Capitulo 7:Desconfianza

A paso calmado y silencioso cierto chico albino caminaba por unos largos pasillos los cuales solo eran iluminados por antorchas.

El era Bell el cual tenía una expresión tranquila mientras caminaba por ese pasillo desolado con sus manos en sus bolsillos.

—tengo ya un tiempo de no venir por aquí, espero no haberme olvidado del camino —penso mientras se movía de un lado a otro por los cruces de los pasillos.

El lugar era un laberinto con tantos caminos los cuales la gran mayoría no llevaban a nada pero Bell se los podía de memoria o por lo menos eso quería creer.

Después de caminar por un rato llego a una puerta de piedra la cual se movió al sentir su presencia dándole paso al siguiente lugar.

—parace que aún recuerdo el camino —penso aliviado ya que tenía miedo de caminar por horas y horas sin encontrar la salida.

Al entrar a ese lugar vio como cierta chica de cabello rosado estaba apoyada en la pared con los brazos cruzados la cual levanto la mirada al darse cuenta de su presencia.

—hey —fue el simple gesto de saludo que lanzó Bell caminando hacia otra pared y apoyarse allí.

El motivo por el que se encontraba en ese lugar era porque había una reunión entre miembros de la organización.

—me alegra que hayas sido el primero en llegar —dijo Valletta con una sonrisa amistosa viendo a Bell.

Este solo se confundió al ver la sonrisa de Valletta.

—¿Quieres decirme algo? —pregunto confundido—. Cuando sonries así es porque algo te molesta.

—de hecho si, tengo algo que hablar contigo —dijo dejando de apoyarse en la pared y caminar lentamente hacia Bell.

Parecía que los otros se tardarían más en llegar así que ambos tendrían tiempo para hablar.

—veras, hace unos días me enteré de algo interesante —dijo mientras se detenía a unos cuatro metros de Bell y lo miraba fijamente.

—¿Enserio? ¿Y de que te enteraste? —pregunto sin apartar la mirada de Valletta.

Por alguna razón el ambiente se estaba volviendo hostil así que estaba alerta por si acaso teniendo su mano lista para tomar su espada.

—pues me enteré que cierto conejito rebelde se ha estado juntando con cierta loca de la justicia —dijo mientras su sonrisa se volvía más amistosa.

—vaya dato interesante, me pregunto quién fue el pajarito que te dijo eso —dijo desviando la mirada y restándole importancia a esas palabras—. ¿Y? ¿Que pasa con ello?.

—bueno, el motivo principal por el que te mandamos a vivir a la ciudad fue para que investigarás todas las ubicaciones de los almacenes —dijo acercándose lentamente a Bell.

—y eso hice, justo ahora les traigo información sobre ello —respondio aún con esa actitud tranquila.

—si pero a parte de ello también te has hecho amigo de Alise Lovell, muy amigo por lo visto.

—¿A qué quieres llegar con todo esto? —pregunto viendo como Valletta ya estaba muy cerca de él y sus rostros eran separados por unos cuantos centímetros.

—Bell...........¿Acaso nos quieres traicionar? —pregunto con su mirada oscurecida viendo fijamente a Bell.

Pero este no aparto la mirada de ella viendola también fijamente sintiéndose la tensión en el aire.

—¿Que te hace creer eso? —pregunto con el ceño fruncido.

—si te soy sincera nunca he confiado del todo en tí —empezo a explicar sin apartar su rostro—. Cuando comenzaste en Evilus todo lo hacías obligado ya que tú habilidad para robar una gran cantidad de cosas era muy conveniente para nosotros a pesar que lo que hacías iba en contra de tus principios no querías morir, después de todo solo eras un niño.

Bell solo frunció el ceño al escuchar esas palabras recordando sus inicios en esa organización.

—pero de un día para el otro empezaste a hacer cada trabajo que te encargaban sin quejarte y eso me pareció muy raro pero no me queje, después de todo estábamos avanzando —dijo aún con esa expresión seria en su rostro—. Pero ahora que te estás juntando con esa tipa me hace sospechar de ti otra vez así que vuelvo a preguntarte ¿Nos intentas traicionar?.

Ambos se seguían viendo fijamente con sus rostros muy cerca sintiéndose cada vez más fuerte la tensión en el aire, cualquier novato con falna ya hubiera caído desmayado por la presión.

—¿En serio crees que me convertiría en un traidor? ¿Que ganaría con ello? —pregunto Bell encogiéndose de hombros—. Ya soy un miembro de Evilus, mi destino será la cárcel o la muerte si los llegó a traicionar así que no le miro el sentido a ello.

—a diferencia de nosotros tú nunca le has arrebatado la vida a nadie, quizás pienses que eso te pueda salvar y eres el único que no ha revelado su rostro —dijo aún con desconfianza.

—eso es ridículo, un criminal es un criminal, no tengo razones para traicionarlos —dijo metiendo sus manos a sus bolsillos—. Si tanto desconfías de mi porque no le dices a Thanatos que me venga a interrogar, después de todo a los dioses no se les puede mentir.

—no me gusta depender de ellos —dijo con una expresión de desagrado—. Prefiero sacar la información yo misma.

—pues ya te dije la verdad así que creo que todas estas preguntas ya terminaron ¿Verdad? —pregunto con cansancio.

—solo déjame decirte algo Bell, si llego a descubrir que nos estás traicionando date por muerto —dijo volviendo a su sonrisa desquiciada dándose la vuelta y volver a su lugar.

—a ver quien termina muerto —penso Bell poniendo una sonrisa amistosa la cual fastidiaba a Valletta la cual se volvió a apoyar en la pared.

Segundos después la puerta se abrió dando paso a otros dos hombres.

—vaya, que ambiente tan pesado —dijo un hombre de cabello blanco largo sintiendo la tensión en el aire.

—¿Sucede algo malo? —pregunto Vitteaux con una sonrisa amable.

—nada que te importe —dijeron Valletta y Bell al mismo tiempo.

—jajaja ¿Peleas de pareja? —se burlo Vitteaux aunque al instante tuvo que esquivar una daga la cual iba a su cabeza cortesía de Valletta.

—solo nosotros estaremos aquí hoy así que terminemos con esto rápido —dijo Valletta con fastidio.

—¿Y Zald y Alfia no estarán aquí? —pregunto el tipo de cabello blanco confundido.

—no seas idiota Olivas, sabes muy bien que esos dos actúan por su cuenta —respondio Vitteaux—. A parte que aquí está el pequeño Bell y sabes muy bien que esa mujer no lo quiere ni ver.

Al escuchar esas palabras Bell solo aparto la mirada para gracia de Valleta.

—jeje tiene sentido —se burlo Olivas para enojo de Bell.

—¿Podemos comenzar con esta reunión? —pregunto Bell sacando un mapa y colocarlo en una mesa de la habitación.

—muy bien, que información tienes para nosotros —pregunto Valleta volviendo a su sonrisa sádica acercándose al mapa junto con los otros dos.

—estuve por mucho tiempo buscando y solo logré encontrar un almacén —dijo Bell mientras señalaba uno de los lugares cerca de la torre de Babel—. Probablemente esté muy custodiado después del último ataque.

—tienes razón, con cada ataque los idiotas se vuelven más cuidadosos —dijo Vitteaux con fastidio.

—como siempre recomiendo que la hora de ataque sea en la noche ya que la mayoría de aventureros están durmiendo quedando activos solo la familia Ganesha —dijo mientras volvía a guardar el mapa—. Aunque conociendolos de seguro harán un gran escándalo.

—no disfruto un ataque si no hay gritos de agonía de por medio —dijo Olivas con una sonrisa grotesca.

—si tanto te molesta como hacemos las cosas entonces ataca tú ese almacén —dijo Valletta con una pequeña sonrisa.

—¿Eh? —dijo Bell sorprendido.

—si, después de todo tu tienes esa habilidad. Te prestaré algunos de mis soldados para que te ayuden y te encargas tu solo del trabajo —dijo Valletta viendo con burla a Bell.

—tomalo como una prueba, será tu primer trabajo en solitario aunque quisiera ir yo para ver sangre —dijo Vitteaux con una sonrisa sádica.

—pero no se permite fallar, ya sabes las consecuencias —advirtio Olivas.

—ya oíste Bell, este trabajo será para tí. Confío en que harás bien el trabajo —dijo Valletta pasando su brazo atrás del cuello de Bell y darle un medio abrazo—. Atacaras mañana en la noche así que más vale que estés preparado.

—esta bien —acepto Bell de mala gana.

—ese es mi muchacho —felicito Valletta pellizcando la mejilla de Bell.

Y con esas palabras la chica se fue del lugar con una gran sonrisa la cual transmitía todo menos tranquilidad.

—¿Y ustedes dos que se traen? —pregunto Olivas extrañado.

—nada que te importe anciana —dijo Bell yendo a otra dirección para salir de esa habitación.

—¡Te recuerdo que tú también tienes el pelo blanco maldito! —grito Olivas lleno de ira.

Y Vitteaux solo reía como desquiciado burlándose de Olivas.

Mientras Bell volvía a caminar por esos largos pasillos perdido en sus pensamientos.

—asi que yo tengo que hacer ese ataque, no tengo otra opción la verdad —penso soltando un suspiro cansado—. Solo espero que no haya ningún problema.

Mientras seguía caminando dió un cruce por el pasillo y se sorprendió al ver a una mujer de cabello plateado caminar tranquilamente por ese pasillo.

La mujer iba con los ojos cerrados pero al sentir la presencia de Bell abrió levemente los ojos dejando ver unos ojos de distinto color.

Bell se puso un poco nervioso al ver a la mujer pero mantuvo la calma.

—h-hola —saludo con una sonrisa nerviosa.

Pero la mujer solo lo ignoro pasando de largo y perderse en los largos pasillos haciendo que Bell soltará un suspiro cansado.

—no debí decirle eso cuando era un niño —penso con una sonrisa nerviosa recordando el pasado—. Ya que, mejor pienso como completar la misión de mañana.

Y con esos pensamientos Bell siguió caminando por los largos pasillos sin saber que a lo lejos la mujer de cabello plateado lo volteo a ver.

En sus ojos se podía notar cierta tristeza la cual solo duró unos segundos para después apartar la mirada y seguir con su camino.

Mientras en la mansión de la familia Astrea.

Cierta chica Hobbit caminaba por los pasillos de la mansión en dirección a la sala ya que tenía planeado escribir unas cuantas cosas para sus nuevas bombas.

Pensaba que la sala estaría sola ya que según tenía entendido todas estaban en el patio entrenando siendo observadas por Astrea por eso se llevó la sorpresa al ver a la capitana sentada en un sofá y frente a ella había una mesa con papel y una caja.

—¿Alise? —dijo Lyra confundida.

La nombrada al escuchar su nombre dejo de hacer lo que estaba haciendo para ver a su amiga.

—¡Lyra! Es bueno verte —saludo con una sonrisa animada.

—¿Que haces? —pregunto curiosa acercándose a la pelirroja notando que el papel en la mesa era papel de regalo.

—el cumpleaños de Bell es dentro de una semana así que le estoy preparando su regalo —respondio Alise con emoción intentando envolver la caja con el papel.

Lyra solo observo como en el suelo habia muchas bolas de papel de regalo señal que Alise había fallado muchas veces en envolver esa caja.

—lindo gesto capitana —dijo Lyra sentandose a la par de Alise.

—jejeje gracias —susurro avergonzada.

—¿Y que le vas a regalar? —pregunto curiosa viendo la caja.

—¡Un reloj! —dijo con emoción.

Lyra solo tuvo una gotita estilo anime al escuchar esa respuesta.

—¡Mira!.

Alise solo tomo la caja y la abrió mostrándole un reloj de los diseños antiguos de bolsillo.

—y está es la parte especial —Alise al abrir el reloj se pudo ver un logo de conejo adentro.

—lo hiciste a propósito ¿Verdad? —pregunto Lyra con diversión.

—jeje —rio nerviosa—. Bell me dijo que le gustaba mucho ese tipo de relojes así que decidí comprarle uno aunque el diseño yo lo escogí.

—¿Uh? ¿Y eso? —pregunto Lyra curiosa al notar otra cosa en la caja.

—es un libro de héroes, a Bell le gustan mucho esas historias —respondio con una pequeña sonrisa viendo el libro—. Espero que le gusten los regalos.

Y tomando el reloj lo coloco otra vez en la caja y la cerro.

—estoy segura que le gustarán así que no te preocupes —animo Lyra.

—es obvio que le gustarán, después de todo es un regalo de su bella y perfecta amiga —dijo orgullosa.

—una amiga que ni siquiera sabe como envolver una caja con papel de regalo —se burlo Lyra.

—¿M-me puedes ayudar? —pregunto está avergonzada.

—claro, el envolver la caja será mi regalo para ese tonto —acepto Lyra acercándose más a la mesa.

—tacaña —susurro Alise.

Y así ambas amigas se mantuvieron en la sala envolviendo el regalo de Bell.

Y en todo ese tiempo Alise se mantuvo con una sonrisa feliz en su rostro deseando darle ese regalo a Bell y ver su reacción.

Días felices para la capitana de la familia Astrea a pesar de que estuviera en guerra.

==Fin del capítulo===

Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.

Se que dije que ya no volvería a hacer una historia larga desde el AkixBellxAlicia pero lo más probable es que está historia también sea larga ya que no quiero apresurar las cosas y llevarlo con calma.

Sin más que decir me despido adiós cuidense y no tomen drogas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top