Desperté y a mi lado no estaba nadie, le tengo pánico a despertar y que se haya vuelto a ir.

-k-kaname?-me levante e intente escuchar donde están.

Escucho risas, me alivio mucho y bajo las escaleras.

-chicos...- los veo jugando en la sala y no puedo evitar sonreir.

-oh ya despertaste?- dice Toru lanzándose a mis brazos.

-si.. estaba muy cansado-rio y lo cargo.

-se nota-Kaname se levanta del piso y se sienta en el sofá.

-voy a salir..-le paso a Toru.

-a donde vas?-me dice mientras toma a Toru.

-a el bar-camino por mi abrigo.

-no quiero que vuelvas a ese lugar-

-a diferencia de ti no me gusta desaparecer así como así... yo si me despido- me pongo mi abrigo y salgo enojado azotando un poco la puerta.

-ugh.. odio que me controlen...- camino rápido hacia el bar.

Al llegar mi jefa estaba prácticamente loca, apenas me vio corrió hacia mi.

-pense que no volverías! Las mujeres están furiosas-

-la verdad.. vengo a despedirme-

-ah!? No no te puedes ir! Tu eres uno de los que más aporta al bar.. muchos clientes vienen sólo por ti!-

-lo se.. y lo siento.. pero te conté que prácticamente le pertenezco a alguien.. y ese alguien volvió-

-eh? dime cuanto quieres te pagare más! Te daré menos trabajo pero quédate-

-lo siento jefa... no puedo-

Entra yess una mesera del bar, ella no es muy bonita por eso no recibe Muchas propinas y por eso apenas puede subsistir, pero tiene un gran ingenio si pudiera estudiar sería toda una profesional.

-Sora!- se lanza a abrazarme y a llorar. -la casera me dijo que te ibas!, no me vas a dejar verdad!?-

-lo siento yess, si me voy.. es una larga historia-

-por cierto que venias a decir yess-dice la jefa.

-Así, la esposa del alcalde quería ver a Sora... algo así por la mujer esa no se-

-eh!? Donde esta!?-

-en el cuarto de siempre-

-lo siento ahora me despido-

-OK.. pero convencela de que no nos quite el patrocineo...-dice mi jefa.

-lo intentare-corro hacia el lugar de siempre y me encuentro con la primera dama.

-Sora.. pensé que ya te habías ido.. había perdido la esperanza-dice mientras fuma.

-yess me dijo que me tienes información-

-siéntate y hablamos-

-esta bien- me siento a su lado Cómo siempre.

-mi lindo Sora.. como me vas a dejar en estos momentos...-acaricia mi rostro.

-lo siento... el volvió... no tengo opción-

-lo se... a kilómetros sentí el olor a menta..-acaricia mi cabello.

-Dime...-

-te lo diré, pero quédate con migo esta última noche... te consentire mucho...-

-no se si pueda...-

-dijiste que él no te iba a manipular-

-si! Tienes razón- digo decidido.

-vamos a un lugar más tranquilo-

Salimos del bar, no sin antes esa señora siempre deja mucho dinero y caminamos al hotel de siempre, ella a diferencia de otras siempre me lleva a la suite precidencial del hotel, subimos y entramos.

-esta bien.. te diré, depende de mi información será mi recompensa verdad!?-

-te noto confiada...-sonrio y me quito el abrigo.

-mucho.. - sirve licor.

-te escucho..-le recibo el licor y lo tomo mientras me siento.

-la mujer se hace llamar lucy... esta viviendo en la frontera al norte- se sienta sobre mi De frente.

-estás segura que es ella!?- le quito su abrigo.

-si.. hasta tengo una imagen.. sacala- señala su escote.

Saco la imagen de entre sus pechos y al observar la foto me doy cuenta que si es ella... sentí mucha rabia.

-es ella..-me muerdo el labio.

-me encanta cuando te enojas- comienza a besarme.

Después de unos segundos separo el beso.

-lo hiciste bien.. gracias-le doy unas palmaditas en la cabeza.

-lo se.. me merezco mi recompensa-

La verdad no me gustan las mujeres, me embriagó mucho para poder hacerlo, pero con ella es algo diferente aunque suene muy enfermo durante todo este tiempo ella ha sido como una madre, siempre me cuido y estaba pendiente de mi, ella sabe quien soy, conoce la familia de kaname más por el lado del hermano.

Tome un par de copas y cumplí mi palabra.

Despues de unas horas me levante sin despertarla y me vestí.

-ugh-suspiro tomó la foto y salgo caminando hacia la mansión de kaname.

Al entrar escucho mucho silencio, bostezo y me quito el abrigo lo cuelgo, al darme la vuelta algo me ataca.