Break

4/4

Recuerden que este es el último capítulo que entra para el primer OSs extra
Estaría entregándolo entre el 15 y el 25 así que comenten que se cierran los comentarios el 8 💕

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Advertencia:
Mención (no narración) explicita de actos sexuales a cambio de recompensa monetaria

JK Post Dynamite
YG AgustD



Jungkook se sentó en la cama del lugar, desnudo y con una manta sudada y mojada cubriendo su intimidad mientras veía a la mujer vestirse frente a él.

La vio colocarse su vestido mientras se subía a sus tacones. Se subió el cierre y se acomodó el cabello con maestría y seguridad.
Miró hacia el espejo en el techo de la habitación y se limpió los rastros de labial que se esparcían por su rostro antes de voltearse a ver al azabache mientras se colocaba el abrigo.

-Ha sido increíble como siempre, Bunny- dijo ella acercándose a él. -Tienes el pago en recepción y te dejaré una buena propina.

Jeon sonrió agradecido y dejó un sonoro beso en la mejilla de la mujer antes de que esta se marchara.
Se puso de pie para poder buscar una bata y salió de la habitación poco después.

Una mujer de limpieza llegó enseguida, entrando al cuarto ya vacio con un nuevo juego de sabanas y una caja de condones en la mesa de servicio.

Jungkook caminó por el pasillo en silencio, hasta que una puerta se abrió en su camino. Una mujer con la ropa mal acomodada y las mejillas completamente rojas, de sonrojo y maquillaje corrido, salió del cuarto agitada.

Él le sonrió amable, pero la mujer abrió los ojos de par en par, aumentando el sonrojo de sus mejillas hasta que sus orejas se pusieron rojas y salió corriendo por el pasillo con los tacones en sus manos.

Sonrió enternecido ante su reacción y se asomó por la puerta del cuarto, encontrando a un rubio de blancos cabellos con una bata mal cerrada mientras encendía un cigarro en sus labios.

-¿Primeriza?- pregunto viéndolo girarse a él.

-Ha venido como tres veces- respondió el rubio. -No acaba de acostumbrarse.

-Supongo que no todas son capaces de acostumbrarse a pagar por sexo- rió Jungkook ante la obviedad de la declaración.

El rubio rodó los ojos y pasó a su lado, mientras otro empleado de limpieza entraba al cuarto apresuradamente.

-¿Vas a la ducha?-preguntó viendo al azabache desde abajo a causa de la diferencia de altura.

Jungkook asintió y lo siguió por el largo pasillo, luego por las empinadas escaleras hasta llegar al enorme cuarto de duchas vacías pero con charcos de agua reciente en el suelo de azulejos.

-¿Tienes más citas esta noche?- preguntó Jeon mientras se quitaba la bata.

-No, la de las doce me canceló a último momento- respondió el rubio. -¿Tu, Jungkook?

-Siento que te fascina decir mi nombre- rió entre dientes, haciendo sonreír al más bajo.

-Hay cierto nivel de adrenalina en saber que soy de los pocos en este lugar que conoce tu verdadero nombre, Jungkook- dijo el otro, pronunciando su nombre con énfasis en tono burlesco.

-Pues no, no tengo más citas, Yoongi- respondió, imitando la pronunciación de su nombre, mientras lo veía apagar el cigarro en un lavamanos.

-¿Quieres ir a tomar algo?- preguntó quitándose la bata.

Jungkook vió un moretón en la blanca piel de su espalda desnuda, provocando una mueca rápida en su rostro que ocultó al voltearse a ver la pared, abriendo el agua de la regadera para que cubra su cuerpo.

-Me lo preguntas, pero sabes que no puedo negarme al pedido de un sunbae- dijo haciendo reír a carcajadas a Yoongi.

-No sé si sea exactamente un sunbae- dijo acercándose a él para abrir la ducha a su derecha.

-Llevas más años trabajando en esto, también trabajas con hombres y eres mayor que yo- enumeró alzando los hombros. -Me suena a que lo eres.

-Vale, lo acepto- rio entre dientes. -Pero entonces deberías tratarme con respeto.

-Eres literalmente un puto- dijo haciéndolo reir nuevamente.

-Lo lamento, monja de la santa trinidad- soltó entre risas de ambos. -No sabía que follabas a tus clientas con la mente.

Jungkook rió entre dientes y rodó los ojos a modo de burla, antes de tomar el jabón liquido de la repisa y comenzar a pasarlo por su cuerpo mojado.

-Ven a mi casa- dijo Yoongi viéndolo de reojo mientras mojaba bien sus blancos cabellos. -Está cerca y tengo cerveza en el refri.

Jungkook asintió, haciendo que el mayor devuelva su vista a la pared para comenzar a lavar su cabello decolorado.

▪ 국기 ▪

Yoongi vivía a tan solo dos manzanas del establecimiento donde trabajaban. No era una zona visualmente atractiva, pero sabía de sobra que, cada persona que vivía o trabajaba por el lugar, se conocían las unas a las otras; lo que hacía del pueblo un lugar bastante seguro.

Subieron por las escaleras en silencio, hasta que entraron al departamento del mayor. Yoongi no tardó demasiado en quitarse los zapatos y los pantalones para andar más cómodo, incentivando a Jungkook para que lo imite.

El azabache se deshizo de sus zapatos y sus medias, pero se dejó los pantalones de chándal.
Entendía la necesidad de Min por quitarse la prenda, puesto a que solía usar pantalones de mezclilla ajustados en cada centímetro de su cuerpo que tocaban, pero él solía usar ropa deportiva, por lo que se encontraba cómodo con esta puesta.

-Cerveza ¿Verdad?- preguntó Yoongi yendo hacia la cocina. -También tengo sake y vino tinto.

-Cerveza está bien- respondió Jungkook mientras caminaba por el mono ambiente. -¿Vives solo?

Yoongi asintió con un tono juguetón, tomando dos cervezas para dejarlas en la mesa de centro para el café, logrando que Jungkook se siente en el sofá.

-¿Tienes familia?- preguntó curioso al notar la falta de fotografías del lugar.

-¿Cómo crees que unos padres conservadores se toman la noticia de que su hijo bisexual, literalmente, vive de vender su cuerpo?- preguntó con obviedad. -Supongo que tu no les has dicho a los tuyos a que te dedicas.

-Me sorprende que tú lo hayas hecho- dijo viendo como el rubio se sentaba a su lado para abrir las botellas.

-¿A que creen que te dedicas?- preguntó viéndolo de reojo mientras le dejaba la cerveza destapada frente a él.

-Marketing en una empresa de cosméticos- confesó haciendo reír al rubio.

-No podías decirles algo más sencillo ¿No?- rió el mayor.

-Debía buscar un oficio por el que no me preguntaran demasiado y, por suerte, no saben nada de marketing- confesó divirtiendo al rubio. -¿Tu cómo se los dijiste?

Yoongi dio un sorbo pensativo. Hizo memoria de aquello, puesto a que su familia no era algo que rondara normalmente sus pensamientos. Dejó la botella en la mesa cuando logró enfocarse en aquél momento y sonrió satisfecho.

-"Mi verga y mi culo ganan más en una noche que ustedes en un año"- confesó haciendo a Jeon atragantarse y soltar cerveza por su nariz, haciendo reír al rubio. -Ya me odiaban desde antes, no había motivo para ser sutil.

-¿Por qué te odiaban?

Jungkook frunció el ceño mientras las palabras escapaban de su boca.

Yoongi era una persona relajada y calmada. Reía mucho, hacía muchas bromas y se llevaba bien con todos; la expresión más seria que le había visto tener era falta de expresión cuando estaba solo o muy cansado.

Haberse dado cuenta de que, incluso en los peores casos de trabajo, Yoongi solía tener una sonrisa en el rostro, le hizo pensar en cuantos moretones y hematomas había ocultado tras esa apariencia despreocupada.

Sin embargo, pese a ser capaz de esconder un doloroso resultado de trabajo, la mirada que invadió su rostro tras haber preguntado aquello, lo dejó desconcertado.

-Me dijeron de todo cuando les dije que era bisexual- confesó haciendo a Jungkook tragar duro. -Primero me dijeron que podía escoger ser hetero pero, cuando les dije que no funcionaba de esa forma la atracción sexual, me empezaron a tratar como escoria.

-Lo siento mucho- fue lo único que alcanó a formular Jungkook.

Yoongi sonrió, dándole otro trago a la botella y girándose para ver a al azabache con los ojos entrecerrados a causa de su sonrisa de encías.

-Gracias a eso soy quien soy.

Jeon sintió su corazón oprimirse y las ganas de abrazar al rubio invadieron su cuerpo, pero Min se puso de pie arrastró la mesa de café a un lado.

-Levanta que sacaré la cama y veremos una película mala o algo- dijo alegre.

▪ 국기 ▪

Se habían acabado unas seis cervezas entre ambos. Estaban algo ebrios mientras veían película tras película de caricaturas que encontraban, pero no lo suficiente para estar cerca de la inconciencia.

-Dime algo-pidió Jungkook haciendo reír al mayor sin motivo alguno. -Tú tienes en la ficha para mujeres que eres bisexual y versátil ¿No es así?

Yoongi asintió divertido. Parte del trabajo era una ficha con especificaciones de consenso para que no lo busquen por algo que no estaba dispuesto a hacer y, con el encabezado de la pregunta de Jungkook, podía darse una idea de que esperaba oír de él.

-¿Alguna vez una chica te ha contratado para follarte?- preguntó seriamente, haciendo al rubio reír a carcajadas. -¡No te rías!-dijo imitándolo. -¡Respóndeme!

-¿Con strapon y eso?- preguntó divertido, haciéndolo asentir. -¿Recuerdas la chica de la última cita de hoy?

-No- susurró abriendo lo ojos de par en par.

-Si- respondió aguantando la risa.

Jungkook apartó la mirada sorprendido, dándole pie a Yoongi para deshacerse de la risa por aquella reacción.

▪ 국기 ▪

Habían dado las tres de la mañana. Yoongi había bajado a recibir una pizza a domicilio sin los pantalones, cosa que hizo reír a un agotado Jungkook que estaba al borde de caer dormido, pero el hambre lo mantuvo despierto.

Min entró, dejando la caja de la pizza en la cocina, antes de buscar unos platos para poder llevarla a la cama con más comodidad.

Jungkook lo vió arrastrarse en la cama con sus finas y blancas piernas desnudas, solo cubiertas por sus boxers y su camisa blanca. Todo en Yoongi era blanco y suave; desde su cabello hasta sus calcetines, pero no podía quitarse de la mente el moratón horrible que tenía en la espalda.

Tenían prohibido por contrato que sus clientas dejaran chupetones en sus cuerpos y, dado a que la agencia masculina también era de los mismos dueños, deducía que los clientes hombres tampoco debían de hacerlo. Pero, aun así, se veía muy doloroso para ser un mero chupetón.

-¿Cuándo fue la última vez que atendiste a un hombre?-preguntó el azabache mientras comían.

-El viernes- respondió pensativo. -Pero solo quería que se la chupara.

Jungkook apretó los labios. Estaba preocupado por Yoongi. Sentía que no conocía mucho de él; o, al menos, no lo hacía hasta ahora. Sin embargo, lo consideraba su amigo desde hace años.

-¿Sabes que tienes un moraton en la espalda?- preguntó haciéndolo alzar las cejas.

-¿Entre los omoplatos?- preguntó viéndolo de reojo.

Jungkook asintió, al igual que Min, quien alzó los hombros restándole importancia mientras volvía a comer de su porción.

-¿Ha sido un cliente?- preguntó molesto. -¿Te ha hecho algo?

De repente, ambos se habían dado cuenta que el alcohol parecía haberse esfumado de su cuerpo para ese momento.

-No ha sido un cliente- respondió sin expresión. -No me han hecho daño, cálmate.

-¿Quién ha sido?- preguntó frunciendo el ceño.

-Nadie, Jungkook- espetó rodando los ojos. -El fin de semana fui a un bar y me acosté con alguien, es similar a un chupetón pero más rudo- dijo alzando los hombros. -Relájate, hombre.

Jungkook entrecerró los ojos dudando de sus palabras, haciendo a Yoongi abrir los ojos y alzar las cejas sorprendido de que su vida se encuentre bajo tela de duda.

-¿Qué?- preguntó Min.

-¿Tu esperas que te crea que pasas toda la semana teniendo sexo hora tras hora con un montón de gente diferente y aun así tienes ganas de ir a follarte a alguien de gratis?- preguntó con tono de obviedad. -Vamos, dime ¿Quién te ha hecho eso?

Yoongi abrió los ojos de par en par cuando las palabras de Jungkook fueron tomando forma en su mente, antes de comenzar a reír a carcajadas, preocupando al azabache que lo observó en silencio como si fuese un demente.

-¿Me estás diciendo que tú no tienes sexo fuera del trabajo?- preguntó Min intentando calmar su risa.

-¿Cómo coño te quedan ganas de follar luego del trabajo?- preguntó Jeon incrédulo. -Si me dices que tienes pareja, bueno, pero ¿Con un desconocido?

-Hay una diferencia abrupta entre el sexo por trabajo y el sexo por placer- dijo divertido mientras rodaba los ojos con obviedad.

-¿Me vas a decir que no sientes placer trabajando?- preguntó bufando.

-No es igual- respondió alzando los hombros.

-¿A qué te refieres?- preguntó Jungkook ladeando la cabeza, haciendo a Yoongi parpadear incrédulo.

-La atracción- soltó con obviedad, aunque ya no estaba seguro de que fuese tan obvio, dado a la reacción ajena.

-Yo siento atracción por las mujeres que atiendo- dijo firme haciendo a Min verlo incrédulo.

-¿Todas?- preguntó sin creerlo.

-Si- respondió sin dudarlo.

-No creo que sepas lo que realmente es la atracción, Jungkook- dijo con seriedad, entendiendo que era lo que realmente acarreaban las palabras del azabache.

-Soy hetero, me atraen las mujeres, punto- espetó rodando los ojos.

-¿Realmente eres hetero?- preguntó Yoongi ladeando la cabeza.-¿Estás seguro?

Jungkook parpadeó con expresión de clara confusión ante sus preguntas ¿Cómo podría no saber él mismo su propia orientación sexual? Era una hipótesis ridícula.

-Claro- soltó con seguridad.

-No es lo mismo la atracción que deseo sexual, Jungkook- dijo con algo de pena en su voz, haciendo que el azabache frunza el ceño.

-¿A que te refieres?- cuestionó el menor.

Yoongi suspiró, dejando su plato en la mesa a un lado de la cama, sentándose mejor frente al azabache que lo vió confundido mientras dejaba el tronco de la pizza en su plato.

-El cuerpo reacciona a estímulos- explicó calmado Min. -Un hetero puede, perfectamente, tener sexo con un hombre.

-¿Y?- cuestionó sin comprender a que apuntaban sus palabras.

-Y que tal vez no eres hetero- dijo con voz dudosa. -No es posible que consideres atracción lo que hacemos en el trabajo.

-No me atraen los hombres- espetó seguro, haciendo sonreír con picardía al rubio.

-¿Cómo sabes? ¿Lo has probado?- preguntó divertido mientras dejaba el plato de Jungkook sobre el suyo.

-No necesito hacerlo- respondió rodando los ojos ya comodandose mejor contra la pared a sus espaldas.

-Sí si llevas toda la vida creyendo que el sexo por trabajo se sostiene por la atracción sexual- espetó con firmeza.

-No entiendo- susurró viéndolo acercarse, lentamente, a él a gatas.

-Fóllame- soltó sin dudarlo. -Veremos si te sientes diferente.

Jungkook tragó duro, viendo como el mayor se acomodaba sobre él, dejando sus rodillas a los costados de sus piernas, su respiración contra su rostro y sus caderas alzándose sobre su cuerpo rígido.

-No creo que sea necesario caer en eso- susurró Jungkook, tragando duro y viendo como la espalda de Min se arqueaba como la de un gato.

Todos los empreados de la agencia tenían apodos para preservar su identidad. El suyo era Bunny. Siempre le pareció un apodo tierno pero nada sexual, pero comenzaba a ver las connotaciones sensuales que tenía Kitty como el apodo de Yoongi.

Esos ojos gatunos, ese movimiento de caderas y lo cómodo que este parecía verse estando de a cuatro patas, lo hacía verse como un felino antes de devorar a su presa.

-¿Tienes miedo, Jeon?- Preguntó en tono de burla, lamiendo sus labios con la mirada fija en los ojos ajenos.

-¿Qué pretendes hacer?- susurró sintiendo como el aroma de Yoongi se impregnaba en sus fosas nasales.

Yoongi sonrió complacido, sabiendo que esa era la forma que tenía Jungkook de darle su consentimiento y el mando de la situación por completo.

-Te enseñaré lo que es el verdadero placer- ronroneó Yoongi.

▪ 국기 ▪

Jungkook no podía creer lo que estaba pasando.
Yoongi lo había visto desnudo más de una vez. Era bastante habitual que se duchen juntos, tanto solos como con demás compañeros, pero definitivamente esto se sentía diferente.

Yoongi lo había hecho ponerse de pie, bajarse los pantalones hasta los muslos y quedarse quieto mientras él trabajaba en su teoría.

Se había propuesto excitarlo sin tocarlo. No se lo había dicho en voz alta pero estaba seguro que el haberle bajado los pantalones era una forma de hacerlo más vulnerable ante su presencia arrolladora.

El rubio pasó la punta de su nariz a escasos milímetros del bulto de la entrepierna ajena, haciendo que Jungkook desvíe la mirada incómodo.
Yoongi chasqueó la lengua ante aquello y se acomodó de rodillas en la cama, quedando a la altura del menor; tomó su mejilla y lo hizo voltearse nuevamente a él.

-Si no me miras, no tendrá sentido nada de esto- susurró viéndolo a los ojos.

Jungkook asintió y lo vió caer sobre sus tobillos, volviendo a acercarse a su entrepierna.
Min respiró hondo, haciéndolo estremecer cuando su respiración chocó con su intimidad cubierta por la delgada tela de sus boxers.

Tragó duro, viendo como el rubio lamía sus labios con la mirada en aquella zona, antes de alzar la vista al cuerpo cubierto por una negra camiseta.

Yoongi sonrió suavemente antes de tomar el borde de la prenda con sus dientes, sin siquiera rozar la piel ajena, y subiéndola lentamente, liberado su torso perfectamente marcado y con los músculos tensos ante la situación.

Jungkook lo vió acercarse a su boca, pero sabía que Yoongi no lo tocaría, o al menos no de momento, así que separó sus labios y tomó su camiseta entre sus dientes, viendo al mayor sonreír satisfecho y regresar su camino hacia abajo.

Esta vez se tomó el tiempo de respirar contra la piel bronceada de sus abdominales, haciendo a Jungkook tragar duro y verlo con sus ojos oscurecidos en perversión cuando lo vió llegar a su entrepierna y abrir los labios.

Lo vió mordiendo la tela de sus boxers con sumo cuidado y delicadeza, sin tocarlo ni lastimarlo, pero logrando liberar su careciente erección.

Yoongi soltó una suave risa contra su piel sensible, haciendo que su miembro acabe de endurecerse frente a él.

-Mueres de ganas porque lo haga ¿No es así?- preguntó en un susurro. - Porque yo muero por hacerlo.

Jungkook iba a responder. Realmente quería que esos rosados labios envuelvan su polla dura y caliente, pero su cuerpo no pudo controlarse y empujó al rubio a la cama, haciéndolo jadear y abrir las piernas para evitar golpear al pesado cuerpo que cayó sobre él.

Jungkook juntó sus labios con desesperación. No sabía por qué estaba comportándose así. Siempre fue muy delicado y respetuoso en el sexo; incluso si eso significaba ser brusco y cruel a pedido de sus clientas. Pero realmente no supo el motivo por el cual acabó devorando a besos los labios del rubio.

Yoongi soltó un gemido, sintiendo la dura erección ajena golpeando entre sus muslos y llevó sus manos a la cama para mantenerse cerca del azabache que bajó sus labios por su cuello blanquecino.

No tenía sentido soltar un "Te lo dije" en ese punto. Solo ganaría que Jungkook se enfurezca y se vaya sin admitir la realidad, sí que decidió guardar silencio todo lo posible.

Pasó su mano desde la nuca del azabache hasta su pecho, poniendo distancia entre jadeos por sus labios antes de empujarlo a la cama y subirse a él con una sonrisa lujuriosa.

Yoongi labió sus labios mientras se sentaba sobre su erección expuesta, dejándola apresada contra su ropa interior y haciendo a Jeon gruñir y llevar sus manos a sus piernas.

Jungkook mordió sus labios al ver al rubio mecerse sobre él con las mejillas rosadas y los ojos oscurecidos por el momento.

Siempre había entendido porqué las clientas de Yoongi se sentían tan atraídas a él. Era seguro de sí mismo, divertido pero dominante. Parecía el coctel perfecto para muchas mujeres, pero no acababa de entender porque le gustaba tanto a sus clientes masculinos.

Y ahora le resultaba evidente. Yoongi no solo era el tipo perfecto para muchas mujeres, sino que era un compañero sexual jodidamente sensual.
Desde sus movimientos suaves, sus miradas gatunas, sus sonidos bajos y sus roces delicados, hasta su voz rasposa y la manera en la que juega con su lengua.

Era jodidamente sensual y sería un verdadero imbécil al decir lo contrario.

Lo vió abrir los botones de su camisa con la mirada fija en él, haciendo que se siente para arrojar su camiseta a un lado y poder sentir las manos de Min en sus pectorales.

Lamió sus labios al mismo tiempo que el mayor por puro instinto, haciendo que este alce la vista a sus ojos antes de juntar sus labios en un beso necesitado.

Yoongi lo empujo a la cama, manteniendo la cercanía con el azabache para poder quitarse los boxers sin cortar el contacto.
Sintió las manos ajenas en su trasero, separando sus nalgas y rozando su entrada con las yemas de sus dedos.

Se le hizo divertido lo muy calmado que estaba Jungkook en esa situación. Sabía que dentro de su ficha estaba el sexo anal, así que no se le haría repugnante la idea de entrar en él de esa forma, pero que no pareciera espantado por la erección clavándose en su vientre, era curioso y gracioso.

Yoongi tomó el preservativo que había dejado a un lado cuando habían comenzado el experimento, haciendo que los besos de Jungkook se dirijan a su cuello nuevamente.

Abrió el sobre y separó a Jeon para poder poner el profiláctico alrededor de su miembro duro y palpitante, logrando que él lo vea curioso desde abajo.

-¿No necesitas prerparte o algo?- preguntó haciendo al mayor negar.

-Recuerda que mi ultima clienta me folló hace unas horas- dijo llegando a la base con sus dedos ansiosos.

Jungkook asintió en silencio, viendo como el rubio tomaba un pote de lubricante y vertía el gel transparente sobre su erección, haciendo que suelte un gruñido por la temperatura.

Esparció el líquido por toda su extensión y limpió su mano húmeda en su trasero mientras se acomodaba sobre su compañero y guiaba su polla a su entrada.

Jungkook llevó sus manos a su cintura, tomando esta con fuerza bajo la camisa abierta y sintiendo como el mayor comenzaba a presionar su caliente erección hasta hacerlo entrar en él.

Ahogó un gemido con todas sus fuerzas, permitiéndose oír el que escapó sin filtro de los labios del rubio, mientras este arqueaba la espalda y ponía los ojos en blanco mientras miraba al techo.

Yoongi sabía que Jungkook era grande, pero estaba acostumbrado a ese tipo de intromisión; sin embargo, tal vez a causa de la cercanía que tenía con el menor, se sintió aún más profundo que de costumbre.
Incluso tuvo que tomarse unos minutos para acostumbrarse a él cuando nunca antes había sido necesario. Pero puede ser que esos minutos se hayan extendido a causa de los besos y caricias que comenzó a darle el azabache bajo él.

Se había pegado a su cuerpo desnudo, sintiendo como sus pezones se rozaban con los ajenos cuando se retorcía sobre su cuerpo y devoraba los belflos ajenos.

No se dio cuanta cuando sus movimientos se volvieron tan intensos que sintió la necesidad de separarse del menor para comenzar a saltar sobre su miembro alzado en su interior.

Se sentía tan brusco y desesperado que, por un momento, olvidó cual era el punto de todo eso. Bajó la mirada a Jungkook, encontrándolo con las majillas rojas, los labios hinchados y separados mientras jadeaba agitado, con la mirada fija en él y los músculos tensos mientras seguía el ritmo de sus caderas con sus brazos.

-Dios- gimió Min, devolviendo la mirada al techo mientras sentía como su interior era golpeado hasta en lo más hondo con la polla ajena.

Jungkook gimió su nombre en voz baja, pero cuando Yoongi regresó su vista a él, Jeon comenzó a embestirlo con fuerza desde abajo, haciendo a Min saltar bruscamente.

Yoongi clavó sus uñas en su vientre, sintiendo como sus rodillas se despegaban de la cama a causa de la intensidad de los empujes del menor.
Alzó sus piernas, apoyando las plantas de sus pies en el colchón y dejando que Jungkook lo folle tan duro como quisiera.

El sonido de la cama crujiendo bajo ellos era alto, pero no tanto como el de sus gemidos o sus cuerpos chocando entre ellos así que no podían darse una idea de a cuantos vecinos estarían molestando en ese momento, pero no podía importarles menos.

Yoongi apoyó sus manos en los muslos ajenos, arqueando la espalda para separar sus piernas y que Jungkook vea toda su intimidad siendo follada sin piedad por él mismo.

Lamió sus labios y con los ojos inundados en placer susurró su nombre entre gemidos, haciendo que Jeon se clave tan hondo en él, que se vino en lo más profundo del rubio sin cuidado alguno.

Yoongi sintió su cuerpo calentarse, sus piernas tensase y la electricidad esparcirse en todo su cuerpo tembloroso, mientras llevaba su mano a su miembro para poder correrse mientras disfrutaba de ese increíble orgasmo que invadió su ser cuando Jungkook se vino en él.



▪ 국기 ▪

Yoongi se despidió de su clienta y permaneció de pie en el marco de la puerta mientras esperaba al empleado de limpieza que llegó pocos minutos después.

-Se ha acabado el lubricante de cereza- dijo cuando lo vió llegar por el pasillo. -Terminé por hoy así que no te apures.

El empleado asintió y ambos hicieron una sutil reverencia antes de que Min se marchara por el pasillo.

Iba a dirigirse a la ducha para tomar un buen baño, quitarse el sudor propio y ajeno de su cuerpo, y poder irse a comer en su cama y dormir en su cómodo pijama, cuando una mano tatuada lo tomó de la muñeca y lo arrastró a un cuarto.

Parpadeó incrédulo al ver a Jungkook en bata con el ceño fruncido y actitud molesta, lo que lo hizo sonreír divertido.

-¿Qué onda?- dijo Min sonriente.

-Me haz cagado la vida- soltó haciéndolo rodar los ojos. -¿Cómo voy a seguir teniendo sexo por trabajo después de saber lo que se siente estar contigo por placer.

-Deberías darme las gracias por mostrarte lo que realmente es la atracción sexual- dijo lamiendo sus labios con picardía. -O, como mínimo, deberías perdirme perdón.

-¿Pedirte perdón?- preguntó soltando una risa entre dientes. -¿Por qué debería de hacerlo?

Yoongi bajó un poco la bata bien cerrada que tenía sin borrar la sonrisa de su rostro, dejando que Jeon vea los chupetones que invadían su cuello a causa de sus besos.

-Debes aprender a controlarte, Bunny- rió palmenado su pecho. -O no podremos repetirlo.

Jungkook parpadeó incrédulo haciendo que la sonrisa ajena se expanda hacia un lado mientras Min se apoyaba en la puerta del cuarto.

-¿Lo repetiremos?- preguntó Jungkook sorprendido.

-Depende- susurró acercándose a él, apoyando su mano en su pecho y respirando contra sus labios. -¿Quieres volver a tener sexo por puro placer?

-Claro que si, Kitty.

Fin

Perdón porque sea tan 💩
Tenía la idea base pero no se me ocurría como extenderla sin que cayera en lo dramático

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