Capítulo 10
Baekhyun despertó con la caricia de los rayos del sol sobre su piel desnuda y los labios de Chanyeol recorriéndola también, le pareció un acto muy dulce que quiso tener siempre. El Emperador estaba recostado de lado apoyándose en su codo para poder brindarle al doncel las caricias que en la mañana tanto ameritaba.
- Se ha hecho tarde –consiguió decir un somnoliento Baekhyun.
- Me permitiré unos momentos más contigo en la cama.
El joven castaño sintió su corazón encenderse de la ilusión creyendo que Chanyeol era demasiado dulce y amoroso con él, quizás más de lo que merecía. Los brazos delgados del kómpos atrajeron a Chanyeol más cerca hasta que él quedó arriba del bajito, sus bocas se unieron otra vez.
Toc, Toc
Chanyeol gruñó y se prometió reprender a la imprudente inoportuna que tocaba la puerta; masculló un adelante y pronto vio a la doncella de Baekhyun entrar con una charola en las manos, seguramente era el desayuno.
- Lamento interrumpir, mi Señor, pero creí que al joven Baekhyun le gustaría tomar su desayuno en la alcoba –lo dijo con picardía y doble intención.
- Creo que estoy permitiendo que te mimen mucho –comentó con cariño antes de besar al sonrojado joven de nuevo- ¿No traes para mí también el desayuno?
- Claro que sí, Señor.
La pareja se sentó en la cama y tomó el desayuno luego de que la mujer abandonase la recamara, era un silencio cómodo aunque entre bocados de fruta y jugo se hacían pequeñas bromas o mimos, algo a lo que ninguno de los dos estaba acostumbrado pero que fácilmente podían acoplarse si era con el otro.
- Vengo a preparar el baño –informó la mujer entrando nuevamente.
- Prepáralo en la terma real –le indicó y la mujer presurosa acató la orden.
Baekhyun se preguntó cómo es que no sabía de la existencia de una terma en el palacio, claro que luego recabó en que no conocía gran cosa del palacio. Al termino del desayuno, Chanyeol salió de la cama sin inmutarse por su desnudez, tomó a Baekhyun en brazos al estilo nupcial para llevarlo a la terma.
- Y me sigues consintiendo –murmuró Baekhyun.
- ¿No te gusta? –le preguntó casi con asombro.
- Me encanta, sólo me pregunto cuánto durará –y quizás no sólo hablaba de los mimos, sino en concreto aquella relación que los desviaba por un sendero lleno de sentimientos afectuosos que podrían dañar a uno u otro.
- Durará hasta cuando te canses de mi.
- ¿Y si es lo contrario? –preguntó con cautela- En algún punto serás tú quien se canse de mi.
Chanyeol quiso gruñir como un animal por arruinar una atmósfera tan dulce, pero en realidad no dejó de recriminarse que tenía razón, él era un Emperador después de todo. Baekhyun tenía un dulce puchero en los labios que se le antojó besable, así que sin más lo hizo para cambiar de ambiente. Con suavidad los metió en el agua caliente y con aroma flores, se sentó y puso al joven sobre sus piernas.
- Chan –llamó acariciando con la yema de sus dedos el rostro del Emperador-, ¿puedo confesarte algo?
Él asintió con cierta duda temiendo que Baekhyun pudiera hablar sobre sus sentimientos, específicamente sobre un enamoramiento con el Emperador porque eso les acarrearía problemas muy grandes. Un emperador debía mantener la cabeza fría y no dejarse llevar por el calor de un momento; sin embargo, se le estaba haciendo difícil controlar sus emociones con aquel pequeño ángel.
- Tengo miedo.
- ¿De mí?
- De que me uses como un muñeco y al final me botes –murmuró con la mirada gacha.
Chanyeol suspiró sin saber qué decir, realmente no era de sentimientos de lo que le gustara hablar, menos con Baekhyun porque se le hacía un joven bastante sensible. ¿Cómo decirle que al final no había otro camino?
Por un segundo Baekhyun se reprochó a sí mismo el descaro de preguntarle tal cosa cuando él iba ser quien lo use y asesine para conseguir la vida de su hijo. La ironía del asunto lo asaltó de sorpresa y le causó un revoltijo en el vientre por lo sinvergüenza que estaba siendo.
- ¿Me crees tan cruel? –inquirió tratando de sacar el tema por la tangente.
- ¿Lo harías? –insistió.
Antes de que el alto pudiera darle una respuesta entró Lisa en la habitación, vistiendo una delgada capa blanca que dejó caer cuando estuvo frente a la pareja, sus voluptuosas curvas femeninas lucieron, sus senos grandes y su cintura estrecha, un bella mujer.
- Vine a acompañarte, Chanyeol.
- Ya tengo compañía.
- Pero lo que no tienes es a una mujer que te complazca. Déjame ayudarte a aliviar el calor que ese niño no puede.
- ¿Deseas comprobar que tus palabras están erradas?
Chanyeol levantó a Baekhyun para poder alinear su miembro en al estrecha entrada ajena a vista de un molesta, e impactada, mujer. El doncel jadeó y se aferró con fuerza a los hombros del Emperador en tanto que su cuerpo trataba de adaptarse al tamaño del pene ajeno.
- Con cuidado –pidió suave-, aún estoy muy sensible.
Empero, él no tomó gran importancia a ese detalle y se concretó en besar el pecho del chico hasta sus pezones, penetró su agujero con rudeza mientras sus ojos se centraban en la furiosa mujer que estaba aún parada frente a ellos.
- ¡Eres repulsivo Park Chanyeol! –le gritó Lisa ante de marcharse a prisas sin importarle su estado de desnudez.
Cuando la perdieron de vista, Baekhyun se apartó abruptamente de Chanyeol, su mirada esta cargada de ira y sus labios no pudieron soltar un tajante comentario.
- Ya me diste una respuesta a mi pregunta, no necesito más.
Y recogiendo su dignidad y una tela con la que cubrirse se marchó de la terma entre gritos de Chanyeol.
- ¡Baekhyun! ¡Baekhyun!
Los guardias en las puertas y los corredores lo miraron desconcertado ante su curioso aspecto, pero la situación fue más clara cuando el Emperador salió de la terma en pos de Baekhyun. El muchacho fue a su habitación y se encerró en esta sintiendo las lágrimas desbordarse por sus ojos. Sus emociones a flor de piel lo estaban lastimando, el sentir de que nuevamente representaba un juego le causaba malestar, y aún más cuando se trataba de Chanyeol. Se dijo que con él menos que con ningún otro debió ilusionarse, después de todo el Emperador lo recibió en su cama mas nunca lo haría en su corazón.
- Baekhyun abre la puerta –pidió golpeando con su puño la puerta de madera.
Mas no consiguió una audiencia con el molesto, y entristecido, doncel, la tarde pensó en formas de hablar con él, pero únicamente le permitía el acceso a su doncella. Le pareció cómico. Baekhyun se estaba comportando como una Emperatriz caprichosa, y hasta pensó en lo lindo que se vería con una corona de oro de laureles que simbolizara aquel título. No le quedó de otra que recorrer con las dos personas con quienes su kómpos hizo amistad: Tao y Minseok.
- No espere redención, Señor –comentó Tao con leve molestia.
- Sucede que no entiendo qué hice mal.
- Disculpe, Emperador, pero realmente cometió un gran error –reprendió Minseok-. Baekhyun es muy sensible con respecto al tema, ya pasó por situación semejante en Esparta.
- Min se supone que no deberíamos hablar de ello.
- No, dilo –pidió Chanyeol curioso-. Necesito saber.
Minseok le dio una mirada rápida a Tao quien entre bufidos asintió.
- La pareja anterior de Baekhyun también usó su cuerpo a su gusto, para Baekhyun pareció una relación normal pero cuando él se cansó y lo botó... a Baekkie le dolió mucho tiempo hasta que logró sobreponerse.
- Por favor, Chanyeol, no hagas lo mismo –le pidió Tao llamándolo por su nombre como desde que el alto tomó el trono no lo hacía.
Chanyeol pensó que curiosamente ese era el papel de un kómpos, mas la verdadera duda era...
¿Qué papel jugaba Baekhyun en la vida del Emperador?
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