¿Quién soy yo?...

La pregunta del siglo tal vez, ¿Quién soy yo?, ¿Qué hago aquí?, ¿Cual es mi propósito en esta vida? y aún más importante ¿Por qué Josh no invitó a Drake a su boda?...

Que puedo decir más que no se ninguna de estas respuestas, ¿Quién soy?... bueno me presentaré mi nombre es Cade Hope y mi vida es una mierda.

¿Quién era?... bueno eso si te lo puedo responder, yo era solo otro estupido chico que se denominaba "popular" no el mayor pero estaba dentro de la cadena alimenticia como uno de los mayores depredadores.

Mi vida era perfecta probablemente, padres amorosos que me permitían hacer todo, amigos, una novia encantadora, un hermoso carro deportivo, iría a una prestigiada universidad solo para que terminara por tomar la empresa de mi padre por la cual posiblemente nunca haría nada, LA VIDA PERFECTA... ¿O no?

Aquí otra respuesta que sé... NO.

Simplemente era otro idiota que no haría nada por su vida y eso lo descubrí a la mala.

Dos semanas atrás estaba viviendo mi vida tan normal y lujosamente hasta que me desmayé mientras conducía.

Todos pensaron que iba ebrio claro está pero al ver mis pruebas de sangre concluyeron que no, después de un sin fin de exámenes mi diagnóstico llegó... Leucemia.

Básicamente tenía cáncer en la sangre, un cáncer que de haberlo notado antes hubiera sido tratable ahora había hecho metástasis a otras partes de mi cuerpo.

No era solo leucemia era cáncer en riñón, páncreas, pulmón y corazón.

Yo solo escuché le queda tres meses de vida a lo que mis padres escucharon lo llenaremos de quimioterapias, radiación y cirugías.

Amo el entusiasmo de mis padres por quererme vivo pero un pronóstico del cinco por ciento era una burla para mi.

Así que si, estoy muriendo y eso apesta.

Pero para ser honestos al oír el diagnóstico ya estaba muerto... no quería pasar mis últimos meses de vida siendo alguien que no soy, fingiendo estar bien cuando no es así.

No podía desaparecer como si estos dieciséis años de mi vida hubieran sido nada.

Quería despedirme sin tener que dar explicación, caras de lastima o el llanto desesperado.

¡No quería ser el puto chico enfermo!

No podía tener las dos cosas en un mismo momento así que tenía que ser más ingenioso así que decidí dejar una parte de mí.

Un pequeño video que se podría reproducir una y otra vez para recordarme.

Pero claro necesitaba ayuda, quería algo personal no sólo grabarlos y enviarlo, no, yo quería hacerlo bien.

Podía contratar a alguien claro pero quería que fuera alguien que siempre estuvo en mi vida pero no lo suficiente cercano como para sufrir por mi.

Después de pensarlo decidí quién podía ser quien me ayudara hasta que a mi llegó el nombre, Jensen Blue.

¿Quién es Jensen Blue?

Desde tiempos memorables Jensen a sido algo así como mi peor enemigo, siempre peleando por el mismo objetivo, el chico malo y solitario.

Un chico cuyos padres trabajan para el mío y no, no lo chantajearé con quitarle el trabajo a sus padres como lo haría el antiguo Cade, sabía que tenía un precio, uno que podía pagar.

Aquel lunes llamado el día cero pues sería mi primer quimioterapia estaba listo para ejecutar mi plan.

Ir a la escuela solo me recordaba el tremendo idiota que había sido, pero podía mejorar.

No podía hablar con él en público pues levantaría sospechas así que tuve que esperar, este chico tomaba tantas clases extra curriculares como le eran posibles, todo para conseguir una beca en un futuro.

La última era clase de cocina, en el último horario solo había cinco chicos donde la mayoría ya se habían ido así que ataque mientras terminaba de guardar sus cosas.

—Jensi —me burlé.

Él chico se giró para verme con esos brillantes ojos azul verdoso que mi prima amaba.

—Me vuelves a llamar así y te parto lo que tú llamas cara —sentenció.

—Que agresividad amigo —contesté cruzándome de brazos.

—En primera no soy tu amigo y en segunda que mierda quieres —se alteró.

Él me veía realmente enojado lo cual lo admito me divertía un poco.

—Necesito que trabajemos juntos en algo —trate de pedir.

Él solo bufó y negó con la cabeza.

—No me hagas perder mi tiempo —dijo pasando de mí.

—Es importante para mí —insistí.

—Más por eso no lo haré —contestó ya a unos metros de mí.

Me acerqué a él para tomarlo del hombro y darle la vuelta, giró con brusquedad, todo en su mirada indicaba que estaba por golpearme pero lo que dije evito el golpe.

—Tengo cáncer —confesé.

Él me miró no con pena solo extrañado, quito mi mano de su hombro y prosiguió.

—No porque estes enfermo haré lo que quieras —estableció.

—Solo escúchame prometo que te beneficiará — aclare.

Él lo pensó por un momento pero terminó aceptando.

—¿Vas a tu casa? —pregunté.

—Si —contestó confundido.

—Te llevo —sonreí.

Salimos por la parte trasera donde guardaba mi auto, esta vez traía una camioneta provisional.

—Entonces... —insistió.

—Estoy muriendo —confesé tranquilo— las esperanzas no son altas y no quiero que nadie se entere.

—Pues lo estás haciendo mal —contestó aún con molestias.

—Quiero que me ayudes a filmar unos videos y después de mi muerte se los envíes —expliqué.

—¿Por qué yo? —preguntó confundido.

—Porque me odias demasiado como para sentir lástima por mi —concluí.

Él lo pensó por unos segundos y terminó asintiendo pues tenía razón.

—Aún así no pasaré mi poco tiempo libre grabándote a ti y tú enorme ego —dijo aún no muy convencido.

—Te pagaré —acepté lo que ya sabía.

—No puedes pagarle a todos para que hagan lo que quieres —se quejó.

—Si, si puedo —aclare— trescientos por video.

—No lo ha...

—Planeó hacer veinticinco videos —interrumpí.

Sus ojos brillaron, ningún idiota dejaría pasar una oportunidad igual.

—Quinientos —aumentó.

—Trecientos cincuenta y te quedas con la cámara con la que grabemos —ofrecí.

—Me pagas por adelantado cada video y me retiro si me agotas la paciencia —dijo tendiéndome la mano.

—Trató —sonreí cerrando el trato.

Llegamos a su casa donde lo dejé.

—Te veo a las siete en mi casa —dije dándole la dirección.

Él solo la tomo de mala gana y se dió vuelta para entrar a su casa.

—Adiós Jensi —le grité.

El chico giró para mostrarme el dedo medio.

Solo me reí y seguí mi camino, tendría mi primera quimio y sabía que este sería el inicio de una nueva vida que no duraría mucho.