Capítulo 3+

Olivia+

Cuando entré en el aula del profesor Styles, me sorprendí al verlo. Normalmente siempre llegaba tarde. Desde su sitio me sonrió descaradamente mientras yo caminaba hacia mi pupitre. En el último minuto, se llenó la clase.

-Les voy a entregar corregidas sus redacciones para que puedan pasar el resto de la clase llorando -anunció, sin ataduras.

Puse los ojos en blanco pues sabía que mi nota iba a ser perfecta. Me había resultado muy fácil de hacer. Una chorrada.

El profesor Styles se levantó con los papeles. Al instante reconocí el mío, con la funda de plástico rosa. Dejó mi redacción en el pupitre y se inclinó, aún con su mano sobre su superficie. Volví a sentir su aliento en mi cuello, y sentí un escalofrío.

-No su mejor trabajo -susurró en tono seductor.

Cuando se alejó, volví a respirar con normalidad. Abrí la carpeta y le eché un vistazo al trabajo.

«Insuficiente»

La mandíbula casi me rozó el suelo al ver la nota. ¡Era imposible! Mi redacción estaba perfecta.

Alcé la mano y el profesor Styles clavó su mirada en mí. Me susurró «al acabar la clase», y no pude evitar volver a poner los ojos en blanco.

Pasé el resto de la clase leyendo una y otra vez la redacción. Me merecía un sobresaliente. ¿Por qué no me lo había puesto? Sonó el timbre y salí disparada de mi asiento. Me dirigí a su escritorio y fui recibida por singular mirada.

-¿Sí? -dijo, inocentemente.

-Esto se merece un sobresaliente. ¿Por qué no me lo ha puesto? -pregunté.

-Porque no se lo merecía.

Lo miré, impactada.

-¿¡Cómo se atreve a decirme que no me lo merezco!? ¿Quién se crees que es? -volví a preguntarle enfadada.

-Su profesor -se recostó en la silla, mientras cruzaba las piernas sobre su desordenado escritorio.

-Lo dudo -musité en voz baja para que no pudiera oírme. Pero me oyó.

-Estupendo. Si va a continuar comportándose como una quejica, entonces tendrá el castigo que sufren las quejicas. Así que, adelante, vaya y siéntese en la silla de las quejicas.

Abrí la boca ante sus palabras. No me lo podía estar diciéndome en serio.

-No -dije firmemente-. Me va a dejar que vuelva a escribir la redacción. Y no me llame de esa forma.

Pareció pensárselo durante bastante tiempo hasta que asintió. Sonreí, orgullosa, y me dirigí hacia la puerta.

-No tan rápido. Va a volver a escribir la redacción sentada en la silla de las quejicas -me sonrió con malicia, señalando mi asiento.

Suspiré y me senté, lanzándole una mirada mortífera. Sin perder ningún minuto más, comencé a trabajar en la redacción. Y esta vez iba a estar más perfecta que nunca.

El profesor Styles me miraba fijamente como si fuese pizza o algo por el estilo. Parecía que estuviera a punto de devorarme, lo cual me dificultaba concentrarme. No tenía ninguna clase más después de esta, así que no me importaba quedarme aquí toda la noche. Porque seguro que sería capaz de obligarme a quedarme.

Lo escribí todo en el portátil, perdida en el sinfín de palabras que rondaba por mi mente. Mis dedos nunca dejaron de teclear ni mis ojos de escanear cada una de las palabras. En estos momentos era casi capaz de no sentir su atenta mirada; casi.

A las 18:40, terminé la redacción. La imprimí en la impresora del profesor Styles y vi cómo éste no dudó ni un segundo en coger los papeles. Sus ojos estaban fijos en éstos, mientras los míos estaban fijos en su rostro. Intentaba saber cuál había sido su reacción al leerla. Esperaba que le hubiera gustado.

-¡Esto es una mierda! -gritó, tirando los papeles.

Abrí los ojos de golpe.

-Pero he puesto mucho empeño, y... -los ojos se me aguaron.

-¡Y es una porquería! -Terminó por mí la frase-. ¡Maldita sea Olivia, eres demasiado inteligente!

-¿Qué hay de malo con ser inteligente? -le grité.

-Es soso. No transmite ninguna emoción. ¡Necesitas sentir las cosas!

-¡Lo hago! -le contesté. Él no me conocía.

-¡Llorar porque has sacado mala nota no es sentir! -me gritó, señalándome.

-Yo no... -dejé de hablar cuando sentí que me temblaba el labio y las lágrimas descendían por mis mejillas-. Lloro porque estás siendo una mala persona.

Se levantó y bordeó su escritorio hasta colocarse enfrente de mí.

-Si dices que soy tan mala persona, es que la nota no te importa mucho -dijo, acercándose. Retrocedí hasta que me tuvo acorralada contra la pared. El corazón me latía a mil por hora, y estaba segura de que él podía escucharlo.

-Sí, me importa -susurré.

-¡Lo dudo! -me gritó en la cara, y después le pegó un puñetazo a la pared.

Lloriqueé cuando sentí sus manos en mi cintura.

-¡Es cierto! -le contesté gritando.

Él pegó su cuerpo al mío y al instante sentí algo duro contra mi estómago. Me mordí el labio para intentar dejar de sollozar.

-¿Quieres un sobresaliente? ¿Lo quieres? -susurró maléficamente.

-Mucho.

-¿Qué estás dispuesta a hacer para conseguirlo? -gruñó y sus ojos se oscurecieron. Estaban llenos de lujuria y rabia. Era algo abrumador.

-Cualquier cosa -suspiré. Su perversa sonrisa volvió a hacer su aparición mientras se inclinaba hacia delante. Sentí su aliento pegado a mis labios mientras sus ojos se iban cerrando lentamente.

Hasta que sus labios se encontraron con los míos.

| ¡¡Hola!! Pedazo de final eh, jaja. Ya os aviso que en el siguiente capítulo hay salseo.

Espero que os haya gustado y no olvidad comentad y votad!!

Todos los créditos para horanshair, autora de la historia |


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