3: Fuck or Die (1/2)

-Oh, vamos. ¡Eso fue una reacción perfectamente lógica!
-¡No lo fue! Y el hecho de que encaje perfectamente en TU retorcido campo de lógica, solo demuestra que fue estúpido.
-Tú solo estás enfadado porque no lo pensaste primero, Dib-apestoso.
-Estoy enfadado porque tuve que pagar todas las donas que lamiste.
"Dib-apestoso" se quejó, tratando de sostener cuatro cajas distintas de donas.
A su lado, Zim sonreía alegremente, con orgullo, y lamía el glaseado de sus uñas; para cualquier espectador con la capacidad mental de un pez, se vería casi humano.
Dib era mucho más inteligente que un pez. Y que la mayoría de los humanos.
Él lo sabía muy bien; Lo supo desde que era niño. Solo había dejado de importarle.
Mientras Zim no planease tomar el control del planeta, Dib no se sentía en la obligación de gritar la verdad a oídos poco dispuestos. ¿Por qué molestarse con eso, cuando parecía estar acosando a un niño deprimido con una enfermedad en la piel?
Aún con todo, mantenía un ojo sobre él, sabiendo que el "ex-invasor" era un peligro. Si no para los otros, para sí mismo.
Por eso se vio varias veces como un cómplice involuntario en las travesuras de Zim, pagando un alto precio por su mala elección de compañía. Como en ese instante.
-Pobre y poco imaginativo Dib. Fracasas en ver lo verdaderamente brillante que es Zim.- el alienígena puso las manos tras su cabeza y dio media vuelta, andado de espaldas frente a Dib- piensa esto. ¿Cómo voy a saber que donas quiero, si no las pruebo antes? De no hacerlo, no hubiéramos sabido que todas eran deliciosas, y por lo tanto, que valía la pena comprarlas.- declaró con una sonrisa satisfecha, tomando otra dona de la caja. Claramente, estaba demasiado ocupado llenando su boca como para ofrecerle ayuda.
Dib frunció el ceño con desaprobación:
-Por poco vomitas cuando lamiste la dona de "Chocolate-caca". A demás, ¿qué demonios vamos a hacer con cuatro docenas de donas, chico-espacial? No nos las podemos comer todas.
Zim jadeó con fuerza, colocando dramáticamente una garra entorno su squeedly spooch en señal de ofensa.
-¡Me horroriza que me creas tan egoísta, humano! ¿Acaso no he demostrado ser un ciudadano honorable y respetuoso ahora?- Dib alzó una ceja escéptico- ¡Vamos a repartir nuestro botín con los menos afortunados, claro!
Dib miró con sorpresa al alienígena
-Bueno... Estoy bastante seguro de que no hay leyes sobre el acaparamiento de pasteles, pero.. Eso es realmente bonito por tu parte. Estoy bastante seguro de que hay un comedor social* por aquí, podríamos...-
Zim retrocedió viéndose horrorizado
-¿Qué? ¡No! ¡Claro que no! ¡Yo habló de Gir y Skoodge! No le voy a dar esto a esos sucios vagos, Dib. Ellos comen bebés, no donas. Cualquier absurdez puede salir de tu sucia boca, Dib.-Dib abrió la boca para cuestionar, pero tras pensarlo mejor, la cerró y cabeceó. Era algo común cuando conversaba con el insano extraterrestre. Seguir esa línea de conversación solo lo llevaría al arrepentimiento. Y a una terapia intensiva.-Y es una maravilla que incluso puedan permitirse el ansia de carne infantil. Especialmente cuando el resto de la población se queja de cuan caro sale un bebé.- Zim meditó por un momento- Vosotros, los humanos, ponéis un montón de esfuerzo absurdo en los jóvenes de vuestra especie. En el mismo momento en que un humano pierde una discusión, comienza a hablar sobre el bienestar de los niños. No veo lo atractivo.
Dib se encogió de hombros
-Bueno, podemos estar de acuerdo en eso, al menos. Es como un instinto de supervivencia, creo. A pesar de la sobrepoblación, vivimos en una sociedad alocada por el sexo, la cual prefiere tratar con las consecuencias que mantenerlas en sus pantalones. Y una vez se estancan con el resultado, quieren que todo el mundo se una a su miseria, o serán juzgados como "emocionalmente muertos"- Soltó un suspiro, dejándose caer en una banca cercana, junto las donas. Zim le imitó, sentándose en el respaldo y colocando sus botas de combate sobre el asiento.-Demonios, es la única razón por la que existo. Los PRs de papá pensaron que necesitaba tener "más capacidad de relación" para solicitar fondos, por lo que se clonó a sí mismo como un niño. No fue una sorpresa que la gente se asustara y dijera que era antinatural y espantoso. Así que adoptó a Gaz para apaciguar a las masas. Se enfadó bastante cuando lo descubrió.
Zim se burló, deslizándose al lado de Dib.
-Eso es estúpido. ¿Por qué los humanos están obsesionados con las relaciones de sangre, de todos modos? El parto natural puede tener igualmente muchas complicaciones. ¡Sino más! Demonios, todos los irkens fueron creados de manera artificial, y eso nos funciona perfectamente... O bueno, ¡a la mayoría-Dib entrecerró los ojos cuando el irken empezó a flexionar sus garras.-Digo, muchos de nuestros procesadores internos son reemplazados con biotecnología cuando nacemos, de todos modos, así que le podemos confiar nuestra supervivencia a nuestros packs. ¡Manejan de todo!- su garra se arrastró vacilante por su brazo- nuestro squeedly spooch, nuestros implantes oculares, nuestros... Nuestros cerebros... P-pero no todo funciona perfectamente, quiero de- ¡HEY! ¿¡QUÉ ESTÁS-?!- Zim miró boquiabierto como la mano de Dib se apretaba entorno su brazo- ¿QUÉ DEMONIOS, DIB-APESTOSO?- exclamó el alienígena, luchando por sacar el brazo de las garras del humano.
Dib simplemente sacudió la cabeza y metió las manos en los bolsillos de su chaqueta
-Ibas a rascarte de nuevo- le regañó
Zim parpadeó mientras la comprensión se hundía lentamente en él.
-Yo... Yo no iba...- miró hacia abajo, viendo las mangas de su corta-vientos* militar, antes de fruncir el ceño y rasgar su brazo con más fuerza de la necesaria. Su hueso crujió de manera dolorosa, pero no se inmutó. Por el momento satisfació la urgencia de algo peor- ¡Puedo manejarlo yo mismo, Dib!
-¿A eso llamas "manejarlo"?- Maldita sea. Eso había sonado más brusco de lo que pretendía.
-¡No soy un smeet! ¡No soy un defecto! ¡Y yo NO necesito tu constante supervisión, mono terrestre! ¡Estoy BIEN!
-¡Eso NO está bien, Zim!
-¿POR QUÉ TE IMPORTA?
El silencio llenó el aire mientras ambos se miraban. No era la primera vez que Zim había tratado de no mirar hacia abajo tras hablar de ese tema.
Le había tomado un año hacer que Zim comprendiera que no volvería a la lastimarlo. Y otro año más para que se relajara cuando rondaran cerca.
Y a pesar de todo ese esfuerzo, Zim se mostraba reacio a pensar que eran amigos. Lo último que quería Dib era que Zim se escondiera en su laboratorio de nuevo.
-Mira- suspiró- no se lo diré a Skoodge, pero tendrías que informarle a la computadora de que estás recayendo.
-No es una recaída. ¡Estoy bien!- siseó Zim tercamente
-No puedo confiar en eso.
Para ese entonces, el irken lucía desesperado. Abría y cerraba sus garras. Dib podía ver como su lekku se retorcía bajo los pinchos de su peluca engominada. Se sentía mal causándole tanto malestar al alienígena, pero Zim ya le había mentido antes. No podía arriesgarse.
-¡Te lo demostraré! Me quedaré en tu casa por una semana si así lo deseas, humano, solo no le cuentes nada a Skoodge.- si su compañero de piso se enteraba de eso, jamás lo volvería a dejar solo.
Dib buscó en el rostro del irken algún rastro de mentira. Al no encontrarlo, su mirada se suavizó.
-Bien. Pero estaremos en el mismo cuarto y en la misma cama. ¿Vale?- No era raro para ellos compartir el mismo espacio para dormir. Incluso alguna vez durmió con el alienígena en cucharita si este lo permitía. Dib dormía mejor sabiendo que su amigo no podía escurrirse sin ser detectado.
-¿Oh?- Zim ronroneó con malicia, claramente queriendo suavizar la situación a través de burlas juguetonas- eso es bastante avanzado, Dib-pegajoso. Y yo creía que no te interesaban tales actividades. ¿Debería preocuparme por mi virtud*?
La expresión de Dib mutó en la molestia. Sabía que el alienígena solo bromeaba. Ambos eran asexuales. Específicamente, Zim por su especie. Pero nunca dejó de molestarle el hecho de que Zim mostrase lo contrario en público
-Eres tan virtuoso como una cucaracha, Zim- bufó
El alienígena simplemente se carcajeó con fuerza, saltando sobre el banco una vez más.
-¡AYUDA! ¡POLICÍA! ¡ÉL QUIERE METER SU CHURRO EN EL AGUJERO DE MI DONA! ¡ESTOY EN PELIGRO DE SER GLASEADO CON CREMA!
-¿Podemos volver a cuando te llenabas la boca y no hablabas? Me gustaba eso. Volvamos a eso.- se quejó Dib
Zim simplemente se burló en respuesta, tomando una dona de gelatina y mordiéndola con sus afilados dientes
-¿Estás feliz ahora?
-Lo estaré cuando aprendas a masticar con la boca cerrada.

N/D:¡Hola hola! ¡Volví! *˙︶˙*)ノ
Ash, este capítulo me costó bastante más de lo que creí en un principio. ¡Pero aquí está! ¡Traducido y revisado! Sin embargo, si encuentran cualquier incoherencia, no duden en comentarla para poder corregirla uwu
Ya saben, soy un desastre. La historia original está bastante más avanzada, pero trataré de ponerme al día lo más rápido posible (*'꒳'*) pero como los capítulos son tan largos, tengo que dividirlos.
En fin, ¡espero que lo disfruten! ¡Me ha alegrado tanto poder continuarla! (*>∇<)ノ
Recuerden, ¡ahora la historia sigue en Ao3! El título es el mismo, pero el nombre del autor es [killyousall].

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