¿Quién es Percy?
Y así tan rápido llegó la segunda sesión de quimio, que me pusieran el tubo en el pecho era ciertamente incómodo, no dolía pero era bastante incómodo.
Lo había ocultado bien, el regreso a clases había pasado sin cuidados más que una o dos personas, ninguna importante a decir verdad.
—¿Qué vamos a comer hoy? —preguntó Sammy metiendo sus libros al casillero.
—Tu no sé, yo comeré pizza de Willis —contesté.
Él me miró confundió.
—Hoy no puedes ir a mi casa —aclare.
Sammy me miró feo pero la conversación cambió de rumbo cuando Amber llegó.
—Cade —llamó molesta.
—Guapa que bueno verte —sonreí.
—¿¡Qué bueno verte!? Llevas evitándome desde hace semanas, no llamas, no contestas los mensajes y sales corriendo cada vez que me vez —me gritó— ¿Acaso quieres terminar?
—Si, pensé que había quedado claro hace semanas —contesté tratando de no reírme.
—Eres un idiota —dejó en claro— y te vez ridiculo con ese gorro.
Ella se dió vuelta y se fue molesta.
—Acabas de terminar a la chica más linda de la escuela —dijo Sam sorprendido.
—No Sam acabó de recordarle que termine con ella —sonreí— ahora vamos te invito el desayuno si no haces más preguntas.
—Hecho —aceptó, nunca dejaría pasar la oportunidad de comer gratis —pero si te ves ridiculo con ese gorro.
—Si tu lo dices —negué con la cabeza.
Nos dirigimos al comedor para que se tragara lo que quisiera, odiaba decirlo pero mi hambre se había ido ya.
Como cada desayuno desde los seis años era la batalla para adivinar mi desayuno y la famosa "nota" que mi padre siempre dejaba.
—Entonces veinte a que es puré de papá... algo de carne y verdura— apostó Vic's
<Lo doblo a que es un burrito de frijol con carne> —dijo Percy convencido.
Sonreí y saqué el almuerzo.
—Es un burrito —anuncié
<Es día de burrito nena> exclamó feliz.
Percy tomó el dinero pero Vic's no lo dejaría irse tan fácil.
—Todo o doble a lo que diga la nota— puso la oferta sobre la mesa.
<Hecho> aceptó <Te amo, cuida de tu hermano, nos vemos en la cena>
—Mm... Termínate todo, sabes que te amamos —intuyó.
Saqué la nota en un pequeño postick.
—No olvides terminarte todo, te amamos —leí— No lo sé pero yo se la doy a Vic's.
Ella le arrebató todo el dinero a Percy riéndose.
Me quedé viendo el burrito.
—Trágatelo o te acuso con tu padre —me regaño Vic's.
—Esto no es mío —sonreí lanzándole el burrito a Percy para recibir mi bolsa de cheetos flaming hot.
—De verdad —nos miró molesta dirigiéndose a mi— no comes y cuando lo haces es eso.
—Tu comes ensalada con huevo rara, no critiques mis preferencias— me queje comiendo un delicioso Cheeto que me daría gastritis.
<¿Hablando de raros tu primo no ha estado así desde hace semanas? >preguntó Percy.
—Yo lo veo normal, igual de idiota —asegure.
Vic's bajo la cabeza.
—Yo también lo he visto raro —comentó nerviosa.
—¿Qué? —pregunté haciéndome el confundido, bajo presión podía hablar.
<Hoy terminó con Amber > comentó asombrado <y se ve sin color, algo enfermo diría yo>
—Mis padres me dijeron que están teniendo problemas en su casa —informó— pero no creo que esté enfermo, es muy dramático cuando está enfermo.
Mi corazón que había latido con fuerza se tranquilizó.
—Problemas en casa tal vez —insinué.
—Lo que sea que le pase se lo merece —murmuro su prima, sabía que se culparía de eso después.
—Nadie se merece lo malo que le pasa Vic's— le recordé.
<Oh pequeño Jensi tu problema es que eres muy inocente> se burlo Percy de mi recibiendo un buen golpe de mi parte.
Salimos para dejar nuestras cosas, en ese momento me llegó un mensaje.
<Jens > me llamó golpeando mi hombro.
—Si —dije saliendo del trance.
—Vamos a ir a comer tarta ¿Quieres venir?— ofreció Vic's animada.
—Vayan ustedes, tengo que cuidar a Jake esta tarde— medio mentí por lo que se lo creyeron.
<¡Que aburrido!> se quejó Percy.
Puse los ojos en blanco, aún así era su oportunidad de estar a solas con Vic's.
Tome mi ultima clase para irme al hospital, no tenía idea porque me había citado ahí.
Al llegar vi muchas caras conocidas pero ninguna era la de Cade.
Había pasado a casa por la cámara y un par de cosas encontrándome a mis padres en la sala.
—Cade —llamó mi madre— ¿No deberías estar en el hospital?
—Vine por unas cosas —contesté.
—Bien, no tardes tu padre llega en un par de minutos con los clientes —sonrió.
—Seguro —dije sonriendo como siempre.
Subí a mi habitación por mis cosas pues dormiría en un hotel ya que mis padres tendrían visitas y lo que menos querían era a su hijo vomitando por toda la casa, seguro no se ganaban el premio a los mejores padres.
Me hicieron salir por la parte trasera de la casa, aún usaba mi carro provisional aunque estaba seguro qué pronto me lo negarían.
Llegue al hospital donde ya me esperaba Jensen.
—Llegas tarde —gruñó— tengo que cuidar a mi hermano podemos apurarnos.
—Relájate un poco —lo calme— venga tengo quimio, hacemos el video y después te largas.
—Bien —gruñó suspirando abrumado.
Mi doctor llegó con los papeles en la mano.
—Sabía que llegarías tarde así que me tome mi tiempo —dijo el doctor para después verme pero recayó su mirada en Jensen— ¿Chico qué haces aquí?
—Ganándome la vida —sonrió— pero que mi padre no lo sepa.
—Yo no te he visto —guiño el ojo— ahora vamos.
Fuimos al área de quimioterapia aunque esta vez no estaba la novia de mi hermano.
Me senté y me sacaron el tubo ese del pecho, miré la bolsa de color brillante colocándolo en el soporte, hasta ese punto Jensen no parecía estar incómodo.
—Tuviste mareos, nausea, vomito...
—Si —contesté apenado.
—Está ronda tardará un poco más de lo usual así que es bueno que traigas amigos, Jensen es un buen chico —alago el doctor.
—Si que lo es —sonreí divertido.
Él me miró y puso los ojos en blanco.
El doctor salió dejándonos solos, solo estaba yo y otro chico en una esquina.
—Bien empecemos —dijo molesto— ¿Para quién?
—Mi hermano... mi hermano mayor —contesté decidido.
—Ya le hiciste uno —me recordó.
—El otro, el mayor —aclaré.
Él solo frunció el ceño y terminó por alzar los hombros.
Enfoco la cámara en mi, se movió un poco pero no me daba la señal.
—Tienes que quitarte el gorro —ordenó.
—No, no lo haré —me negué.
—Tu cabeza se ve rara y a menos que quieras verte así en el video quítate el gorro —dijo molesto.
Bufé pero termine quitándomelo viendo su expresión, era como lo esperaba, se quedó callado y solo pasó saliva.
—Lo arreglo por computadora —murmuró.
—Empecemos —bufé.
Hola hermano, sé qué ver esto será difícil para ti y el simple hecho de escuchar la voz de papá diciéndotelo es algo que nunca quise.
Sé que nunca tuvimos una buena relación, te marchaste cuando yo solo era un niño, entiendo las razones y no te culpo, yo tampoco me hubiera quedado.
Pasamos mucho tiempo odiándonos el uno al otro que dejamos pasar los años buenos que tuvimos, siempre pensé que lo único que querías era privarme de un futuro que me pertenecía pero solo tratabas de impedir que me volviera en algo que no soy.
Lo entendí demasiado tarde pero aún así gracias por intentarlo.
Sé que siempre pensaste que era un idiota, ciertamente lo soy pero no por eso nunca te extrañe.
Espero que me perdones y recuerdes que te quiero.
Verle así fue darme cuenta de la realidad, y aunque pensé que se vería calvo completamente no era así... tenía partes donde se le había caído cabello y otras donde estaba bien, parecido a uno de los cortes que me hizo años atrás.
Si me lo hubieran dicho años atrás estaba seguro que me hubiera burlado pero ahora que se presento no pude decir nada, no salió nada de mi boca.
—Bien te enviaré los videos después —dije recogiendo mis cosas.
—Que valga la pena mi dinero —bufo sacándolo de su mochila para pagarme.
—¿Quién te acompaña en esto? —pregunté al ver que no estaban sus padres.
—Liam —contestó no muy cómodo— está en examen así que llega en un rato.
Suspiré, estába a nada de irme, mierda mi cuerpo me pedía a gritos irme pero termine por sentarme de nuevo.
—No te quiero aquí —aclaro mirándome molesto.
—Cállate me largo en cuanto llegue tu hermano —asegure mientras me cubría con la gorra de la sudadera.
—¿Y la gorra para que? —preguntó cofundida.
—Mi padre trabaja aquí, si me ve hará preguntas y es lo que menos quiero —le recordé.
Cade solo levantó los hombros y cerró los ojos por un rato pero no duró porque empezó hablar.
—Estoy aburrido —se quejó.
—Usa tu teléfono —señale lo obvio.
—No, solo están hablando de como corte con Amber —comentó con los ojos en blanco.
—¿Por qué cortaste con ella? —pregunté.
—¿Eres estupido acaso? —preguntó con molestia— estoy muriendo Jensen no pasaré mis últimos dias atado a una relación.
—Vaya lógica —murmuré.
—Solo...
No pudo terminar la frase, gracias a su habilidad terminó vomitando en un bote que estaba a lado de su lugar.
Una enfermera se acercó, le dió algo de agua y una menta "especial".
—Lo siento —murmuro cerrando los ojos.
—Está bien —dije tranquilo, sabía que eso podía pasar.
—De todas formas ya estás acostumbrado a eso no, total eres bulímico —asumió muy seguro.
—No soy bulímico —asegure sacado de onda.
Él volvió abrir los ojos para verme confundido.
—¿No? —preguntó interesado— todos dice que lo eres o al menos anorexico.
—Todos creen que eres un buen chico y no por eso es verdad —me defendí.
—Bueno lo seas o no te falta comida, estás a nada de desaparecer —ofendió.
—Tu igual —ataque.
Él solo negó con la cabeza y soltó una pequeña risa.
Hablamos por un rato hasta que su hermano mayor llegó, ya era tarde y seguro mi hermano se molestaría conmigo.
Tome mis cosas para irme.
—Gracias... por quedarte —agradeció.
Asentí y salí de ahí esquivando personas que me conocían por mi padre.
Ahora entendía porque decían que la quimio apestaba, era simplemente un asco.
Al salir del hospital mi hermano me llevo a un hotel no muy lejos de la casa, un buen hotel.
—Llegamos —me despertó.
—No puedo moverme —murmuré— me duele todo.
Él se quedó pensando por un momento.
—Te cargo si quieres —vio como opción.
—Tus huesitos apenas y soportan tu cuerpo, dudo que resistan el peso de ambos —remarque.
Suspiré abrumado aunque eso implicara sentir náuseas.
—Solo ayúdame a salir del coche —le pedí.
Mi hermano me ayudo a llegar a la habitación, al llegar me tiré en la cama, el simple hecho de estar acostado hacía que me doliera el cuerpo.
Mientras Liam bajaba por las cosas y por algo de comer me quedé mirando mi teléfono pensando en todo lo que había dicho en el video.
Una buena de pensamiento me atormento así que lo decidí, marqué aquel teléfono que tenía guardado desde hace años, uno que no había usado.
Marque esperando que no contestara.
—Hola —contestó para mi desgracia.
—Hola Dyl —lo llame nervioso.
Se quedó callado por un momento.
—¿Quién habla? —preguntó confundido.
—Soy Cade... tu hermano...
Entonces si se hizo el silencio.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top