¿Amigos?
—Mueve tu trasero —me gritó Jake con el respeto que me tiene.
—Si dejas de moverte podría —gruñi.
El pequeño idiota no dejaba de moverse y yo como madre luchana de un pequeño ser lleno de maldad tenía que arreglar su estupido traje.
—Listo —bufé.
Jake se miró en el espejo, la fiesta sería de disfraces y él claro no podría dejar pasar la oportunidad de ponerse su traje.
—¿Por qué Robin? —pregunté confundido.
—Me identificó con él —sonrió.
—¿En que? —pregunté más confundido.
—Somos geniales, nos queda el rojo y tenemos un hermano imbecil —murmuro molesto.
—Robin no tiene hermanos —negué inseguro.
Él se giró para verme molesto.
—Claro y solo hay un robin —se burló.
Asentí inseguro recibiendo un libraso en el abdomen, claro la historia de Robin.
—Vámonos antes de que me arrepienta —gruñi.
Él asintió, salimos de la casa ya tarde pero mi plan era dejarlo, desaparecer y volver cuando más se estuviera divirtiendo.
Llegamos, el lugar estaba adornado de súper héroes como había pedido Dean y claro a sus padres no les importaba gastar todo el dinero del mundo.
—Jake —saludó Dean acercándose.
—Lindo disfraz —sonrió viendo su traje de Superman— pero Robin le patearía el trasero.
—Claro que no —dijo lo que pensaba.
Antes de que dijera algo apareció Cade con su disfraz de Batman.
—¿No te quedas? —preguntó.
—No...
—Deberías —pidió Dean corriendo tras mi hermano.
Miré a Cade, en definitiva un Batman demasiado flaco... la versión de Pattinson al parecer.
—Te ves ridiculo —asegure.
—Él quería que me vistiera así y no se lo iba a negar —contestó.
Asentí, en su situación yo haría lo mismo por mi hermano.
—Podemos hablar —pidió sacándome del trance.
Le miré cansado.
—Regreso por él a las seis —contesté dándome vuelta para irme.
Pero me detuvieron y no por Cade si no por alguien peor.
—¡Que bueno que estás aquí! —exclamó Vic's.
—Yo ya me iba...
—No por favor —pidió— no puedo soportar ver otro niño más disfrazado corriendo por ahí.
—Bueno llegó mi hermano así que será peor —asegure— pero no yo...
—Por favor —rogó— por mi.
Así que no tuve de otra más que quedarme.
Me senté en una de las mesas junto con Vic's.
—¿Estás bien? —me preguntó.
—¿Por qué lo preguntas? —pregunté nervioso.
—No lo se nene te siento diferente, has estado algo distante y cada que te veo tienes un golpe nuevo —explicó.
—Estoy bien —contesté.
—Pues no se te nota —me miró preocupada.
—Estaré mejor —aseguré.
Ella me abrazó y besó mi mejilla.
—Deberíamos hacer algo, hace mucho que no salimos —agregó.
—Claro, no estaría mal salir —me animé— tu, Percy y yo como en los viejos tiempos.
—Si —sonrió.
Solo necesitaba eso.
Ahí estaba yo con ese puto disfraz de Batman para complacer a mi hermanito, me había ido mejor que a Liam con su disfraz de flash.
—¿Cómo te sientes? —me preguntó al pendiente.
—Estoy bien papá —me quejé.
—Lo digo en serio —me miró.
Suspiré, había tenido quimio en la semana.
—Cansado —confesé.
—Acuéstate un rato, nadie notará que no estás —comentó.
—Él lo hará —dije mirando a mi hermano quien jugaba con sus amigos— necesita verme bien, al menos hoy.
Asintió comprendiendo un poco.
—Podemos partir el pastel si quieres —sonrío.
—Algo de azúcar no me caería mal —acepté.
Mi hermano preparó el pastel, era temprano pero a quien no le gustaba el pastel antes de comer.
Todos se juntaron para el pastel lo típico, cantar las mañanitas, apagar las velas y con suerte aventar a mi hermano al pastel.
Ese fue el plan pero a media canción uno de los globos explotó, nada particular y todos continuaron pero fue ese momento en el que noté que Jensen no estaba bien.
Había dado un pequeño salto pero eso no era lo preocupante, su mirada se había perdido y su rostro solo mostraba miedo.
Vic's le hablo pero él no hizo caso solo negó para susurrarle algo y después entrar a la casa.
Seguí con el plan y avente a mi hermano al paste, pero una vez terminado desaparecí, sabía bien donde estaría... el único lugar donde podría estar.
Entre a mi habitación y ahí estaba él sentado en la pequeña sala que se encontraba en mi habitación.
—Tienes estrés post-traumático —señale.
—Al carajo tu estrés —gruñó cansado, sudando.
Me senté a su lado dejando el pastel frente a él.
—Te traje pastel —sonreí.
—Puedes dejarme solo —pidió agresivo.
—Te recuerdo que estás en mi habitación idiota —ataqué.
El chico solo bufó para levantarse molesto, estaba temblando cual chihuahua.
—Espera, quédate hasta que te calmes no querrás que tu hermano te vea así —mencioné.
Jensen me miró y asintió para sentarse otra vez, estaba más pálido de lo común.
—Deberías ir con un psicólogo —comenté mirándole.
—Tu deberías ir —atacó— mira que dejarme solo por tus huevos no es natural.
—Fue por lo que dijiste —le recordé.
—¿Qué? —preguntó confundido.
Suspiré abrumado.
—Escucha tu y yo no somos amigos —establecí.
Él se giró para verme molesto.
—Me dejaste por algo que dije estando borracho —recriminó— si Cade no somos amigos ¿Sabes por qué?, porque eres un jodido imbecil y si estoy así es por tu culpa.
—No te obligue a ir —gruñi.
—Lo hiciste y sabes porque no me negué, porque tienes cáncer, llevo todas estas putas semanas haciendo lo que quieras todo para complacer los últimos deseos de un moribundo —me gritó dolido.
—Que no se te olvide que te pague y tu aceptaste —le recordé, no quería su lastima.
—Acepté el dinero porque era la única forma de convencerme de que no te estaba haciendo un favor —explicó— pero tenías que cagarla como siempre no, por tu culpa me golpearon, por tu culpa no presenté un examen, por tu culpa estoy castigado hasta la universidad y por tu culpa casi muero.
Se podía notar todo el dolor en sus palabras.
—Jensen...
—Una bala pasó a mi lado —soltó— y no dejó de repetir ese momento, no he podido dormir porque no dejo de verlo —remarcó.
Una lágrima salió de sus brillantes ojos.
—Yo...
—Y me dejaste porque quieres que todo vuelva a la normalidad, quieres volver a cuando tú y yo solo éramos enemigos y esa era tu única preocupación —aseguró— lamento que tengas cáncer, pero eso no te da motivo de tratarme así.
—Lo siento —me disculpé.
—Estoy cansado de ti y de seguirte a todos lados —se levantó— lo conseguiste, tú y yo no somos nada, ni amigos, conocido o mucho menos enemigos.
Jensen salió de mi habitación con la cabeza baja.
Por primera vez me sentía mal por alguien que no era yo, era eso o que estaba por vomitar el pastel.
Salí de ahí escabulléndome para que no me viera Vic's o mi hermano, al que le tenía sin cuidado.
Lo que le había dicho a Cade era verdad, no había dormido más que cuatro horas, no consecutivas, durante toda la semana y estaba realmente cansado.
No quería volver a casa... no quería estar solo así que fui con la única persona en el que podía confiar.
Percy abrió la puerta, mirándome confundido.
—Son casi las cuatro ¿Por qué sigues en pijama? —pregunté.
<¿Por qué estás en mi casa?> preguntó confundido.
—Necesito un favor —pedí nervioso.
El asintió y me dejo entrar, fuimos a su habitación que conocía bien.
—No hagas preguntas de acuerdo —pedí.
Percy solo asintió.
—Necesito dormir —murmure— pero yo...
<Lo entiendo> me detuvo.
Tomó un medicamento de su buró para dármelo.
<Te ayudará a descansar> ofreció dándome una botella de agua.
—No lo se...
<Me quedaré contigo todo el tiempo de acuerdo> sonrío <no te harán daño>
Asentí para tomar la pastilla, no tarde en quedarme dormido.
Desperté por la luz golpeándome a la cara, Percy estaba dormido a mi lado.
Tome mi teléfono para ver, era la una de la tarde.
—Mierda, mi hermano —dije alterado.
<Tus padres lo recogieron ayer> —me calmó.
—¿Qué? —pregunté confundido.
<Les mande un mensaje a tus papas, saben que estás aquí> explicó.
—¿Por qué hiciste eso? —reproche.
<Porque estas mal amigo y ahora te vas a sentar y decirme que tienes> ordenó.
—No tengo que explicarle nada a nadie —aclare molesto.
<Jensen> me llamó <te conozco probablemente más que tú y sé que no estás bien amigo, así que dímelo para que pueda ayudarte como tú me ayudas>
Suspiré y es que todo mi problema era mantener su secreto, me senté a su lado.
—No puedes decirle a nadie, mucho menos a Vic's —establecí.
<¿Volvieron tus problemas alimenticios?> se adelantó preocupado.
—No tranquilo, de hecho estoy comiendo por estrés —agregué— pero en serio Percy no importa lo que te diga no puedes decirle a nadie.
<¿¡Mataste a alguien!?> exclamó abrumado.
—¡No!, ¿Qué mierda pasa por tu cabeza? —regañe.
Él solo levantó los hombros más relajado.
—Yo... Cade tiene cáncer —confesé.
Él se quedó pensando por un momento.
<¿Tú que tienes que ver en eso?> preguntó confundido.
—Lo estuve ayudando a grabar videos que dejara cuando se muera —explicó.
Él suspiró entendiendo... o la mitad de eso.
<No se qué decirte> —y es que yo tampoco esperaba que me dijera algo.
—No hay nada que decir —suspiré— solo necesitaba sacarlo, pero de verdad no se lo cuentes a nadie.
Él asintió para chocar las manos cerrando el trato.
—¿Qué les dijiste a mis padres? —pregunté para no arruinarlo.
<Que mis padres se van a divorciar y te necesitaba aquí> explicó.
—¿Y es...
<Se lo gritan tres veces por semana desde hace dos años, necesitan algo de sexo y ya está> aseguró.
—¿Quieres que me quedé? —pregunté.
<No, largo quiero dormir> sonrío.
Revolví su cabello como solía hacer, me acompañó a la puerta.
<Busca ayuda antes de que te pongas mal, tu pequeño cuerpo no soporta tanta presión> aconsejo sin evitar burlase.
Levante el dedo medio para salir, tenían razón necesitaba un poco de ayuda.
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