Era mi tercera vez saliendo de un huevo y todavía no me acostumbraba a la incomodidad de estar envuelto en una capa viscosa y algo asquerosa. Solo que esta vez había algo diferente... O en realidad había muchas cosas diferentes.

Primero y principal no tenía patas. ¿Dónde demonios estaban mis patas?

Tampoco tenía un pico o mandíbula amplia como un león o cocodrilo. Mis ojos se sentían extraños y mi piel... ¿Qué es esto?

Siendo sincero no había compartido mucho con serpientes, eran algo feas y peligrosas. Mis madres siempre nos advertían estar lejos de las serpientes de colores llamativos, según porque eran las más venenosas y obvio no quería morir joven, tenía una misión y era absurdo que una serpiente evitara que la cumpliera.

¿Cuál fue mi sorpresa? Era una serpiente, un reptil nuevamente y,¿saben por qué las estrellas son tan desgraciadas? Porque me hicieron una serpiente atractiva, tanto así como para tenerme en la mira de aquellos que hacen botas y correas, tal cual como mi vida como cocodrilo.

¿Las estrellas ya no tenían suficiente de mí?

En fin, siendo una serpiente arrastraba mi precioso cuerpo sobre la tierra. Era increíble como mi cuerpo no se lastimaba por vivir en el suelo, era genial. Al igual que siendo un cocodrilo no tenía orejas y mis ojos eran muy grandes, uno a cada lado de mi cara, lo genial de ellos a parte de mi visión mejorada era que no podía parpadear, ¡Siempre tenía los ojos abiertos! ¿Saben lo cool que es eso?

Solo había una cosa, una pequeña cosita que consideraba totalmente ridícula. ¿Era realmente necesario sacar la lengua para todo?

Movía mi cuerpo, lengüita.

Pasaba algo a mí alrededor, lengüita.

Olía un suculento ratón, lengüita.

Siempre estaba ahí la lengüita, ¡Era ridículo! Pero lastimosamente necesario. Intenté evitar sacarla pero era imposible.

Y sobre los ratones no me juzgues, siendo una serpiente era la cosa más exquisita y fácil de atrapar. Lo siento por todos esos ratones que me leen pero saben muy sabroso, y si están gorditos hasta saben mucho mejor.

Esta vida fue solitaria, no tenía amigos ya que las serpientes eran un poco... Especiales. Por no decir que eran los seres más amargados y sarcásticos que existían. Nadie quería convivir conmigo tampoco, me veían como una amenaza. No me entristecía porque lo entendía. Pero sabía que de esta manera nunca conseguiría un humano con alma pura, sería muy difícil.

Fue la primera vez que quise morir rápido, necesitaba otro cuerpo, urgentemente.

Mi vida de serpiente no fue tan larga como esperaba, gracias a Dios. Al parecer, estaba en un área donde permitían la caza fortuita de ciertos animales.

Estaba comiendo un ratón muy entretenido cuando sentí el cuchillo en mi cuerpo. Habían cortado mi cola, no supe que pasó después, solo sabía que estaba muriendo y poco después ya estaba en otro cuerpo.

La diferencia está vez es que sin que nadie me lo dijera sabía en qué se había convertido mi cuerpo luego de que lo mutilaran.

Tal vez, si tienes una correa de piel de serpiente en tu casa sea hecha de mi cuerpo, humano. Que loco, ¿no?

Bueno, sigamos con mi historia... mi nueva vida. Y si, para mí mala suerte volvía a África.

Primero la lengüita... Ahora un cuello largo, ¿están bromeando, estrellas?

¡La Firuserpiente al habla!

Como saben, las vidas pasadas del Firu son cortitas, solo es un pequeño repaso de lo que sucedió en su antigua vida.

Mi pregunta es, ¿Tienen o han tenido o conocen a alguien que tenga o haya tenido (jajajajaja) alguna prenda de vestir hecha de la piel de un animal? Estoy curiosa

Este capítulo esta dedicado a Dana, quien me dijo que se iba a desesperar hasta la próxima actualización xD

Recuerden que si quieren dedicación solo deben comentar mucho, elijo al azar.

Nos leemos.