¿Bien?
Tres mordidas y estaba por vomitar, mil veces me dijo el Doc que no pasaría pero a la mierda quien era el que se estaba tragando la hamburguesa.
Se desesperó y me dejo solo con mi padre quien era peor, le miré cansado tratando de convencerle.
—No funcionará solo come —ordenó.
—Pero...
—Come —continuó.
—Y si...
—¿Quieres que te metan la sonda acaso? —preguntó arqueando la ceja.
—Ya estoy comiendo —gruñi.
Continué comiendo, ni siquiera podía usar mi teléfono para distraerme, pero una llamada me salvó.
—Tengo qué contestar —dijo levantándose del pequeño sillón— No te atrevas hacer trampa.
—No —murmure.
Mi padre salió, unos segundos después la puerta se abrió.
—¡No estoy haciendo trampa! —exclamé— ah eres tú.
—¿Esperabas alguien más? —preguntó riendo.
Negué con la cabeza metiéndome una papa a la boca.
—Tienes que ayudarme —asegure— esta cosa es más grande que yo.
—No te lo voy a negar —sonrió— pero paso, no le daré más razones a tu papá para odiarme.
Lo pensé bien, tenía razón.
Asentí para mirarle hasta percatarme de que traía una pijama de hospital.
—¿Estás bien? —pregunté nervioso.
—Nada que un buen cóctel y unos brownis no arreglen —sonrió.
Me mentía probablemente.
—¿Tu pequeñín? —preguntó.
—Si no como me meten esta cosa —bufé enseñándole la sonda con desagrado— realmente no quiero.
—Te hacen falta unos kilos —agregó riendo.
Levanté mis dedos medios para mostrárselos.
Nuestra plática se vió interrumpida por el Doctor.
—Llegaron tus padres Cade —informó él.
—¡Que emoción! —exclamó burlón— te veo después.
El chico extendió el puño al cual conteste pegándole de arriba abajo como siempre.
—No tengo opción o si —murmure.
—Al paso que vamos me curaré o moriré más rápido de lo que tú te acabas esa cosa —señaló.
—Probablemente... —suspiré.
Apenas llevaba la mitad de la hamburguesa.
Salió para que mi padre volviera a supervisarme, eran imposibles.
Volví junto con el doc a mi habitación, ahí ya estaban todos en una linda reunión.
Me levanté de la silla para tirarme en mi cama.
—Bueno porque no nos ahorramos los discursos y lo dice de una vez, me voy a morir —dije seguro.
—Cade Hope —regañó mi madre.
—Es verdad —lo soltó de una vez el doctor— lo siento pero el tratamiento no está funcionando.
Ese silencio que quiebra se hizo presente en toda la habitación, mire a mis hermanos quienes se mantenían inertes, con los ojos empezando a cristalizarse.
—Pues intentaremos otro tratamiento, hay radiación, transplantes y podemos tratarlo con las células madre que llevo dentro de mi —expuso mamá.
—Y de la noche a la mañana te volviste doctora —me burlé.
—Es plática de adultos Cade —me silencio mi padre.
—¡Es mi puta vida! —les grité, tristemente no era así.
—Entonces pasemos a la fase dos, quitemos los órganos dañados, menos áreas significa menos cáncer no es así —me ignoro mi padre.
—Tiene cáncer en todo su cuerpo señor, tendríamos que quitar uno de sus riñones, pulmón, parte de hígado, intestino y el páncreas —explicó— y aún así seguiría teniendo cáncer, más quimios con radiación, el cuerpo de su hijo no aguantará.
—No subestime lo que mi hijo puede hacer, él es un Hope y ahora procederá al plan que acaba de describir —ordenó.
Él doctor iba a decir algo pero mi padre simplemente se puso recto para cruzarse de brazos, bajo la mirada para después verme, le mire pidiendo ayuda... pidiendo que no se rindiera conmigo.
—Usted hizo un juramento... cúmplalo por favor —pedí cansando.
Me miró para asentir.
—No... no lo haré y sabe que puede despedirme la verdad es que no me importa, lamento que esto le haya pasado a su hijo pero no hay más que hacer se lo dije desde un principio —repitió.
—Está despedido —sonrió papá— buscaremos a alguien más, gracias.
—Háganlo, yo soy su doctor por la única razón y es que soy el mejor no me será difícil encontrar empleo —así era— quieren saber que va a pasar si siguen, Cade estará tan débil para comer que se alimentara por un tubo, su riñón que no está lleno de cáncer ya está teniendo insuficiencia por lo que debe iniciar con diálisis...
Lo que me faltaba.
—Requerirá de una bomba de insulina, y su alimentación será a base de líquidos, requerirá usar tanque de oxígeno y pasará la mayor parte de lo que le reste inconsciente —explicó— la quimio y la radiación mataran lo debilitaran más que el simple hecho de respirar lo desgastara, la verdad es que su hijo no sobrevivirá, así que por favor paren, solo están alargando su agonía por que ahora mismo lo está.
Era verdad... me dolía todo.
—Él no...
—Quiero parar —intervine— estoy cansado, me duele cada centímetro de mi cuerpo, me cuesta trabajo respirar, comer, vivir... ya no quiero vivir así —me gire a ver a mis hermanos— lo siento pero no quiero... ya no puedo.
Ellos me miraron, Dee se levantó de su asiento para acercarse a mí y abrazarme, el menor asintió permitiéndome descansar, gimoteando en mi hombro lleno de dolor.
Mire a Dylan quien asintió, recaí en Liam quien no se atrevía a mirarme.
—Li... —lo llame, el chico mantenía la mirada baja.
Mi hermano asintió, aún sin poderme ver soltando un par de chillidos, Dylan lo abrazo para calmarle.
—Lo qué opinen ustedes no me importa, voy a parar con o sin su apoyo pero quiero que el Doc sea mi doctor hasta que muera, si él quiere —le mire.
Mi Doc me miró para asentir y después a mis padres.
Mi padre solo asintió mientras mamá se limitó a salir, con su salida el aire se hacía respirable.
—Puedes traer a Jens —pedí a mi doc.
El Doc salió cansado, como profesional de la salud siempre seria un héroe, joder Supermán se ponía a sus pies y perder a un chico por más idiota como yo le afectaba.
—Me dejan un momento con Liam —pedí a mis hermanos.
Dyl se levantó, para cargar a mi hermano y besar mi frente.
—Venga Dee te compro un helado —le calmó.
Ellos salieron dejándonos a solas.
—Li puedes venir por favor —pedí cansado.
El chico lo dudo pero se levantó del sillón para venir a mi y sentarse en el borde de la cama, sin verme.
—Hey —lo llamé , jalándolo hacia mi tomando su mano— gracias, por estar para mi, apoyarme, cuidarme y casi matarme con tus sopas saladas...
Espere sacarle una sonrisa pero no.
—Gracias por ser tan buen hermano y quiero que sepas... que lo hiciste todo de acuerdo, de ninguna manera hubiera resistido sin ti... —una lágrima brotó la cual recorrió su mejilla— te amo Li no lo olvides.
Mi hermano se giró para mirarme, me abrazo fuerte mientras se desahogaba, apenas estaba iniciando por dar malas noticias.
Por fin terminé la hamburguesa, claro estaba a nada de vomitar, tenía un chingo de sueño y quería irme ya, pero claro mi padre súper orgulloso.
—Damián —lo llamó el doc.
Él se quedó hablando con él por un momento para verme.
—Me comí toda la hamburguesa, no puedes obligarme a comer otra cosa...
—Cade quiere verte —me dijo papá.
—Es tan flojo que te manda a ti —mire al Doc.
—Es Cade —aclaró la verdad.
Asentí, él me llevo hasta su habitación y ahí estaba él tratando de prender la televisión.
—Lo tienes al revés —murmuré.
El chico vió el control para girarlo.
—Y aún así soy más listo que tú —sonrío torpe.
—Ya, como no —negué divertido— me querías, aquí me tienes.
—Ven aquí —pidió, por fin me dan cuenta que se veía como la mierda.
Me subí a la cama para sentarme en el borde, no pude evitar su risa pues había tenido que saltar para llegar a él.
—Cállate que no tengo ganas de soportarte, meterte un putazo con todo gusto —gruñi.
Él negó para mirarme, un momento a otro todo se puso demasiado tenso, costaba respirar ahí.
—¿Ocurre algo? —me atreví a preguntar.
Una vez más se quedó callado para verme.
—El tratamiento no funcionó —confesó.
Asentí aún sin entender.
—Y ahora que, digo no me sorprendería si tus padres pagan por una misteriosa cura —bromeé.
Espere, deseé una respuesta pero el silencio solo me confirmo lo que me pensaba.
—No seguirás verdad —susurré bajando la mirada, un extraño nudo se hizo en mi estomago.
—Ya no hay que hacer Jens, quería decírtelo antes de que esto se ponga feo —murmuro— bueno más.
Asentí cansado, trate de calmar ese dolor extraño dentro de mi, cerré los ojos para respirar, según la psicóloga eso ayudaba para evitar los ataques.
Sentí su mano en mi hombro.
—No sabía que me querías tanto —murmuró.
—No lo hago, es la hamburguesa que está por salir —evadí con cierto tristeza en mi voz.
—Eres malo mintiendo —se burló.
—¿Que quieres que te diga?, ¡Qué me importas!, ¡Qué te quiero! —le grité molesto.
—Eso ya lo sé —sonrió tranquilo— pero puedes decirme que estarás conmigo hasta que esto acabe.
Suspiré para mirarle y asentir.
—Tengo un trabajo no es así —le recordé.
Cade asintió para mirarme.
—Después de todo sabíamos que esto iba a pasar no es así —confesó.
Pero la verdad es que no, este cabron tenía tanta suerte que parte de mí sabía que de alguna u otra forma esto solo era temporal, que de todas las personas en este mundo él podía vencer un pronóstico de mierda.
Que doloroso es cuando la verdad te golpeaba en la cara.
Levanté los hombros en forma de respuesta, él revolvió mi nula cabellera para sacarme de mi trance.
—Estaremos bien —me calmó.
—Tienes prohibió decir bien —ordene— porque claramente estamos como la mierda.
—Pero juntos en la mierda —sonrió para calmarme.
—Ya vas a empezar de cursi —gruñi— esto es serio, te vas a morir y no quiero, joder no quiero...
Estaba frustrado porque quería al idiota molestándome por mucho tiempo más.
Cade se abalanzó a mí para abrazarme, trate de separarme pero no me dejo.
Me quedé ahí hundido en el hombro del chico que alguna vez odie, la persona que me llegó hacer tanto daño... mi amigo.
—Hey —me llamó— venga confía en mí estaremos bien.
—Te odio —le recordé.
—Claro que no —asegure— ahora ve a tu casa y duerme un poco gremlin, tenemos trabajo que hacer —sonrió.
Asentí para salir de su habitación, mi papá ya lo sabía por lo que me abrazo.
—Jens...
—No quiero hablar de eso... solo vámonos —pedí.
—Pero Jensen...
—Vámonos insistí —una lágrima rodó por mi mejilla— solo vámonos.
Mi papá asintió para irnos, no era momento para ser débil.
Esperaba muchas cosas de Jens, verle así no me gustaba nada.
Tome mi teléfono porque en estos momentos estaba empoderado por lo que solo me quedaba una persona... una a la que recurría por consejos.
La llamada sonó hasta que por fin entro.
—Es oficial, me estoy muriendo —confesé.
El chico se tardo en procesarlo por un momento.
—Hola a ti también, Cade —saludo.
—No hay tiempos de un hola, un posible adiós tal vez —le recordé.
—Puede ser mi último hola contigo, así que Hola, Cade... —insistió, tenía razón.
Puse los ojos en blanco, me alegraba escuchar su voz.
—Hola nene —salude enviándole un beso.
Sonrío victorioso, riendo por lo bajo.
—Mejor... —se acomoda en su silla para bajar la mirada—. ¿Cuánto tiempo?
—Tres semanas, tal vez un mes no lo sé... de cualquier forma ya no hay nada que hacer —sonreí frustrado— tanto esfuerzo y al final solo me iré peor de como estaba al iniciar.
Él asintió para verme.
—¿Te arrepientes de algo? —me preguntó.
—Puff iniciando por tomar esta mierda de tratamiento, cagar la mejor amistad de mi vida, no haber golpeado Hades cuando golpeó a mi enanito, no cogerte —guiñe— jalar a Jensen a esto... puedo seguir toda la vida pero por lo visto no me alcanza.
—Ya sabes dónde encontrarme si quieres arreglar eso —reprimió sus ganas de reír—. Pero hablando en serio —pasó saliva, enseriandose—. Si hay algo que quieras decir o hacer todavía en persona, los vídeos no cuentan, no pierdas más el tiempo y hazlo.
Suspire cansado relamiéndome los labios.
—Ahora mismo tomar un avión e ir a follarte —le guiñe para ponerme serio— hay cosas que si no se hacen en el momento se pierde la oportunidad, otras que el tiempo no me alcanza para hacer... y sentarme a esperar mi muerte es lo único que me queda.
—Que trillado se escuchará esto, pero... —pasó saliva, su voz amenazaba con quebrarse—. Realmente, nunca es tarde... para pedir perdón, agradecer o simplemente mandar a la mierda a alguien, y antes de que lo hagas conmigo te diré que, ¿Sentarse y esperar? —se rió por lo bajo—. No suena a algo que tú harías, idiota.
—Tienes razón, probablemente la espere en un yate privado en los puertos de Cancún o aquí en mi mansión —guiñe riendo— aún así, gracias por soportarme, sé que no lo hago fácil la mayoría del tiempo.
Ahora si se ríe un poco.
—Permíteme hacer mi maleta y te acompaño. No hay nada mejor que irse con estilo, ¿No crees? —suspiró negando—. No, ni un poquito, pero estoy acostumbrado a la gente difícil —miró hacia arriba, pensándolo y regresar—. Será triste no volver a compartir mi mierda filosófica contigo de nuevo...
—Oh si, te quedarás sin pendejo para escuchar tu mierda —asentí riendo— planeó visitarte como fantasma de todas formas —sonreí— pero de verdad gracias.
—Ya sé que si algo me jala los pies por las noches eres tú —La risa le sale ronca—. Nada, el gusto fue mío. Cuidate, Cade —sonríe tristemente—. Te veré pronto...
—Al menos ya no tienes que tener miedo de morir, sabrás que te estaré esperare en el infierno con leche y galletitas de chispas —agregué— recuerda usar rosa en mi funeral, hasta luego nene.
Colgué, sería tal vez la última vez que hablaría con él.
Y así esta la cosa 😔 lamento arruinarles su viernes con estas noticia.
Es algo que ya se venía venir ¿Cierto?
Duele aunque sea ficticio 🥲 pero Cade les manda mucho amors.
Dejen su amor para el enano y el idiota 👉🏼
Les dejo este dibujito para recordar esos hermosos momentos, ya pueden ver el capítulo crossover especial 🥰
Gracias a Keniteitsuki por su participación en este capítulo 😘💕
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top