Dos meses después.

Milori apretó el timbre de la casa de Clarion, era fin de semana y pasaba por Luna para pasar los dos días que le correspondían.

A veces se reía, pedir convivencia con Luna nunca había sido tan divertido, ver como Clarion hacia el trabajo pesado entre semana, como trabajaba, se hacía cargo de las tareas de su hija, como tenía que levantarse temprano. Mientras él se quedaba con lo fácil,pasar el viernes por la noche por su hija y disfrutar de dos días de diversión.

Bueno, no es que le tuviera rencor a Clario, él podía hacer su vida cómo quisiera y con quien quisiera así que por eso no puso mucha resistencia.

¿Le dolió? , si,¿lloró?,mucho más de lo que esperó,¿le rogó?, se había humillado como nunca lo había hecho.

Pero que podía hacer después de que Clarion le dijera que estaba esperando un hijo de Drakeness.

Él era un hombre que moría de pie, se resignó a que ya no podía hacer nada con su matrimonio de antes. Porque Milori si era como todos decían, un hombre atento, amable, trabajador que se preocupaba mucho por su familia. Y lo seguiría haciendo a pesar de los errores.

Finalmente la puerta se abrió por Darkeness quien ni siquiera le saludó cuando ya volvía al interior de la casa. Milori entró igual viendo todo el desastre en la casa, los cojines de los sillones tirados, ropa de Luna en todas partes al igual que sus juguetes
Vio de reojo en la cocina como un dibujo de tres, una mujer un hombre alto y un niño tomados de la mano encerrados en un corazón estaba pegado en el refrigerador.

-Ignora el desastre.-Escuchó a Clarion hablar y hacerlo voltear a la sala donde Luna dormía ya en los brazos de Darkeness.

-No te preocupes...

-Luna se quedó dormida antes, siempre te espera, lo sabes, pero hoy Lois y ella jugaron en el patio a la pelota y terminó más cansada de lo normal.-Continuó James juntando las cosas que necesitaria su hija en una pequeña maleta.

-Si,lo entiendo.-Milori se sentó en el brazo de un sillón mientras se cruzaba de brazos.
No le gustaba que Darkeness y su hija fueran muy unidos, pero no le rompería las esperanzas a su hija, además el la trataba muy bien y se veía que también lo quería, nunca le había hecho una mala cara o lo había tratado mal. Para su mala suerte sentía que la consentía mucho, más de lo que se supone debe consentir a un niño.

Pero si Luna era feliz, él también.

-Ya sabes Milori, no creo que te lo tenga que decir todas la veces que vienes, pero lo haré por si acaso. Nada de dulces después de las seis de la tarde, no se duerme y créeme que tengo experiencia.-Volteo a Lois quien rió sin hacer ruido y se encogió de hombros. Solía darle muchos dulces a Luna y gracias a eso tardaba mucho en dormir.-Esta bien si mañana se quieren desvelar pero evita que lo haga hasta muy tarde.

-Nada de canela, recuerda que es alérgica, deja la puerta de su habitación abierta con la luz del pasillo encendida, le da miedo la oscuridad y dale de cenar galletas con leche, si come otra cosa el estómago se le llena y podría vómitar.-Finalizó Milori imitando la vos de su ex esposa.

-Si.-Winter asintió casi rendido, le dio la maleta a Milori y fue directo a Lois para cargar a su hija y acomdarle la cobija amarilla con decoración de pollitos en hilera.-Cuídala bien, y cualquier cosa llámame.

-Creo que debes dejar de exagerar,soy su padre así que sé muy bien cómo cuidarla. ¿O se te olvida?.

Clarion viró los ojos y antes de seguir peleando solo suspiró y caminó a la salida.

-Te veré el domingo, se puntual por favor, no como las otras veces.

Milori rió y cargó ahora él a su hija.
Iba a ser un fin de semana interesante...

- A M N E S I A -

El día sábado Milori decidió que era buen día para visitar a su madre en la empresa, Luna no solía verla mucho y cuando la niña preguntó cuando lo haría decidió que sería buena idea hacerlo.

Así que entró al enorme edificio y se dirigió de inmediato a la oficina principal. No había necesidad de hacer tanto escándalo porque todos ya los conocían y era muy curioso ver como tanto Luna como los mellizo, Fluy y Daniela, quienes eran los nietos de la señora Winter , eran tratados como si fueran los verdaderos dueños. Aunque tal vez Luna sería la heredera de la empresa.

-Milori.-Saludó la señora al ver a su hijo entrar con su nieta en brazos, la menor bajó de inmediato y corrió a ella para abrazarla.

-Abuela, ¿puedo jugar con la secretaria Iridessa?.

-Pero Wini, ella tiene trabajo que hacer.

-¡Ándale di que sí, di que si! ¡Dess me prometió jugar a las carreritas!.

La señora Winter rió sintiendo los besos de su nieta mayor y finalmente asintió.
La vio salir corriendo mientras gritaba el nombre de su secretaria y quitándose el sueter de botones para dejarlo tirado a medio camino.

-Vinimos a visitarte a ti y parece más emocionanda de ver a tu secretaria.-Milori se burló y se sentó en uno de los sillones en frente del escritorio de su madre.

-Tenemos que hablar,Milori .-
Continuó la mujer sentándose en su enorme silla giratoria.

-¿Ah si?.-Milori se cruzó de piernas y después de brazos.-¿De qué quieres hablar?, parece que me quieres reclamar algo, no te veo en un mes y parece que me quieres matar.

-Tú sabes de lo que tenemos que hablar.

-No soy adivino, te agradecería que fueras más directa.

La señora rió muy sarcástica, suspiró casi satisfecha y ahora fue ella quien se cruzó de brazos.

-¿Qué fue lo que ocurrió el día de tu accidente?.

-Dos años y medio desde que pasó y tú todavía no lo superas.¿Por qué quieres saber que ocurrió aquella noche?, tuve un accidente.

-¿De verdad fue un accidente?.-Milori mordió el interior de sus mejillas y desvío la vista de su madre hacia el lado derecho donde estaban algunos cuadros sin sentido para él.

-Si,por qué lo dices.

-Por qué tú, Milori Winter, fingiste tener amnesia para engañarnos a todos.