Capítulo VII: Luto y fuego

Christian

Siento un roce por mis piernas-Buenos días dormilón-Dice alguien.

-Buenos días-Digo mientras me estiro.

-Cómo dormiste?-Me dice una voz que se ahoga entre mi cuello dándome besos.

-Ni siquiera se que soñé-Digo posando mis manos en unas caderas definidas que ya se encuentran encima mío.

-Ufff hace calor aquí- Dice bajándose de la cama y quitándose su vestido rojo. Noto su cara borrosa, estar recién levantado no ayuda.

-Hoy si dejo que me llames florecilla-Dice

-Mónica? Qué ha...

-Shhhh

Se lanza encima de mi una vez más y me calla con un beso.

-Tu solo déjame volver a ser feliz- Pasa su lengua por mis labios de una manera sensual mientras noto como mi piel va entrando en calor.

Empieza a besarme en la boca mientras
que mi agarre en sus cadera se vuelve más fuerte.

-Tengo la necesidad de conocer y explorar tu cuerpo- Dice separando nuestros labios.

Comienza a besar mi cuello y cada vez se vuelven más bajos su besos.

Primero el cuello, luego el pecho y le sigue el abdomen.

-Quiero seguir el rastro de tus tatuajes con mi lengua- Susurra acercándose a mi oído.

La siento recorrer nuevamente mi cuello pero esta vez por el tatuaje que tengo en el lado derecho. Luego pasa al pecho y besa todos los tatuajes que tengo uno por uno, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo.

-Esto te robará tiempo y no creo que aguante toda la mañana- Le digo para que note que no tengo mucha paciencia.

-Tendrás que esperar, quiero probar el tatuaje de tu espalda.- Dice pasando sus manos por mi cuello.

-Basta de jueguitos-Digo con una voz firme y medio seca.

La sostengo y la tumbo quedando esta vez encima de ella.

-Eres el mejor tatuaje que tiene mi piel florecilla, no sabes cuanto esperé este momento.– Le digo mirándola a los ojos mientras que con mi mano derecha aparto el pelo su cara.

-Buenos días dormilón-Me dice

-Qué? Cómo que buenos días? De nuevo?

Siento una almohada golpear mi rostro

-Que te despiertes idiota!!!

-Mi... mis tatuajes-Digo dando un salto en la cama.

-Bueno tatuajes no llevas, pero ya veo que hay alguien con ganas de pinchazo- Dice William burlándose del notable bulto que hay por debajo de las sábanas.

Bufo- Qué quieres tan temprano?

-Quedamos en que íbamos a pasar el día juntos. ¿Ya no te acuerdas?

-Si es cierto, perdona. Anoche estuve pensando en otra cosa y lo olvidé por completo.

-Bien, yo también estuve ocupado y no hice ningún plan. ¿Alguna idea de lo que podemos hacer?

-Quiero tatuarme-Digo sin pensar

-¿Qué carajos tienes tu hoy con los tatuajes?

-Son sexys, a las mujeres les vuelve loca....Solo eso

-Christian, no tienes ni un solo tatuaje en tu cuerpo y siempre has tenido a toda mujer que has deseado, te buscarás un problema con la tía Grecia sin necesidad.

-Mi madre no tiene por qué molestarse, creo que ya soy mayorcito -Digo levantándome de la cama para empezar a vestirme.

-Bien tu sabrás. ¿Qué te harás?

-Un dragón, definitivamente, un dragón- Digo con más emoción que nunca.

-Que raro eres bro. Luego no quiero arrepentimientos, que nos conocemos.

-Si me conocieras lo suficiente no dirías eso, sabes que no soy de arrepentimientos, eso es de cobardes. Luego te explico por qué un dragón.

-Tu y yo sabemos que es por tu cercanía al fuego, y no hablo literalmente.

-Puede ser, pero esta vez no se trata solo de calentura.

•••

Mónica

-Siii mamá, me estoy tomando las vitaminas.

-Y la dieta la mantienes ¿Cierto?

-Que siii.

-Vale. ¿Cómo está todo por la casa?

-Todo en orden mamá, estoy esperando a que Marcela me llame para poder ir al cementerio a poner las flores.

-Entiendo. ¿Qué ocurre pequeña?-Dice mi madre desde el otro lado de la pantalla notando mi cara de tristeza.

-Hoy estaríamos comiendo hamburguesas y celebrando su cumpleaños juntos.-Le digo haciendo puchero.

-Tranquila mi amor. El ya no está ahí contigo comiendo hamburguesas, pero está en tu corazón. Va a pasar.

-Lo se, ya aprendí a superarlo, pero siento que por más que pasa el tiempo, mi corazón sigue sin sanar.

-Cariño, ¿No crees que es hora de que te des la oportunidad de conocer a otras personas?

-No lo se mamá, siempre que siento algo fuerte por alguien termino lastimada, no creo que aguante otro golpe duro.-Le digo.

-Mónica eres fuerte y muy buena persona, no creo que todo lo que te pase sea malo. Tu padre y yo estamos orgullosos de lo buena chica que eres, y estoy segura de que muchas personas pensarán igual que nosotros.

Luego de llevar media hora hablando con mi madre sobre Ethan recibo la llamada de mi amiga Marcela. Después de todo ella es la única que sabe realmente mi historia completa con el.

Videollamada entrante de Marcela

Contesto -Hola añorada aventurera, como va ese paseo por las tiendas de Berlín.

-Hola querida. Bastante bien ¿y tu que tal estás?

-Pueden dejar de tratarme con más amor de lo normal?. Estoy bien y que me traten con lástima no ayuda, me hacen sentir peor.

-Vale vale perdona- Me dice mi amiga con cara de preocupación.

-Marce en serio, estoy bien, solo cuéntame con lujos de detalles todo lo que has hecho, así me escapo un poco de esto.

-Pues he ido de tienda en tienda, te compré tu reloj y algunos maquillajes

-¿Mas maquillajes? ¿Sabes que hay millones de cosas para comprar? Tienes un cajón repleto de maquillajes incluso nuevos y sigues comprando, definitivamente tienes obsesión.

-No es obsesión, es...-hace una pausa -Bueno vale puede que tenga un poco, pero es que son hermosos- Dice con su voz chillona

-Hablando de hermosos -bostezo -¿No has conocido a ningún guapetón residente en Berlín?

-De hecho conocí a dos.

-¿A dos???? Menuda zorra- Digo

-No es nada malo-Ríe

-No he dicho que lo sea, solo me sorprende que en un día ya tengas dos tíos babeando. Igual es mi humilde opinión- Digo mientras me dirijo al vestidor para tomar la ropa que me pondré.

-Uno me llevó de compras y otro me llevo de fiesta, exactamente doce horas para cada uno- Termina con una carcajada.

-Supongo que prefieres al de los mojitos ¿Cierto?

-Así es -Sonríe -Pero a mi me enamoran los regalos y el primero me compró unos perfumes deliciosos. -Hace puchero.

-Bien pues ya sabes que hacer para saber con cual quedarte, solo que protégete, no quiero ser tía tan pronto.

-Dios mío luego dices que yo soy la mala cabeza.

-¿Que mejor manera para saberla que esa??

-Sabes que no soy de acostarme con cualquier tío y menos si lo acabo de conocer, además no estamos hablando de uno, son dos Mon. ¿Quién te piensas que soy??.

-No te pongas seria, era broma, se que esperas tres días- Termino con carcajadas.

-Deja de reirte de mi!!! Te odio Monica Masson!!!- Dice frunciendo el ceño exageradamente.

-Vale perdón.

-Ahora cuéntame tu. ¿Cómo te fue con tu nuevo guardaespaldas???

-Me muerdo el labio inferior -Es un idiota -Sonrío levemente

-Wowowowo a mi no me engañas. Cuéntame!!

-No hay mucho que contar, solo me acompañó a una tienda de accesorios electrónicos y ahí me compré el celular nuevo, caminamos y pues casi grito a los cuatro vientos que está jodidamente bueno- Le digo mientras pongo cara de niña recién salida de cumpleaños.

-Sabía que te ponía!!!

-No me pone...- hago una pausa para poner el teléfono en mi mesa y poder peinarme.

-Bueno un poco si-Digo haciéndome una coleta.

-Lo sabia!!!

-Que siii Marcela ya se que lo sabías. ¿Puedes dejar de avergonzarme??

-Solo digo la verdad.- Sonríe

-Bien está muy linda esta conversación que revuelve mis hormonas pero ahora debo irme a contarle las buenas nuevas a nuestro amigo.

-Me siento fatal por no estar ahí, siempre fuimos tres y hoy no estoy contigo.- Hace puchero

-Tranquila, se lo que te ocurre, además necesito tener una conversación privada- Digo con una sonrisa desanimada.

-Vale- Hace una pausa. - ¿Compraste las rosas blancas?

-Si, son hermosas -Digo abotonando mi camisa color rosa claro.

-Vale, pues hablamos en otro momento, mantenme al tanto de todo porfa.

-Si amiga, besos.

Fin de la llamada

Luego de una larga y entretenida conversación con mi amiga, me quito la saya que tenia puesta y me pongo un pantalón ajustado de tela gruesa, siempre que voy a visitar a Ethan me visto más formal de lo normal.

-Hoy estaríamos celebrando tus 19 años cariño- digo pasando mi mano por la foto que tengo con el en la parte trasera de la puerta de mi habitación con mis ojos inundados en lágrimas que no quieren mantenerse dentro.

Le aviso al chofer que ya voy a salir mientras tomo el ramo de rosas blancas que siempre le llevo, eran sus favoritas.

-Al cementerio por favor Rafa- Digo montandome en el auto.

-¿Día triste?- Pregunta tras ver las flores.

-Para mi sí, pero si estuviera vivo me regañaría por eso, así que mejor diré que en su momento, fue un día festivo.

-Entiendo. ¿19 años no?

-Así es.- Hago una pausa- Hoy ya hace un año que estábamos viendo una peli por su cumpleaños en el hospital. Le hicimos un pastel de avena que sabía horrible -Sonrío -Pero era lo más cercano a un pastel que podía comer.

- Dijo que su cumpleaños no se acercaba ni un poco al sabor de ese pastel- Hago otra pausa para aclarar mi garganta y quitar una pequeña lagrima que quiere recorrer mi mejilla, pero no la dejo.
Ethan nunca me dejó llorar, hasta en los momentos más feos de su vida, me sacaba una sonrisa.

-Este es el primer cumpleaños que no paso con el después de tres largos años y no sabes cuánto me duele.- Agacho la cabeza.

-Supongo que más te duele no haberle dicho que estabas enamorada de el. ¿Me equivoco? -Me dice dejándome pálida, nunca se lo había contado a nadie, solo a Marcela. La palabra "enamorada" está en la cúspide de mi diccionario titulado "palabras que nunca quiero volver a escuchar".

-¿Co...cómo dices?-Le pregunto queriendo ocultar mi vergüenza-Rafael es un hombre muy sabio, pero esta vez sobrepasó los límites.

-Querida, yo más que nadie se lo que es perder a un amor, créeme, reconozco esa mirada oscura y brillante que mantiene recuerdos lindos- Me dice haciendo que corran dos lágrimas a la misma vez por mis mejillas.

Me coloco las gafas de sol- Nunca pensé arrepentirme de nada Rafa, pero esta situación se me fué de las manos, jamás pensé que me ocurriría algo así.

-Tienes que abrir tu corazón para que sane, aún eres joven. Piensa en ello. -Me dice estacionado el auto en la entrada.

-Gracias Rafa, estaré un buen rato acá, yo te aviso.

-Tranquila, estaré al tanto. Suerte.

Me bajo del auto y recorro el largo camino hasta llegar donde se encuentra su tumba.

-Feliz cumpleaños E- Digo colocando las flores encima de su tumba y sentándome en una esquina.

-Te amo- Le digo mientras las lagrimas empiezan a atacarme como si fuera una estampida.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top