Capítulo 16:No volveré a perder
—¡Oh! Que sorpresa —fueron las palabras que dijo Erebus al colocarle su falna a un pequeño Bell el cual aun estaba asustado y decaído.
Su abuelo estaba muerto y estaba rodeado de todas estas personas malas sin saber cuales eran sus intenciones y eso le aterraba.
—¿Sucede algo? —pregunto Valletta extrañada al igual que Vitteaux.
—miren —dijo dándole la hoja de estado a ambos para que la leyeran.
Ambos no pudieron evitar abrir sus ojos sorprendidos al ver lo que decía la hoja.
—¿Fun Cloth? ¿Cómo es posible que tenga magia si es la primera vez que tiene falna? —pregunto Valletta mucho más extrañada.
—dime pequeño —dijo Erebus acercándose con una pequeña sonrisa a Bell el cual se asusto por ello—. ¿Alguna vez en tu vida leíste un grimorio?.
—¿Q-Que es eso? —pregunto asustado.
—mmmm te la pondré más fácil ¿Alguna vez leíste un libro el cual al leerlo te desmayaste y cuando despertaste este estaba con las hojas en blanco? —pregunto aun con esa sonrisa amable.
En ese momento Bell recordó algo de su pasado entendiendo a que se referían.
—s-si, hace unos meses, e-era un libro de mi abuelo —respondio con ganas de llorar al mencionar a su abuelo.
—entiendo —dijo satisfecho con la respuesta alejándose de Bell y ver a los otros dos—. Una magia muy conveniente ¿Verdad?.
—jeje tienes razón —dijo Valletta riendo mientras leía la hoja—. Esta magia nos va a ayudar mucho en nuestros próximos ataques.
—entonces definitivamente ese niño tiene que venir con nosotros —dijo Vitteaux volteando a ver a Bell el cual se asusto al escuchar que tendría que ir con ellos.
—sabía que me daría sorpresas pero no creí que tan pronto —dijo el sonriente Dios—. Pero necesita entrenar si va a ser parte de la organización.
—yo paso, no me quiero hacer cargo de un mocoso —dijo Vitteaux con desagrado.
—tranquilo, eso será trabajo de Valletta.
—¿Que? ¿Yo? —dijo Valletta empezando a enojarse—. ¿Porque me tengo que hacer cargo de un maldito niño?.
—porque los demás miembros de la organización te respetan y si tú estás a cargo de Bell ellos no lo matarán.
—¿Y que te hace creer que yo no lo mataré? —pregunto con una sonrisa de desquiciada la cual asusto al pequeño niño.
—porque sabes que es valioso por esa magia, tú quieres destruir Orario y esa magia te será de mucha utilidad para fortalecernos —explico sin dejar de sonreir—. Dime ¿Lo harás?.
—tsk esta bien —acepto a regañadientes volteando a ver a Bell—. Más vale que te comportes mocoso.
—¡Yo no quiero ir con ustedes! —grito el niño retrocediendo con temor—. ¡Yo no quiero ser un criminal!.
Pequeñas lágrimas empezaban a bajar de los ojos de Bell, no quería morir pero tampoco queria ir con ellos. El tenía que ser un héroe, no un criminal.
—jajaja vas a tener que aguantar esos llantos todos los días Valletta —se burlo Vitteaux alejándose del lugar.
—lo siento pequeño pero ahora que tienes esa magia no te puedes ir —se disculpo Erebus con una pequeña sonrisa—. Desde ahora Valletta esta a cargo de tí, no es la mejor opción pero al menos los demás miembros de Evilus no te harán daño.
Lentamente Erebus también se alejo del lugar no sin antes susurrar unas palabras.
—no lo mates Valletta, si lo haces estarás en graves problemas.
Y con esas palabras el dios se fue dejando a la chica malhumorada y a un Bell asustado.
—soy una asesina, no una niñera —susurro viendo con enojo a Bell.
—n-no me haga daño —pidió el niño queriendo llorar con fuerza.
—cierra la boca —dijo tomando con fuerza la mano de Bell y llevárselo con ella.
El niño quería quejarse por el dolor que le producía el agarre pero sentía que en el momento que dijera algo seria peor para él así que no tuvo más opción que quedarse callado.
No sabia que le sucedería de ahora en adelante pero estaba seguro que su vida ya no sería esa vida pacífica que tenia con su abuelo. Ya no más.
Al día siguiente.
En una habitación oscura Bell estaba sentado con unas lágrimas en sus ojos viendo una bandeja la cual solo tenía dos panes y un vaso con agua.
Se supone que ese era su desayuno pero ni siquiera tenía hambre.
—a-abuelo —susurro queriendo verlo.
Aunque tuvo que salir de sus pensamientos al ver como la puerta era abierta y entraba la persona que lo "cuidaría".
—comete eso rápido, hay que irnos —ordenó Valletta con enojo asustando al pequeño niño el cual tuvo que comer a la fuerza.
Al terminar Valletta lo tomo otra vez de la mano y lo arrastro fuera de esa habitación y llevarlo con ella.
Parece que estaban ubicados en una de las aldeas cercanas a donde vivía y si, todos los habitantes de ese lugar estaban muertos adueñandose Evilus de ese lugar.
—¿A-A dónde vamos? —pregunto asustado.
—callate —susurro malhumorada asustando más al niño.
Caminaron por unos minutos hasta llegar a un bosque cercano al lugar, en ese mismo bosque había un enorme hoyo de tres metros de profundidad y unos seis metros de ancho.
Bell solo observo curioso eso pero se asusto al recibir una patada de Valletta cayendo en el hoyo.
Un pequeño quejido se escapo del niño al caer poniendose de pie con dificultad y levantar su mirada asustado viendo a Valletta.
—¿Q-Que esta haciendo?.
—¡Sueltenlos! —grito Valletta viendo a otro lado.
Al lugar se acercaron dos hombres con una enorme jaula la cual tiraron al hoyo la cual al chocar en el suelo se abrió.
Segundos después Bell observo asustado como alrededor de quince goblins salian de la jaula.
—no saldrás de ese hoyo hasta que hayas matado a esos quince goblins, ese es tú entrenamiento mi pequeño Bell —dijo Valletta con una sonrisa de desquiciada.
—¡Sácame por favor! —suplico el niño al ver a ese monstruo que le dejo traumas en el pasado.
—jajaja claro que no —de su bolsillo Valletta saco una daga y la lanzó hacia abajo cayendo a la par de Bell—. Aprende a sobrevivir mocoso y agradece que solo busque al mostró más débil y si sigues llorando la próxima vez será un minotauro.
El niño asustado y desesperado tomo la daga y observo como esos monstruos se acercaban a él con intenciones de matarlo.
—más vale que no mueras niño —susurro Valletta con una sonrisa de burla.
Las lágrimas empezaron a bajar sin control en Bell viendo como uno tenia intenciones de atacarlo.
Si así iba a ser su vida de ahora en adelante hubiera preferido estar muerto y lo peor era que ni siquiera tenía el valor de matarse a él mismo con esa daga.
No tenía más opción que sobrevivir.
—a-abuelo.....
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Actualidad.
Nos encontramos en el piso 18 del calabozo donde nuestro protagonista estaba sentando en una roca observando el río con una expresión tranquila.
No lo sabía pero por alguna razón ver la corriente de agua lo relajaba, eso y leer el libro de héroes que tenía en la mano.
—jamás me cansaré de leer este libro —pensó viendolo con cariño.
Aun recordaba la hermosa sonrisa que le regalo Alise cuando le dio ese libro, esa sonrisa que le gustaba tanto de ella y que lastimosamente no había vuelto a ver.
—te extraño Alise —susurro con tristeza.
Quería verla, quería escuchar su voz, quería ver esa bella sonrisa, quería estar a su lado.
Curioso, cuando la conoció ese día no quería volver a juntarse con ella sabiendo los problemas que traería con Valletta pero la animada pelirroja siempre fue insistente en juntarse con él que sin darse cuenta la compañía de ella era algo que Bell disfrutaba mucho, tanto que se terminó enamorando de ella.
—¿Cómo estás Alise? —susurro observando los cristales que estaban en el techo del piso.
Los minutos fueron pasando en el piso dieciocho donde Bell no se movió de su lugar observando el río y con el libro en sus manos.
Aunque segundos después una expresión aburrida apareció en él sacando su reloj del bolsillo y ver la hora.
—¿Porque este tipo tarda tanto? Ya paso una hora desde la hora acordada —pensó con cansancio volviendo a guardar el reloj.
Aunque unos pasos atrás de él captaron su atención dándole a entender que la persona que esperaba ya había llegado.
Usando su magia puso el libro en su tela mágica y lo encogió hasta que fuera del tamaño de su pulgar y después guardarlo en su bolsillo.
Lentamente se puso de pie y se dio la vuelta para ver a la persona que estaba esperando.
—por un momento pensé que ya no llegarías Jack —dijo Bell viendo al nombrado.
—estaba durmiendo —dijo encogiendose de hombros con aburrimiento—. Lo importante es que ya estoy aquí.
—la puntualidad no es algo que te caracterice —susurro con cansancio—. ¿Y bien? ¿Tienes información para mi?.
—primero dame el dinero —pidió Jack extendiendo su mano.
Bell sin oponerse solo tomo una bolsa de valis que estaba en el suelo y se la entrego a Jack.
—quince millones como te lo prometí, incluso agregué un millón extra por la ayuda.
—gracias —dijo sin molestarse en contar el dinero y guardarlo en la mochila que cargaba con él.
—ahora la información —pidió cruzandose de brazos.
—dentro de cuatro días comenzará la fiesta.
—¿Fiesta? —dijo confundido.
—ya sabes, una matanza completa —dijo con aburrimiento—. Valletta ha dejado que tres guaridas de Evilus sean descubiertas apropósito y que las ataquen los aventureros, piensan atraer a los aventureros allí.
—¿Y que hará con ello? —pregunto el albino curioso.
—sepultarlos vivos —dijo tomando asiento en una piedra—. Thanatos tiene planeado poner a casi todos sus seguidores con bombas alrededor de su cuerpo, ya sabes, todos serán bombas suicidas buscando asesinar la mayor cantidad de aventureros posibles.
Bell no pudo evitar fruncir el ceño con enojo al escuchar eso, se suponía que eran sus aliados y Thanatos los mataría así por así.
Sabía que la gran mayoría de miembros de Evilus estaban allí engañados creyendo todas las mentiras de ese dios, ese era el motivo por el cual daban su vida sin dudar.
—¿Algo más? —pregunto Bell seriamente.
—si, Valletta esta plantando bombas en todas partes de la ciudad o mejor dicho, ya las coloco, quiere destruir gran parte de la ciudad con ello y aprovechar esa debilidad para que todo Evilus se lance a la guerra.
—en pocas palabras será una noche llena de sangre —susurro Bell con enojo.
—y no solo eso, Zald y Alfia también estarán allí, su objetivo será derrotar a las primeras clases así qué será una clara derrota para Orario, esa noche será una gran fiesta, eso dijo Valletta.
Bell solo frunció el ceño frustrado, sin duda todo ese ataque sería un gran problema, sabía que Valletta planeaba algo pero no creyó que fuera así de problemático.
—¿Que vas a hacer Bell? —pregunto Jack curioso—. Se que tú nunca fuiste parte de la organización, odias a Valletta y quieres verla muerta. ¿Cual es tu plan?.
—eso es un secreto —dijo el albino tranquilamente—. Aunque si soy honesto aún estoy pensando en que hacer.
—mmmm bueno, a mi me da igual si Evilus gana o pierde, una vez que las cosas se compliquen me iré de esta ciudad —dijo poniendose de pie y darse la vuelta—. Ese sería mi reporte y ya no te volveré a hacer un favor, no quiero que Valletta me descubra.
—gracias por tú ayuda Jack.
Y con esas palabras el tipo desapareció en el bosque dejando nuevamente solo a Bell.
Un suspiro se escapo de este procesando toda la información que acababa de recibir.
—así que bombas en toda la ciudad........si que estas loca Valletta —dijo soltando una risa seca y empezando a caminar el también en dirección a la entrada secreta que había en el piso dieciocho hacia el Knossos.
Ahora tenia que ponerse a trabajar y buscar la manera de detener ese plan aunque dudaba hacer mucho, si tuviera algún aliado fuera más fácil.
Si tan solo Alise creyera en él.
—al fin te encuentro.
Al momento en que Bell entró a los pasillos del Knossos apoyada en una pared estaba Valletta observándolo con una sonrisa.
—al fin encuentro a mi chico favorito, últimamente casi no saludas —dijo con burla acercándose a Bell.
—tú misma me degradaste, la mejor forma que tengo de perder mi tiempo es dormir en el piso dieciocho —dijo con aburrimiento.
—pues alégrate Bell, tengo un trabajo para tí —dijo posando sus manos en los hombros del albino y verlo con esa sonrisa que el tanto odiaba—. Quiero que ataques el último almacén que queda en Orario.
—¿Uh? ¿Creí que todas las armas que conseguimos eran suficientes? —dijo extrañado.
—si pero también necesitamos eso para ciertas cositas que sucederán más adelante —dijo con una sonrisa de desquiciada—. Mañana en la noche atacarás ese almacén junto con Olivas.
—que raro, casi siempre hago equipo con los idiotas gemelos.
—ellos están ocupados sembrando plantas.
—ooh entiendo —susurro Bell sabiendo a que se refería.
—así que mañana tendrás que atacar ese almacén y no tienes permitido fracasar ¿Entendido?.
—¿No puedo negarme?.
—¿Acaso conoces a alguien más que tenga tu conveniente magia? —pregunto con sarcasmo—. Tienes que hacer esa misión si o si, ya conoces las consecuencias si te niegas.
—esta bien, ya entendí —acepto enojado apartando la mirada.
—ese es mi chico —felicito dándole unas pequeñas palmadas en su mejilla—. Espero buenos resultados mañana en la noche.
Y con esas palabras Valletta se dio la vuelta alejándose de Bell hasta que este ya no pudo visualizarla mas.
Una pequeña mueca de disgusto apareció en él al ya no verla.
—así que mañana —pensó soltando un suspiro—. No tengo otra opción, tengo que resistir un poco más y Evilus caerá.
Su determinación en sus ojos no hacía más que aumentar con cada día que pasaba pero también sus miedos e inseguridades, algo muy normal.
—mejor pienso en mis futuros planes, solo quedan cuatro días, tengo que darme prisa.
Y con esos pensamientos Bell se perdió por los pasillos pensando sobre la guerra que estaba cada vez más cerca.
Esos días serias muy problemáticos.
Mientras en otra parte de Orario.
Precisamente en el hospital de Dian Cecht.
Cierta pelirroja estaba en una de las habitaciones del hospital abriendo poco a poco sus ojos con dificultad.
—¿Donde estoy? —pensó desorientada viendo a sus lados dándose cuenta que estaba en el hospital—. ¿Que fue lo que paso?.
Adolorida, Alise se sentó en la cama intentando recordar porque estaba allí hasta que los recuerdos de esa mujer dándole una paliza a todas llegaron a ella.
—cierto, perdí contra Evilus.........otra vez.
Una sonrisa amarga apareció en Alise al decir esas palabras, ya ni recordaba cuando fue la última vez que tuvo una victoria contra Evilus, últimamente solo perdía y perdía desanimandose más con cada derrota.
—m-maldicion —las lágrimas querían escaparse de sus ojos de lo frustrada que estaba.
Todo le salía mal, cada vez que decía que derrotaria a Evilus siempre terminaba perdiendo. Si no hubiera sido por esa mujer que derrotó a esos veinte miembros de Evilus probablemente ellas hubieran terminado perdiendo y posteriormente ser asesinadas.
—soy un fracaso como capitana —susurro con una sonrisa seca—. Ni siquiera merezco llevar el nombre de la justicia.
Normalmente no dejaría que eso le afectara, en el pasado aunque fuera derrotada siempre sonreía de forma positiva pensando que todo mejoraría.
Pero desde que Bell se fue de su lado, desde que descubrió que el era parte de esa organización se había desmoronado. Simplemente ya no podía mostrarse positiva como antes, ella había caído en depresión.
"Confía en Bell".
Las palabras que dijo esa mujer llegaron a sus recuerdos frunciendo el ceño confundida.
—¿Que quiso decir con eso? —pensó queriendo buscar algo lógico en esas palabras.
Bell era de Evilus entonces no había razón para confiar en él. Le dio toda su confianza en el pasado, incluso su cariño pero el pisoteo todo eso, no podía confiar en el otra vez.
Pero aún así no entendía esa petición de esa mujer de Evilus ¿Acaso querían utilizarla otra vez?.
No los culpaba, ella había demostrado ser una estúpida al darle toda su confianza al albino, de seguro pensaban que podían utilizar esa estupidez otra vez a su favor.
—no caeré otra vez en sus juegos, ya no más —pensó limpiándose una lágrima que bajaba por su mejilla—. Ya no seré el juguete de nadie.
"Lo odias pero tú mirada no dice eso".
Otras palabras que dijo esa mujer llegaron a sus recuerdos haciendo que una presión apareciera en su pecho.
—ni siquiera yo se lo que siento —pensó llevando su mano a su pecho—. No se que es lo que sentiré al verlo otra vez.
¿Será ira? ¿Será alegría? ¿Será odio? ¿Será tristeza? ¿Serán todos esos sentimientos juntos? No sabia cual sería su reacción al verlo otra vez y eso la tenia nerviosa, muy nerviosa.
—tengo que calmarme —pensó soltando un largo suspiro.
En eso las puertas de la habitación fueron abiertas dirigiendo su mirada allí.
Eran Kaguya y Lyra las cuales pusieron una expresión de alivio al verla despierta.
—me alegra ver qué estás bien —dijo Lyra con una pequeña sonrisa.
—si.........bien —susurro apartando la mirada desanimada.
Ambas chicas solo pusieron una expresión de tristeza al ver que Alise aun cargaba esa actitud.
—¿Cómo están las demás? —pregunto preocupada volviendo a verlas.
—las demás ya se recuperaron y volvieron a la sede a cuidar a Astrea-sama —respondio Kaguya un poco feliz de volver a tener pláticas con Alise aunque no fuera como antes—. A parte de tí la única que aún esta en el hospital es Lion, fue la que más salio lastimada de todas nosotras.
—tienes razón, ese golpe que recibió fue muy fuerte —dijo Alise recordando ese fuerte puñetazo.
—se lo merece por desobedecer las órdenes, si hubiera seguido el plan hubiéramos acabado rápido con ese grupo de Evilus —dijo Lyra enojada.
—eso no te lo voy a negar.......aunque no la culpo —susurro Kaguya entendiendo un poco a Ryuu y su ira.
—cambiando de tema, esa mujer era un monstruo —dijo Lyra con un escalofrío en la espalda—. No sabia que Evilus tuviera a alguien tan fuerte.
—Shakti investigo un poco pero no pudo descubrir quien era —dijo Kaguya frustrada—. Tú fuiste la última que fue derrotada, ¿Dijo algo que sea importante?.
—no.......no dijo nada —respondio no queriendo hablar sobre ello.
—con cada día que pasa esto se complica más —dijo Lyra mordiendo su dedo—. No se si lo notaron pero parece que esa mujer tiene alguna relación con él.
—tienes razón ¿Serán familia? —pregunto Kaguya entre curiosa y enojada.
—quien sabe —respondio Alise restandole importancia mientras se ponía de pie.
—¿Vas a alguna parte? —preguntaron ambas curiosas.
—iré a ver a Lion, ustedes regresen a la sede —dijo empezando a caminar hacia la salida.
—pero....
—estoy bien, no se preocupen —y con esas palabras Alise se fue dejando a ambas chicas solas en la habitación.
—nunca creí que diría esto pero extraño sus bromas y su actitud narcisista —dijo Lyra soltando un suspiro desanimado.
—si.....la extraño —susurro Kaguya decaída.
La culpa de haberla lastimado no se la quitaría nadie y probablemente esa culpa no se borraría hasta ver a su capitana sonreír otra vez.
Mientras con Alise.
Esta siguiendo algunas indicaciones de unos miembros de la familia Dian llegó a la habitación donde estaba Ryuu entrando sin molestarse en tocar.
Al entrar vio que esta estaba despierta sentada en la cama y con un vendaje en la cabeza.
—¡Alise! —dijo Ryuu un poco sorprendida al verla allí—. ¿Estás bien? ¿Ya te recuperaste de tus heridas?.
Pero Alise no le contesto, simplemente siguió caminando hasta estar frente a ella y verla.
—¿Alise?.
Pero lo que no se espero fue que la pelirroja le diera una suave bofetada, a penas tenía fuerza pero aún así sintió el pequeño golpe en su mejilla.
—eres un tonta —dijo Alise abrazando a Ryuu después de darle esa bofetada—. No quiero que vuelvas a hacer una estupidez así.
—A-Alise —susurro Ryuu en shock.
Lentamente Alise se separo del abrazo y observo fijamente a Ryuu.
—escucha Lion, eres mi amiga y te quiero mucho........pero tambien soy tú capitana —una expresión seria apareció en Alise al decir esas palabras—. Por culpa de tú imprudencia y desobedecer el plan más de alguna de nosotras hubiera muerto ayer en la noche a manos de Evilus, si no fuera por esa misteriosa mujer de seguro estuviéramos lamentando la muerte de alguna de nosotras.
No quería ser dura con Ryuu pero tenia que hacerlo, tenia que desmostrarle que sus actos imprudentes traían consecuencias, era su deber como su capitana hacer eso.
—no quiero que vuelvas a hacer algo así Lion, la próxima vez quizás no salgamos con suerte.
Pequeñas lágrimas empezaron a bajar de los ojos de Ryuu sabiendo que Alise tenía razón. Por su culpa sus amigas pudieron haber muerto y todo por no saber controlarse.
—l-lo siento —se disculpo intentando retener sus lágrimas pero le era imposible.
Un suave abrazo le dio Alise intentado calmarla.
—no estoy enojada contigo, lo único que pido es que la próxima vez pienses en las consecuencias que traerán tus actos —dijo con una voz suave acariciando el cabello de la elfa.
—l-lo siento A-Alise —se disculpo otra vez con la voz entrecortada.
De verdad se arrepentía de lo que había hecho pero siempre sus emociones la dominaban y por culpa de ello sus amigas estuvieron en riesgo de muerte, eso la hacía sentirse más culpable.
Alise solo sonrió levemente al ver como al pasar los minutos Ryuu se durmió en sus brazos.
La fatiga de los últimos días ya le estaba haciendo efecto o quizás ese puñetazo de esa mujer le robo mucha energía. Lo mejor era dejarla dormir.
Lentamente la coloco otra vez en la cama y le seco las lágrimas que aún tenía en sus ojos.
Después de eso Alise se puso de pie y salir de la habitación, probablemente daría una vuelta por el hospital antes de volver con Ryuu e irse a la sede.
Pero al salir se sorprendió al ver a Shakti apoyada en la pared.
—¿Shakti? —dijo extrañada.
—jamás creí que algún día actuarías así —dijo Shakti ya que escucho las palabras que le dijo Alise a Ryuu.
—es de mala educación escuchar conversaciones ajenas.
—lo se y me disculpo por ello pero no pude evitarlo —dijo un poco avergonzada.
—¿Necesitas algo? —pregunto curiosa empezando a caminar junto con Shakti por los pasillos.
—de hecho si, quiero pedirte un favor —dijo optando una actitud sería—. Mañana mi familia y yo iremos al calabozo, hemos notado movimiento por allí así qué iremos a investigar, iremos una gran parte de la familia Ganesha y la otra parte cuidara la sede.
—¿Y que pasa con ello? —pregunto Alise extrañada.
—Quiero que tú y tú familia protejan el último almacén de armas que queda en pie en nuestra ausencia —pidió volteando a ver a la pelirroja—. La familia Loki no puede ya que esta investigando ciertos lugares y la familia Freya.............es la familia Freya.
—sabes muy bien que estas últimas veces he perdido una y otra vez contra Evilus ¿Enserió sigues confiando en mi? —pregunto Alise con una sonrisa desanimada.
—confío en tí más que nadie Alise —dijo Shakti con seguridad—. Confío en que tú y tú familia podrán protegerlo.
Una muy pequeña sonrisa apareció en Alise al escuchar esas palabras no pudiendo evitar sentirse feliz.
—¿Lo harás? Ardee también estará con ustedes ya que no irá conmigo a esa misión —pregunto deseando que Alise aceptara.
—esta bien, lo haré —acepto resignada—. No es como si tuviera otra opción, proteger Orario es mi trabajo así que es mi deber proteger ese almacén.
—me alegra escuchar eso —dijo Shakti aliviada—. Empezarán a cuidar el almacén a partir de las dos de la tarde.
—entendido, protegeré ese almacén con mi vida, no dejaré que nadie robe nada —dijo optando una actitud decidida.
—confío en tí Alise.
Y con esas palabras Shakti se alejo del lugar dejando sola a Alise en el pasillo la cual puso una expresión sumamente seria.
—ya no, ya no más —Alise apretó con fuerza sus puños recordando con enojo todas las derrotas que había tenido con Evilus las últimas veces—. No volveré a perder.
Por primera vez después de ese suceso los ojos de Alise se encendían otra vez con esa llama de determinación aunque también había frustración en ellos.
—ya no perderé.............
===Fin del capítulo===
Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.
Sin más que decir me despido adiós cuídense y no tomen drogas.
Próximo capitulo:Bell vs Familia Astrea.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top