Capítulo 6

De camino al pueblo en una tarde veraniega, Baekhyun era acompañado por el joven doncel que fungía como institutriz del hijo del príncipe. Dado que, por obligaciones diplomáticas, el Emperador y su hermano estaban desde la mañana en una reunión con sus asesores para resolver las hostilidades con el Imperio Romano. Las calles estaban abarrotadas de tenderetes y civiles, pequeñas carretas cruzando las calles, todo parecía indicar que era un buen día para las compras.

- Ella me exaspera –confesó Minseok en un suspiro-, aunque eso realmente no importa, no hay nada que pueda hacer en contra.

- Creo que ya has hecho más de lo que crees en su contra –comentó con humor y cierta picardía en su voz.

- ¿Qué quieres decir?

- He notado de tu interesante relación con el Príncipe –explicó causando un apabullante sonrojo en el tutor.

- No hay tal relación.

- Intenta mentirme de nuevo –bromeó Baekhyun

Minseok ignoró su insinuación y se dirigió al puesto de joyas de Tao. El muchacho ojeroso se encontraba acomodando nuevas pulseras y collares para la exhibición cuando vio a los dos donceles acercarse.

- ¡Buen día, Tao!

- ¡Oh, chicos! ¿qué los trae por aquí?

- Paseamos, es bueno darse un respiro de los aires del palacio –contestó Minseok con leve dramatismo.

- Entonces pasen, tengo nuevas joyas –invitó y los donceles le tomaron la palabra.

El tenderete de Tao era como una pequeña cabaña donde en adorable mesas con pequeños candelabros que le daban luz a las joyas haciendo que brillen reluciendo los detalles. Encontraron anillos sencillos para el común denominador del pueblo, un anillo con unas pocas piedras preciosas era lo que alcanzaban a pagar; sin embargo, también encontraron collares muy elaborados, con piedras en cortes espectaculares que se reservaban para la simple admiración del pueblo y la compra de los ricos y nobles griegos, Tao era también el encargado de de crear las joyas del palacio real.

- El Emperador mencionó que, de volver, si te gustaba algo simplemente lo tomaras, él me pagará luego –le dijo Tao al joven kómpos quien tenía sus ojos fijos en un collar cuya gema era un cristal ovalado.

- Eso sólo incrementaría mi deuda con él –murmuró para sí mismo-. No estoy seguro de querer aceptar algo suyo, sospecho que, de hacerlo, él podría querer algo de retribución.

- ¿Retribución?

- Sí, Min, y hablo de meterme en su cama.

- Creí que ahí pasas las noches –replicó Minseok con cierta voz confusa.

- Pero no le he dado lo que quiere, mi cuerpo –suspiró cansino.

- ¡No te has acostado con él! –gritó Tao sorprendido de oír tan insólita declaración-. En la ciudad todas las mujeres y donceles están celoso de ti, ahora veo que es sin razón.

- ¿Por qué estarían celosos?

- Porque has pasado más tiempo en la cama del Emperador de lo que cualquier otro –le contestó Minseok como si fuera obvio.

Baekhyun pensó que todos en la ciudad tenían una imaginación muy vivaz o bien creían todos los rumores que de boca de las sirvientas del palacio salía, de cualquier forma estaban equivocados. Eso le llevó a pensar lo cómico de la situación pues de hecho debería estar haciendo lo que todos creían y no rehuyendo al alto, y lo más sorprendente era que Chanyeol se lo permitía.

- En realidad tengo miedo de intimar con Chanyeol.

- Y tienes porqué –acordó Tao y continuó-, según he oído de boca de sus anteriores amantes, Chanyeol suele dejar de lado su comportamiento educado y dejar salir a un animal salvaje.

- ¡Tao! –chilló Minseok avergonzado por el comentario tan desvergonzado que su amigo hubo soltado.

Por otro lado, el joven kómpos sintió su cuerpo entero calentarse, en un inicio creyó que era la vergüenza pero se encontró con un cosquilleo inusualmente conocido instalándose en su vientre, estaba excitado. Su cerebro dejó de funcionar por unos segundos recibiendo únicamente imágenes poco pudorosas de su persona con las piernas enrolladas en la cadera del Emperador. Tuvo que obligarse a pensar en algo diferente para calmar su pasión.

- Ahora menos que antes quiero intimar con él –mintió con descaro.

- Eres alguien muy poco común pues cualquier otro estaría deseoso de pasar aunque sea un momento efímero en el lecho del Emperador, por supuesto Minseok y yo no formamos parte de esa masa, él tiene a su príncipe y yo a mi general.

- Sé más cuidadoso con lo que dices Tao, si alguien te escucha podrían pensar que lo que dices es verdad –advirtió el institutriz con cierta molestia en la voz-. Ya tengo los suficientes problemas con la señora Jenni como para querer más.

- Digo la verdad Min, y lo sabes –contraatacó con suavidad-. Además, hasta Luhan cree que tu y el Príncipe JongDae harían una mejor pareja que él y esa insípida mujer.

- Tao –volvió a reprender.

- Ella ni siquiera quiere a su hijo.

- ¿Y JongDae la quiere? –preguntó Baekhyun con cautela.

Minseok agachó la cabeza sonrojado por la respuesta que seguramente le daría Tao.

- Ni un poco. Aquí donde ves al pequeño y recto Minseok, le gusta recibir al príncipe en su cama y brindarle cariño.

Baekhyun se quedó mudo de la impresión. Siempre tuvo curiosidad de la relación tan estrecha que existía entre el tutor y el príncipe mas nunca se atrevió a preguntar, no hasta ahora, y la respuesta fue más de lo que le hubiese gustado saber, una simple declaración sin detalle hubiese bastado.

- Eso suena un poco... como si...

- ¿Como si fuera su amante? –completó Minseok con algo de disgusto, no que le molestara que sacaran el tema a flote, lo que le molestaba era recalcar en su mente que no era más que un triste amante, aquel sucio secreto que por las noches se encargaba de calentar la cama del Príncpe, su propia descripción le hizo parecer más bajo que un prostituto pues estos al menos recibían un pago por sus servicios mientras que él tenía que conformarse con unas cuantas y escasas migajas de amor.

- No he querido ofenderte –repuso Baekhyun consternado por haberlo insultado sin querer.

- Descuida, Baek, no es algo que no me diga yo mismo a diario.

- Yo le he recomendado a Min que con un poco de veneno en el vino de la señora el asunto quedaría arreglado –bromeó Tao para amenizar el ambiente, dicho comentario jocoso les arrancó risas a los donceles.

Continuaron la tarde entre cuchicheos y chismes sobre cuan interesante resultaba ser el miembro de un hombre activo y cómo Baekhyun se encontraría fascinado de probar las delicias que Chanyeol le ofrecía, le siguió el embarazo y el tema de los hijos surgió causándole gran pesar al concubino, recordar a su hijo no le era grato en estos momentos. Decidido a no dejarse llevar por el sentimentalismo le preguntó acerca de su relación con el General Wu, Tao no pareció muy feliz de responder.

- Volvió a dejarme plantado –respondió con dolor y enojo en la voz-. Según quedamos, nos veríamos ayer en la noche en mi casa para cenar pero nunca llegó, supongo que otra vez su cargo de General es más importante.

- ¿Y has hablado con él?

- Él nunca habla con Kris sino hasta que se le pasa la ira.

- Exacto, caso contrario podría ir a la cárcel por homicidio premeditado.

Baekhyun se sintió mal por el mercader, debía ser exasperante no poder concretar una relación porque tu pareja gustaba de darle más importancia a su rango. Esta vez fue Tao quien desvió el tema volviendo a la poca actividad sexual de Baekhyun con el Emperador Park. El mercader tomó de un cofre una pieza de joyería, labrado en metal delgado que simulaba delicadas ramas con joyas circulares y en forma de gota en varios de las ramas, a Baekhyun le pareció extraño porque era mucho más largo de lo esperado para un collar.

- Oh, Baekhunnie, esto no es un collar, es un decoración para la cadera –informó dejando perplejos a sus amigos-, lo usarás, de preferencia, y sospecho que a gusto de Chanyeol, desnudo.

- Oh no, ni pensarlo –se negó rotundamente- ¿Acaso crees que si me ve con eso no terminaré intimando con él?

- Creí que te habías dado cuenta, ese es el plan.

Ni por todo el oro del mundo sería capaz de vestirse únicamente con esa pieza de joyería en su cadera, pensó por poco que podría incluir un ligero traje compuesto de telas traslúcidas como si fuera una falda y una capa con... ¡No debía pensar en cómo lucir más atractivo para Chanyeol! No debía ni por un segundo porque no planeaba que aquello sucediera. Aunque luciría especialmente seductor... no había nada de malo en pensarlo mientras no lo ejecutase.

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