Parte uno
Nuevamente se encontraba en la misma barra de ese bar en el cual ya se había vuelto cliente frecuente.
La verdad se deriva a que Dégel volvía a fallar en un intento amoroso pues varias de aquellas candidatas les gustaba ser de la vida alegre y Dégel simplemente era un cursi que aún creía en el amor verdadero, en los detalles, en las cartas y sin olvidar las flores.
Pero no le resultaba del todo, siempre se llevaba malos comentarios dónde sus sentimientos salían volando lejos de él.
- ¿Otra vez estás aquí Dégel?
El mencionado alzó su mirada para encontrase de nueva cuenta a su compañero de trabajo, aquel que tenía una reputación extremadamente alta con las chicas del trabajo; y por comentarios de otros compañeros más también disfrutaba de la compañía de los mismos de su género.
- Si, nuevamente estoy aquí... ¿Vienes otra vez a burlarte de mis desgracias?
Respondió pasando la yema de sus dedos sobre el borde del vaso que contenía un poco de licor de café, aunque no podía negar que Kardia era el único amigo que escuchaba sus desgracias y su mala suerte no sin antes ganarse un sermón y tácticas de conquistas por parte de ese perfecto hombre de cabellos alborotados azules y zafiros que hacían estremecer con tan solo mirarlos.
- Por qué nos has hecho lo que te dije la última vez - Kardia tomó asiento justamente a su lado para continuar con aquella plática de cada semana, sin duda comenzaba a desesperarse de ello.
- No soy un casanova sin vergüenza con tu, no me sale un simple piropo irrespetuoso cómo los que comúnmente dices.
- Jamás he dicho piropos y halagos groseros - Kardia soltó una carcajada mientras alzaba su mano al aire para poder llamar la atención del barman de la barra - Siempre busco las palabras precisas para endulzar el oído de las bellas damas.
Esto fue acompañado de un guiño que sin duda hizo molestar a Dégel, esas coqueterias jamás pasarían en su mente ni en su sano juicio.
- Pero cómo ya estoy harto que te sigas haciendo el niño bien portado, el que le gusta que lo piden cuando le dicen que no... - Kardia se llevó una mano a su mentón - Hoy tengo una cita que encontré por medio de las aplicaciones, quizá...
- Yo no hago esas cosas, prefiero conocer a las personas primero antes de llevar algo tan repentino cómo tú.
Molesto Dégel le dió el último trago a su vaso para poder irse a su casa antes de que Kardia saliera con sus locas ideas pero la mano del griego detuvo la suya.
- Oh Dégel de aqui no te vas hasta que esta noche dejes de estar de aburrido soltero.
- Para tu es fácil, solo basta que les dediques una sonrisa y tienes a todas y todos a tus pies.
Kardia nuevamente sonrió ladino mientras el barman dejaba su bebida sobre la barra - Veo que te dejas llevar por todo lo que dicen los demás, no soy un hombre de la vida alegre, simplemente me gusta pasar el momento con aquellas personas que están dispuestas a buscar lo mismo, siempre protegiéndose - Dicho esto colocó lo que parecía ser un pequeño paquetito plateado en el bolsillo de su camisa - Espero que puedas darle hoy un uso.
Dégel se sonrojó al ver lo que Kardia le había dejado en su camisa, jamás hubiera hecho algo así - Estás demente yo no soy así.
- No es tan malo Dégel, además mi cita lleva por nombre Camus así que sé que harás un buen trabajo. Ahorita mismo le hago llegar un mensaje que no podré y llegar... Ahí entrarás tú cómo el gran salvador después de dejarlo esperando.
- Eso es muy deshonesto de tu parte.
El griego se levantó de su lugar, tomó su bebida de un solo trago y le dio unas ligeras palmadas a su amigo en su espalda.
- Deja de quejarte que lo harás bien, solo deja que tú lado travieso salga... Te sentará bien.
Mientras tanto a la par de este momento a las afueras de ese bar se encontraba un joven de cabellos esmeralda en compañía de un amigo suyo.
Camus le había pedido encarecidamente que lo llevará hasta el lugar en donde quedó de verse con un completo desconocido por medio de la aplicación de citas.
- Solo a ti se te ocurre usar ese tipo de apps, ni siquiera conoces las verdaderas intenciones de las personas.
Contestó Milo quien estaba harto de ver a su amigo "intentando encontrar a su verdadero amor"
- Es difícil encontrar hoy en día alguien que realmente te ame, creo que es hora de tomar una relación formal pero esta noche quiero usarla como último día para dejar los placeres de un rato.
Milo rodó los ojos molesto, cada locura que Camus hacía le recordaba al alocado de su primo Kardia pero tampoco le iba a decir que su última cita se trataba nada menos que un familiar suyo, aunque tampoco era mala idea ver cómo terminaría aquella cita.
Sin embargo la oportunidad de verlo con sus propios ojos se interrumpió cuando Camus le mencionó que su tan esperada cita lo había cancelado.
- Definitivamente no es mi noche - Camus sacó un cigarrillo del bolsillo de su chaqueta, lo encendió y después de eso se lo llevó a sus labios para intentar pensar que haría.
- ¿Sucede algo? - Inquirió Milo con curiosidad, aunque Camus solo negó con su cabeza - Nada, mejor mañana nos vemos... Gracias por traerme.
Y sin decir alguna palabra más, Camus se adentró al bar dejando a su amigo afuera mientras él intentaría llevar a cabo su plan de esta noche por qué no fue en vano tantas horas que se llevó para arreglarse solo por qué un sujeto que no conoce lo cancelara a la mera hora.
Ya buscaría que hacer.
Lo primero que hizo fue colocarse en el área de la barra justamente cerca de un hombre de cabellos largos verdosos que se encontraba cruzado de brazos dando otro trago más a la botella que había pedido después de que su amigo lo dejara esperando.
Camus lo observó de los pies a la cabeza, aunque la luz de ese sitio era muy tenue no pasaba desapercibido que era alguien atractivo a simple vista.
- Disculpa pero... ¿Puedo sentarme aquí?
Dégel alzó su mirada para encontrarse con una imagen un poco borrosa de un joven de cabellos esmeralda, entrecerró sus ojos pero también a causa del alcohol en su cuerpo ya no distinguía bien aquella silueta a su lado.
Camus tomó los anteojos que descansaban frente a ese hombre misterioso para colocarlos y así mejorar la vista de ese enigmático y apuesto hombre pero en ese momento sintió como alguien del mismo bar lo tomó del brazo llevándolo a bailar al centro del lugar.
Dégel sentia como su cabeza comenzaba a ser una molestia, ese dolor comenzaba a ser intolerante para el, tomó los anteojos que aquella silueta esmeralda le quería acercar momentos atrás y se los colocó para poder mirar mejor.
Cuando mejoró su visión se giró levemente para buscar a esa persona que estaba a su lado y fue ahí donde lo observó en el centro del bar intentando lidiar con alguien que lo obligaba a bailar en contra de su voluntad.
Sin pensarlo demasiado se levantó de su asiento para poder ir por aquella persona que se había acercado a su lado, esperó el momento preciso cuando aquel sujeto giró a ese joven de cabellos escarlata y Dégel se entrometió colocando sus manos en la cintura del joven para seguir bailando con él.
- Oye tu - Aquel hombre que estaba forzando al joven a bailar se quedó sin palabras al ver que Dégel lo miraba de manera desafiante, no tuvo alternativa más que alejarse.
Todo fue tan repentino para Camus que al momento de girar se encontró de frente al mismo hombre que observó cuando entró.
Con lentes se veía totalmente distinto, parecía como si un hombre de la alta sociedad estuviera frente a él, de verdad jamás se imaginaria que ese hombre tuviera un porte elegante... Todo contrario a él, ahora que lo miraba a esos ojos violeta podía ver una mirada desmotivada, apagada... Ese hombre definitivamente no estaba bien.
- Yo...
- Debes tener más cuidado con las personas de este lugar - Habló Dégel con un tono grave - Hay personas que pueden hacerte daño jovencito.
A primera vista bastó para que ese momento pueda volverse quizá... Amor.
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Buenas noches personitas bellas, siento un poco mi inactividad pero he tenido días pesados espero me puedan comprender, sin embargo aunque me esté muriendo de sueño no puedo dejar a mi Dégel sin una pequeña historia por motivo de su cumple, este corto tiene dos partes, está es una y mañana sin falta les trago la segunda.
Muchas gracias por ser tan pacientes conmigo🥺🥺🥺 los quiero 🥰🥰🥰🥰
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