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Otro capítulo porque me gusta mucho leer sus comentarios jiji
✞︎
El viento sacudía sus cabellos en diferentes direcciones, algunos intentando atravesarse en su campo de visión como si quisieran ayudarle a escapar de aquella imagen. Pero eso sería imposible. Sabía que la vería también cuando cerrara los ojos, cosa que todavía no se atrevía a hacer.
Se levantó de un salto una vez que recuperó el control de su cuerpo, retrocediendo, adentrándose más en el bosque que ya tenía claro que debía evitar. Las hojas de los árboles y ramas sueltas acariciaban sus hombros, como cientos de dedos esqueléticos que le arrastraban a un lugar sin salida. La oscuridad comenzaba a sofocarle, sentía que sus pulmones se cerraban como si otra vez volviera a depender de seis litros de aire por minuto.
Ya la había perdido de vista, pero seguía ahí. Creía que podía ver sus órganos dispersos en el césped, sus intestinos decorando como copos de nieve la cima de los árboles, su sangre manchando sus manos y ropa. Porque él no había tomado esa vida, pero igual la había matado.
Se sobresaltó cuando el agarre de alguien le detuvo desde atrás, las manos que sostuvieron sus brazos lo hicieron como si previeran que en cualquier momento podía desmoronarse. Sus sentidos reconocieron a una persona familiar, pero eso no bastó para tranquilizarle.
—Hey, hey, ¿qué pasa? —Taehyung volvió la cabeza para encontrarse con el preocupado rostro de Jimin, notando que ya estaba cerca al búnker.
—E-ella... Ella está... —intentó decirle, señalando con el dedo índice hacia el frente, pero las palabras para continuar la frase se negaron a abandonar su boca.
La mirada del mayor oscureció, levantando la cabeza para observar el lugar al que le había indicado, con una expresión con la que parecía estar contemplando cientos de posibilidades.
—Enséñanos. —Yoongi llegó también a su lado, con ese semblante serio que le caracterizaba, pero que esa vez parecía deberse a mucho más que solo su ambigua personalidad.
Solo pudo asentir antes de correr de vuelta a la zona donde había encontrado el cuerpo. Su mente divagaba de horror mientras él se mezclaba con la noche y el bosque en la carrera, desplazándose como si el viento mismo le impulsara o como si tuviese implantados propulsores en los talones. No notaría lo rápido que avanzaba si no fuera por la velocidad con la que la espesura iba renovándose, el bosque podía parecer igual por todas partes, pero él sabía exactamente dónde estaba y a dónde debía ir.
Se detuvo a los pies del cadáver que para ese punto ya se había quedado seco de sangre. Luego de lo de JiUn, de verdad esperaba no tener que volver a encontrarse en una situación como esa, pero, por el contrario, solo parecía ir de mal en peor.
Jimin y Yoongi observaron pasmados a la muchacha, y el primero fue quien se acercó para hincarse a un lado, tanteando el césped junto al ensangrentado brazo.
—La trajeron muerta hasta aquí...
—¿Dices que la mataron en otro lugar? —inquirió el pelimenta—. ¿Por qué moverla? —Taehyung se estremeció ante la idea, estaba demasiado cerca al lugar al que siempre iba con Jungkook y eso le daba mucho que pensar.
—¡¿Por qué matarla?! —exclamó, harto de que siempre dieran más importancia a todo menos a la vida que habían quitado—. ¡Se los dije, los vampiros son monstruos desalmados que solo matan por placer sin mediar en nada más!
—V —Jimin le miró desde abajo, con sus ojos esmeralda reluciendo de forma majestuosa—, esto no lo hizo un vampiro.
El menor se quedó inmóvil, regresando a observar el cuerpo tendido sobre la hierba. Tenía el rojizo cabello enmarañado con varios mechones sobre el rostro, donde sus vidriosos orbes se mantenían abiertos en una mirada perdida y escalofriante. La blusa que alguna vez fue amarilla estaba rasgada, pero no peor que su piel y su carne.
La herida era feroz y profunda en términos exagerados, algo que la ciencia, la medicina o la necesidad de dar una razón lógica a los acontecimientos más extraños catalogaría como el ataque de un animal. Tal vez un oso o una pantera... pero no era eso. Partes que debían quedarse dentro de su cuerpo estaban a la vista, mismas que habían alcanzado a recibir de lo que sea con lo que habían destrozado su tórax.
Veía el corazón y pulmones de la chica en el recorrido que habían hecho para conseguir esa letra específica, con la que le habían dicho que le conocerían entre los vampiros, como un llamado silencioso o una advertencia espeluznante. Tenían marcas, como rasguños ocasionadas por garras con la dureza del caparazón de una tortuga.
—Quién más pudo hacer algo así... —musitó, ensimismado—. ¿Hay otras... cosas en el bosque? —preguntó entonces, con los ojos desorbitados viajando entre sus dos acompañantes.
—El bosque es inmenso —fue lo que respondió Yoongi, y para el pelivioleta aquella respuesta fue peor que el que solo dijera sí.
—¿La conoces? —Jimin volvió a mirarle, Taehyung pudo ver en sus ojos que habían muchísimos pensamientos desentrañándose en su cabeza, lanzó otra mirada rápida a la muchacha y asintió.
—De la preparatoria. —Los otros dos se observaron entre ellos, como ya sabía que hacían cada vez que estaban pensado algo parecido y no querían decirlo en voz alta.
—Vamos, hay que sepultar el cuerpo —dijo el pelinaranja, incorporándose.
—Pero-
—¿Qué? —le interrumpió el de tan profundos ojos negros—. ¿Dirás que es inhumano de nuestra parte? ¿Que tiene familia y hay que regresarla con ellos? ¿Acaso quieres que su familia la vea así? —El más joven solo le miró con la mandíbula tensa, odiando saber que por esa vez él tenía la razón.
—Hay que buscar un lugar —instó Jimin, moviéndose mientras observaba el césped a los alrededores.
—¿Y por qué no aquí? —preguntó, queriendo evitar que tuvieran que moverla demasiado.
—Ya está ocupado —le respondió con simpleza, los ojos del menor se abrieron en demasía, cuestionándose cuántos cadáveres habrían sepultados en ese bosque.
Se alejó varios pasos, observando a sus compañeros hacer lo mismo mientras revisaban el terreno. La hierba se apreciaba intacta, no parecía que alguna vez hubiese sido alterada, así que señaló cualquier otro lugar.
—¿Y aquí? —Los dos le miraron y luego a la zona que era apuntada por su dedo.
—No, ahí ya hay uno.
—Debajo de donde estás parado también —añadió Yoongi, con algo que se parecía mucho a una sonrisa, Taehyung apretó los labios.
—Vengan, aquí.
Se acercó pero se mantuvo quieto, listo para preguntar con qué se suponía que pensaban remover la tierra cuando ellos comenzaron a escarbar el césped con las manos en una muy entrenada sincronía. Su expresión se pintó de transparente incredulidad al verles.
Para ahondar su sorpresa, sus movimientos eran tan rápidos y efectivos que no demoraron en conseguir una zanja de tamaño considerable mientras que él solo seguía observándoles hacer todo el trabajo. Tuvo tiempo para mirar los alrededores, guardando las manos en los bolsillos de su pantalón como si estuviese de paseo y no frente a dos vampiros cavando en el bosque para enterrar un cadáver.
El mayor de los tres fue el que tuvo la iniciativa de arrastrar el cuerpo de la chica, Kim ni siquiera atinó a desviar la mirada, mantuvo los ojos clavados en los de ella hasta que la tierra los cubrió. Sentía la necesidad de disculparse, pero eso sería tan inútil como ultrajante.
Sus compañeros sacudieron las manos una vez que estuvo terminado, sus dedos habían terminado cubiertos de barro y aun así intactos, no tenían las uñas partidas ni heridas ocasionadas por las pequeñas piedras, solo les bastó terminar de limpiarse en la ropa para que no quedaran atisbos de lo que habían hecho.
—¿Aquí es cuando decimos palabras de despedida o...? —El pelivioleta lanzó una mala mirada a Yoongi, quien apenas se encogió de hombros, parecía disponerse a añadir algo más, pero de su boca solo salió un quejido de dolor antes de caer al suelo de rodillas.
—¿Hyung? —Jimin corrió hasta él, asustado, y Taehyung se quedó estático mientras le veía sostener su cabeza con ambas manos y cerrar los ojos con fuerza a la vez que se quejaba.
—¿Qué le pasa? —inquirió, sin saber qué hacer. El mayor parecía estar sufriendo una tortura que no tenía comparación y ni él ni el pelinaranja tenían idea de cómo ayudarle.
—E-es el líder. —Las manos del de cabellos color menta se aferraron desesperadas al césped, hablando como si sus cuerdas vocales estuviesen siendo obstruidas.
—¿Qué está diciendo? —cuestionó el ojiverde, confundiendo al más joven.
—N-no, no lo entiendo —gimoteó en respuesta, negando como si así pudiera deshacerse de ese suplicio.
—¿Le está hablando...? —musitó Taehyung, y sus ojos se abrieron en grande—. ¡Eso es como lo que hiciste en el hospital! Pensé que estaba enloqueciendo, pero tú de verdad estabas hablando en mi mente.
Yoongi abrió los ojos y levantó la cabeza de un tirón, alertando a los otros dos, ya no se quejaba y su expresión era alarmada y asustada en partes iguales.
—Namjoon está en problemas. —Se levantó e inició a correr sin esperarles, los menores compartieron una mirada inquieta antes de salir corriendo detrás de él en dirección al búnker.
El panorama que les recibió fue impactante en diferente medida para los tres, el exterior de su refugio estaba decorado con los cuerpos de sus compañeros, varios tendidos en el humedecido césped y otros tantos más socorriéndoles. Por unos segundos no se movieron, como si esperaran que la ilusión se desvaneciera, pero terminaron acercándose cuando comprendieron que aquello estaba pasando realmente.
—¿Qué es lo que pasó? —preguntó Jimin a algunos de los que seguro también acababan de llegar.
—Vinimos en cuanto supimos que había problemas y los encontramos así —contó uno de ellos, negando despacio con la cabeza—. Todos están vivos, pero no responden.
—¿Qué cosa puede derribar a tantos vampiros? —Taehyung le escuchó murmurar, y sus ojos descubrieron a un muchacho de cabello rosado que estaba sangrando a un costado del abdomen.
—Él está herido. —El pelinaranja corrió a arrodillarse junto al inconsciente chico al corroborar que era cierto, Yoongi se acercó también y los dos le observaron levantar la camiseta para revisar el corte—. Es lo mismo con lo que la mataron a ella... —razonó, comparando esos cinco profundos rayones con las marcas que habían dejado en su compañera.
Se hincó frente a Jimin del otro lado del desconocido, observando la sustancia que escapaba de la herida y manchaba su piel, era de un intenso color rojo brillante, no se miraba oscura sino más bien rosada.
—¿Por qué se ve tan clara?
—Nuestra sangre está más oxigenada —explicó Park—. Tenemos un nivel mucho más alto de glóbulos rojos y por eso no necesitamos tanto aire. El nivel de hemoglobina es alto, el suministro de oxígeno se mantiene controlado.
El menor asintió, comprendiendo solo que su genética estaba alterada y que por eso eran prácticamente inmortales.
—Es muy extraño —musitó el contrario—. Lo que les hayan hecho... no solo los dejó inconscientes, también está retrasando el proceso natural de curación. Su herida lleva abierta varios minutos y no ha comenzado a sanar.
—¿Es posible que hayan encontrado la manera de neutralizar nuestros poderes? —preguntó Yoongi, mirándole con esos intensos ojos suyos.
—Nunca había visto algo así. —Fue todo lo que dijo él, con voz queda, antes de acercar las manos y apoyar las palmas sobre la herida.
—¿Quiénes? —preguntó Taehyung, notando que el verde de los orbes del pelinaranja refulgía. No obtuvo respuesta, pero el joven de hebras rosadas se sentó en un veloz movimiento, como si acabara de despertar de una horrible pesadilla.
El menor se sorprendió al ver que los rasguños habían desaparecido y miró con sorpresa a Jimin, todavía no sabía cuál era su poder, pero casi se sintió pequeño al descubrir que el de él era la curación.
—Namjoon, se llevaron a Namjoon. —El muchacho se levantó rápido, tambaleándose como consecuencia y teniendo que llevarse ambas manos a la cabeza—. Ah, ¿pero qué...?
—Hey, con calma, todavía no sabemos qué es lo que les hicieron a ti y a los demás —le dijo Yoongi, mientras los tres se incorporaban para estar a su altura.
—Seokjin, ¿qué fue lo que pasó?
—No lo sé, algunos estábamos dentro del búnker —contestó, paseando la mirada por todos sus compañeros que todavía no despertaban—, el líder dijo que habían entrado a su territorio, así que salimos. Todo pasó demasiado rápido, ni siquiera pudimos luchar, nos inyectaron algo que nos dejó en el suelo en un segundo, pero a él se lo llevaron. Intenté evitarlo y me hirieron, no recuerdo nada más.
—Pues, sea lo que sea, ahora sabemos que tú puedes contrarrestarlo —dijo Yoongi a Jimin, quien se cruzó de brazos.
—Excepto si me inyectan esa cosa también.
—¿Quiénes? —repitió Taehyung, desesperándose por ser el único que ignoraba información importante. Seokjin clavó sus ojos grises en los de él, y el pelivioleta le observó abrirlos en grande.
—Por todos los... Es del linaje de-
—Sí —le cortó el de cabellos mentolados, para frustración del más joven, y el pelinaranja se alejó para repetir el proceso de antes con otro de sus compañeros, como si quisiera huir de la conversación. Quiso decir algo, pero fue en ese momento que notó que todos los que estaban de pie le miraban.
—Ahora lo entiendo, por eso volvieron.
—¡Entonces hay que dárselos a cambio del líder! —medió otro, un muchacho rubio de estatura promedio que le señalaba irascible.
—¿Qué estás diciendo? —inquirió el ojiverde, mirándole desde abajo, junto al vampiro pelinegro al que estaba atendiendo.
—¡Lo quieren a él! ¡Y harán lo que sea para tenerlo! —contraatacó, Taehyung se tensó en una postura defensiva cuando cruzó miradas con él, los iris celestes del más bajo se observaban furiosos—. Lo de esa chica fue solo una advertencia —le espetó—, matarán a todos los que te importan.
—¡¿Quiénes?! —repitió por tercera vez, ya al borde. Para su mayor confusión, varios bajaron la cabeza y el joven de cabello claro incluso retrocedió un paso.
—Licántropos —dijo Seokjin, atrayendo toda su atención—. Son nuestros enemigos desde hace siglos —explicó, y el menor sintió su estómago revolverse en el segundo mal presagio de esa madrugada—. Llevan casi dos décadas manteniéndose ocultos, pero nada en el bosque se queda en secreto por mucho tiempo. Para este punto, ya todos han de saber que volvieron.
—Y cuando se sepa que el líder de los vampiros ha sido capturado por los licántropos, si es que no lo saben ya...
—Nuestras defensas seguirán intactas mientras él siga vivo, nuestra única preocupación ahora debe ser encontrarlo.
—¿Cómo vamos a encontrarlo si no tenemos idea de dónde están?
—A eso sumándole el hecho de que encontraron una forma de debilitarnos que nosotros ni siquiera conocemos.
Taehyung solo les escuchaba hablar mientras se mantenía en silencio, comprendiendo que no solo había mucho que todavía no sabía sino cosas que le estaban ocultando. Sus ojos se encontraron con los de Jimin y los de él no demoraron en evadirle, observó entonces a Yoongi, quien le regresó una mirada que, como no era sorpresa, no le decía nada.
Se encontró a sí mismo sobrando en ese lugar. Todos sabían de él algo que desconocía, y la lástima, enfado, sorpresa e incredulidad con la que le miraban comenzó a ser demasiado.
—Aun así, no podemos dejar el búnker solo, no es lo que el líder querría... —Dejó de escucharlos con la misma claridad cuando comenzó a alejarse de regreso al pueblo, y ni siquiera cuando pisó asfalto y no césped los murmullos se detuvieron.
Su cabeza daba vueltas, veía los ojos sin vida de esa chica, la V en su pecho, el rostro aterrado de JiUn, al compañero de Jungkook quedándose sin aire bajo el agarre de sus manos en su cuello, las miradas de todos y las palabras del rubio mezclándose con cientos de voces en susurros incesantes que le atormentaban.
«—No quiero saber tu nombre.» «—¡Lo quieren a él!» «—Es del linaje de...» «—Matarán a todos los que te importan.» «—No tenía idea de que lucían así...» «—No te volverás algo que no eres por él.» «—Todavía tienes sentimientos, ¿no?»
«V».
El punzante dolor que se instaló en su sien le hizo soltar un audible quejido, sus piernas flaquearon y sus rodillas impactaron en el andén, donde sus manos se apoyaron desesperadas por estabilizarse.
«—¿Pasó algo el martes en la noche?» «—Todos los que están cerca de ti corren peligro.» «—JiUn solo tiene diecisiete años.» «—Seguirás causando daño y no podrás soportarlo.» «—Matarán a todos los que te importan.»
«V».
«—¡No eres más que un maldito error!» «—Entre los vampiros te conoceremos como V.» «—Estás fuera de control.» «—Lo de esa chica fue solo una advertencia.» «—Significa que en Natten hay un asesino suelto.»
«—Matarána todos los que te importan.»
Apretó los párpados con ahínco, con un gruñido de frustración e impotencia proveniente del fondo de su garganta. Sentía como si allanaran su cabeza, como si se metieran a la fuerza en su cerebro y lo retorcieran con brusquedad, sacando de ahí las escenas más horrorosas que había presenciado para hacer que las recreara sin tregua.
Se resistió porque no estaba seguro de poder soportar más, porque era débil y tenía que ser fuerte para no caerse a pedazos. Se negó a ceder ante sus demonios porque sabía que todavía llegarían más y debía resistir, porque el sufrimiento que le esperaba todavía era grande y no estaba bien rendirse tan pronto.
La voz se detuvo y todos los murmullos que la acompañaban y le juzgaban también, trayendo de regreso el silencio que caracterizaba al pueblo a esas horas, permitiendo que escuchara otra vez su propia respiración pesada. Pasó la mano por su frente y limpió con el dorso el sudor frío, poniéndose de pie otra vez, listo para dejar de perder tiempo.
Corrió con todas sus fuerzas por las desoladas calles de Natten, ahora con una única persona invadiendo su mente. No tenía idea de todos los misterios que conformaban ese lóbrego bosque, pero sus prioridades estaban mucho más allá de descubrirlos.
Fue directo hacia la que ahora era su entrada por defecto, la ventana de su habitación que bien se aseguraba de dejar abierta. Ya ni siquiera cargaba llaves, las mantenía en el buzón para que su mejor amigo pudiera entrar cuando él no estaba, pero sintió como si las paredes se le vinieran encima al ver que no estaba ahí.
Lo buscó por toda la casa, llamó a su celular y él no atendió, gritó su nombre pero no obtuvo respuesta, no alguna diferente a todas las advertencias de ese día repitiéndose como bucle en su cabeza. No, no podía ser posible, si algo le pasaba a Jungkook él enloquecería.
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