Muerte de un Rey

Narra Hiccup...

Era un nuevo día, pero no caulquier día, hoy saldremos con todo para detener a Grimmel, Eret, Dagur y a quien sea que se meta con nuestros reinos y familias.

Estaba ajustando mi armadura, los demás también se estaban preparando para salir al campo de batalla, donde ya nuestra gente se está defendiendo. Miraba como Astrid se alistaba mientras hablaba con su padre, quien por obvias razones seguía en cama, me encantaba verla con esa sonrisa y ese brillo en sus ojos que no veía hace mucho tiempo en ella.

-Hiccup...- la voz de mi madre me sacó de mi hipnotización y se acercó a mí hasta quedar frente a frente- ¿Cómo te sientes, mi niño?- me preguntó con una sonrisa.

-Estoy bien, mamá, aunque un poco ansioso por terminar todo esto.- le respondí mirándola a los ojos- ¿Tú pelearás?- pregunté preocupado.

-Ay, sabes que sí, hijo, no puedo quedarme aquí en este castillo mientras veo como ustedes arriesgan sus vidas.- me sontestó tomándome los hombros.

Pero luego mi vista se desvió hacia mi rubia en cuanto ví cómo se inclinaba hacia su padre y le daba un beso en la frente, mientras él le tomaba una mejilla, al parecer ella ya se estaba despidiendo y la escena me se hacía muy cautivadora. Mi mamá se dio cuenta de ello y también volteó a verlos, pero luego regresó a mí.

-Hiccup, emm...- chasqueó su lengua y desvió su mirada de mis ojos por un segundo- ¿Tú lo has hecho con Astrid?- me preguntó sin rodeos mientras volvía a mirarme.

Sentí como me sonrojaba de golpe, me atraganté con mi propia saliva y ella aguantaba su risa. No pude eviryar pasar todas las imágenes de Astrid junto a mí, desnudos, jugando, pero nunca hemos llegado a completarlo.

-No, no, mamá.- fue lo que respondí a penas pude recuperarme. Ella suspiro de alivio a mi parecer.

-Uf... Creí que estando lejos y los 2 solos, sus hormonas hayan podido más que su sensatez, pero ahora me lo negaste y confío en ti, hijo.- me dijo aliviada, pero luego formó una sonrisa pícara en su rostro- ¿Y cuándo piensas pedirle matrimonio? Ya es hora.- me dijo.

-Sí, créeme que lo he pensado mucho, pero los chicos nos encontraron y nos dimos cuenta de todo esto que he llegado a la conclusión que todavía no es tiempo. Pero a penas termine todo esto, se lo pediré, lo prometo.- sentía que me lo prometía más a mí mismo que a mi madre.

-Está bien, cariño, bueno ya... Ya todos están listos, es hora.- me dijo antes de darme unas palmadas en el hombro.

Todos nos formamos en las posiciones que ya habíamos asigando, el batallón de los Defensores del Ala irán primeros, a petición suya, luego saldrán nuestros amigos junto a mi madre, seguiremos papá y yo para dejarle el terreno libre a Astrid.

-Bien. ¿Están todos listos?- apareció mi padre en su caballo, Rompecráneos. Todos asentimos y les dió la señal al batallón, el cual salió en batalla- Por Berk y Snorck.- fue lo que nos dijo a nosotros.

-Por Berk y Snorck.- respondimos al uniso y mi mamá lideró el pequeño grupo de nuestros amigos.

Antes de que papá y yo saliéramos también, ví a Mi Lady, note que ella estaba respirando de manera muy agitada, tenía nervios y miedo, sin duda este era el reto más grande que nos toca enfrentar.

-Hey, tranquila...- le dije mientras acercaba a Chimuelo hacia Tormenta y ella- Todo saldrá bien.- le sonreí para calamarla.

-Tienes razón, es que tenía un mal presentimiento, pero tú tienes razón.- me respondió devolviéndome la sonrisa.

-Es hora, hijo.- me dijo mi papá, yo asentó dándole una última mirada a Astrid y luego salí a buscar a mi obejtivo, Dagur.

Lo ví, él estaba peleando con una mujer, lamentablemente le estaba ganado, él la había dejado desarmada y de rodillas, pero justo cuando él la iba a decapitar con su hacha, yo me bajé de Chimuelo y detuve su movimiento con mi espada, Infierno.

-Sal de aquí.- le dije a la guerrera, quien tomó su arma y salió a seguir peleando. Mientras que el idiota de Dagur sólo me miraba con sorpresa, pero también con cinismo.

-Hiccup Horrendous Haddok III, pero que sorpresa, tú y la zorra de tu amante regresaron.- me dijo, sin duda el adjetivo que le puso a Astrid me sacó de mis casillas.

-Tú sí que estás loco.- le dije entre dientes por la rabia- ¡Voy a matarte!- le grité antes de levantar mi espada nuevamente y atacarlo.

Él sólo rió con locura y empezábamos la pelea.

-¡¿Sabes?! ¡Todas las noches antes de irme a dormir, pensaba en la imagen de la bella y sensual Astrid amarrada en mi cama, y yo le hacía toso lo que se me daba la gana!- me gritaba cada vez que me lanzaba un ataque, yo lo esquivaba y se lo devolvía.

-¡¿No dirás nada, pescado parchanlín?!- me gritaba, yo me concentraba en no responderle, en canalizar toda mi furia en mis ataques- ¡Ahora eres pescado parclanchín sin pierna!- dijo antes de reír a carcajadas, ese fue el momento indicado para derribarlo y así lo hice.

-Tú locura y soberbia son tu debilidad.- le dije mientras alzaba mi espada para matarlo, pero un grito de una voz muy conocida para mí me distrajo y volteé hacia ella.

Era Astrid.

Grimmel la había derribado también, por suerte su armadura no permitió que la lastimara de más, pero ahora estaba en el suelo y desarmada. Me alarmé cuando ví a Grimmel tomar una vallesta y apuntarla hacia ella, ella por inercia levantó una de sus manos para tratar de pararlo.

-¡No, por favor!- fue lo que ella gritó con miedo, él sólo sonrió como respuesta, ahí reaccioné. Corrí para alcanzarlo y deternlo, no me importaba si me caía la flecha a mí, sólo quería salvarla y cumplir con mi promesa de protegerla y evitar que la lastimen.

Pero ellos estaban demasiado lejos, mis piernas estaban cansadas, pero les exigía y estas ya no me respondía. Luego ví a mi papá también correr para proteger a Astrid.

-¡Papá, no!- le grité para que no se metiera, pero no me hizo caso, él llegó a ponerse delante de mi novia y allí fue cuando Grimmel apretó el gatillo de la vallesta. Ví como esa flecha salió disparada, impactando en el cuello de mi padre, matándolo al instante- ¡NOOO!- grité con todas mis fuerzas mientras seguía corriendo hacia ellos.

Grimmel sonrió y le dijo a su gente que regresaran a Snorck, ellos asintieron y empezaron a recoger sus armas para irse. Astrid estaba en shock viendo el cuerpo de mi padre mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

-¡ESTOICOOOO!- fue el grito de mi mamá corriendo también hacia él. Yo al fin llegué y me tiré a su cuerpo para aferrarme a él.

No pude soportarlo más y comenzé a llorar sobre su cuerpo, no podía creerlo, lo había perdido. Escuché como Astrid reaccinaba y luego corría hacia mí para consolarme.

Luego sentí cómo recargaba su cabeza en mi hombro y escuchaba que también derramaba lágrimas conmigo, después de un par de segundos sentí la mano de mi mamá acariciándome el cabello mientras lloraba también.

Sentía que tenia todo el peso del mundo encima mío, no podía creerlo, lo había perdido, había perdido a mi padre.

































Hola hola, genteeeeeeee!

😭😭😭 ¡ESTOICOOOO! 😭😭😭

Pues debo decirles que lamento que nuestro querido Estoico también deba de morir aquí, pero... Ya saben que soy dramática😄. (Amo el drama).

¿Pensaban que iba a dejar morir a nuestra diosa Astrid?

Agradecerles por los más de 900 comentarios, ya son casi 1k, que emoción. 🎉Gracias🎉

Y por último, lamento si me estoy demorando con esta historia, pero saben que también tengo los One-Shots y Fight Song, y debo piblicarlas en sus días asignados. También voy a tener otro proyecto de otro fandom que ya lo hice esperar mucho, pero tranquilos... Hago todo lo posible para no descuidar la historia, además que ya estamos en los últimos caps y depués de esta historia, se viene la que ya anuncié en mi libro "Proximamente".

¡Gracias!














































A_Hiccstrid

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