-¡GAZ, ESTOY EN CASA!
Mirando por el hogar de los Membrana, Dib suspiró tras no recibir respuesta
-A lo mejor no está en casa- sugirió Zim despreocupado, subido a la mesa de la cocina como el buen huésped que era.
Dib movió la cabeza con desacuerdo
-No. Siendo tan tarde, al menos me hubiera mandado un mensaje.- Una idea le golpeó- Bueno, supongo que no está en casa. Hombre, tengo hambre. Hey, Zim, ¿puedes revisar la nevera? Creo que Gaz dejó un trozo de pizza ahí.
Zim hizo una mueca, saltando de la mesa para abrir la nevera.
-¿Qué soy? ¿Tu dron servil? Zim no sirve a... ¡AAAAAAAAAH!
El irken chilló al ver como una sombra oscura se materializaba y bloqueaba la puerta. La sombra mostró los dientes, y emitió un gruñido amenazante
-¡Hah! ¡Sabía que me estabas ignorando!
-Estaba ocupada- siseó la chica gótica, mientras Zim se escurría tras su hermano
-¿Haciendo qué?- demandó Zim, sin gustarle la idea de que un ser demoníaco pululara por los alrededores para asustarle.
Gaz le lanzó una mirada oscura
-Preparando tu ataúd.
En lugar del estremecimiento que ella había predicho, Zim sonrió con sorna
-¡Estupendo! ¿Dónde está? ¿Es morado? ¿Tiene pinchos? ¡Dáselo a Zim!
Zim extendió sus garras, haciendo el típico movimiento de un niño que ansía su regalo.
La chica del cabello morado alzó una ceja, mirando a su hermano. Él se rió con torpeza, comenzando a sudar
-Bien, Uhm... Zim, un ataúd es donde ponen a la gente muerta.
-Zim sabe eso. No le digas a Zim cosas que ya sabe- escupió ofendido el alienígena.
Dib solo se veía más incómodo
-Sí, está bien. No voy a insistir con eso. De cualquier modo, ¿has visto a papá hoy? Zim se quedará toda la semana y quiero asegurarme de que estemos libres.
Ante eso, Gaz miró al pequeño alien que parecía encogerse más bajo su mirada inquisidora; suspiró cuando ella decidió finalmente desistir, y prefirió sonreírle a su hermano
-¿Eres consciente de que él piensa que estáis saliendo? Dudo que os vaya a espiar
Dib se enfurruñó ante eso, mientras el alien se reía detrás de él
-¿En serio? ¿Sabes qué? ¡Bien! Como sea. Mientras así nos lo quitemos de encima, no me importa. No es como si pudiera reprobarme más de lo normal.
Con eso, el humano salió de la cocina, dejando a Zim jadeando por la hilaridad de todo lo sucedido.
Ahogado por su propia alegría, apenas notó la sombra que se cernía sobre él hasta que todo quedó en la oscuridad.
-¿Eh?- Preguntó.
Se frotó los implantes oculares, asegurándose de que no funcionaran mal.
-¡Oh, mira!- Aulló una voz siniestra , haciendo que el alienígena se congelara. Lentamente se giró, siendo recibido por un par de ojos rojos y brillantes.- Parece que Dib me dejó un pequeño bocadillo.
La criatura rió sombríamente.
Zim chilló de terror, cayendo al suelo antes de salir de la habitación, desesperado por no convertirse en una pizza.
-¡DIIIIIIIB!- Gimió. Sus gritos desaparecieron por el pasillo.
Gaz sonrió de lado.
-No puedo soportar el calor, mantente fuera de la cocina.
Las luces volvieron a encenderse como si nada hubiera pasado.

Emm... ¡Hola! ^^
Ya, ya sé que este capítulo es, literalmente, la mitad de los anteriores (pues este fragmento me ocupó como 500 palabras solo)
¡Pero no se preocupen! ¡Bajen las lechugas!
Todo esto tiene una explicación muy simple: El capítulo entero ocupa 3000 palabras, y está dividido entre este fragmento, y otro en Irk, que dura mucho más. No podía cortarlo, ¡así que el próximo capítulo será bastante más largo! ^^
¡Y más temprano! ^^'
Lamento enormemente el retraso :(
¡Hasta dentro de poquito! uWu
Recordad que esto es solo una traducción. La historia original pueden leerla en Ao3 con el mismo título. El autor, sin embargo, se llama [Killyousall]
♡