Capítulo 12.

Primero que todo, quiero disculparme por haber estado desaparecida por tanto tiempo. Para no hacerles tan larga la historia del porqué he estado desaparecida:  Estuve ocupada por asuntos personales y universitarios. Y estas ultimas semanas de cuarentena no han sido para nada estimulantes en el proceso creativo, no me han dado nada de inspiración. 

Zeus pensaba que me había vuelto loco.

—¿Seguirás con eso del alma pura?—me dijo él.

No entendía por qué no quería creerme, por qué me trataba con un loco. Es por esa razón que decidí llevarlo la mañana siguiente a aquel lugar para encontramos nuevamente a Daene. Tal vez si él la viera entendería lo que trataba de explicarle.

Esa mañana nos fuimos con nuestros estómagos vacíos. Zeus se quejaba una y otra vez por no pescar algo antes de sumergirnos en mi aventura. Y les contaré algo, Zeus tiende a ser un poco malhumorado cuando tiene el estómago vacío.

—¿Ya vamos a llegar?—preguntó Zeus con fastidio.

—Ya estamos cerca—le respondí—. ¡Allá! ¿Ves? Esa es la fuente en la que empecé mi ducha ayer.

—Muy tonto de tu parte, el barro ayuda a calmar la picazón de las pulgas.

Tenía razón, el barro desaparecía por completo la picazón, pero me sentía tan incómodo viéndome tan sucio que prefería mil veces que las pulgas se coman todo mi cuerpo.

Las pulgas seguían molestándome demasiado, sin embargo, luego de mi ducha en la fuente ellas se habían calmado un poco.

Las pulgas han sido parte de mis múltiples vidas, otros animales, incluyendo insectos, han sido portadoras de estrés para mí. Pero les seré sincero, prefiero mil veces que las pulgas se coman mi cuerpecito a yo ser en mi próxima vida una pulga. A parte de que son horribles no podría imaginarme ser tan chiquito. Ser cucaracha ya fue demasiado, las estrellas no serían tan malas con castigarme yo siendo una pulga, no sería muy justo.

Tampoco un mosquito, los humanos los odian. ¿Cómo podría encontrar un alma pura como mosquito si todos los humanos quieren deshacerse de ellos como si estuvieran aplaudiendo en un concierto? Por cierto humano, te ves ridículo haciendo eso.

¡Plash! ¡Plash! ¡Plash! ¿Adivina qué? ¡No acertaste ninguna! Deja de ridiculizarte... Estoy seguro de que los mosquitos disfrutan verte intentar hacer movimientos ninjas tratando de matarlos.

—Firulais, tengo hambre—Zeus se quejó por enésima vez—. ¿Y ahora qué? No creo que venimos a ver una simple fuente. ¿Dónde está esa... como es que le dices? ¿Alma blanca?

—Es Alma pura pero blanca también sirve.

—¿Quién te metió tantas ideas en la cabeza cachorro?—preguntó él con burla—. Eres muy inocente, Firulais.

Tal vez lo era, pero de igual manera decidí no decir nada ante el comentario.

Pienso acercarme pero a lo lejos veo a Willis... Llamado también Harris. Tal vez uno era su nombre y otro su apellido. Era extraño saber que los humanos tenían algo más aparte de un nombre. Lo más extraño es que ese fulano apellido muchas veces también era muy parecido a un nombre, ejemplo: Williams, es como William sólo que sin la ese, también está Adams, que podías traducir a Adam en un nombre y Taylor... Que podía ser usado no sólo como nombre y apellido sino también en humanos macho y hembra.

Los humanos me vuelan la cabeza.

Pero en fin, Willis o Harris me sintió porque sus ojos se posaron directamente en los míos. Su ceño se frunció y caminó directamente hasta nosotros.

—Eh... ¿Firulais? Ese no se ve un humano de alma blanca.

—Alma pura—corregí—, sirve alma blanca pero su manera correcta de decirles es...

—¡No me importa, Firulais!—ladró retrocediendo con sus patas—. Nos va a hacer daño o peor, llamará a la perrera.

—No hará nada de eso.

Lo que no sabía Zeus es que habíamos llegado a la misma hora que Daene me salvó ayer. Ella volvería hacerlo.

Pero mis alarmas empezaron a sonar cuando Willis o Harris me miró de una manera cruel. Estaba a sólo unos metros de distancia y aún Daene no llegaba.

—¡Yo me voy! No quiero otra paliza—Zeus se giró y empezó a correr pero antes volteó a verme y me dijo—. Tal vez tú necesites una paliza después de todo. No existen las fulanas almas blancas Firulais, y creo que tendrás que aprenderlo por las malas.

Sus palabras calaron en mi distrayéndome de la posible paliza que me darían. No me moví, permanecí ahí hasta que sentí el tirón en el cuello.

—¿Otra vez aquí, Chucho?

Halaba muy fuerte y sin poder evitarlo empecé a chillar como loco. Dolía muchísimo. Tenía que zafarme.

Hago un movimiento y enseguida tengo mis dientes en su brazo. Debo salir de aquí.

—¡Desgraciado perro inmundo!

Mi error fue morderlo, nunca debí hacerlo, tal vez así no me hubiese pateado. Mi error fue creer que no me haría daño, tal vez así no me hubiese agarrado por el cuello. Creo que mi principal error sigue siendo que crea en que un alma pura pueda quererme, que Daene habría estado ahí para salvarme.

Siempre es mi error. Soy el peor Firulais del mundo.

Pero no puedo morir aquí, no otra vez, Debo seguir intentándolo.

Cuando voy a hacer otro movimiento, sorprendentemente dos personas toman por los hombros a Willis o Harris, separándolo de mi doliente pequeño cuerpo.

—Llamaré a la Policía—dijo uno.

—¡El animal eres tú!—dijo otro.

Más personas lo abuchearon, le gritaron cosas que yo no entendía y no quise entender.

Con las pocas fuerzas que me quedaban reuní valor y corrí, no podía permitir que nadie me tomara. Ni un alma equivocada, no la perrera e incluso un alma pura.

Y entre cada contacto que mis patas tenían sobre el asfalto la respuesta vino a mí: Basta de buscar el humano correcto. Es hora de vivir una de mis vidas al máximo. Tenía que ser el mejor Firulais que había pasado en la historia, y en la historia de la historia.

Cuando llego al parque me desinflo como un globo, todo me dolía. Zeus levantó su rostro apenas me vio llegar. No le dije nada, sólo me arrojé sobre el suelo agotado de todo lo que había vivido, lo que había pensado.

—Tal vez con eso entres en razón.

No humano, no lo juegues. Sé que lo estás haciendo y Zeus no tiene la culpa. Él ha sido mi mentor y todo lo que él me ha enseñado me hace ser un mejor Firulais todos los días.

—Tienes razón, ya entré en razón.

Y no hablo de pensar que las almas puras no existen... ¡Si existen! Pero era hora de conseguir a una de esas de otra manera.

Basta de buscar, es hora de vivir.

Y lo repito, tal vez ser un perro no sea tan malo.

Y de nuevo, ¡Lo siento! Pero trataré de estar mas activa con las actualizaciones, prefiero no prometer nada.

Hay buenas noticias para la historia: Fue destacada en el bimestre de Mayo-Junio por el perfil de Ficción General. ¿No es genial?

Además, este mes es full importante, específicamente el 28 de Mayo. Quien me diga el porqué se gana una dedicación :) Pista: Se celebra algo, es una especie de festividad.

Por cierto, este capítulo está dedicado a Juliana :) Espero que te guste.

Gracias a todos por el apoyo y por esperar <3 

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