Capitulo 6:Tiempo agradable
Nos encontramos en la sede de la familia Astrea, lugar donde estaban todas sus miembros descansando en la sala después de un día agotador de patrullaje.
—no sé si sentirme nerviosa o aliviada de que Evilus ya no haya vuelto a atacar —dijo Lyra la cual estaba tirada en el sofá.
—diria un poco de ambos —comento Noin con una sonrisa nerviosa.
—enserio, como los odio —susurro Kaguya limpiando su espada con un pañuelo.
—deberiamos patrullar también por las noches —propuso Ryuu no estando tranquila de dejar desprotegido Orario en la noche.
Aunque la verdad muchos miembros de la familia Ganesha patrullaban en la noche pero Ryuu no podía quedarse tranquila.
—no te sobreesfuerces tanto Ryuu, nosotras también necesitamos descansar —dijo Neze con una expresión cansada.
—de que sirve patrullar día y noche, cuando Evilus aparezca estaremos muy cansadas para defendernos, hay que descansar elfa tonta —dijo Kaguya burlándose de su amiga.
—no me llames así Kaguya —dijo con enojo.
—tranquilícence chicas.
La que dijo esas palabras fue Astrea la cual llevaba una charola con tazas de té en ella e Iska dejaba un plato con galletas en la mesa.
—ya trabajaron mucho el día de hoy así que descansen —dijo con una sonrisa maternal viendo a todas sus hijas.
Aunque se confundió un poco al no ver a la más animada de todas en la sala.
—¿Y Alise? —pregunto Astrea curiosa.
Antes que alguna respondiera algo la puerta de la sala fue abierta entrando la animada capitana de la familia con una sonrisa.
—¡Hoy fue un día muy productivo! —exclamo Alise con emoción acercandose a ellas.
Las demás solo miraban curiosas como su capitana se habia duchado otra vez después del patrullaje y llevaba vestimenta de civil en vez de su traje de aventurera pero siempre llevababa su confiable espada en su cintura.
—¡Galletas! —exclamo Alise con emoción acercándose a la mesa y tomar tres galletas.
—¿Vas a alguna parte Alise? —pregunto Astrea curiosa.
Pero Alise al estar comiendo las galletas no pudo contestar así que alguien más se encargó de responder esa pregunta.
—vas a salir con el albino ¿Verdad? —pregunto Lyra con una sonrisa divertida.
—¿Albino? —dijeron todas las chicas confundidas.
Como respuesta Alise asintió con una sonrisa emocionada aún masticando las galletas.
—¡Oh! Ya recuerdo, es ese chico Bell que conocimos hace unas semanas —dijo Kaguya recordando al tipo con apariencia de conejo.
—¡Si, es él! —confirmo Alise con una sonrisa emocionada dejando de masticar.
—vaya, no sabía que te estabas viendo con un chico Alise —dijo Astrea un poco sorprendida.
—jejeje —rio esta avergonzada—. Por cierto ¿Cómo sabías de eso Lyra?.
—los escuché está mañana en el entrenamiento cuando fingía estar durmiendo, ambos se estaban poniendo de acuerdo en reunirse está tarde —dijo Lyra con diversión.
—¿Entrenamiento? —dijo Ryuu confundida.
—Lyra y yo hemos estado entrenando con Bell casi todas las mañanas en la muralla de Orario, llevamos un mes desde eso —explico Alise con tranquilidad.
—cierto, recuerdo que me comentaste sobre eso —dijo Astrea recordando esa plática con Alise.
—talvez no lo parezca pero Alise se ha vuelto muy amiga de él, conviven mucho juntos —explico Lyra tomando una galleta y una taza con té.
—vaya capitana, se lo tenía muy guardado —dijo Neze con una sonrisa divertida.
—admito que el chico es lindo—dijo Kaguya tranquilamente—. Pero quién diría que lo terminarias convirtiendo en tú novio.
—vamos Kaguya, él no es mi novio........por el momento —dijo con una sonrisa avergonzada.
Pequeños gritos de emoción y de burla se escucharon en la sala haciendo que Alise riera por la reacción de sus compañeras.
—vaya, vaya, nuestra capitana se ha enamorado —dijo Iska con burla.
—no estoy enamorada pero admito que Bell me cae muy bien, me gusta mucho su forma de ser —dijo con una pequeña sonrisa—. Así que no niego que en un futuro pueda haber algo aunque en nuestra relación actual de amistad me siento muy felíz.
—nuestra pequeña Alise está creciendo —dijo Kaguya con burla.
—se oye como un chico interesante, me gustaría que me lo presentarás algún día —dijo Astrea con una sonrisa materna.
—Bell es un poco tímido así que será difícil pero lo intentaré.
—no estoy en contra de nada Alise pero te recomiendo que te tomes tú tiempo y se conozcan más, las relaciones apresuradas nunca terminan bien —dijo Ryuu con una voz sabía aunque estaba un poco avergonzada por hablar de temas de amor.
—¡¿De qué hablan?! El perfecto y puro corazón de esta hermosa chica no es fácil de conquistar —exclamo Alise con una sonrisa orgullosa.
—recuerdo que quedaron en reunirse a las cinco, faltan diez minutos —dijo Lyra viendo el reloj.
—¡Es cierto! Me tengo que ir —y tomando una última galleta Alise salió corriendo hacia la salida dejando solas a sus amigas las cuales tenían sonrisas divertidas.
—dificil de conquistar, si como no —rio Kaguya tomando de forma elegante su té.
—jamas espere ver a Alise de esa manera —dijo Neze mostrándose un poco sorprendida.
—bueno, ya lleva un poco más de un mes desde que lo conoce y su amistad se ha ido construyendo poco a poco. No ha sido de la noche a la mañana —dijo Lyra recordando todas esas veces que iba a la muralla y los miraba platicar con felicidad—. No lo conozco tanto como Alise pero es un buen chico, me cae bien.
—para que te caiga bien alguien es una sorpresa —susurro Kaguya.
—solo espero que eso no descuide su deber como capitana de la familia —dijo Ryuu tomando unas galletas.
—lo dudo, desde el último ataque de Evilus Alise ha estado mucho más motivada —dijo Astrea con una pequeña sonrisa.
—no solo ella, todas nosotras también —dijo Lyra con amargura recordando esa derrota.
—la próxima vez será distinto —dijo Kaguya viendo su espada.
—bueno, esta es la hora del té así que no hablemos de batallas —tranquilizo Astrea con su sonrisa amable—. Solo descansen, si quieren más té me dicen.
Las chicas solo asintieron empezando a disfrutar de las galletas y té que les trajo su amable diosa.
Aunque se mostraban tranquilas la verdad era que estaban muy curiosas por saber que estaba haciendo su capitana, después de todo era la primera vez que se interesaba en un chico.
—tengo ganas de ir a ver esa cita —fue el pensamiento de todas las chicas al mismo tiempo.
Mientras con Alise.
Esta caminaba con una sonrisa en su rostro por las calles de Orario para reunirse con su amigo albino.
—Bell ha mejorado mucho su técnica con la espada, unos cuantos entrenamientos más y podremos patrullar juntos para traer paz a la ciudad —penso esta con emoción.
Su amistad se había fortalecido con el pasar de las semanas al punto en que Alise lo tenía al mismo nivel de amistad que su familia, aunque claro, Bell era el único chico que era amigo de ella o mejor dicho mejor amigo.
—quizas un día de estos deberíamos patrullar juntos, así irá aprendiendo poco a poco —penso aún no muy segura de esa decisión.
Después de caminar por unos cuantos minutos más llegó a un parque el cual sorprendentemente estaba bien a pesar de los ataque anteriores de Evilus.
A unos pocos metros de ella vio a Bell el cual estaba sentado en una banca viendo la naturaleza dándole la espalda.
Una sonrisa se dibujo en el rostro de la chica acercándose lentamente hacia Bell por la espalda.
Cuando ya estaba lo suficientemente cerca le tapo los ojos con ambas manos asustandolo un poco.
—¿Quien soy? —pregunto Alise con emoción sin quitar sus manos.
—eeeeeh ¿Eres Verónica? —dijo este no muy seguro.
Al escuchar ese nombre Alise dejo de tapar los ojos de Bell y hacer la cabeza del albino un poco para atrás para que pudieran verse a los ojos.
—¿Quien es Verónica? —pregunto Alise con el ceño fruncido.
—jajajajaja —empezo a reír el albino por la actitud de su amiga.
—tonto —susurro inflando las mejillas mientras rodeaba la banca y sentarse a la par de él.
—perdón, solo era una broma —se disculpo dejando de reír.
—eres muy tímido Bell pero cuando haces bromas esa timidez desaparece. Eres un conejo malo —regaño Alise pellizcando la mejilla del albino.
—n-no soy un conejo, prefiero que me digan que soy un lobo blanco con ojos rojos —dijo este orgulloso.
—una cría de lobo —se burlo Alise dejando de pellizcar su mejilla.
Después de eso ambos se acomodaron en la banca para observar el lindo parque el cual estaba en buenas condiciones.
—¿Cómo estuvo tú día? —pregunto Bell curioso.
—bastante tranquilo aunque está vez no bajaremos la guardia, no cometeremos el mismo error —respondio con determinación en sus palabras—. ¿Y tú día cómo estuvo?.
—normal, nada interesante —respondio con la mirada fija en el parque.
—tu respuesta siempre es la misma —dijo inflando sus mejillas.
—es la verdad, solo me la paso contando las horas para poder reunirme contigo otra vez —dijo este volteando a ver a Alise con una sonrisa.
Está se sonrojo un poco por esas palabras pero después sonrió con burla.
—y ahora estás sacando tú lado coqueto, eres un conejo malo —dijo volviendo a pellizcar la mejilla de Bell—. Aunque la verdad yo también estoy ansiosa para que llegue el momento de vernos y pensar que acto de justicia haremos.
—¿Justicia? Si solo pasamos caminando y yendo a algún lugar para comer —dijo extrañado.
—por el momento pero pronto podremos patrullar juntos la ciudad, será muy emocionante —dijo Alise ansiosa de que llegara ese día.
—Alise-san, ya te dije que no tengo intenciones de patrullar —dijo con una sonrisa nerviosa.
—eso dices ahora pero cuando patrulles por primera vez querrás hacerlo todos los días y la gran Alise estará allí para enseñarte todo lo que tienes que saber —dijo está orgullosa.
Bell solo pudo soltar un suspiro al ver que no la haría cambiar de opinión pero aún así la vio con una sonrisa.
—¿Te han dicho que eres muy especial? —pregunto Bell tomando desprevenida a Alise.
—jejeje es más que obvio que soy especial —dijo está orgullosa intentando ocultar su vergüenza por ese elogió que recibió—. Tienes un buen ojo.
—si, ya me lo han dicho —susurro mientras tocaba suavemente su ojo con sus dedos.
"Grrrrr".
Bell soltó una pequeña risa al escuchar como el estómago de Alise rugió de hambre mientras está se avergonzaba.
—no te burles, no pude comer mucho en el almuerzo —dijo está ofendida.
—no te avergüences Alise-san, ya se que eres glotona —dijo poniéndose de pie y ver a su acompañante—. Ven, vamos a buscar algo para comer.
Está un poco avergonzada por ser llamada glotona se puso de pie y empezó a caminar con Bell por las calles de la ciudad buscando algún lugar con buena comida.
—por cierto, nunca te pregunté cuantos años tienes —dijo Alise con curiosidad caminando a la par de él.
—¿Mi edad? Pues tengo quince años, pronto cumpliré los dieciséis —respondio tranquilamente.
—¡¿Enserio?! ¡Tenemos la misma edad! —exclamo con emoción por ese detalle—. Por un momento pensé que eras mayor.
—¿Parezco más viejo? —pregunto extrañado.
—nop, lo que pasa que a veces actúas muy maduro —explico extrañada—. Aunque tú rostro de niño lindo dice lo contrario.
—vaya, así que soy lindo —intento bromear Bell para avergonzar a Alise.
—¡Si! Lo eres —confirmo sin dudar con una bella sonrisa.
Pero el que termino avergonzado fue él apartando la mirada por ese cumplido de la pelirroja.
—jeje la gran Alise te hizo avergonzar —se burlo la pelirroja molestando a su amigo.
—no comiences Alise-san —pidio Bell ya que cuando lo empezaba a molestar por su vergüenza no se detenía hasta estar satisfecha.
Para suerte de él un hombre se interpuso entre los dos captando la atención de ambos.
El tipo tenía un olor fuerte a alcohol para disgusto de Alise mientras el tipo se tambaleaba de un lado a otro con una botella de licor en su mano viendo a Bell.
—¿Se le ofrece algo? —pregunto Bell extrañado.
—y-yo te vi —susurro señalando al albino—. Y-yo te vi m-maldito.
—¿Porque está insultando a Bell? —pregunto Alise enojada por como estaba llamando a su amigo.
Mientras Bell se puso nervioso por las palabras de ese hombre.
—y-yo te ví ese d-dia —dijo intentando tomar la camisa de Bell pero este se aparto—. E-Estabas con ellos.
—¿De qué hablas? —pregunto Alise confundida.
—solo es un borracho diciendo cosas sin sentido, mejor vámonos —dijo Bell tomando la mano de Alise y alejarse de allí rápidamente.
—¡Yo te ví! ¡No huyas! —grito el hombre intentando seguirlo pero cayó inconsciente por el alcohol.
Mientras Bell al ver que el tipo ya no los seguía siguió caminando normalmente.
—que tipo raro —dijo Alise extrañada.
—el alcohol hace que las personas digan cosas sin sentido o confundir a las personas, tipos como el solo hay que ignorarlos —dijo Bell ya más tranquilo.
—tienes razón —susurro para después voltear a ver su mano la cual aún seguía tomada con la de Bell.
Un pequeño sonrojo pero a la vez una sonrisa burlesca apareció en su rostro volteando a ver a Bell.
—por cierto Bell ¿Por cuánto tiempo más seguirás tomando mi mano? —pregunto con diversión.
Bell al darse cuenta de eso la solto apartando la mirada avergonzado.
—jeje si querías tomar mi mano solo tenías que decirlo, no tengas pena —dijo con burla empezando a picar con su dedo la mejilla de Bell.
—n-no comiences Alise-san —pidio avergonzado.
Aunque la verdad Alise también estaba avergonzada pero lo ocultaba con su sonrisa y con sus pequeñas burlas.
—mejor me hubiera quedado callada —penso Alise al darse cuenta que ya no iban tomados de la mano.
Y con esas pequeñas burlas ambos se fueron perdiendo entre las personas buscando algún lugar para comer.
Mientras en un callejón un hombre los observaba alejarse mientras pláticaban con sonrisas en sus rostros, señal que la estaban pasando bien.
Al ya no poder visualizarlos el tipo se adentro al oscuro callejón mientras sacaba una piedra mágica de comunicación de su bolsillo.
—Valletta-sama —dijo el tipo a la piedra mágica.
—¿Que quieres? —segundos después una voz con fastidio se escuchó de la piedra—. Espero que tengas un buen motivo por esta llamada.
—claro que es un buen motivo —dijo soltando una pequeña risa—. ¿A qué no adivina con quién estaba caminando su querido Bell?.
Un silencio fue lo que se escuchó al otro lado confundiendo al tipo.
—continua —fueron las palabras que dijo la mujer.
Los problemas a penas estaban comenzando.
===Fin del capítulo===
Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.
Sin más que decir me despido adiós cuidense y no tomen drogas.
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