- ¿Cuántos amigos tienes? -me preguntó-. Siempre te veo rodeada de muchas personas y esa es una de las principales razones por las cuales llamaste mi atención.

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Vaya... la verdad es una muy buena pregunta, pero no tengo respuesta a eso.

Si pienso un instante, creo que no tengo amigos. O eso es lo que siento ocasionalmente.
Innumerables son las veces en que regresé a casa luego de una "amena" charla con amistades y me sentí vacía. ¿Acaso debía sentirme bien?, ¿feliz? o ¿satisfecha? Bueno, satisfecha es una palabra demasiado grande. Soy una persona que no se satisface nunca, prácticamente inconformista.

¿Con cuántas personas hablo?, ¿cuántas me conocen?, ¿cuántas me buscan para que les brinde ayuda?, ¿cuántas y cuáles de ellas me consideran su amiga?. Tengo demasiadas preguntas y muy pocas o ninguna respuesta.

"Un amigo es aquel que está en tus momentos más difíciles", "un amigo es aquel al que recurres en tu peor momento y va a tu encuentro", "un amigo es aquel que te da su cariño de manera desinteresada", siempre me decían estas frases pero yo jamás pude comprenderlas, porque ni siquiera son reales.
Pongamoslo así: no todos están ni estarán en tus momentos más difíciles, pero no por eso dejan de ser tus amigos. Tampoco podrán ir a tu encuentro cuando te sientas mal y no siempre serán desinteresados.
El ser humano busca reciprocidad SIEMPRE. Es algo natural, totalmente biológico. Sería estúpido solamente dar todo el tiempo y nunca esperar nada a cambio. El ser humano por excelencia idealiza y también eso es normal. Entonces no podemos pretender que "nuestro amigo" sea un ente que solo da y no recibe, que solo está y no están para él, que solo busca y no lo buscan y un sinfín de ejemplos más.

Somos seres completos que de alguna u otra manera compartimos lo que somos, nuestra esencia, con aquellos que nos sentimos vinculados de alguna forma energética, magnética, metafísica o como le quieran llamar. Básicamente nuestro espíritu "busca" otros que sienta su igual o que sienta que son similares a él en algún aspecto. No por nada dejamos atrás muchas personas a lo largo de nuestra vida. Y es que ya no están en la misma sintonía que nosotros.

Volviendo al eje principal, tengo personas con las que conecté y que son mis amigos. Genuinos o no mi psique está unida a ellos, sea por un karma que pagar o porque los debía conocer en esta vida. Dicen que siempre reencarnamos con el mismo grupo de almas cuando no terminamos de pagar nuestras deudas, evidentemente me queda bastante por saldar a decir verdad...

Finalmente me queda por pensar...
¿Qué sentido tiene vivir sin personas con quien compartir?

Al fin y al cabo lo único que quedará de nosotros son los recuerdos y quizás alguna que otra acción que hayamos llevado a cabo en favor de alguien. Desinteresada o altruista, buena o mala, es una acción y tú la cometiste.

Y eso me lleva a la siguiente (y última) pregunta...
¿Realmente estás viviendo o solo sobrevives al día?