🔪 Capítulo 49💌
Sus cabellos azabaches se movían al compás del viento, el canto que producían los pájaros la relajaba, la hacía sentir como en un sueño. El ruido del agua, las olas chocando contra la orilla, las embarcaciones navegando como en un día normal.
—¿Te gusta?
—Me encanta —sonríe Ayano, admirando el atardecer reflejado en el río.
—No es la gran cosa, pero…
—Si estás tú entonces es hermoso, mi querido esposo.
Budo se sonrojó. ¿Cuánto tiempo había anhelado todo esto?
—Puedo… ¿Puedo b-besarte? —pregunta él tímidamente.
La joven se acerca, roza sus narices y luego sus labios. Enreda sus brazos alrededor del cuello masculino. Pega su cuerpo a él. Huele el aroma que desprende. Y después lo besa, lentamente. Sus labios bailan una melodía, lo dominan a él. Pronto sus lenguas danzaron, se enredaron y comenzaron una guerra fogosa.
Pronto, el aire les hizo falta y tuvieron que separarse.
—¿Cómo se lo diremos a nuestros padres? —pregunta Budo, con un rubor hasta las orejas.
—No sé.
Se sentaron en un banco, mirando hacia el horizonte por donde se escondía el sol. Y ambos se abrazaron, como si uno era lo único que tenía el otro.
(...)
—Mamá.
—¿Qué pasa, Ayano?
—Me casé.
—¿Qué?
—Me casé con Budo.
—Es broma, ¿verdad?
—No —afirma Ayano—. Y el veinticinco me voy de acá.
—¿No tienes siquiera compasión por la mujer que te dio a luz?
—Perdón, mamá. Una vez me dijiste que cuando encuentre a quien amo, no lo tenía que soltar nunca. Y estoy haciendo lo que me dijiste, ¿no lo ves?
—Pero…
—Te quiero, mamá.
(...)
—Budo, cariño, hablemos por favor.
—Mamá —la llama Budo, sentándose en la silla de la cocina—, me casé.
—¿Qué estás diciendo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Con quién?
—Me casé con Ayano.
—No me dijiste nada… ¿por qué no lo hiciste?
—Me has ocultado todo, mamá. Me mentiste.
—Hijo, tienes que saber que…
—Ya no quiero saber nada. Ya estoy destruido y no quiero terminar de derrumbarme completamente —le dice, con lástima en sus palabras. Alza la cabeza, conecta su mirada con la de su madre—. Me voy de aquí. Me voy con Ayano.
—Budo, ¿qué estás diciendo?
—Me voy con Ayano, me voy de la casa, ¿qué es lo que no entiendes?
—¿Nos estás abandonando? —enfrenta Aoi, derramando algunas lágrimas.
—Voy a volver, mamá. Pero ahora me voy. Perdóname, perdóname mamá.
Budo abrazó a su madre sutilmente, sintiendo que lo que le hacía estaba mal. Pero ella le ocultó todo eso, y también estaba mal.
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Hoy un capítulo corto, apenas 415 palabras. Pero la semana que viene se viene con todo, y aseguro las 500 palabras (o más).
Hoy subo el capítulo más tarde, esta semana estuve con un bloqueo.
¡Gracias por leer!❤️
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