Capítulo 9: La relación entre la luz, la oscuridad... y la vida (2)




A diferencia de lo que pasó la vez anterior cuando perdió el conocimiento, BaekHyun no se encontró en ese extraño lugar oscuro que le hacía dudar sobre su existencia. Pero sí escuchó una voz. Una sola que le dijo tres veces lo mismo:

"Despierta. ¡Despierta!" La cuarta descubrió de dónde venía. Al abrir los ojos despavorido, sintió un tirón en su brazo. Antes de que volteara, ya oía otra vez esas palabras. "BaekHyun, despierta. ¿Estás despierto? Por favor, vamos, despierta."

Era Loey que lo estaba tirando de un brazo. Cuando pudo reaccionar mejor se sintió un poco confundido. ¿Dónde habían acabado? Por lo que alcanzó a ver en su primera inspección, ambos estaban sentados en el suelo. Sobre esa alfombra roja sucia de... lo que no quiso pensar mucho; él se hallaba en medio estirando las piernas. Le dolía un poco la cabeza, pero nada que lo pudiera preocupar ahora.

Frente a sí se veía una simple puerta de vagón cerrado. Las paredes... tenían un tapiz sucio, un poco viejo y desgastado. En unas partes se había caído y debajo de esos diseños de rombos negros garigoleados en verde solo estaba pared de metal en unas partes oxidado. Sin muebles, mesas ni sillones. No había más.

Eran ellos y ese lugar desolado. Ja, justo lo que esperaba. O no del todo.

Si algo quería ver en el vagón 112 no era que se encontraran amarrados. Juntos sí, pero no amarrados, porque si se daba cuenta, ahora que podía moverse un poco, eso era lo que se lo estaba imposibilitando. Sus manos restringidas por lo que parecía el material de una cuerda estaban atadas a las de...

"¿Loey?" Lo llamó justo por eso, aunque su voz se escuchó un poco grave como si volviera a esa primera hora de la noche donde recién se estaba despertando, sabía otra cosa. No se iba a engañar y decir que todo había sido un sueño. ChanYeol se volteó solo un poco, pudo sentirlo porque estaba pegado a su espalda, y eso mismo le hizo notar que en su hombro tenía recargada la cabeza de KyungSoo. Junto a ellos, en una especie de triángulo, los habían acomodado a los tres en medio de ese vagón seco, y por lo que imaginaba era el segundo en despertar para notarlo. "¿Qué pasó...?"

"BaekHyun," fue justo que preguntara lo suyo. Por más que la alteración de ChanYeol al escucharlo hablar no le contestara de ninguna forma. Entre sacudidas que trajeron un ardor en sus muñecas, quizá producto del movimiento que raspaba, Loey se enfocó en una sola cosa: "¿Estás bien? ¿Te hicieron daño?"

"T-Tranquilo, estoy bien, solo... justo quería preguntarte lo mismo, ¿tienes alguna herida? ¿No te sientes mal? ¿Alguna señal de contusión o sangre por algún lado?" Continuó, más repuesto ahora para soltarse de una. No podía verlo, así que no tuvo seguridad de algo de eso. ChanYeol suspiró en su lugar. Al dejar de moverse como un desesperado en la obviedad de que no podían salir de esa sin que se lastimaran más por sus ataduras, lo escuchó negar.

"No, todo bien. Parece que solo nos han encerrado, después de esa nefasta paliza sucia..."

"Loey, ¿KyungSoo está...?"

"Inconsciente, sí. Por lo que puedo notar, él se encuentra bien. Sus lentes los perdió en el camino, solo... no es algo que preocupe demasiado, incluso si los tuviera, seguro que estarían rotos," Loey contestó, lo que le hizo asentir, tranquilo. Eso diría, ya que al menos no tenían un cuerpo muerto pegado a ellos.

No quisiera que fuera el caso, eso lo aterraría, y más allá de ser así, que KyungSoo se viera de esa forma sería... nada que deseara pensar en este instante.

"¿Lo intentaste despertar?"

"Apenas yo lo he hecho. He intentado hacerlo contigo, y me alegro que pudiera, porque necesito que me apoyes ahora en algo."

"¿Tienes un cuchillo o un objeto con el que cortar las cuerdas? Por favor, dime que eres de esos que se guardan siempre un arma extra..."

"No, desgraciadamente creo que nos desarmaron por completo. Tengo que tomar otra medida si quiero sacarnos," BaekHyun frunció el ceño. ¿Qué otra idea tenía ChanYeol para desamarrarlos? "Voy a dislocar mis pulgares para liberarme de esto."

"¡¿Qué?!"

"Si me desmayo del dolor, quiero que me patees o algo para reanimarme. Dudo mucho que pase, pero uno nunca sabe..."

"Loey, ¿qué diablos? No voy a hacer algo como eso, ¡¿estás loco?!"

"No tenemos otra opción, estamos amarrados los tres, incluso si logramos pararnos, será difícil hacer algo entrelazados..."

"Tiene que haber otro modo, todo menos romperte algo..."

"Va a estar bien, tengo un tiempo sin hacer esto, así que no recuerdo bien el dolor, pero tal vez no sea tan grave."

"¿Has hecho esto antes? ¡¿De verdad?!"

"Voy a contar hasta tres, prepárate."

"No, Loey. Tiene que haber otra forma."

"Uno..."

"Loey, no."

"Dos."

"No, no, no, no, no, no..."

"¡Tre–!" Antes de que Loey hiciera algo o BaekHyun solo escuchara por sus ojos cerrados el tronar de huesos, la puerta del vagón frente a él se abrió.

Los dejó completamente quietos. Él abrió de a poco sus ojos de nuevo, y cuando vio la luz del pasillo más clara que la de ahí adentro por más de un foco prendido, lo que vislumbró fueron dos figuras de grandes mujeres vestidas a la par en trajes negros.

Las mismas que vio mínimamente antes. Eran ellas sin duda. Todas que parecían cortadas con la misma navaja. Mismo traje de dos piezas, con camisas blancas fajadas y algunas usando hasta corbatas simples en el esperado tono dicho. Sus características eran poco resaltables, típicas mujeres asiáticas de rostros circulares y ovalados con ojos negros, labios pequeños y narices poco anchas. Sus cabellos era lo que llamaba su atención, porque a diferencia de lo que se podía esperar de su procedencia, ninguna lo llevaba negro.

Todas se lo habían pintado de un rubio claro. Recogidos en moños o coletas altas, portaban el mismo estilo y poco le dejaban resaltar diferencias entre una u otra. Si era alguna especie de truco para confundirlo o hacerle tener más preguntas, lo habían logrado.

BaekHyun no pudo decir mucho, como quizá ChanYeol tampoco se atrevió a hacer nada más cuando ellas aparecieron. Más en cuanto comenzaron a distribuirse por todo el espacio.

No solo fueron dos la que llegaron. Esas eran las primeras. De repente, cuando estas se metieron con ellos y se dirigieron a distintas zonas del vagón para quedar casi de una esquina a otra, salieron más y poco a poco el vagón que estaba desolado se llenó con mujeres del mismo porte.

Hasta que estuvieron completamente rodeados. Entonces, sintió una tensión en la espalda de ChanYeol. ¿Todavía estaría pensando en romperse los dedos? BaekHyun esperó que no. ¿Cómo iba a tomar su arma sin pulgares?

La puerta siguió abierta, pero nadie apareció ante ella. No por un tiempo. Tampoco dijeron nada, hubo un silencio absoluto en el que BaekHyun se preguntó si acaso estaban esperando algo. Ese fue un mínimo intervalo que le dio para darse cuenta de que en verdad todas estas personas aquí eran mujeres. Vaya empoderamiento, esa sí que era una representación.

La pregunta ahora era por qué, pero no se atrevió a indagar cuando notó además que cada una estaba repleta de armas. Donde sea que mirara podía encontrar una cosa. Pistolas, municiones, cuchillos, hasta una que otra cargaba una pequeña granada que parecía de juguete y BaekHyun desearía que así fuera. Al menos eso no lo ponía en riesgo de que algo explotara en un descuido. Quizá...

Estaba siendo muy optimista, ¿no? ¿ChanYeol también tendría miedo? ¿Sería esa la razón por la que no había dicho nada como él?

"¿Dónde está su asqueroso líder?" Habló muy pronto. Claro que ChanYeol diría algo. No se movió para atacar, lo que fue un alivio, pero sí lo hizo para externar sus palabras. Como estaban atados, BaekHyun sintió el tirón en sus manos cuando ChanYeol se inclinó hacia las mujeres frente a él. Suprimió un quejido. "¿Es demasiado cobarde para enfrentarnos? Maldita poca cosa, nunca ha querido dar la cara. Siempre ocultándose bajo un seudónimo, un simple personaje fantasma que no es más que–"

Antes de que ChanYeol siguiera con su perorata, otra figura apareció frente a él. Hizo cierto escándalo. Golpeó la puerta con un bastón negro de una empuñadura cubierta por piedras verdes. Su interrupción hizo que ChanYeol se quisiera voltear, pero obviamente no pudo.

Ese hombre que apareció ante él, BaekHyun solo lo vio. Y si algo pudo describirle, aparte de que venía con dos hombres más flanqueándolo, fue que era una cosa enorme. Demasiado alto. Mucho más que ChanYeol, de eso estaba seguro. Sus hombros bajo ese traje negro de tres piezas se notaban anchos. Sostenían un cuerpo voluminoso, lleno de músculos marcados incluso por sus brazos apretados en la tela.

Era gigante por dondequiera que lo viera. Su pecho, sus piernas, su mentón, todo su cuerpo tenía escrito matón. Si no era solo eso, también su cabello negro cortado al estilo militar, su piel que parecía quemada por el sol con una horrible cicatriz que atravesaba su labio superior y la mirada pesada junto al ceño marcado entre sus cejas sin siquiera tener que fruncirlo lo decían. Una vibra escabrosa lo rodeaba.

Lo que más lo descolocó al verlo pararse junto a ellos, justo en medio donde quedaba su lateral para que ambos lo observaran con sus manos juntas no fue su presencia y lo que podía significar, sino... esa risa que vino de KyungSoo y que dejó incluso a ChanYeol mudo.

¿Acaso le había dado una contusión a KyungSoo o por qué se estaba riendo?

"Oh, Loey. Loey, Loey. ¿Estás escuchando todo lo que dices?" No sonó a que la tuviera. Estaba hablando de una manera fluida. Con su cabeza agachada, BaekHyun no pudo verlo bien, no supo lo que había en sus ojos, pero tampoco se perdió de su sonrisa. Macabra. "Esconder su cara, estar detrás de un seudónimo. ¿Realmente hablas de Geb o estás proyectándote a ti mismo?"

"KyungSoo," BaekHyun advirtió como si quisiera regañarlo. Sin que terminara, un tirón a sus manos le hizo ver cómo KyungSoo se había soltado. Se paró junto al matón. Al mirar sus cuerdas por detrás, notó que en realidad ninguna lo retenía como a ellos. «Espera, ¿eso quiere decir que él no estuvo...?».

"Al menos llegaste bien y a tiempo al lugar que te he indicado, ¿no es verdad, detective Park? ¿O debería llamarte Lee ChanYeol?"

Ese diálogo lo hizo voltear su cabeza como resorte. La realización le cayó de peso.

"Eres Geb. Tú eres Geb. Todo este tiempo... ¿durante todo este tiempo lo has sido? Pero... creí que estabas con nosotros, eras... ¡eras nuestro amigo!"

"Sí, qué gran actor soy, ¿no? Era necesario, quería atrapar al pequeño eslabón que se me había escapado hace casi veinte años. Y tuve que ser meticuloso," KyungSoo explicó en la incredulidad que le daba toda esta situación. No sabía cómo debía sentirse ChanYeol al descubrir que uno de sus mejores amigos era esa persona que por años estuvo buscando. Ver que en realidad el engaño... fue más horroroso de lo que se podrían imaginar era... "Increíble. Después de infiltrarme en la cueva de lobos y ganarme la confianza en las grandes ligas, ¿quién iba a creer que eso me dirigiría a descubrir no solo del hombre que estaba truncando mi negocio, sino el sucio secreto de que había pasado tiempo con el hijo del asesino de mi padre?"

"¿Cómo lo supiste? ¿Cómo hiciste todo esto? ¿Por qué...? ¿De qué modo conseguiste esta información y cómo...?"

"Ah, BaekHyun, tienes tantas preguntas, ¿no? Lo sé, sé que las has tenido desde un inicio. No tengo más respuestas que darte. Yo soy amo y señor de este tren, nada se me escapa. La pregunta debería ser cómo no podría descubrirlo."

BaekHyun quiso refutar, lanzar otras cuestiones, pero antes de que lo hiciera, Loey había externado algo con voz baja.

"He llamado mucho tu atención, ¿verdad? Tal vez más de la que debí si quería seguir manteniéndome seguro en mi anonimato."

"Sí, esa siempre fue la primera razón para alzar banderas rojas. Tenías una forma tan peculiar de hacer las cosas, ChanYeol, que cuando descubrí que el eslabón que quedaba en esa familia podía seguir vivo entre la policía, no pude ignorarte como cualquier otra molestia. Tuve que asegurarlo, averiguar más, confirmar y crear mi plan para vengarme al fin por todo de la manera más jugosa."

"¿Fue eso por lo que apuntaste todos mis últimos casos sobre ti? El ladrón de la joya, las hermanas, la madre y su hijo, y ahora a HyeJin... con tu horrorosa forma de meter incluso a pobres niñas en tus malditos negocios."

"Nadie fue en contra de su voluntad, todos llegaron a mí poque algo necesitaban," KyungSoo respondió encogido de hombros, cínico para que ChanYeol le gritara.

"¡Tú los mataste sin piedad! ¡Al igual que a mi familia!"

"Eso es interesante, ChanYeol," tronó los dedos. Fue como una señal, porque el matón gigante a su lado le pasó el bastón que tenía y sacó de su chaqueta unos nuevos lentes oscuros. KyungSoo se los puso como todo un puto jefe por el que BaekHyun incluso quiso bufar, si no estuviera en esta situación tan espantosa. KyungSoo acabó acuclillado y sostenido por su bastón como apoyo para inclinarse hasta ChanYeol. "Todos saben lo que pasa cuando te metes en la mafia, y aun así, lo hacen, ¿no? Supongo que el humano es tonto por naturaleza. Todos por igual, incluida tu amiguita y tu pobre familia."

"Eres un maldito desgraciado. Asesino psicópata. No tienes ni un ápice de consciencia. Te has de pudrir en el infierno por siglos, tú y tu alma inhumana que está podrida."

"¿Y no está la tuya igual, detective?" KyungSoo le sonrió. ChanYeol estaba hirviendo de rabia. BaekHyun podía verlo en su perfil. Rojo. Tenso. Lleno de enojo. "¿Por qué estaríamos aquí ahora si no fuera el caso?"

"¿De qué demonios hablas? Tú nos trajiste aquí, maldita sea," él reclamó. Sacudido un poco, se intentó girar, pero solo pudo ver por encima del hombro a KyungSoo. "¿Es lo único que sabes hacer, acaso? ¿Lanzar veneno con tu afilada lengua, espantosa víbora?"

No supo de dónde salió ese valor para decir tales cosas. Si fue culpa de la molestia que le daba esta injusticia o que se le estaba pegando lo de ChanYeol, en cualquier caso, ahí estaba. Con el ceño de KyungSoo en su dirección, antes de que volviera a ChanYeol.

"Vaya el compañero que te conseguiste, Lee. Es realmente una tremenda cosa. Olvidaba que él está en completo desconocimiento sobre lo que es nuestro mundo."

"KyungSoo, basta, has ganado. Si quieres matarme, hazlo ya, carajo. BaekHyun tiene razón, deja de hablar tanto y enfréntame como deberías. Uno a uno. ¿No es eso lo que buscas?"

"Me gustaría decir que sí. Por un tiempo lo fue, esa era mi idea. Pero la verdad las cosas cambian. Tú mismo lo has hecho, ¿no? Cuando llegó este nuevo miembro a nuestro querido equipo, destanteó un poco mi plan, y al final... creo que le ha dado más jugo," KyungSoo le pegó a ChanYeol suave con su bastón en el hombro, antes de apuntarlo sobre su cabeza. "¿Por qué matarte ahora si puedo hacerte sufrir por todo este tiempo que has ido en mi contra, frustrando mis planes y escondiéndote de tu destino?"

"¡No te atrevas a tocarlo! KyungSoo, hijo de perra, si acaso lo tocas–"

"¿Tocarlo?" KyungSoo continuó, mientras él se agitaba. Era esto lo que quería, llegar a este punto con ellos dos. No podía quedarse estático ahora que lo sabía, BaekHyun tenía que buscar una forma de escaparse. "No necesito tocarlo para hacerte sufrir, ChanYeol," lo que sea que quisiera hacer, no tuvo suficiente distracción para pensarlo. KyungSoo se paró y fue hasta él de frente entre sacudidas que ambos hicieron sin éxito en liberarse. No le quedó nada más que enfrentar la amenaza en esta nueva mirada. "Solo necesito hablar con mi ácida boca. BaekHyun, ¿no estás ansioso por saber lo que hay detrás del hermoso mundo al que tan pronto cediste a ser parte?"

"¡No!" ChanYeol urgió y lo sintió moverse detrás. Las pistolas cargadas a su alrededor se escucharon sin seguros. Cada una apuntó a ChanYeol en la obvia advertencia de no hacer nada que su jefe no permitiera. Él dudó hasta entonces.

KyungSoo quería decirle... ¿qué cosa? La verdad sobre el mundo del tren... lo que se había preguntado con respecto a qué era, dónde estaba, y por qué... ¿por qué no sería bueno que él se quedara? Todo eso... ¿podía contestárselo KyungSoo? ¿Cuál era la trampa?

ChanYeol debió querer guardarlo por algo. Ese secreto... se lo dijo, era otro mundo, mas, el qué seguía siendo un misterio. Tal vez fuera mejor que no supiera. Solo... ¿realmente sería tan malo?

¿No querría saberlo?

"¿Gustas que te diga qué significó que dejaras tu verdadero mundo atrás y todos estos dolores de cabeza que has tenido?"

"¿Dolores de cabeza?" Repitió, ChanYeol se escuchó gritar un ¡basta! por detrás sin que lo obedecieran. "¿Cómo sabes que los he tenido?"

"Es muy obvio, es la primera señal de caer en el olvido," KyungSoo respondió, lo que hizo que frunciera el ceño. ¿Qué le estaba diciendo? No entendía aún, ¿por qué...? "Cuando sueltas todo lo que fue en ese otro mundo..."

"Detente ahora, KyungSoo, ya, o voy a–"

"¿Qué? ¿Me vas a matar? Dudo mucho que estés en posición alguna," KyungSoo intervino acallando todas las amenazas vanas de ChanYeol. BaekHyun se sintió conflictuado. Una parte de él le dolía todo esto, imaginarse a ChanYeol en la desesperación que le causaba, pero a la vez... ¿cómo no escuchar? KyungSoo podía ser el malo del que tanto habían estado hablando, sin embargo, era el primero que al fin parecía oír todas sus preguntas y querer contestarlas. Tal como lo dijo. "Además, BaekHyun merece saber la verdad. Incluso de cómo fue que ha visto una vez a su madre en este mundo..."

"¿M-Mi mamá?" BaekHyun titubeó. En ese momento, de una le llegó el recuerdo de ese extraño sueño que tuvo antes. La vez que creyó subirse al tren, cómo nunca salió de su casa, y que ChanYeol le dijo que estuvo, mas, no hubo nadie más ahí aparte de ellos. El problema era que KyungSoo lo sabía, no importaba si tuviera oídos en todos lados, sería imposible que supiera de eso ahora a menos de que leyera su mente. Había algo que se estaba perdiendo, y tal vez ChanYeol se lo había ocultado. "¿De qué estás hablando? ¿Cómo sabes lo de mi madre?"

"¿Cómo no saberlo? Fue algo inusual pasando en el tren, BaekHyun. Un milagro de pocos," el recuerdo de su madre le trajo repentinamente un dolor en su nuca. BaekHyun quiso sostenerse. Con las manos atadas, claro que no pudo. En su lugar, KyungSoo puso una mano en su hombro. "Yo puedo darte claridad a todas esas cosas. La respuesta es algo simple."

"BaekHyun, por favor, no lo escuches. No le creas, todo lo que te diga es una vil y asquerosa–" sin que ChanYeol terminara su advertencia, una mujer lo abofeteó con el cañón de su pistola. Dos golpes más se escucharon, lo que hizo que BaekHyun se tensara y temiera acordándose de dónde estaban. No era una plática cualquiera.

Trataban con la mafia. Con el maldito capo Geb y todo su grupo. Un solo movimiento erróneo, y podía costarles la vida.

"¿Ves de lo que hablo, Lee? Esta es mi perfecta venganza. Te tengo a mis pies, sea que le revele a BaekHyun sus respuestas de esta forma o no, ya no puedes hacer nada para escapar," KyungSoo se rio. BaekHyun lo pudo apreciar. ¿Quería que le dijeran de este modo la verdad? Claro que no, pero si no era ahora, ¿cuándo podría? Si ChanYeol y él ni siquiera salían libres de esa... "¿Qué vas a elegir, BaekHyun? ¿Quieres que te dé tus respuestas?"

Sin embargo... ChanYeol lo había protegido por algo. No le dijo la verdad sobre el tren por alguna razón, cualquiera que fuera, estuviera oculta en lo que habló con WheeIn, en lo que HyeJin sacrificó, la venganza de ChanYeol, la sonrisa de KyungSoo, y todas las muertes que tuvo en sus manos por los casos resueltos, nada importaba ya.

Solo una cosa.

BaekHyun alzó sus pies y tomó a KyungSoo por el cuello. Con sus rodillas, lo acercó y los amarró  detrás de él para sofocarlo. Cuando las pistolas se dirigieron en un movimiento que captó, BaekHyun apenas escapó del disparo en cuanto se fue hacia abajo y tumbó con todo su peso a KyungSoo sobre el suelo.

Mala idea no haberlos atado de las piernas. Seguro no se veía que pudiera hacer algo con ellas en combate.

"¡ChanYeol ahora!" Gritó como si el plan hubiera sido compartido. La verdad, actuó más por impulso. En la idea de que ChanYeol sabría qué hacer con semejante movimiento, amenazado KyungSoo al tenerlo en su retén sin que se moviera por sus piernas puestas a cada lado de su cuerpo, ChanYeol actuó.

Aun inclinado hacia él por su movimiento brusco, cuando escuchó el tronar de algo que no fueron las armas, no se molestó ni asqueó tan pronto vio que le trajo la liberación de ChanYeol en sus ataduras.

Él pudo mover sus manos. No supo cómo, pero quienquiera que los hubiese amarrado poco debió esperarse que, si uno se liberaba, el nudo del otro se aflojaría. Suficiente para que BaekHyun tirara las cuerdas y pasara sus manos al frente para ahorcar a KyungSoo en amenaza.

Los disparos volaron por obviedad, pero ninguno cayó en su cuerpo, ya no por milagro. Más como por ChanYeol que aun sin pulgares disponibles consiguió volverse un increíble pateador ninja que tiró de un golpe a dos mujeres al frente al pegar sus pies y piernas mal posicionadas.

Tomó de una su pistola, y la mató. En otro parpadeo, dos disparos más tiraron a las que él tenía de junto. Tres y el gigantón había caído empujando a otras que no advirtieron la rapidez con la que actuaba. BaekHyun ni siquiera lo vio, todo ese show protagonizado por ChanYeol como una máquina de matar fue admirado por la gente a su alrededor y los disparos sonaron como música que él intentó ignorar al enfocarse en aplicar suficiente fuerza en el cuello de KyungSoo.

Claro que KyungSoo no se dejó solo de esa forma. Luchó contra él, con sus manos lo golpeó, dio manotazos a donde pudiera. Cuando se rindió en sus golpes que no le afectaban y lo vio estirar su mano hacia el bastón caído a su lado, BaekHyun reaccionó antes para halarlo por sus hombros y tirarlo de nuevo contra el piso.

El golpe hizo que incluso rebotara. Sangre comenzó a verse por detrás, no como un río o un completo charco salpicado, pero sí notó un poco. BaekHyun creyó por eso que estaban en las de ganar. Debía ser aquí donde el juego daba la vuelta en su favor.

"¡Deténganse o le disparo!" No esperó que ChanYeol gritara eso en su lugar. Cuando miró hacia arriba por ese mísero segundo para ver a su compañero, lo encontró arrinconado en la esquina frente a él. ¿Cómo había llegado ahí? Solo él sabría. Pero había demasiadas personas apuntándolo y dejando clara su amenaza para que la cosa fuera obvia.

Él podía tener las de ganar si solo iba contra KyungSoo. Para ChanYeol era otra cosa. Obviamente no podría contra las diez personas dentro, por más que tirara en el ataque sorpresa a tres o cuatro, eran demasiados, los rodeaban. Su única alternativa fue amenazar al jefe entre todos.

Con el arma puesta al frente entre ese grupo, quizá algunos se preguntaron cómo lo haría, pero nadie iba a dudar de sus habilidades ahora. Tantito que se descuidaran y ChanYeol mataba a Geb aún en sus manos. ¿Qué iban a hacer si se quedaban sin el capo?

Las cuatro mujeres que restaban en cada esquina se vieron... dubitativas.

ChanYeol no parecía titubear, a pesar de la risa sofocada que KyungSoo soltó en cambio.

"V-Vaya tremenda joya, s-sin duda," le escuchó decir como sea que pudo. Tal vez no le estaba aplicando suficiente fuerza. BaekHyun no la tenía. No era como si supiera matar a una persona ahorcada. Servía más para retenerlo quizá, igual hacía lo que pudiera. "¡Dispárenle, maldita sea!"

"Yo no haría eso si fuera ustedes. Aunque seamos menos, están en desventaja. Mi compañero tiene amenazado a su jefe. ¿Qué pasa si decidimos matarlo ahora? ¿Se caerá todo el imperio?" ChanYeol les gritó como un completo maníaco. La verdad incluso a BaekHyun asustó. Era cierto que solo se veía como un hombre, pero ya que estaba acorralado, habían hecho que perdiera la cabeza. En medidas desesperadas... cualquier caía. "Si muero yo, se irá Geb conmigo. Y no tiene herederos, ¿cierto?" Los ojos se fueron en dirección de KyungSoo al rato. Con su misma pistola apuntada, la desesperación se marcó en cada una de sus palabras. "Por eso tuviste una ahijada, la adoptaste a esa pobre niña huérfana y desamparada para corroerla con tus enseñanzas. Ella no estaba lista, y fue a la cárcel. Ahora sin que nadie la auxilie, ¿qué pasará? Si ya no está su querido padrino..."

Sin que BaekHyun lo viera, más concentrado en seguir con la amenaza impuesta, escuchó otro tronar de huesos. ¿Acaso ese había sido ChanYeol componiendo sus pulgares? Como fuera, parecía que sí podrían salir de esa.

De una u otra forma.

"¿Caerán todas estas damas en tu desgracia, Geb? No te importan, igual si las mato, a ti no te preocuparán. Ellas podrían dar su vida, y tú... ¿qué carajos haces? Ni siquiera para honrar la muerte de aquellas personas que te ayudan servirías. Lo dijiste, así es la mafia. ¿Y todavía quieren seguir bajo su mando, señoritas?" ChanYeol preguntó más dirigido ahora con las mujeres a su alrededor. Si BaekHyun vio algo en ese silencio fue que seguro hubo un titubeo. "Si fuera ustedes, yo ya habría salido corriendo. No importa, ya vienen mis refuerzos, y aun cuando lo hagan, las cosas se pondrán feas. Cuando su capo caiga, no habrá nada ni nadie que las proteja. La mafia de Geb caerá con su pérdida."

Por segundos, no pasó nada. En cuanto ChanYeol dejó de hablar, lo único que logró escucharse fueron las quejas de KyungSoo por luchar su escape, y luego... las mujeres tiraron sus armas.

Todas y cada una de ellas de las que quedaban salieron del vagón. Corrieron tal como ChanYeol les dijo. KyungSoo se rio de nuevo.

Tal vez podía dejar de ahorcarlo ahora que estaba desprotegido, ¿no? KyungSoo no le era una amenaza... y él no era un asesino.

"¡Malditas cobardes!" KyungSoo gritó en medio de una tos al soltarlo. Aun no lo liberó, siguió deteniéndolo por ambos hombros. Sus manos estaban marcadas en la piel del capo, pero eso ya no provocaba daños. Solo su peso sobre él y la fuerza. "No hay ningún refuerzo que venga. ¿Crees realmente que yo llamaría alguien sabiendo lo que habría detrás en mis planes?"

"Lo sé, porque soy un detective y lo averigüé desde mucho antes," Loey respondió al salir de su esquina. Ahora que había cerrado la puerta del vagón con seguro para evitarse más intromisiones, lo pudo ver acercarse a ellos, acuclillarse y reposar una de sus manos en el piso, cerca de algunas de las armas tiradas y cuerpos; BaekHyun no lo quiso ver más, esquivó la mirada, aunque no fuera esa su primera vez y se suponía que ellos se trataban de los malos, no era que fuera fan de ver gente muerta. Al darle unas palmadas en su hombro, ChanYeol básicamente le dijo que ya era capaz de mirarlo para entender su pedido. Se paró de encima. ChanYeol tomó a KyungSoo por un brazo y lo levantó de donde estaba. Más como que lo jaló, pero a quién le importaba. La acción había sido la misma. "Ningún refuerzo que dijiste que vendría está allá afuera, pero eso no tenían por qué saberlo tus chicas. ¿Por qué desperdiciar más vidas?"

En seguida, ChanYeol sacó unas esposas de su saco. Oh, claro, porque tenía esposas en su saco, mas, no un maldito cuchillo escondido extra. Bien, eso sí que era ser un increíble detective. De qué se iba a quejar BaekHyun.

Las cosas estaban hechas.

"Oh, ¿en serio? Entonces, ¿te salió tu lado héroe al final? No quisiste asesinar a otras pobres personas involucradas en mi mierda... ¿y así fue cómo mentiste?, para salvarlas."

"Aprendí bien, ¿no? Dos pueden ser grandes actores, KyungSoo, no eres el único especial. Te descubrí incluso desde antes, no necesité que revelaras nada para saber quién eras."

"¿Qué estás diciendo? ¿Acaso intentas insinuar que sabías mi identidad?" ChanYeol bufó, y al asentir en su propia sorpresa, tanto KyungSoo y él lo vieron intrigados mientras abría sus esposas. "Imposible. ¿Desde cuándo?"

"No desde hace mucho, la verdad. Lo hice cuando fuimos por los documentos de HyeJin en la comisaría. Cuando BaekHyun quiso razonar conmigo y noté tu insistencia en involucrarme sobre el caso, comenzaron mis sospechas. No descubrí quién eras hasta estar aquí y ver que no estuvieras amarrado en tu fingida inconsciencia. Pero algo fue muy claro desde antes, tenías una mala espina en lo de Yu JiMin. Incluso cuando no lo pareciera por haberme alejado, escuché muy bien el momento en el que ella preguntó cuándo la sacarías, como si le debieras algo. Todo fue claro para mí de a poco, al unir mis piezas y entrelazarlas en la emboscada, lo supe. No eras quién creía, KyungSoo. Nunca fuiste mi amigo."

"Confiaste mucho en tus habilidades, ¿no crees?"

"No solo en las mías, también confié en mi compañero," ChanYeol respondió, después de esposarlo, se volteó a mirarle con esa sonrisa torcida que no le quedaba bien con la sangre que caía de una herida abierta en su labio y ceja. Y aun no pudo detenerse a imitarla. "BaekHyun jamás me decepcionaría."

"Por supuesto. El gran e increíble detective Park. Una lástima que se te pasara un último detalle," ChanYeol lo miró con eso. En su ceño fruncido, jamás imaginó lo que ocurriría. "Vas a obedecerme ahora en cada una de mis palabras."

"¿Por qué lo haría? ¿Acaso no ves que ChanYeol te está...?" BaekHyun quiso contestar recuperada su presencia. Pero al asomarse, la tensión que halló en los hombros de ChanYeol no le dieron una buena señal. "¿ChanYeol?"

"Por el poder que la esmeralda de Geb me otorga, te ordeno que te pongas de rodillas," KyungSoo comandó, y aunque a BaekHyun le pareciera ridículo, no entendió cómo fue que ChanYeol se fue al suelo. Sorprendido, con ChanYeol hinchado, BaekHyun quiso reclamar, hacer algo, mas, no pudo. No hubo tiempo. "Tú tampoco te muevas."

En una de sus palabras, BaekHyun quedó estático. Fue irrazonable, porque BaekHyun quería moverse y se estaba obligando a hacerlo con todas sus fuerzas; sin embargo, ¿por qué no podía?

Estaba a una de pensar que gritaría, e igual tampoco hallaba la fuerza. KyungSoo suspiró con eso, y vuelta su sonrisa, le dio el entendimiento donde no lo había.

Al sacar de ChanYeol esa llave de sus esposas, pudo contemplarlo. Había un brillo verde proveniente debajo de su ropa. KyungSoo lo sacó como si lo molestara al deshacerse de sus esposas, y con una cadena colgando de su mano, la gigante piedra que aparentaba ser esmeralda por su color irradió de una manera que casi lo hizo detener hasta su respiración. ¿Qué demonios era eso?

«¿Y qué dijo antes de que nos inmovilizara? ¿La esmeralda de Geb?».

"Esto es cada día más fácil. Creo que te olvidaste, ChanYeol, de ese pequeño gran detalle que se rumora sobre mi persona," fue el turno de que Geb se inclinara hacia ChanYeol. Con la brillante roca en sus manos, le palmeó su mejilla. "Todo eso del poder de hipnosis que tengo, ¡es cierto! ¿Lo sabes? Bueno, ahora lo sabes. Tengo esta pequeña reliquia que siempre llevo conmigo bajo la ropa. Ni siquiera la tengo que sacar ahora para utilizarla y que funcione. Solo al invocar su poder, las personas a mi alcance terminarán bajo mi mando. Es hermosa, ¿no?"

Le acercó mucho más la piedra a su rostro. ChanYeol casi quiso rehuir de ella, pero no tenía cómo. Estaba tieso.

"Es de uno de los grandes. El dios Geb, o como otros pueblos lo nombran, el creador, principio de vida y personificación de la tierra. Fue justo que tomara su nombre con ese tipo de títulos, ¿no? He conseguido este poder en mis manos y he vencido gente que jamás imaginarías gracias a ella. No soy el amo y señor de este tren por ninguna otra cosa. El opio, la mafia y todo lo demás son unas cuantas añadiduras a mis riquezas, pero esto..." besó la roca y la metió de vuelta bajo su traje, donde la pudo proteger, a pesar de que siguiera brillando. "Esta bella adquisición que he pedido prestada entre tantos de los juicios sobre los que he mandado a mis subordinados ineptos me ha dado todo lo que quería. Tienes razón, la vida de la gente a mi mando no me importa, ellos pueden morir, pero agradezco que, entre una de esas muertes, alguien me consiguiera algo así de valioso para pagar su deuda."

"T-Tú no..."

"¿No qué? ¿No creíste que ganaría? Bueno, parece que te han fallado los cálculos, mi querido amigo. No necesito a nadie más, ni a estos hombres muertos ni a esas mujeres fugitivas," KyungSoo se paró y en su altura, pateó al matón tirado junto a ellos. Como si fuera un mísero costal, lo pateó como nunca, y aunque ya estuviera muerto, nada quitó lo grotesco que fue el espectáculo. BaekHyun quería tanto apartar la mirada. Lo único que pudo fue cerrar los ojos. "Les llegará su castigo cuando sea posible. Ahora voy a encargarme del tuyo."

Agitado, KyungSoo se giró de nuevo a él. ChanYeol se sacudió, mas, lo único que hizo fue ponerse rojo. No lo había completamente detenido como a él, sin embargo, parecía que ChanYeol no podía hacer nada más que no le hubiera dicho KyungSoo.

Si le pidió estar de rodillas, era todo lo que hacía. Había sido una gran cosa que pudiera abrir un poco los labios para decir esas simples palabras anteriores. Los habían encerrado en una prisión de sus propios cuerpos.

"Voltéate. Quiero que veas esto," ChanYeol accedió. Al girarse, quedaron viéndose de frente. ChanYeol aún arrodillado, él detenido en ese paso que no alcanzó a dar hasta él con un eterno rostro de desesperación. "BaekHyun, cuánto lo siento, te lo pregunté antes, pero creo que voy a tener que forzarte ahora."

No fue bueno que KyungSoo se dirigiera a él. No quería ser la razón del sufrimiento en ChanYeol.

E igual qué haría. Estaba a sus expensas, aunque temblara, no había reacciones alternas en su cuerpo. Gritaba de dolor a través de su cabeza.

"Tus respuestas serán dadas ahora," se paró frente a él, donde su sonrisa cambió a una expresión completamente seria. "El tren es un infierno. Es el paso entre el mundo de los vivos y los muertos. El submundo o lo que algunos conocerían como purgatorio, si queremos meternos con alguna religión. Quizá hayas escuchado por ahí en algunas que se habla de siete diferentes infiernos que hay que atravesar para llegar al paraíso. Cualquiera que sea tu versión, este es uno de ellos. Toda persona que has visto aquí murió hace mucho tiempo, y se ha quedado pensando que esta es su nueva vida. Toda una ilusión, porque nadie nace ni vive aquí, solo son historias que sus mentes crean para satisfacer la estadía. Como hemos perdido nuestras memorias de la vida que tuvimos antes en esos dolores de cabeza que nos ayudarán a soltar y seguir a lo siguiente, no nos queda más que imaginarnos algo nuevo. Una vida llena de sufrimiento tras sufrimiento hasta cumplir la ración exacta que corresponde a tus pecados en el mundo real."

"¿Q-Qué...?" BaekHyun apenas pudo decir tan confundido. Esa había sido mucha información de una, pero ¿era real? Ellos... ¿estaban en un mundo después de la vida?

"N-No, no es... cierto," ChanYeol urgió entre dientes. BaekHyun estuvo tan inquieto. ¿No era verdad? ¿Sí? ¿A quién le creía? "BaekHyun, nada... nada de e-eso es... cierto. Y-Yo soy ¡real! Estoy aquí... v-vivo. Lo nuestro aquí... l-lo es."

"Calla, aún no termino de explicar, gusano," ChanYeol cerró por obligación su boca. Con los labios casi sellados, no lo escuchó más que murmurar plegarias. "Lo que quise decir es que obviamente nosotros existimos, pero no somos más que almas en desgracia esperando el día del juicio. ChanYeol es real, sí, y mucho, pero murió desde hace años al igual que yo. Para no sufrir en el abandono, nos creamos estas vidas. Una donde su familia existió, donde sus padres fueron brutalmente asesinados por mí, claro, porque todo eso pasó, pero nosotros nunca fuimos niños o bebés que llegaran aquí por esas personas que alguna vez llamamos mamá o papá. Ellos estaban con nosotros en esa misma locura creada, haciendo sus propias historias. Imaginando cosas que no existían, porque nunca envejecemos una vez que estamos muertos, ¿lo sabías? Y aun así, cielos, aquí hemos llegado. A creer tanto nuestras mentiras hasta el punto de querer matarnos de nuevo por ellas."

No era posible todo eso. No era cierto, ChanYeol se lo dijo, ¿no? Nada de lo que KyungSoo dijera podía ser verdad. Por qué... ¿por qué estaba entonces ChanYeol llorando a su espalda?

"Esa es la otra parte interesante aquí. La muerte, oh, claro, ¿qué pasa cuando mueres siendo que ya estás muerto? Bueno, en tu caso, contigo no pasa nada. Tú no estás muerto, solo te metiste a un lugar que no debías, un humano vivo de esos pocos que tienen la posibilidad de estar aquí porque han salido de su cuerpo en viaje astral—como seguro fue cuando soñaste— o tenido una experiencia cercana a la muerte, que estuvieron a un pelo de pasar a este mundo como todos. Me pregunto qué habrá sido en tu caso, ¿un accidente, acaso? ¿Alguna enfermedad superada? ¿O quizá...?" KyungSoo se rio, y al inclinarse a sus ojos llorosos, su sonrisa se pintó con el peor de los colores. "Mi favorita, ¿intentaste suicidarte, BaekHyun?"

Cerró los ojos. No podía ser verdad, no podía serlo. Se lo repetía como si algo le diera credulidad, pero ahora... nada aparentaba tenerla. ¿En verdad ese mundo siquiera existía?

"Estoy seguro de que lo hiciste, sé leer muy bien a las personas. Qué miserable," se alejó de su lado. Cuando BaekHyun lo volvió a mirar fue con tanto odio. Ese mismo que antes bullía en ChanYeol, ahora lo entendía, deseaba poder ahorcarlo de nuevo. Si hubiera sabido de esto... en verdad lo hubiera matado. "Pero ¿qué otra razón tendrías para quedarte en el tren? Tu vida debe ser un asco allá afuera para que prefieras nuestro infierno. Lástima, si mueres aquí y ahora, seguro que irás al juicio con los dioses. Los seres superiores a nosotros, como les quieras llamar. Esos intermediarios de la gran fuerza omnipotente te llamarán por creer que eres otra alma que ha cumplido con su sufrimiento necesario en sus pecados. Eso significa normalmente la muerte, ¿no? Un alto en la desgracia, el fin de todas las cosas. El último juicio es para saber si has cumplido tu completa condena, pueden pasar accidentes a veces, y bueno, ahí es donde ellos te dicen si eres apto para ir a la siguiente vida. Así es, ¡reencarnación! O paraíso si es que ya has vivido suficientes vidas. La verdad después de la vida es eso: regresar al maldito mundo asqueroso que siempre te trata de la peor manera incluso en el último de tus días hasta que te desgastes física, mental y espiritualmente. Si no eres de la gente privilegiada, por supuesto."

«Basta. Basta, por favor, basta. Cállate ya, no quiero más de esto, ¡ya no quiero saber nada!».

Inútiles fueron sus gritos. BaekHyun nunca fue escuchado. Todo quedó en su cabeza.

"Pero como tú eres un alma viva, los jueces lo sabrán. Te harán un par de preguntas, quizá para saber cómo has llegado hasta aquí, y cuando sepan lo que buscan, no habrá más. Borrarán tus memorias para que olvides todo lo que has vivido aquí y te regresarán a tu mundo. Sin permitirte regresar, porque sería una desgracia que cayeras en este camino de nuevo cuando aún no deberías. Lo que es una bazofia, si a mí me lo preguntas. ¿Por qué querrías esperar tanto a volver si puedes estar aquí ahora? Tú me entiendes bien en eso, BaekHyun, tú fuiste inteligente y viste como yo el tesoro que hay en este mundo," KyungSoo lo apuntó con un asentimiento. "Tenemos una mina de oro en este reino. Porque podemos hacerlo todo sin reservas. Sin que haya gente que nos gobierne de verdad, incluso cuando exista esa estupidez de la policía, ¿viste que algo en ello me detuvo para hacer lo que hasta ahora? En el mundo de verdad siempre hay consecuencias. Drogadicción, alcoholismo, enfermedades, inesperadas catástrofes, dinero y malos negocios... nada de eso tendrás aquí nunca. No puedes morir, no te puedes enfermar, ya estamos en ese punto que no tiene retorno, ¿qué más hay? Tal vez por eso aquí tu querido amigo decidió ceder al tabaco. Al final, nada le imposibilitaba tener su droga, no era como si muriera de cáncer o algo parecido algún día, ¿cierto, ChanYeol?"

KyungSoo se rio de manera auténtica. En medio de ellos, parecía tener su propia fiesta. Divertido como su anfitrión y el único que hablaba sin parar. Sin reservas, como dijo.

No había nada que lo detuviera.

"Si eres lo suficientemente listo, entonces, lograrás lo que yo y te engrandecerás tan bien para hacer lo que quieras en este mundo. No habrá restricciones, ningún ser superior que te condene, no si no llegas al día de tu juicio."

"S-Si tú mue-eres," BaekHyun musitó en el entendimiento de algo. KyungSoo lo dijo: la muerte era el fin de todo; por eso, si KyungSoo moría aquí y ahora... "I-Irás al... i-infierno."

"¿Yo? Oh, no, BaekHyun, yo no puedo morir porque soy inmortal. He cometido tanto mal en mi propio purgatorio que no tengo salvación. Los jueces lo saben, al tener incluso una de sus reliquias en mi posesión, me condenaron de por vida. Mi única escapatoria es vivir aquí de este modo, si acaso muero, seguro será el fin de mi existencia. Pero ¿cómo podría? Jamás dejaría que alguien me quitara este gozo que tengo y no pude encontrar en mi propia vida. Eso es lo interesante de esto, dependiendo tu actitud aquí, se te juzga para ir de un lado a otro o desaparecer por completo."

ChanYeol gritó otra vez por detrás, lo que hizo que KyungSoo se girara y pusiera una mano en su cabeza como si fuera a acariciar sus cabellos.

"ChanYeol aquí ha cometido sus propias faltas. Entre mentir, matar y tener estos deseos lujuriosos, hasta corrosivos de venganza, seguro tendrá otros cincuenta o cien años más que cumplir de sentencia. Pero así como lo ves tú, se quedará por siempre hasta ser nombrado a su juicio. Porque no hay nada más en él, BaekHyun, es solo un alma perdida."

"N-No."

"Sí, triste, ¿no? Parece que te has enamorado de alguien que ya no existe ni lo hará en tu vida, BaekHyun," la fingida tristeza de KyungSoo lo repugnó mucho más de lo que podría. Cuánto quisiera poder moverse y quitarle esa expresión de puchero en su boca de un puñetazo. Si tan solo pudiera. "Pero yo te entiendo, BaekHyun, mi vida tampoco era la mejor en el mundo real, aunque fuera hace años, fui repudiado como tú. Agredido, menospreciado por tantas personas que nunca pudieron entender mi visión en la vida y todo por la persona que era. Un simple hombre... sociópata, antisocial, inservible por esta maldita enfermedad que condenó mi vista, desgracia de hijo y persona. Todo eso se acabó cuando llegué aquí, fui un rey, un capo, uno de los mejores detectives en el tren..."

No pudo más, BaekHyun lloró en ese punto. Esto era demasiado, no importaba su rabia, toda ella se acumulaba con lo mismo que antes sentía. Ese dolor de descubrir tanto, y esa vergüenza de lo que realmente pasaba.

KyungSoo tenía razón en todo. Por algo ChanYeol también lloraba.

"Aunque sé lo importante que es para ti saber aún de tu vida. Sí, claro, lo que dejaste atrás, ¿quieres ver qué pasó con eso? ¿Por qué tu mami se ha bajado entre susurros y apariciones mínimas de su paraíso para que salieras de este infierno?" Eso contuvo su aliento, al mirarlo sobre las lágrimas, la única respuesta que le pudo importar fue esa. KyungSoo lo sabía. Le sonrió al acercarse con su roca fuera y pegarla a su frente en ese calor que incluso quemaba. "Deja que mi joya te ilumine para conectar con tu verdadera esencia."

La esmeralda en su frente ardió, y si hubiera podido gritar, lo haría. Pero pronto ya ni siquiera se preocupó por eso, no se escuchó ni siquiera en su cabeza. Todo fue brillante, una luz cegó su vista, y de un segundo a otro, escuchó lo de su alrededor bajo el agua.

Cuando pudo ver de nuevo, ya no estaba en ese vagón desastroso del tren, sino en la estación del metro. ¿Cómo...?

BaekHyun descubrió al poco rato cómo no era que se hubiera regresado, en realidad, ni siquiera estaba ahí de manera temporal. Desde otra perspectiva, BaekHyun se vio a sí mismo bajando con prisa las escaleras del metro para llegar hasta ahí, al borde de las vías.

Cuando el tren apareció justo a las 12:12 como el reloj detrás se lo indicaba, descubrió que lo que veía eran sus recuerdos puestos desde otro ángulo. Porque él no recordaba que justo en el momento en el que entró al tren su cuerpo cayera como una pieza de domino empujada sin subirse a la locomotora. Al poco rato, se puso pálido, y BaekHyun se preguntó cómo era eso posible, si él no había jamás pasado por algo como eso.

No, si estaba viendo lo que pasó ese último día que subió al tren antes de decidir ya no bajarse, entonces, él estaría ahora junto a ChanYeol. ¿Por qué... su cuerpo estaba ahí inmóvil, impávido y sin la más mínima fuerza en el piso?

Había caído como si hubiera perdido... consciencia.

BaekHyun lo entendió en un grito ahogado que nadie escuchó. La noche que decidió quedarse con Loey y dejar su vida... todas esas noches que se subió alguna vez al tren terminaban de esa misma forma. Por eso siempre regresaba al mismo lugar en la estación, por eso despertaba con un ligero dolor de cabeza, con la sensación de regresar de un increíble viaje y sueño, porque todas esas ocasiones abandonaba su cuerpo y solo su espíritu llegaba del otro lado al tren...

Con lo físico quedando en una inconsciencia completa.

Una parte de él que no pareció corpórea fue la que se halló recorriendo dentro los pasillos del tren antes de que este avanzara y dejara ahí su esencia física flácida en el piso. Dormido. Abandonado.

¿Era así cómo podía regresar con tanta facilidad en un soplo? Porque él... ni siquiera estaba ahí en su verdadera esencia.

El tiempo pasó rápido de un momento a otro. La noche se hizo mañana, y cuando la gente llegó para empezar su rutina, muchos lo ignoraron como si fuera algún vagabundo o borracho que había quedado estorbando la vía.

Pasaron muchas horas para que alguien de verdad se preocupara. Entre murmuraciones y un par de dedos señalando, un grupo de chicas en uniformes de secundaria decidió aventurarse para ver si algo le pasaba. Lo tocaron, lo llamaron con sus diversos señor, señor, pero el BaekHyun en el piso nunca contestó, y una de ellas incluso gritó al ver cómo se le caía débil la cabeza de lado.

No las juzgó, si él hubiera sido alguna de ellas, seguro habría pensado lo mismo que ya creían: quizá estaba muerto.

Llamaron después a un policía. El oficial hizo lo que pudo, le pidió que por favor se levantara, que no hiciera más difíciles las cosas, pero sin una respuesta, al acercarse para confirmar si tenía pulso en su cuello, BaekHyun... respiró cuando escuchó débil que había. Llamó por su radio a su apoyo, y al rato las cosas se volvieron distintas.

Policías lo revisaron. Paramédicos entraron corriendo para auxiliar. Lo vieron de lado a lado. Le hicieron pruebas ahí mismo en el piso mientras la gente curiosa a su alrededor se asomaba y algunos incluso llegaron a grabar. Cuando pidieron que trajeran una camilla solo alcanzó a escuchar unas palabras: es débil, si estaban hablando de él o de su pulso, BaekHyun no preguntó. Cualquiera de los dos era cierto.

Hubo algo de revuelo más tarde. Pidieron por revisar sus pertenencias, alguien quizá llamó a quien podía ser su tutor o persona que por él respondiera, y entonces entre la gente que lo rodeaba para subirlo a la camilla, otro muchacho apareció. De cabello negro alborotado, con sudor caído por su piel morena, y esos ojos desesperados que gritaron una simple cosa:

"¡Es mi amigo! Soy el único que tiene registrado como familia, ¡por favor! Déjenme verlo."

"JongIn," él musitó bajito. Igual no tuvo importancia, nadie lo escuchó desde donde estaba viendo todo. Al encontrar cómo su amigo llegaba hasta ellos y lloraba al verlo tirado de esa forma, ni él se pudo creer lo que pasaba.

"No, no. BaekHyun, ¿por qué...? ¿Qué hiciste? No..."

El personal le debió pedir que se movieran, porque pronto JongIn asintió y los siguió lejos de ese espacio. Fuera de la estación, los subieron a una ambulancia. Entre la preocupación, angustia y terror reflejados en la cara de su amigo, continuó a su lado solo para ver cómo le tomaba una mano sin vida, mientras él mordía las uñas en la otra.

"Por favor, BaekHyun, tienes que estar bien. Tienes que estarlo. ¿Alguien puede decirme qué le pasa?"

"Su pulso es débil, pero parece que sigue con nosotros. Necesita asistencia respiratoria," entre más comentarios de los paramédicos, trabajo, llanto y preguntas de JongIn, BaekHyun llegó con ellos hasta el hospital, y una sola palabra resonó después de un rato.

"Coma. Está en coma."

"¿Por qué?" JongIn preguntó, pero no hubo respuestas.

Día y noche pasaron de esa manera, entre revisiones, asistencia médica, estudios y más auxilio. JongIn se quedó a su lado en todo el camino en donde BaekHyun sintió el remordimiento de haberlo prejuzgado en su ignorancia.

¿Cómo creyó que a JongIn no le importaría? ¿Cómo de esta forma?

"El paciente no tiene seguro, tenemos que desconectarlo ahora, señor."

"¡No! Deben ayudarlo, por favor. Yo-yo voy a pagar lo que necesita. Solo... por favor, no lo hagan. Él lo necesita... es mi mejor amigo."

BaekHyun vio que en eso sus manos se movieron. Sus ojos bajo sus párpados hicieron algo. JongIn gritó pensando que despertaría, incluso llamó por asistencia, pero volvieron luego de poco a lo mismo. Sacudidas de cabeza le dijeron todo a su amigo.

"Por favor, BaekHyun, si puedes escucharme de alguna forma, solo... despierta. Vuelve a mí, vuelve a tu casa, tu familia. Esta vida te está esperando."

Eso fue lo último que escuchó antes de que otro brillo lo iluminara. Al volver al vagón donde estaban KyungSoo y ChanYeol, cayó sobre sus rodillas.

No importó si KyungSoo lo mantuvo en su hipnosis o no, igual no iba a moverse de ahí. No con todo lo que había visto. Cuando observó a ChanYeol al otro lado con esos grandes ojos de piel enrojecida...

"¿Tú lo sabías?" No hizo más que hablar de corazón, sin reservas. "¿Supiste todo este tiempo que yo dejé mi cuerpo de esa forma?"

ChanYeol no le habló. No pudo. Aunque lo hiciera, BaekHyun creyó improbable que pudiera decir una cosa en su defensa.

"Sí, lo sabía. Todos lo sabemos, BaekHyun. Son pocos los que pueden ver y ser parte de este tren," KyungSoo contestó inclinado hacia él, puesto en su espalda con su rostro tan cerca para escuchar su voz junto a su oreja. Sus labios la rozaban. "Las almas perdidas, abandonadas, que buscan un castigo después o incluso antes en su propia vida al estar tan desahuciadas y cercanas a la muerte han podido hacerlo. Eres un afortunado, con la muerte tan cerca de ti, corroes toda tu vida."

"Era eso lo que WheeIn me quiso decir. Soltar. Si soltaba mi vida en el mundo arriba, eso significaba que habría de dejar mi cuerpo y vivir aquí, yo... ¿moriría?"

"Es un largo proceso, lleno de dolores y jaquecas, pero olvidar lo vivido antes nos deja continuar. Nadie puede ir a otra vida recordando su pasado."

"¿Y si hubiera muerto aquí...? ¿Qué sería de mi cuerpo arriba?"

"Habrías llegado al juicio como te dije, pero arriba seguro tendrías un pequeño paro cardíaco o algo parecido. Nada que preocupe, al final los jueces sabrían lo que hay que hacer contigo y volverías. Sin recuerdos, sin memoria de este mundo."

"Entonces, todo este tiempo... todo este tiempo este paraíso que creí tener fue un engaño. Fue... un infierno."

"Eso es lo atractivo del pecado," KyungSoo añadió al pararse y llegar de nuevo a ChanYeol. De su saco trajo su revólver, y con una sonrisa, lo miró como si lo inspeccionara. "Parece tan hermoso hacerlo, pero es maligno. Puede matar a la misma persona."

Antes de que BaekHyun pudiera preguntarle más, escuchó su disparo. Se asustó en un brinco, pero no pudo cuestionar qué había sido cuando lo vio frente a sus ojos.

KyungSoo acababa de dispararle a ChanYeol en el pecho.

"¡ChanYeol!" Corrió por él como primera reacción. Ya no estaba inmovilizado, antes de que ChanYeol cayera, BaekHyun lo tomó entre sus brazos para sostenerlo.

Suponía que ya no importaba si quedaban detenidos o no ni lo que había escuchado, al final, KyungSoo sabía lo vulnerables que se hallaban. Más en esta situación con el cuerpo de ChanYeol acunado sobre él. Era obvio lo que decía eso: aún le importaba. Lo hubiera engañado y ocultado esta información, no podía borrar de un segundo a otro sus sentimientos ni lo que vio rápido que salió en su chaleco manchado de rojo igual que su camisa y saco.

"No, no, no, no, ChanYeol, por Dios, no..."

"¿Por qué te molestas? Él es solo un alma muerta, BaekHyun. Esto ya le ha pasado, y tarde o temprano ocurriría. Yo solo le he acelerado el proceso," KyungSoo se encogió de hombros, alejado con su bastón en mano y reacomodados sus lentes para inclinarse en el alfeizar de la única ventana al otro lado. "Yo creo que he saldado mis cuentas. Pude haberle sacado los ojos, pero le he hecho sufrir más que suficiente. De todas maneras, lo de los ojos es solo parte de mi historia inventada. Aunque sea cierta mi enfermedad, haberla relacionado a este personaje que creé y dejarlo como firma para matar a cada una de mis víctimas como si sufrieran mi misma situación suena estúpido ahora. Nada quitó que igual quisiera. Si yo no puedo ver, no espero que nadie en este mundo tenga esa luz que me han quitado ni en su último momento."

BaekHyun lo ignoró en lo último que dijo. Ya no le importaba ninguna de sus demás explicaciones. Al tocar a ChanYeol por la herida como si quisiera parar la sangre solo con sus dedos, no encontró el modo. No sabía cómo, él no era doctor, y aunque lo fuera, esa herida en el pecho no sonaba a algo que pudiera curarse con algo simple. Sin maquinaria y sin apoyo.

"ChanYeol..."

"Está bien. Está bien, BaekHyun, t-tranquilo. No pasa n-nada," ChanYeol le dijo al mirarlo. Aunque se notara su debilidad, cuando llevó su mano hasta la propia, BaekHyun sacudió la cabeza.

¿Cómo podía decir eso? Él no estaba bien, no lo estaba.

"No, sí pasa. Todo está pasando. Tú... yo..."

"Está bien," reafirmó con más fuerza, lo que casi le hizo creer a BaekHyun que lo estaba, pero no. El temblor en el cuerpo de ChanYeol cada vez más pálido le decía lo contrario. BaekHyun no podía con esto. "Esto es lo mejor. Tú... tienes que regresar arriba."

"No. ¡No, ChanYeol! No voy a regresar arriba. Quiero estar aquí contigo. Quiero vivir mi vida a tu lado, por favor, yo... ¡te amo!" Declaró como si eso los fuera a salvar.

No sabía si se sentía de esa forma, pero quería decirlo. Quizá porque era lo mejor que podía en ese momento, o porque sonaba a algo que podría revivir a cualquiera. Para ChanYeol no fue lo mismo. Una sonrisa titubeó en sus labios, antes de que cerrara fuerte los ojos.

"ChanYeol," en su preocupación, lo llamó. No quería que se fuera. ChanYeol lo vio de nuevo.

"BaekHyun, yo..." ChanYeol llevó su mano de su pecho hasta sus labios, y en un suave beso, lo sintió temblar como una hoja en el viento. Por alguna razón, ChanYeol se sentía tan liviano. "Te daré mi respuesta en mi s-siguiente vida."

"No te atrevas a decir que me vas a abandonar, ChanYeol. ChanYeol, no lo hagas," BaekHyun urgió. ChanYeol tosió luego: sangre. La gran indicación más básica de cómo lo peor venía.

"Es hora de que vuelvas a casa, BaekHyun."

"No, ChanYeol."

"¡Oye, Geb!" ChanYeol gritó, a pesar de que vino con una segunda tos, la sangre en su barbilla y dientes manchados. Vieron juntos a KyungSoo voltearse en el ceño igual de intrigado como si se preguntara cuánto podría tardar en morirse. BaekHyun se había llenado de enojo por eso, pero... ¿tenía sentido luchar ahora? Por más odio que sintiera, no pensó que pudiera hacer lo que ChanYeol ni KyungSoo. Él no era un asesino, no, se lo dijo. Ni siquiera en su último aliento. "¿Lo olvidas? Te dije que vendría con un as bajo la manga."

"¿De qué diablos hablas?"

"Dile hola a mis refuerzos," ChanYeol alzó su otra mano que sacó de su bolsillo una granada. ¿En qué momento había conseguido eso? Definitivamente no la tenía antes, solo supuso que fue un punto entre ser hipnotizados y conseguir que KyungSoo casi se rindiera, pero... ¿la había guardado con la intención que ahora mostraba? Cuando lo miró, entre la sorpresa y temor reflejados en KyungSoo, BaekHyun ni siquiera tuvo tiempo de preguntarlo. "Vete, BaekHyun, vuelve a tu vida y vívela de verdad. Si puedes, b-búscame en ella."

Quiso protestar tanto. Preguntar, decir algo, gritar incluso, sin embargo...

Nada se hizo cuando KyungSoo se abalanzó y ChanYeol ya había quitado el seguro de su granada. BaekHyun escuchó tras segundos la explosión retumbar, pero antes él sintió el halo de unas manos jalarlo, protegerlo.

En la oscuridad, sobre el abrazo de una piel maternal que reconocía en su protección, los gritos, la catástrofe y el llanto fueron suprimidos.

Todo quedó atrás, al menos hasta que abrió otra vez los ojos y una luz blanca acabó recibiéndolo.

El monitor cardíaco se escuchó de fondo. Un rostro de piel morena se asomó frente a su cara.

"BaekHyun," esa voz le dijo una sola cosa.

Había vuelto a su vida.









Y ahora sí llegamos al final. Uno muy impactante seguro, tal vez todavía necesiten algo para digerirlo. La verdad incluso yo luego de escribirlo y llegar a este punto de las notas finales ni sé cómo hablarles, porque... sé que ha pasado mucho y con algo tremendo.

🚂 ¿Cómo se sienten al respecto? ¿Necesitan que les dé consuelo o tiempo para que lo vayan procesando? ;;

🚂 ¿Obtuvieron todas las respuestas que querían? ¿Acertaron sus teorías?

🚂 ¿Se imaginaron de alguna manera quién sería Geb después de tanto, y todo lo que llevó eso hasta el final?

No quiero hacerles ya muchas más preguntas, aunque siento que aún hay varias para descubrir su impresión. No es que me alegre de llegar a esto, por más que era algo que ya tenía super planeado, la verdad y las muertes... nunca son bonitas de escribir en ocasiones. Pero era sumamente necesario por lo que pasaba 😔

ChanYeol se lo dijo a BaekHyun: él debía regresar...

Y con eso yo les dejo, solo aclarando que AÚN tenemos un epílogo, así que no se me vayan, que aunque sea poco, nos falta para despedir bien esta historia. Ahora que se actualiza esto, cerraremos el 2022 de esta forma, esperando que pasen un bonito día y noche, les deseo lo mejor y que los finales aquí den mejores comienzos en sus vidas 🥂

Muchas gracias por todo el apoyo hasta ahora. Nos leeremos pronto con lo último aquí, ¡hasta entonces! 💙

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top