F#ck U

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Yoongi
Fem! Version

Jk Life goes on
Fem!YG Dope

Los Jeon habían celebrado el ingreso de la hija mejor a la universidad como si fuese el mayor logro del mundo.
Jieun era muy buena y respetuosa, pero, aunque era de buenas notas, su familia creía que nunca se decidiría por una carrera. Cuando al fin lo hizo ameritó una gran celebración familiar.

Sin embargo, cuando la fiesta se detuvo y el año universitario comenzó, quedó en manos de su fiel hermano mayor protegerla y guiarla en el campus.

Jungkook era el ejemplo de chico malo imponente a simple vista. El cabello largo, la ropa negra, los tatuajes en su brazo y los pircings visibles mantenían a más de un estudiante lejos de él, así que sería sencillo proteger a su hermana.

Él estaba en tercer año de la carrera de psiquiatría, mientras que Jieun había comenzado en la de ginecología. Si bien no eran las mismas ramas, ambos vivían en los edificios de medicina.

El mayor no podía acompañarla en todo su día a día escolar, pero estaba con ella lo suficiente para que la transición de Jieun fuese leve.

Al mes de comenzadas las clases, Jungkook dejó de estar tan al pendiente de su hermana ya que parecía no necesitarlo más, pero, poco después de ello, Jieun lo necesitaría más que nunca.

▪ 국기 ▪

Jungkook estaba saliendo de sus clases patología cuando su teléfono comenzó a vibrar vez tras vez, haciendo que no se detenga.
Cuando fue a responder los mensajes, una llamada de su hermana interrumpió en la pantalla.

-¿Eun?- preguntó al responder.

-¿Puedes venir a buscarme?

Jungkook frunció el ceño al instante tras haber oído el llanto de su hermana inundando la línea.

-¿Qué te ocurre? ¿Dónde estás?- preguntó alterado.

-En el baño de chicas del tercer piso a la derecha- dijo entre sollozos. -Frente al aula grande.

-Ya voy.

Jungkook cortó rápidamente para salir corriendo en busca de su hermana, entrando al baño de mujeres sin importarle como las demás lo veían y entrando al cubículo donde los zapatos amarillos de su hermana se asomaban.

-¿Qué ocurrió?- preguntó viendo que su blusa se encontraba manchada de café.

-Una chica me lo arrojó encima- dijo llorando. -No sé qué le hice.

Jungkook chasqueó la lengua y abrazó a su hermana, sin importarle mancharse del café que aún estaba tibio.

-Quítatela, te daré mi sudadera.

▪ 국기 ▪

Unos días más tarde tras el incidente del café, Jieun le pidió a su hermano pasar la noche en su habitación, aprovechando que su compañera se había marchado.
Pidieron pizzas y helado, y vieron películas animadas hasta tarde como cuando eran niños, pero Jungkook logró que vuelva a hablar de quien le arrojó el café pese a la voluntad de su hermana.

-Es rubia, tiene el pelo casi blanco y largo hasta la cintura- dijo pensativa. -Ojos finos, pestañas largas y llevaba puesto un conjunto rosa.

-¿Pero solo se acercó a ti y te arrojó el café?- preguntó él confundido.

-Estábamos en la cafetería y ella venía con otras chicas, estaba viendo hacia el otro lado y me chocó- dijo bajando la mirada. -Pero no se disculpó, solo se rió y dijo que mi blusa se veía mejor así.

-Es una perra- susurró haciéndola sonreír por lo bajo.

-Solo espero que no vuelva a suceder- susurró viendo sus manos. -¿Qué tal si bajas por más gaseosa?

-¿Quieres salir rodando?- preguntó poniéndose de pie.

-El azúcar me hace feliz- respondió ella con una sonrisa de oreja a oreja que hacía que sus ojos se cerraran.

Jungkook rió entre dientes y despeinó lo azabaches cabellos de su hermana antes de salir de su habitación.

Solo debía bajar al supermercado veinticuatro horas del campus y comprar una gaseosa grande, pero, de camino, algo interrumpió sus planes.

La puerta del elevador se abrió y una rubia en pijamas rosa con una paleta en la boca apareció a su vista. No tardó demasiado en notar que era la misma que su hermana le describió, haciendo que se congele en su lugar.

La chica pasó por su lado sin verlo hasta que estuvo unos centímetros tras él. En ese momento, la colonia de Jungkook llamó su atención, haciendo que lo vea y provocando que él se gire igualmente.

La rubia sonrió, sosteniendo la paleta para evitar que se caiga antes de darle una larga lamida mientras regresaba a su camino habitual.

Jungkook sintió una mezcla de emociones que lo habían consternado tanto al punto que se olvidó que iba a comprar al supermercado en primer lugar.

Pero no podía hablarle de ese encuentro a Jieun ¿Cómo podría decirle a su hermana que las ganas que tenía de matar a esa chica por avergonzarla, habían mutado a querer follarla en unos pocos segundos?

▪ 국기 ▪

La segunda vez que vio a la rubia, solo estaba yendo a darle una visita improvisada a su hermana en su tiempo libre. Su habitación quedaba en el mismo piso que la de Jieun pero un poco más cerca del elevador.
No fue raro para él acabar frente a ella cuando la rubia salía de su cuarto aparentemente vacío. Ella lo vio de arriba abajo y cerró la puerta tras ella, apoyándose en esta con una ceja alzada.

-¿Qué me ves?- preguntó divertida.

Jungkook bajó la mirada por aquél comentario, viendo que la rubia de largos cabellos llevaba unos pantalones de mezclilla celestes ajustados y un top rosa que dejaba ver su pequeña cintura.

-Llevas calcetines de gatitos- dijo bajando más la mirada, haciéndola reír entre dientes.

-Soy Min Yoongi- se presentó viéndolo desde abajo.

-Soy Jeon Jungkook- respondió viendo como Yoongi se erguía para acercarse a él. -El hermano mayor de Jeon Jieun.

-No sé quién es- dijo alzando los hombros.

-La chica a la que le arrojaste tu café hace unos días- respondió Jungkook con voz firme.

Podía mentirle al mundo entero fingiendo que no moría de ganas por enterrarse en Min Yoongi, pero no importaba cuanto le gritaran sus hormonas por hacerlo, no dejaría que nadie lastime a su hermana.

Una sonrisa divertida invadió el blanquecino rostro de la rubia.

-¿Y qué con eso?- preguntó lamiendo sus labios. -¿Vienes a buscar venganza?

-No eres el centro del mundo- dijo haciéndola reír. -Venía a verla a ella.

-Pero estás aquí conmigo- dijo alzando una ceja.

Jungkook chasqueó la lengua cuando la mano ajena se posó en su pechó, haciéndolo estremecerse contra las largas uñas blancas de la rubia.

-Eres una jodida perra ¿Lo sabías?- preguntó sin apartarse. -La has hecho llorar con tal de no pedirle unas jodidas disculpas por un accidente.

-Oh vamos, le hice un favor- dijo rodando los ojos. -Esa blusa de limones era horrorosa.

-No es tu puto asunto lo que use- respondió sin dudar.

-Uy en serio estás cabreado- dijo mordiendo su lengua con una mirada divertida. -¿Quieres golpearme por ella?

-No golpearía una mujer- espetó serio mientras la mano ajena subía por su pecho.

-¿Me consideras débil e indefensa?- preguntó subiendo la mano hasta su cuello y rodeando este con sus dedos. -¿Acaso crees que eres demasiado para mí, Jeon?

Jungkook tragó duro, dejando que la rubia sonría con superioridad al sentir la manzana de Adán subir y bajar contra la palma de su mano. Pero no se separó de ella, solo mordió su labio inferior, haciendo que la mirada de la rubia baje al piercing en su belflo.

-Quiero golpearte, pero no como tú esperas- susurró haciendo a Yoongi abrir los ojos.

-Hazlo- sonrió mordiendo su labio inferior por instinto. -Te reto.

Jungkook la empujó contra la puerta de su cuarto, antes de que ella lleve la mano a la perilla y la abra rápidamente, adentrando al azabache de un movimiento al jalarlo del cuello de la camisa.

Yoongi se puso de puntas de pie para tomar al mayor de la nuca y juntar sus labios en un beso rápido y necesitado, haciendo que Jeon se incline hacia ella mientras se deshacía de su sudadera.

-Hazlo- susurró Min entre besos, lamiendo el hierro que atravesaba el labio ajeno. -Golpéame cómo quieres.

Jungkook la empujó contra la pared, dejando que le dé la espalda para pegarse a ella y bajarle los pantalones hasta los tobillos de un movimiento apresurado.
Yoongi soltó un jadeo al quedar en ropa interior, pero este se tornó un gemido cuando la mano del azabache se adentró bajo la fina tela blanca de encaje y acarició su intimidad húmeda y caliente con sus largos dedos.

-¿Quién diría...- dijo agitada, dejando que Jeon alce su trasero sin dejar de tocarla con delicadeza. -...que el niño emo sabe qué hacer con una mujer?

Jungkook chasqueó la lengua ante su risa pero no respondió; en cambio, alzó la mano libre y soltó un golpe en su redondo y blanco trasero, donde quedaron marcados en rosa cada uno de sus dedos.

-Dime si quieres más- dijo adentrando dos dedos en ella y pegando sus labios a su lóbulo para hacerla estremecer en sus brazos.

-Si te atreves a detenerte...- dijo dadeante y viéndolo de rojo sobre su hombro. -...te joderé la vida Jeon.

▪ 국기 ▪

Jungkook había enterrado su aventura con Yoongi en lo más profundo de su mente. No había hablado del tema con nadie y había evitado por completo hablar de la rubia con su hermana.

Una parte de él sabía que no debería hacer tanto drama por haberse acostado con una chica mayor de edad con su pleno consentimiento, pero se sentía como la peor persona del mundo por traicionar la lealtad de su hermana.

-Es una maldita- dijo Jieun sentada frente a él en la mesa del comedor mientras almorzaban juntos.

Jungkook se volteó sobre su hombro y vió a la rubia sentada con unas cuantas personas del otro lado del comedor.
Sus miradas chocaron por unos segundos hasta que Jeon le guiñó un ojo haciéndola reír por lo bajo antes de devolver su vista a sus amigos.

-Soy su jodido blanco- dijo Jieun creyendo que se había reído de ella. -En clases de anatomía se rió de mí por una pregunta que le hice al profesor.

-¿Qué preguntaste?-cuestionó su hermano girándose por completo hacia ella nuevamente.

-¿Acaso importa?- preguntó frunciendo más el ceño. -Habían preguntado cosas más básicas y solo se burló de mí.

-Tal vez le gustas- dijo alzando los hombros y haciendo a su hermana rodar los ojos.

-Es solo una maldita hija de puta- dijo poniéndose de pie. -Iré a comprar algo para la cena ¿Vienes?

Jungkook sintió como su cuerpo intentaba hacerlo girar hacia la rubia, pero se contuvo y negó con una suave sonrisa para su pequeña hermana.

-Iré a ver a un profesor por una nota- mintió alzando los hombros.

Jieun se marchó del lugar y le dio paso tácito para girarse rápidamente a la rubia que estaba saliendo de la cafetería a paso lento, dejando que sus largos cabellos se mecieran al son de su falda rosa a cuadros.

Se puso de pie y la siguió hasta las escaleras, donde subió de dos en dos hasta quedar a su altura, posando su mano en su cintura para hacer que Min lo viera.

-¿Puedo hacer algo por ti?- preguntó con una sutil sonrisa ladina.

-De hecho, si- dijo haciéndola alzar las cejas sorprendida y dejando que el azabache la guie hacia el pasillo. -No quiero que mi hermana se entere de esto.

-¿"Esto"?- preguntó riendo entre dientes.

-"Esto", "Eso" lo que quieras- respondió restándole importancia. -No quiero que se entere de que me acosté con la perra que la intimida.

Yoongi no pudo evitar soltar una risa bastante sonora antes de tomar la mano ajena y guiarlo por el pasillo hasta un lugar menos concurrido no muy lejos de donde estaban.

-¿Qué te acostaste con ella o que te acuestas con ella?-preguntó apoyándose en la pared y tomando la camisa de Jungkook para acercarlo a ella.

-¿Acaso le estás pidiendo al emo que te vuelva a follar?- preguntó acorralándola con sus brazos.

-Si prometes mantener el ritmo del otro día...- susurró lamiendo sus labios.

Jungkook sonrió sin poder evitarlo. No importaba cuanto su cerebro le dijera que meterse con Min Yoongi era mala idea, su cuerpo reaccionaba a ella sin pedir permiso.

Se encontró besando esos rosados y suaves labios cubiertos de bálsamo de cereza mientras las manos ajenas jalaban de su cabello para profundizar el toque.

-He oído que hay baños mixtos- susurró Min entre besos.

Jungkook rió suavemente y asintió antes de separarse de la rubia, tomándola de la mano y guiándola hasta los baños mencionados. La tomó en sus brazos y entraron al cubículo entre besos y jadeos que no tardaron en volverse empujes y gemidos.

▪ 국기 ▪

Jungkook sentía que merecía un premio pasado el mes completo desde que comenzó a follar con Yoongi. No era que se sintiese orgulloso de ello, pero creía que era sorprendente que haya durado tanto sin arruinarlo con su hermana.

Sin embargo, su paciencia se halló en su límite cuando vio a Jieun llorando por culpa de Min nuevamente.

-¡Ya estoy harta!- dijo la azabache mientras que su hermano acariciaba su espalda.

-¿Qué ha hecho ahora?- preguntó frustrado.

-Me ha empujado- respondió molesta. -Ya estoy cansada de este juego de niños.

Jungkook rodó los ojos y asintió, comprendiendo que su hermana no lloraba en si por lo que Yoongi hacía, sino porque no había ningún motivo por el cual desquitarse con ella.
Así que decidió ir directamente con la rubia, resistir sus impulsos, y pedirle genuinamente que deje de molestar a su hermana.

Sabía que sería complicado ya que, cada vez que intentaban hablar, acababan en ese juego de poder extraño que desencadenaba en sexo intenso y satisfactorio.

Tomó todo el autocontrol que le quedaba y fue, impulsado por las ganas de proteger a su hermana, a la habitación ya bastante conocida de la rubia.

Había esperado a que se tuviese que ir del cuarto de Jieun para que ella no sospechara de la confianza con la que abordaba a Yoongi, pero en ese tiempo, la ira había disminuido drásticamente, por lo que tenía que aferrarse aún más a su autocontrol.

Tocó la puerta de Min y esta abrió con un pijama holgado rosa, el cabello recogido y unos grandes lentes transparentes puestos sobre su fina nariz.

-No puedo follar ahora, Kook- dijo intentando cerrar la puerta en su cara. -Estoy estudiando.

-No vengo a follar- sentenció cerrando la puerta pero una vez que él estuvo dentro de su cuarto.

-¿Y qué quieres?- preguntó cruzando los brazos en su pecho.

-Deja de joder a mi hermana- espetó firme viéndola desde arriba.

-¿Ora vez con eso?- preguntó Yoongi dejando sus lentes en el escritorio. -No tengo nada contra tu hermana.

-Dice que la empujaste- soltó seguro de sus palabras.

-Estaba apurada, ella no se quitó y se cayó cuando choqué su brazo con el mío- dijo calmada. -No es mi puta culpa que tu hermana no se haya movido.

-No te costaba nada decirle "lo siento"- respondió con el ceño fruncido. -Igual que cuando le arrojaste el café.

-Fue un accidente, joder- gruñó Yoongi molesta.

-Si fue un accidente, no debería ser problema decirle que lo lamentas- dijo con obviedad.

-Vete a la mierda- espetó molesta. -¿Te crees con el puto derecho de decirme que hacer porque me metes la verga?

-Soy su hermano mayor y la defenderé aunque me cueste dejar de meterte la verga, Yoongi- dijo enfadado, haciéndola a ella apretar los puños a los lados de su cuerpo.

-Pues tendrás que conseguirte otra porque no estaré aguantando que un cualquiera me mandonee- bufó haciéndolo reír y dirigirse hacia la puerta.

-Tu puto orgullo te hará quedarte sola- dijo abriendo la puerta. -Y, peor aún, sin sexo.

Yoongi sintió como los colores se subían a su rostro de la ira cuando vió a Jungkook salir de su cuarto y cerrar la puerta de lo más tranquilo.

-¡Que te jodan, Jeon!

▪ 국기 ▪


Había pasado un largo mes desde que dejó de verla. Un largo mes sin follar, sin hablarle y sin hablar de ella con Jieun.

Era raro, como si su mundo hubiese cambiado por ella, como si no entendiera como era su vida antes de Min Yoongi.

Había estado dos largos años en esa universidad sin ella y ahora se veía a él mismo en el comedor viendo a la mesa donde se sienta, esperando a ver su risa de superioridad y como empujaba sus cabellos lisos y casi blancos tras su hombro para que se viesen sus marcadas clavículas.

Se sentía un idiota, pero cuando la vio sentada ahí, su corazón se calentó y sus piernas temblaron, aunque su ceño se frunció y sus puños se apretaron cuando la vió con un chico jugueteando entre caricias cuasi inocentes.

No estaba celoso, claro que no. No tenía ningún motivo para estar celoso, pero si estaba molesto.
¿Cómo no estarlo? Si la descarada tuvo la audacia de verlo a los ojos cuando besó al chico a su lado.

Le sonrió sin ganas y le alzó el dedo medio del otro lado del comedor, ganando que la rubia alce los hombros y cierre los ojos, rodeando al chico con sus brazos y dejando que él rodee su cintura con sus brazos.

▪ 국기 ▪

Ese mismo día fue a ver a su hermana con la ligera esperanza de encontrársela en el pasillo, sintiéndose un imbécil cuando se encontró a si mismo de pie en el pasillo haciendo tiempo para mejorar su oportunidad de verla.

Se había dado por vencido cuando la puerta del cuarto de Min se abrió y salió por ella su compañera que lo saludó en silencio al verlo mientras cerraba la puerta tras ella.

-¿Quieres verla?- preguntó la chica.

-¿Está?- preguntó Jungkook y ella asintió. -Por favor.

La compañera de Yoongi le abrió la puerta y se fue por el pasillo, permitiéndole entrar en silencio y encontrar a Yoongi sentada en el escritorio con sus gafas puestas y un texto abierto en su computadora.

-¿Parciales?- preguntó y ella asintió quitándose los lentes.

-¿Qué haces aquí?- preguntó con el ceño fruncido.

-¿Quién coño era ese?- soltó haciéndola reír entre dientes y rodar los ojos mientras Jeon se sentaba n su cama con total confianza.

-¿Celoso?- preguntó divertida, girándose para verlo.

-¿De que un cualquiera te folle?- preguntó soltando una risa amarga. -Ni que fueses especial.

-No decías lo mismo mientras te chupaba la verga- dijo poniéndose de pie y quitándose la coleta que amarraba su cabello.

-No haces nada fuera de este mundo- dijo Jeon alzando los hombros cuando ella se sentó en sus muslos.

-Tu tampoco- respondió sonriendo. -Pero yo también puedo gemir tu nombre a voluntad.

Jungkook soltó una risa amarga, dejando sus manos a los costados de la cadera de la rubia y viendo como ella subía las suyas a su pecho.

-¡Ah Jungkook!- gimió falsamente, haciendo que el entrecejo del mencionado se frunza frente a ella.

Yoongi rió satisfecha al saber que le había golpeado la autoestima, pero Jeon la empujó a la cama, subiéndose sobre ella y tomando sus muñecas en sus manos.

-¿Crees que no te conozco?- preguntó sobre sus labios. -De seguro ese tipo no te ha dado ningún puto orgasmo.

-¿Cómo estás tan seguro?- preguntó zafando una de sus manos del agarre.

-Es un jugador de futbol cualquiera que no tiene ni puta idea de donde está el clítoris- respondió sintiendo la mano de Yoongi bajando entre sus cuerpos.

-Y el emo sin amigos es, obviamente, un experto en sexo ¿Verdad?- preguntó tomando por sobre la ropa la entrepierna de Jungkook que comenzaba a ponerse dura.

-¿Alguna vez he salido de tu cama sin darte un orgasmo, Yoongi?- preguntó sobre sus labios.

-No de momento- susurró abriendo las piernas bajo él. -¿Qué piensas hacer ahora?

Jungkook sonrió ladino y juntó sus labios, sintiendo como la mano ajena lo soltaba para jalarlo hacia él y pegar sus cuerpos tanto como la ropa se los permitían.

El cuerpo de Yoongi era fino y delgado en cada centímetro, lo que hacía que sus senos pequeños se sientan delicados contra su pecho y su cintura se sienta como la de una muñeca al pegarla a él.

Le volvía loco el cuerpo de la rubia. Siempre le habían gustado las mujeres más curvas, pero la mirada gatuna de Min equilibraba tan bien su cuerpo que lo había vuelto adicto a ella.

Pasó sus manos por la cintura desnuda de la menor, subiendo su camiseta hasta su pecho y cortando apresuradamente el beso para retirar la molesta tela, notando que no llevaba sostén bajo ella.

Jungkook besó sus labios mientras que la rubia rodeaba su cintura con sus piernas. Sus lenguas comenzaron a luchar dentro de sus húmedas bocas con desesperación y apuro que empeoró cuando el azabache comenzó a simular embestidas sobre su ropa.

Yoongi abrió los ojos, llevando sus manos a su espalda y apretando en un puño la tela de su camiseta.

-Quítate esta mierda- gruño Min.

Jungkook rió entre dientes pero se separó para deshacerse de la prenda, sintiendo como las piernas de la rubia se aferraban con más fuerza a su cintura, logrando que no se separe de ella y que siga sintiendo su erección pegada contra su intimidad.

Dejó caer la camiseta a un lado y volvió a pegar su cuerpo al ajeno, pero llevando sus labios directamente a su cuello. Lamió y mordió la zona, oyendo como los suspiros de la chica se volvían gemidos a medida que retomaba las falsas embestidas.

-Eres fácil de calentar- dijo Jeon bajando sus besos por sus clavículas. -Dime ¿Al menos logró hacer eso?

-Realmente está celoso ¿Verdad?- rió entre dientes, acomodándose mejor bajo el azabache.

-Responde la pregunta- gruñó quitándole el short junto a sus bragas y llevando sus labios a uno de los botones rosados de la chica.

-Si- respondió sintiendo la electricidad corriendo por su pecho y llevando sus manos al pantalón ajeno. -Me mojó tanto.

Jungkook chasqueó la lengua, cortando los besos a su piel para bajar sus pantalones a sus rodillas, arrastrando, junto a ellos, los boxers que mantenían presionada su erección palpitante.

-Tu responde ahora- espetó Yoongi sentándose para verlo de frente. -¿Estás celoso?

Jeon frunció el ceño, viendo el cuerpo desnudo de la rubia frente a él, con cada centímetro de cuerpo que conocía de memoria y por el que había suspirado incontables veces desde la primera vez que se vieron.

-Si- soltó son expresión en el rostro. -Estoy celoso de haber estado un mes extrañándote mientras tú estabas con alguien que no sabe hacerte lo que yo te hago.

-Tampoco me moja tanto como tú- suspiró jalando al azabache hacia ella.

Juntó sus labios con los ajenos y cayeron nuevamente a la cama, pegando sus cuerpos calientes y desnudos mientras el miembro de Jeon se clavó en si húmeda intimidad.

Las manos de Jungkook bajaron a su trasero y la alzó de la cama para sentarla sobre sus muslos. Pegó a la rubia a su erección y notó como ella comenzaba a mover su cadera contra él, haciendo que ambos suspiren de placer entre los húmedos besos.

-Quiero meterla- susurró Yoongi en sus labios.

Jungkook no respondió solo se puso de pie con ella n brazos y la dejó en la cama con poco cuidado, alzando su trasero y separándolo con sus manos para ver la rosada intimidad chorreante de su excitación.

Caminó con seguridad al escritorio de la chica y sacó del cajón una caja de condones. Yoongi apoyó su mejilla en la cama y mordió su belflo viendo como el gran miembro del azabache era cubierto lentamente por el látex húmedo.

Jeon se acercó a paso lento, dejando sus pantalones en el suelo antes de subirse a la cama, quedando de rodillas tras ella y tomando la base de su polla para acomodar el glande de esta contra sus labios superiores.

Presionó lentamente, adentrando su miembro en el cálido interior de la rubia, sintiendo como esta presionaba su intimidad con la suya y la succionaba hasta la base.
Yoongi sintió como su interior de abría a su paso y como la mano de Jungkook acariciaba su espalda cuando su trasero golpeo con su vientre y sus mulos chocaron con los ajenos.

La mano de Jungkook se acomodó en su cuello, manteniéndola quieta sin presionar con fuerza, comenzando a empujarse con suavidad. Oyó los gemidos suaves de Yoongi y sintió como su interior se contraía cuando llegaba más profundo en ella.

Aumentó la velocidad lentamente, ganando que los gemidos de Yoongi aumenten y que su trasero golpeé contra él con más fuerza cada vez.

La habitación se había llenado de gemidos, de jadeos, de suspiros y maldiciones. La temperatura había subido progresivamente y la humedad cálida se había extendido por todos sus cuerpos con el sudor de sus movimientos.

-¿Así?- preguntó Jungkook bajando sus manos a su cintura.

Yoongi asintió rápidamente, dejando que Jungkook baje sus manos a su vientre y lleve los dedos de una de ellas a su intimidad.
Soltó un fuerte gemido cuando sintió las caricias en su clítoris, expandiendo la humedad que caía por sus muslos embestida tras embestida. Abrió más las piernas para sentir más el toque y logró que los empujes de Jungkook se vuelvan más rudos y bruscos.

Estaban en el límite. El fuerte sonido de la cama golpeando contra la pared se había vuelto irregular al igual que el sonido húmedo de las embestidas de sus cuerpos unidos.

Jungkook vió de cerca como los rubios cabellos de la menor caían por su blanca espalda, descubriendo sus omoplatos y dejándole besar su piel mientras que los gemidos de Yoongi se volvían gritos.

Los empujes comenzaron a ser más lentos, más profundos y más duros cuando Jeon se liberó en el condón, sintiendo como el cuerpo de Yoongi temblaba y se contraía en espasmos de placer cuando sus clímax fueron incontrolables.

Yoongi se dejó caer en la cama, sintiéndose vacía cuando el miembro de Jungkook salió de ella, pero girando sobre su cuerpo para verlo quitarse el condón y amarrarlo agitado.
Lo vió arrojarlo al cesto de basura y dejarse caer a su lado. Se acomodó sobre su pecho y dejó que los duros brazos del azabache rodeen su cuerpo.

-Dime que vamos a seguir con esto- suplicó Jungkook haciéndola reír con cansancio.

-¿Tanto te gusto?- preguntó divertida, acariciando su pecho con la yema de sus dedos.

-Siento que vamos a seguir comparando a los demás con quien estemos- explicó acariciando su cintura. -Y ya hablamos de que los idiotas que te andan atrás, no encuentran el clítoris.

-Tú me andas atrás- rió rodando los ojos.

-La excepción a la regla.

▪ 국기 ▪

Habían continuado juntos luego de aquello. Jungkook había logrado no hablar de Yoongi con su hermana y no estar con ambas en la misma habitación, así que se había vuelto más sencillo todo en comparación.

Sin embargo, se seguía sintiendo culpable de traicionar a su hermana, así que debía hacer que estos engaños y traiciones beneficiaran a su hermana y no solo a su polla.

Estaba desnudo en la cama de Yoongi mientras la veía a ella en ropa interior cepillar su cabello sentada en su escritorio. Le había dejado una maraña en el pelo de jalarlo y restregarla en la cama, así que la rubia estaba seriamente luchando con los nudos.

Vió con atención la ropa interior blanca de la rubia y como había un sutil contraste con su piel, haciendo que se note que, aunque estaba cerca, no era exactamente tan blanca como el encaje.

-Siempre odié a los populares como tú- soltó de la nada, haciendo que Min lo vea por el reflejo en el espejo.

-¿Por?- preguntó Yoongi restándole importancia.

-Siempre son bullies- bufó rodando los ojos. -Tú no eres la excepción.

-No tengo nada contra tu hermana- dijo dejando el cepillo en el escritorio para voltearse a verlo a los ojos. -Ya te lo dije.

Jungkook suspiró y se sentó en la cama, dejando que solo las sabanas rosadas de Yoongi cubran su intimidad. La vio con pena y el entrecejo alzado, haciéndola hacer una mueca ante su mirada.

-Podrías pedirle perdón a Jieun- soltó haciéndola rodar los ojos.

-¿Por qué debería?- preguntó alzando los hombros. -No es mi culpa que se tome todo tan personal.

-Yoongi, te diré algo que ninguno de los dos quiere oír, pero debemos aceptarlo- dijo tendiéndole la mano para que Min se ponga de pie y se siente en sus muslos. -Tarde o temprano, acabaremos juntos.

-¿Juntos?- preguntó parpadeando con incredulidad. -¿Cómo novios y eso?

-No podemos seguir así a largo plazo, Yoongi- suspiró haciendo una mueca. -Nos estamos haciendo adictos al otro y acabaremos sin poder estar con otras personas.

Yoongi apretó los labios sabiendo que tenía razón. Llevaban unos meses en eso y nunca habían acordado exclusividad, pero cuando estaban con otras personas, no solo el sexo era insatisfactorio, sino que todo lo demás se sentía incómodo en comparación.

-No me gustaría que mi hermana te odiara cuando eso pase- dijo posando sus manos en sus muslos. -Hazlo, por favor.

Yoongi rodó los ojos y apoyó su frente en el hombro ajeno, alzando los hombros en señal de resignación y ganando que una sonrisa invada el rostro del azabache.

-Te recompensaré cuando lo hagas- susurró pegándola a él.

-Dios, no puedo esperar- dijo haciéndolo reír antes de morder su cuello.

▪ 국기 ▪

Le había pedido a Jieun de verse en el patio del campus y la estaba esperando sentado sobre una de las mesas hasta que la vio llegar y se bajó de esta para saludarla, pero el rostro de su hermana cambió drásticamente cuando notó a la rubia sentada en la mesa.

-¿Qué haces con ella?- preguntó la azabache, haciendo a su hermano sonreír incómodo.

-Quiere pedirte disculpas- dijo mientras que Yoongi se ponía de pie a su lado.

Jieun los vió a ambos con mirada escéptica y frunció el ceño molesta al notar lo que ocurría entre ambos.

-Te la estás follando- acusó haciendo a su hermano cubrir su rostro con sus manos. -Hombre tenías que ser.

-Mini Jeon- dijo Yoongi haciendo que ella la vea molesta. -Lamento todo lo que te hice- soltó haciendo que la expresión ajena se relaje. -Nunca fue mi intención hacerte mal, solo tengo una personalidad complicada y no tuve en cuenta como podías sentirte.

Jieun soltó un suspiro y rodó los ojos, cruzando los brazos en su pecho y viendo de reojo a su hermano que la veía con la cabeza gacha.

-Está bien- bufó la menor. -Pero deja de joderme.

-Haré todo lo posible- dijo la rubia viendo al mayor de reojo. -Pero, ahora que salgo con tu hermano, ten la confianza de decirle si algo te molesta.

Jieun solo rodó los ojos pero los de su hermano se abrieron como platos ante sus palabras, girándose a ver a la rubia que tenía expresión cansada y desinteresada.

-¿Hablas en serio?- preguntó Jungkook. -¿Ya quieres comenzar?

-¿Por qué retrasar lo inevitable?- preguntó viéndolo desde abajo. -Prácticamente somos pareja desde hace meses- soltó alzando los hombros. -Solo falta la etiqueta.

Jungkook asintió ligeramente impactado, pero una sonrisa se apoderó de su rostro antes de tomar a la rubia de la cintura y juntar sus labios en un lento y profundo beso.

-Me largo- soltó Jieun apartándose de la pareja. -No se coman entre ustedes.

Jungkook sonrió entre el beso y dejó que Min rodeara su cuello con sus brazos para jalarlo hacia abajo y hacer más cómodo el morreo.

-Si vamos a comenzar a salir...- susurró Jeon entre besos. -...deberíamos hacer algo más que follar.

Yoongi asintió, separándose de él y limpiando sus labios húmedos con el dorso de su mano.
Jungkook llevó sus manos a sus bolsillos para evitar tocar el cuerpo de la rubia y desvió la mirada intentando controlarse.

-¿Vamos al cine?- preguntó Jeon mordiendo su labio inferior.

-Veamos una película- asintió Min con una ligera sonrisa. -Pero mejor en mi cuarto.

Ambos rieron entre dientes al saber perfectamente como acabaría eso y fingieron resignación a la idea al emprender camino hacia aquél dormitorio que tanto de ellos había presenciado.


Fin

Si, volví a la crush de Jungkook su hermana, sorry

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