"Esto debería ser bueno... justo aquí". Hice una marca en el suelo e inspeccioné el área. En la distancia pude ver el Castillo Yggdemillennia, y fue una vista impresionante. No es el más grande, ni el más magnífico visualmente, pero definitivamente invocaba una sensación de aprensión con solo mirarlo. Si yo mismo quisiera un castillo, sería uno en el que me inspirara.

Oh bien.

Cavé un poco en el lugar marcado después de calcular mentalmente la distancia desde los otros lugares. Sin pensarlo dos veces, dejé caer una bomba de polvo adentro.

Este era uno de la variedad Fire-Dust. Mi pirómano interior estaba bastante interesado en ver cómo resultó esto. Por supuesto, confié en el genio de Jinn para saber que esto sería un espectáculo impresionante para la vista.

"¿Qué es eso?" Mordred miró por encima de mi hombro, observando la bomba de polvo. Ella me había estado viendo hacer esto en varios lugares ahora.

Me giré, dándole una mirada de confusión. "¿Es que... no escuchaste mi explicación? Pasamos una hora más o menos repasando el plan y resolviendo todo lo importante".

"Me aburrí después de que empezaste a divagar sobre cosas molestas". Ella agitó la mano con ligereza. "Sonaba demasiado como ese florido bastardo para que me siguiera importando".

Me palmeé la cara y me pasé la mano por la cara con exasperación. "Estoy plantando bombas mágicas justo fuera del territorio de Black Faction". No fue difícil medir la distancia de sus campos delimitados. En cierto modo, renunciaron a la sutileza por más poder en ese sentido. Y navegar por todo lo demás que arrojaron alrededor de los bosques que rodeaban el castillo no fue un poco difícil.

"No hará mucho contra un Servant". Ella bostezó, todavía mirando al tablero.

"Bueno, no son bombas normales". Puse los ojos en blanco, ocultando el lugar que desenterré y asegurándome de que estuviera colocado correctamente. De hecho, encontré el pequeño hechizo perfecto en Skyrim. Un hechizo de detonación remota que activará el mecanismo. Jinn fue quien me lo mostró, en realidad.

"Serías más decepcionante si lo fueran". Ella respondio.

"Tengo la clara sensación de que vas a ser difícil mientras estemos trabajando juntos". Suspiré.

"Espera, déjame fingir que me importa". Ella se aclaró la garganta. "Oh caramba, ¿qué hacen estas 'bombas mágicas'?" Ella dijo rotundamente.

Eh... me gusta su sarcasmo. Qué fuerte contraste entre ella y Artoria a pesar de que se parecen tanto.

"Diría que no voy a rebajarme a tu nivel, pero no creo que sea posible llegar tan bajo". Señalé la parte superior de su cabeza y donde ella se comparaba conmigo.

"Broma de altura, mordaz". Ella no parecía desconcertada. "Mordred es bajito; no lo he escuchado mil millones de veces de los otros caballeros ya".

"Huh... Supongo que una vez que el impacto inicial se disipó, no estás actuando como un...". Toqué mi barbilla.

"¿Como un qué?"

Mis labios se curvaron. "Un berserker".

"¡Vete a la mierda!"

"Vete a la mierda". Respondí sin pensarlo dos veces.

"..."

"....."

"Jodidamente bien". Ella levantó las manos. "Háblame de tus estúpidas bombas".

Y esta es mi vida ahora. Las cosas que estoy dispuesto a hacer por Artoria. "Contienen una reacción elemental concentrada, lo más cercano a cada concepto puro que se puede adquirir en poco tiempo. Luego pasaron por un segundo proceso de refinación para convertirlos en bombas adecuadas". Era una explicación bastante decente.

"... Eso es un poco genial". Ella murmuró.

"¿Entendiste lo que dije?" Me sorprendió un poco, aunque fue un poco tonto, pensé que volvería a decir algo sarcástico. No pensé que ella analizaría mis palabras correctamente.

"No soy idiota." Ella frunció el ceño. "Recogí algo de mierda de mi madre. En lugar de explosiones, serán efectos elementales. Este es rojo, ¿eso significa que va a disparar fuego o algo así?"

Me animé un poco. "Sí, proviene del maná cristalizado que tomó la forma de los elementos. Este en particular es fuego, por lo que debería estallar en una especie de tormenta de fuego cuando se actualice".

Ella realmente comenzó a sonreír. "Eso es maldito metal".

"Le lancé uno de hielo al Sacerdote-Maestro que conocí el otro día, es-" Hice un gesto con mis manos. "Explotó en este gran conglomerado de carámbanos".

"¿Al menos los entiendes?" Ella preguntó.

"Ugh, probablemente no. Sin embargo, hizo que apareciera otro Servant. Ella se volteó cuando explotó en su cara, así que eso es todo". sonreí "Oh, eso me recuerda. Si ves a Rider of Red - Green hair, usa una lanza y usa una bufanda, llámalo Siegfried".

"¿Por qué? ¿No dijiste que era Aquiles?"

"Oh, él trató de apuñalarme mientras hacía esta actitud indiferente de 'nada personal'. Me molestó, así que intencionalmente comencé a llamarlo por el nombre equivocado. Es del tipo realmente seguro, por lo que llamarlo Siegfried realmente se metió debajo de su piel".

Dejó escapar un resoplido, tratando de ocultar la sonrisa que se estaba formando en su rostro. "Esperar." Hizo una pausa, algún tipo de comprensión cayó sobre ella. "¿De verdad luchaste contra un Servant?"

"¿Pensaste que dejé múltiples Sirvientes para que mi Saber se ocupara de ellos?" Le di una sonrisa descarada.

Ella frunció el ceño, pero por lo demás no reaccionó a mi comentario de 'Saber'. "Pfft, sí, claro. Me sorprendería si no te orinaras cuando Rider levantó su lanza hacia ti".

"He disparado a dioses literales, como si Rider me asustara". Rodé los ojos. "En realidad, así fue como conseguí que Artoria tuviera una cita conmigo la primera vez".

"¿Qué?" Sus ojos se abrieron, escuchando atentamente en este punto.

Saqué mi teléfono, mirando la hora. Estábamos haciendo un buen progreso, supongo que no estaría de más tener una pequeña charla. Quise encontrar algo en común con Mordred. "Peleamos y ofrecí una apuesta por la pelea. Si ganaba, la llevaría a una cita". Bueno, era más complicado que eso, pero no quería ventilar los problemas de Artoria en público de esta manera.

"¡Mierda, derrotaste a mi padre en un duelo!" Apretó los dientes, una ira visible la superaba.

"Pfft, no, no lo hice". Me reí. "Ella me pateó el trasero". Sigue siendo un grato recuerdo. Pero también era mucho más débil en ese entonces. "Ella aceptó de todos modos".

{Maestro, hemos completado el trabajo que solicitó, y estamos regresando ahora.} La voz de Raikou sonó sobre el enlace mental.

Mordred también se puso rígida muy levemente, como si ella también hubiera recibido un mensaje.

"¿Kairi te dijo que está de regreso?"

Mordred gruñó en confirmación. "No entiendo por qué tuve que quedarme aquí". Ella pateó una roca cercana.

"Espera, ¿realmente no estás prestando atención?" La miré con incredulidad y ella no reaccionó de otra manera. Dejé escapar un largo suspiro. "Pensé que solo me estabas jodiendo". Me froté las sienes. "Si hubieras estado prestando atención". Me aseguré de ser detallado al respecto. "Habría escuchado que su maestro y yo no teníamos una manera de mantenernos en contacto entre nosotros a tales distancias mientras nos movíamos".

Mi Siervo va con él, el suyo con el mío, para que podamos comunicarnos.

No solo eso... mientras finalizamos una 'alianza', tampoco tengo ninguna duda de que Kairi sigue siendo una verdadera maga. Definitivamente le dio órdenes a Mordred de tomar mi cabeza en el momento en que pareciera que intentaría traicionarlos. Y no me sorprendería que preparara otras contingencias, era lo más inteligente que podía hacer.

Dejando a un lado el peso y la promesa de mi nombre, sería un idiota si confiara ciegamente en mí tanto.

Sentí un tic en el otro vínculo mental, el que compartía con Sir Wiggles. Brevemente noté lo extraño que era que no se superpusieran, e hice una pequeña promesa de investigarlo más tarde.

Pero por lo demás, Sir Wiggles vino disparado por el bosque a una velocidad cegadora.

"¿¡Qué carajo es eso!?" Mordred ya tenía su espada en la mano, lista para pelear, solo para que mi familiar saliera disparado de la maleza y llegara a mis manos. "...¿qué?" Comenzó con el conejo más grande jamás visto en pura confusión.

"Repasé esto". Dejé escapar otro largo suspiro. "Dije que mi familiar estaría corriendo por el lado noreste del castillo, el más cercano a la ciudad. Estaba interfiriendo, sacando familiares y activando las detecciones mágicas más alejadas de nosotros".

Buen trabajo, señor Wiggles. Me aseguré de enviarlo a través del enlace también. Creo que devolvió una especie de felicidad a mi alabanza.

Se está volviendo más fuerte, estoy feliz de haberlo recogido. Deslicé el Anillo del Khajiit en su cuerno antes de que se fuera, realmente hizo maravillas por su velocidad y sigilo.

"¿Ese es tu familiar?" Ella me miró con una expresión extraña.

"¡Mirad!" Sostuve a Sir Wiggles en el aire. "Sir Wigglesbottom Fluffytail Octavius ​​Benedict III, Príncipe Heredero del Reino Esmeralda. Duque de la Isla Zanahoria, General de los Ejércitos del Norte, ¡El Nacido del Rayo!" presenté. "O simplemente Sir Wiggles para abreviar".

"Eso es jodidamente estúpido".

"Bueno, entonces, supongo que no quieres abrazarlo".

"....."

"..."

"Bastardo." Ella frunció el ceño más profundamente antes de girar la cabeza y extender los brazos. Sir Wiggles tomó eso como una cola para saltar hacia ella de mi agarre.

Jaja, funciona todo el tiempo.

"Tengo curiosidad por algo". Encontré una roca cercana y me apoyé contra ella, ganándome su atención, al menos hasta cierto punto. Estaba felizmente acariciando el pelaje de Sir Wiggle. "Tu maestro fue un poco 'despreocupado' cuando negociamos el precio de la alianza".

"¿Qué pasa con eso?"

"No sé..." me rasqué la cabeza. "¿Estás seguro de que eso es lo que quiere?" La forma en que lo hizo, se sintió como si estuviera siguiendo los movimientos.

"¿Cómo diablos se supone que voy a saber lo que quiere? No soy un mago, no me importa toda esa mierda sobre las líneas de sangre". Ella escupió. "Además, ¿qué diablos te importa?"

Me encogí de hombros. "Supongo que realmente no es asunto mío, simplemente no puedo evitar entrometerme a veces". Pasé una mano por mi cabello, mirando a Mordred. "Cuido a mi gente".

"Lo que sea." A ella no parecía importarle lo que estaba diciendo, así que lo dejé.

Si su Maestro quisiera algo más, un deseo real, vería qué podía hacer después de que terminara la guerra.

Giré mi cabeza, viendo el contorno de Raikou apareciendo mientras se materializaba en el aspecto físico del mundo.

"Maestro ~" Raikou corrió hacia mí, rápidamente me levantó en un abrazo. "Ya volví, ¿extrañaste a mamá?"

Bueno, creo que tanto Mordred como Kairi ya estaban acostumbrados a sus excentricidades. Hablando fuera....

"Bienvenido de nuevo." Le di una sonrisa antes de volver mi atención hacia Kairi, quien apareció no muy lejos. "¿Come te fue?"

"Sin problemas." El Mago Mayor sacó un cigarrillo e inmediatamente lo encendió. "Esa 'poción de invisibilidad' que me diste funcionó muy bien. Es curioso dónde la conseguiste". comentó.

Hah, probablemente guardó algo para investigar más tarde. ¡Buena suerte!

"Tengo mis fuentes". Sonreí, cambiando de tema. "Es hora de pasar a la siguiente parte". Hice un gesto hacia Sir Wiggles, quien saltó al suelo.

"Finalmente, me estaba cansando de toda esta mierda de capa y espada". Mordred estiró los brazos. "De hecho, ahora puedo conseguir algo de acción".

Sí, ya era hora de soltarse.