desde que rompieron, pero, a veces, las heridas no cierran solas y necesites de alguien que ayude en el proceso, y quien lo haría sería el mismo Yoongi que necesitaba de la misma atención que él.

Fin

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