XVI.

"Él me golpeó, pero se sintió como amor verdadero"

9:45 p.m.

— ¿Estás seguro de qué estarás bien solo? —Preguntó Phil, mordiendo levemente su labio, mirando a John.

El alegre y adorable ojiazul sonrió, mientras asentía, seguro. Phil suspiro, nervioso ante la idea de dejar solo a John. Había pedido permiso en su trabajo para quedarse por un tiempo con John, esperando que sus heridas sanaran y sus hematomas se marcharan. Pero, ya era momento de volver. El ultimátum había llegado, y debía volver a su labor.

—Cuando vuelvas estaré aquí. —Afirmó él, sonriendo.

Phil apretó sus labios entre sí, para después dejar caer su bolso al lado de su cuerpo. Se acercó rápidamente a John, tomando sus mejillas entre sus manos y acercando sus frentes.

—Promételo. —Suplico Phil, uniendo su mirada verdosa con la azulada de John.

—Lo prometo. —Le respondió.

Phil dejo caer sus hombros, aun alterado. Tenía el presentimiento de que algo malo iba a pasar. Pero, sabía que si se negaba a ir a trabajar, John le obligaría a irse y posiblemente lo despedirían, así que decidió dejar de pelear. Beso levemente los labios de John, para después despegarse sin desearlo de él. Phil le miro por última vez mientras caminaba hacia la puerta.

—Adiós. —dijo Phil, haciendo un mohín con sus labios.

—Adiós, Phil. —Masculló John. Sintió un ardor en sus pulmones y corazón, por lo tanto, murmuro de manera vaga—. Te quiero.

Phil sintió sus piernas temblar, y ante el pavor, solo sonrió de lado y cerró la puerta detrás de él. Cuando se encontraba fuera de la habitación, se maldijo y gruño. Tanto tiempo esperando ese momento, tanto tiempo meditando que diría después de tal acción, y ahora se encontraba en estado de shock debido al miedo y a la frescura del momento, había sonreído y le había dado la espalda a John...era un imbécil.

Ya no podía dar marcha atrás, así que siguió caminando.

1:12 a.m.

John suspiro mientras abría la puerta de la habitación de hotel.

Había esperado un buen rato para que esto pasara. Iba a dejar a Randy. Había esperado a que Punk se fuera y a que Randy, el que siempre se iba a esta hora, se fuera. Estar con Phil le había dado fuerza para que esto pasara, para que decidiera hacerlo. Iba a dejar a Phil, se separarían y estaría con Phil...si era que Phil le quería de esa manera.

Tomó una de las maletas que estaba debajo de la cama, para entonces empezar a recoger toda su ropa. La metía de manera desordenada. Solo quería irse de ahí.

Pero a penas oyó como la puerta de la habitación se abría, sintió como su alma se iba al mismísimo demonio.

—Maldición. —Gimoteó.

—Vaya, vaya... mira lo que trajo el viento. —dijo, con aquel tono balbuceante Randy, mientras miraba a John, con una sátira sonrisa—. Pensé que estarías con tu amigo.

—No tengo por que decirte nada. —dijo John, con un tono áspero.

—Uy, parece que tu amigo te ha ayudado con ese carácter de nenita que solías tener.

John rodó los ojos, para después seguir recogiendo sus cosas con rapidez ante la mirada perversa de Randy. John suspiro y cerró la maleta, para después encaminarse con ella hacia la salida de la habitación.

— ¿A dónde crees qué vas? —Le preguntó el calvo, atravesándose en su camino.

—No es tu problema.

—No me hables así.

—Quítate del camino.

—No iras a ningún lado sin mi consentimiento.

— ¿Ah sí? Mira como me marcho.

John trato de esquivar la musculatura de Randy, pero éste le empujo hacia atrás. John dejo caer la maleta y sostuvo la mano de Randy en el aire, para después contraatacar a su marido con su otra mano, golpeándolo justamente en la mejilla. Randy se echó hacia atrás, para después retomar su postura imponente, mirando a John con sus ojos encendidos en furia.

—Ya no te tengo miedo. —Espetó John, apretando su mandíbula.

Randy sonrió de manera lasciva.

Fue entonces cuando tuvieron una verdadera riña de golpes en aquella habitación de hotel. Era la primera vez que John no se detenía para defenderse, sin importa cuánta sangre ya hubiera perdido en la disputa. Sin embargo, su ojo se había inflamado demasiado y había tropezado con algo sin querer.

Antes de poder levantarse, Randy estaba encima de él.

—Creo que podemos encontrar otra manera de divertirnos. —Y entonces, vislumbró aquella sonrisa maligna.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top