Chapter Four: Vainilla.
—Me sorprende que aun sigas pensando en ella —Escucha Juan David que comenta Victoria del otro lado de la puerta, fuera del baño para hombres.
Termina de lavar su cara, secarla con una par de servilletas y verse al espejo para acomodar su peinado con movimientos rápidos de sus manos.
Traga hondo antes de abrir y suelta un bufido al ver a su ex de brazos cruzados apoyada de la pared, con una expresión juguetona.
—No sé de qué habla señorita Victoria —La ve de reojo y mientras camina de vuelta al estudio escucha sus pasos detrás.
—La chica obsesionada con los labiales —Habla rápido y él baja la mirada, se comienza a afligir —Catalina.
Y al escuchar su nombre se para en seco; hace mucho tiempo que nadie se la nombraba, ella solo seguía en sus pensamientos, pero más que todo en lo más profundo de su corazón.
—Sí, la sigues amando como el primer día, pensé que ya no tenias sentimientos —Ella sonríe y posa su mano en el hombro de él proporcionándole un masaje —Tal vez nadie bese como ella, tal vez no podrás olvidarla pero es solo eso Llane, un Tal Vez —Dice ella.
El nudo en su garganta se forma y él solo quiere que el día acabe, ahora ya no puede borrar de su mente la imagen de su amada Catalina jugando sobre él, correteándolo, burlándose, grabándole en sus intentos de tocar bien la guitarra, besándole.
Victoria lo observa con una inmensa sonrisa y él no entiende por qué razón ella disfruta verlo sufrir.
Una vez que vuelven a la cabina decide colocarse él mismo la venda ya que está un poco molesto por la actitud de Victoria, piensa que saldrá de allí perdiendo, no encontrara el beso que espera porque ya lo tuvo, y se fue.
Lo mismo que los dos besos anteriores ocurre, pero esta vez siente que no puede ser capaz de besar a alguien más que no sea ella, Catalina, otra vez.
La chica alta, bronceada y de cabello negro que se encuentra delante de él se cansa de esperar alguna acción por parte del chico que no tiene ni idea de quién es, entonces toma la iniciativa de besarlo, a él le encanta el seductor perfume que brota de su piel y ropa.
Pero odia el labial de Vainilla, lo aborrece porque solo lo prefiere de una chica.
N/a: Ahora ya saben porqué el guapote de Llane sabe tanto de labiales Espero les haya gustado, ¡Nos leemos!
Pdta: AMOOOOOOOOOOOO la canción del multimedia. Goodbye
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