03 A (Dangerous) Box pt2
Sus párpados se abrieron con pesadez, siendo obligados, casi inmediatamente, a cerrarse abruptamente a causa de su insperado encuentro con la cegadora luz, cuyo orígen, era aquel potente y casi traslúcido bombillo que adornaba el hecho. Apretó los ojos hasta que el dolor se mitigo y los volvió a abrir.
Movió su cabeza con letargo hacia su izquierda, lo que lo hizo paralizarse en su lugar al sentir como un dolor punzante atravesaba su nuca hasta instalarse en sus sienes; su cabeza dolió como si se la hubieran partido en dos.
Preguntándose porque demonios le dolía tanto, Kai posó su mano con delicadeza sobre la zona afectada, sintiendo bajo sus dedos un pequeño bulto que palpó sin delicadeza hecho que lo hizo soltar de inmediato un tremendo alarido de dolor.
Había un jodido chichón del tamaño de marte en la parte posterior de su cabeza.
Aguantándose las lágrimas y con cuidado de no volver a hacer algún movimiento brusco, se levantó de la cama de poco a poco hasta quedar sentado sobre ella.
Con ojos llorosos observó a su alrededor.
Hechó una pequeña ojeada sin prestarle atención a su entorno realmente, cerrando los ojos, arrecostando su cabeza en la mullida y hueca almohada a su espalda.
Todo estaba bien, estaba en un hospital.
Esperen ¿Que?
El chico abrió los ojos de golpe y miró con confusión de izquierda a derecha, encontrándose con las paredes blancas y típica decoración aburrida de los hospitales. Su cabeza comenzó a palpitar por el movimiento.
¿Cuando había llegado? ¿Quién lo había traído? Y lo más importante ¿Qué demonios había pasado como para que terminara ahí?
Los mini kais en dentro de su cerebro salieron de sus cubículos de trabajo y comenzaron a pelear entre ellos intentado de rememorar sus últimas horas conciente. Todo fue un revuelo en la cabeza del chico hasta que la puerta corrediza se abrió dejando ver como un chico, que conocía más que bien, entraba a la habitación con una expresión preocupada.
Como una cachetada de perra un flashback vino a él.
Había visto esa misma expresión antes de visitar a su difunta abuela en el más allá y recibir unos buenos chanclazos por subir antes de tiempo.
La había visto unos minutos después de que su tercera, y última oportunidad, se hubiera visto arruinada por un reptil de afilados colmillos el cual con ahínco, clavó su par de colmillos en su antebrazo.
Al recordar aquello Kai deseó haber nacido como una avestruz. Al menos así podría ocultar su cabeza en un hueco.
Sus mejillas ardían por la vergüenza.
Esa por mucho había sido la peor casi confesión que alguna vez pudo haber hecho.
~Hace algunas horas antes de la tragedia~
Huening Kai caminaba de aquí allá y de allá para acá buscando los dos últimos recortes que faltaban por pegar en la hermosa caja que había creado y llenado de frases empalagosas, gracias a la ayuda de sus dos hermanas, y obviamente, de el señor Google.
Usted es grande señor. Jamás cambie.
Para que tan maravillosa obra maestra en su regazo diera vida, Kai había pasado exactamente 8 horas y 29 minutos con 30 segundos, pintando, cortando y pegando hojas y figuras de diferentes tamaños a la susodicha caja.
Se oía fácil, pero en definitiva no lo había sido
No, claro que no.
El chico aún recordaba como en varias ocasiones, más de las que quisiera admitir, había estado a punto de mandar todo al demonio.
6 horas de baile más 2 de canto lo habían dejado casi muerto, pero con ayuda de sus dos hermanas, había podido luchar contra el sueño, el mal humor por insomnio y los delirios de media noche, con éxito.
Ahora solo faltaba pegar ese enorme corazón, que casi había provocado la perdida de su dedo índice, consejo, jamás usen tijera cuando están más dormidos que despiertos, para que estuviera perfecta.
Rebuscó por todos lados: en la encimera, entre los papeles, debajo de las camas, incluso se levantó, con piernas de gelatina y hormigueosas, para buscar en el escritorio de TaeHyun a ver si no lo había dejado por ahí cuando robó una bandita para los cortes en sus falanges, pero a pesar de revisar cada rincón, no logró encontrarlo.
Volvió a su lugar entre el mar de hojas.
—Pulgas ¿No vieron dónde puse el enorme corazón que estaba cortan....?
Sus palabras se vieron irrumpidas por los sonoros ronquidos al otro lado de la pantalla de su portátil. Ambas chicas habían caído rendidas antes del amanecer.
Negando con la cabeza, pero dándoles gracias en silencio, Kai besó sus dedos y los presionó sobre la pantalla, apagando la laptop para después estirar los brazos sobre su cabeza.
Sentía todo su cuerpo rígido y ni hablar de lo adolorido qué estaban sus falanges. Quien diría que sostener una tijera toda una noche sería peor que usar ese aparato que de vez en cuando usaban sus Hyungs para fortalecer sus manos.
Si tanto querían dedos fuertes, solo tenía que hacer infinidades de recortes. Kai aseguraba que en menos de una semana tendria los dedos de la roca.
Ya con la mente embotada y el cansancio haciendo de las suyas, Kai decidió dejar la caja sin ese gran corazón.
Uno mas, uno menos, sería igual.
Soltó un pequeño gemido de satisfacción por haber terminado, para después arrecostarse en el suelo y dormir aunque sea un segundo.
Los músculos de su espalda se lo agradecieron al sonar al unisono por la sensación relajante.
Estaba muerto en vida. Ni ganas de respirar sentía. Ni sabía cómo había durado tanto tiempo despierto. Ya cuando su mente dejo de funcionar solo sus ganas de poder la sonrisa de TaeHyun cuando recibiera la caja, había hecho que no se le cerraran los ojos al reloj tocar las 4 de la mañana. Eso y los gritos de sus dos hermanas cada que pegaba un ojo.
Pero ahora, que el silencio reinaba en el cuarto y todo había terminado, Kai se podía permitir dormir hasta que fuera navidad o hasta que su alarma sonara.
De seguro aún le quedaba un poco de tiempo para echarse una pequeña siesta.
—Ahora si. A descansar~ —Festejó con voz infantil estirándose hasta encontrar una posición cómoda, cerrando los ojos dispuesto a irse al mundo de Molang, mas, el sonido de su alarma, lo hizo soltar un quejido y volverlos a abrir.
Volvió a sentarse y estiró su zurda hasta que sus dedos tocaron el aparato encima de la silla, deslizó el dedo hacia la derecha sobre la pantalla. Al atraerlo hasta él y ver la hora el chico hizo un puchero y se tiró de costado.
Estaba hecho polvo, pero como su alarma había indicado, debía de alistarse antes de que TaeHyun se levantara. El chico era el que madrugaba entre los 5 para ir al gimnasio antes de sus ensayos, así que debía de darle la sopresa antes de que se fuera.
¿Y por qué no esperaba para dárselo después de su entrenamiento matutino si estaba tan cansado?
Pues porque Kai sabía que, si lo dejaba para después, no le daría tiempo, su manager siempre los pasaba a buscar a los pocos segundos de que el contrario terminara, y después los dos estarían tan cansados tras las prácticas que el menor olvidaría por completo el asunto.
Y definitivamente, no estaba en sus planes dejar su confesión para otro día.
Era ahora o nunca.
Recuperando un poco de energía, el maknae se levantó y tomó todo lo necesario para darse una ducha bien fría para despavilarse.
Antes de irse observó la caja abierta
¿Era necesario que la cerrara?
Nah. No lo era.
La noche anterior, con la ayuda de BeomGyu y YeonJun, había logrado que TaeHyun durmiera en el cuarto que ambos chicos compartían. TaeHyun lo había invitado también a que se uniera a la supuesta "noche de película" pero él lo rechazó con la excusa de que tenía mucha tarea atrasada por hacer.
Vió en los ojos del contrario como este casi se queda para ayudarlo, pero como si sus dos Hyungs lo hubiesen intuido, arrastrarón al segundo Maknae a su habitación, no dejándolo salir en toda la noche, permitiéndole a Kai el comenzar y terminar con calma su sopresa.
Así que no había de que preocuparse. Cuando volviera de su ducha la cerraría.
Con confianza el chico salió de la habitación, sin saber que, mientras buscaba ese último corazón faltante, había desacomodado algunos cuantos pesados libros del escritorio de TaeHyun, provocando que estos, después de que se fuera, cayeran hacia el frente, golpeando y haciendo voltear la pequeña casa de cristal perteneciente a un pequeño reptil rojo que tenía el susodicho como mascota.
La caja de cristal, debido al tapiz ahora hecho de hojas, no había hecho ruido ni se había roto al caer, pero si que se había abierto un poco en la parte superior, dándole así opción de una escabullida silenciosa a la exótica mascota de Taehyun.
La pequeña serpiente se deslizó con comodad sobre las hojas hasta toparse con la caja.
Era un día frío en Seul y el animal solo buscaba calor, así que sin mucho esfuerzo se deslizó sobre ella hasta lograr que todo su cuerpo entrara. Acurrucándose sobre las hojas, camuflandose a la perfección debido a su tamaño bolsillo.
Minutos después, Kai volvió a entrar portando ropa cómoda, pero, que lo hacía lucir bien. Observó su rostro en el espejo y arregló su cabello mojado. Paseó unos segundos por el cuarto buscando la secadora, encontrandola y usandola hasta que ya estuvo listo.
A
comodó un poco el desorden y botó todo aquello que había sobrado de los recortes.
En medio de la limpieza, Kai notó como la caja del reptil estaba volteada, pero al ver que no estaba abierta, o al menos eso parecía, Kai pensó que el animal aún estaba dentro por lo que con repelius la tomó una esquina y la volvió a colocar en su lugar. Él no era fanático de ese tipo de animales así que prefería estar lejos de ellos los más que pudiera.
Al tener todo listo se sentó en la cama con caja en mano.
Tamborileo los lados de lo que sería el punto clave de su confesión y acomodó el moño que Bahiyyih le había sugerido ponerle porque "Una sopresa no es sorpresa sin un moño"
Al terminar con el moño, el chico pasó sus manos por la tapa hasta que paró en una esquina.
Quería ver si el interior se veía bien o si le faltaba algún recorte. Aún no había escuchado a los chicos en la sala, así que lo más probable esque todavía le diera tiempo de hacer algunos cuantos origamis para rellenar el espacio si así era necesario.
Con lentitud abrió la tapa, sin notar cómo se asomaba, entre aquellas hojas blancas y recortes, algo de una longitud poco larga y delgada. A pocos centímetros de poder ver la cola traviesa de la serpiente moviéndose hacia los lados, se hicieron presentes varios quejidos proveniente de la sala, sus movimientos pararon.
Ya no había tiempo para mejoras. Era hora.
Kai volvió a colocar la tapa en su lugar, cargó la caja entre sus brazos y salió de la habitación.
Perdiendo así la oportunidad de notar que el animal de sus peores pesadillas, desde el momento en que TaeHyun lo había traído a casa, se encontraba dentro.
Si, sería una gran sorpresa, pero no para él mayor, sino para el portador de dicha caja.
Kai salió de la habitación, y con cautela de no llamar la atención de TaeHyun, quien se encontraba en el segundo baño del apartamento, fue de puntillas hacia la segunda habitación, despertando a sus dos Hyungs para que se llevaran del apartamento a SooBin con algún pretexto.
No quería que sus Hyungs estuvieran ahí. Ya se sentía nervioso con solo pensar en la confesión, no quería sumarle a su estrés el pésimo apoyo moral que estos le quisieran dar.
Ambos chicos después de quejas y lloriqueos debido a que querían ver el "show", asintieron con resentimiento, llevándose a SooBin, en pijama y con tres panes en mano más uno a medio comer, fuera del departamento porque "Hyung, justo hay una rebaja del 50 % de Banana Milk en la tienda de enfrente.".
Con tal ofertón hasta el diablo dejaría el Inframundo.
Al no haber moros en la costa. Kai se dirigió hacia la sala.
Metió su mano dentro de la caja y removió el interior, rozando el animal dentro, el cual se sintió invadido por el toque brusco, para buscar algunos corazones, dejando una hilera de ellos desde el baño hasta donde estaría parado con la caja en la mano.
Al ya estar en su lugar, nervioso pero seguro de lo que haría, oyó como al cabo de unos segundos TaeHyun salía del baño. Sus murmullos de sopresa al ver el camino de corazones no se hicieron esperar.
Por cada paso que oía, Kai se sentía a morir, tanto que sus manos sudorosas casi dejan caer la caja en medio de sus temblores, siendo salvada por un torpe movimiento de su parte que hizo agitar la caja.
El chico agradeció a los cielos porque lo que estuviera dentro solo fueran hojas y no algo vivo, como había planeado al principio; ese movimiento había sido un poco muy brusco.
Un poco más y se abría volteado.
—"Tranquilízate Kai. Tranquilízate".— Se consoló.
Sus labios se apretaron al oír más que cerca la voz de TaeHyun.
Ya se encontraba en la sala
—¿Hyungs, saben de dónde vinieron estos....? Oh".— El chico paró al ver como el camino lo llevaba hasta su mejor amigo.
Sin saber que ocurríria pero con una leve idea rondando su cabeza TaeHyun se acercó.
Kai lo observó anonadado. TaeHyun llevaba una camisa gigantesca de ardilla que algún fansite le habían enviado por su cumpleaños. El chico, aunque la palabra no le gustara, se veía adorable ante los ojos de Kai.
—"Si me oye decir eso de seguro me mata".- Dejó escapar una sonrisa nerviosa a la par que lo pensaba.
TaeHyun recorrió el camino hasta posarse frente al más alto. —¿Qué es todo esto, Ningning? — Observó la caja y después estiró el cuello para poder ver su rostro.
Kai soltó un suspiro. Aquí vamos.
"Tu puedes Huening". —Se ánimo el chico antes de comenzar a hablar.
—Tae....— Su voz salió sería. Lo que hizo que el nombrado levantara una ceja curioso.
—¿Qué es todo esto? ¿Parte de alguna tarea?. —Quizó indagar el chico.
—No, no es no es nada de eso, TaeHyunnie.
—¿Entonces? ¿Por que hay hiciste una hilera de corazones? ¿Es algún juego o~?
—No. No lo es. De hecho, diría que de esto depende mi vida.
«Mi vida junto a ti».- Pensó
—¿De que hablas?
—TaeTae yo... Yo....—Comenzó a hablar mientras quitaba la tapa ligeramente. —Yo...
Mientras lo hacía sus manos comenzaron a sudar como si de un manantial se tratasen, su garganta se cerro y su voz salió más aguda, sus mejillas se calentaron a tal grado que TaeHyun pensó que estaba teniendo algún ataque de fiebre, hecho que lo llevó a acercarse y colocar su mano en la frente del contrario. Un gesto dulce pero que para un chico a punto de colapsar solo hicieron que sus nervios aumentaran.
—¡Estás ardiendo, Huening-ah! —Había interrumpido el chico mientras apartaba su mano de su frente para ponerla en su mejilla izquierda. —¿Estás enfermo? ¿Que ocurre?
Esa mirada lo derritió por completo.
¿Cómo se respiraba?
Tenía que calmarse si quería que todo saldría bien.
Está era su última oportunidad así que no permitiría que sus estúpidos miedos o nervios lo paralizaran.
Debía de actuar pero ya.
Kai tragó grueso y continuó.
—TaeHyun. —Bajo la atenta mirada del susodicho Kai quitó de poco a poco la tapa de la caja.
Cuando la abriera saltaría un gran "Me gustas" decorado con corazones y fotos del chico en la parte interna de la caja, previendo que se quedaría sin palabras al momento de confesarse Kai se había encargado de armarla antes del amanecer.
De poco a poco la caja se fue abriendo, dejando ver pequeños trozos de papel sobresalir de su interior.
La mirada del más bajo viajaba desde la caja hasta los ojos del contrario.
—TaeHyun tú me gus...."
Casi tenía abierta la caja cuando el rostro del chico frente a él fue cambiando hasta adoptar una expresión de seriedad. Su muñeca se vió atrapada por el contrario deteniendo su acción.
—Para, no sigas.— Ordenó el chico de grandes ojos con voz seria y ceño fruncido. Kai se atragantó con su propia saliva.
¿Lo estaba rechazando?
¡Pero no si quiera había comenzado!
Al menos TaeHyun hubiera esperado a que terminara de hablar.
Quería ser rechazado con un poco de dignidad.
Lo volvió a intentar
—TaeHyun yo estoy....
—¡Te dije que pararas!
Auch. Eso había dolido
Con su orgullo destrozado Kai se soltó del agarre en su muñeca y comenzó a vocifériar. —¡No, Kang TaeHyun! ¡No me voy a detener! ¡Si me vas a rechazar al menos déjame terminar!
—¡Solo para, Huening!
—¿Por qué debería? ¡Me he aguantado lo suficiente como para en estos momentos callarme mis sentimientos!. —Sabía que estaba gritando pero se sentía muy frutado y destrozado como para detenerse en ese preciso momento.
Había tenido que esperar casi 2 años y medio para que alfin los dioses se apiadaran de él y le permitieran decirle al chico cuánto lo amaba. Quizá TaeHyun no quería escuchar lo que en su corazón resguardaba, pero Kai sentía la necesidad de hacerlo.
Lo haría, aún si se arriesgaba a una confesión que terminaría en un rechazo.
Deseaba decir que había sido valiente.
Por su parte el mayor ya no sabía cómo decirle que no lo estaba deteniendo a causa de sus palabras, sino que lo hacía por cierto reptil que, al parecer, había escapado de su casa de cristal.
—¡Huening Kai solo escúchame! tienes...
—¿Un serio problema? ¡Lo sé, TaeHyun-ah! ¡Soy muy conciente de ello! Sé que no debería de pensar así de mi mejor amigo pero no puedo evitarlo".—Desvío la mirada y volvió a posarla en el chico que ahora lo observaba asombrado.
—Kai-ah...
—¡Se que está mal! ¡Se que no quieres escuchar mis palabras! Pero... pero igualmente las diré. Ya fueron suficientes años en silencio como para continuar así. —Con determinación continuó.
TaeHyun ya no sabía que hacer para avisarle así que optó por permanecer en silencio, viendo cómo Kai tomaba una gran bocanada de aire con ojos llorosos.
—TaeHyun-ah
Ese sería un inminente rechazo
—T-tu me...
Pero las diría.
No iba a retroceder.
—Gus...
Y la planeada confesión murió ahí.
Nada más salió de los labios de Kai.
Todo quedó en silencio en la sala.
Los músculos de Kai de golpe se pusieron rígidos y comenzó a sudar frío. Algo se arrastraba a lo largo de su chaqueta hasta llegar a sus nudillos dónde se enrredó.
El chico se puso más pálido que una delicada hoja de papel para calquear.
"¿Que fue lo que te hice para que me odiaras tanto?".— Pensó el pobre chico mientras miraba hacia arriba.
Diosito no lo quería. Eso estaba claro.
Por su parte, el dueño de dicho escurridizo reptil se acercó con lentitud. —No te muevas. Y ni siquiera te atrevas a mirar hacia abajo. —Le advirtió Kang.
Pero vamos, ¿Acaso TaeHyun no sabía que al decir esas palabras la mayoría de las personas hacen lo contrario? Y obvio, Kai no era la excepción.
El chico bajó la mirada.
Kai al ver aquella pequeña, pero futura serpiente asesina, enrroscada entre sus nudillos, no pudo evitar soltar un alarido de horror mientras gritaba un "¡Una serpiente! ¡Me quiere comer! ¡Quitenmela! "¡¡QUINTENMELA!!"
Kai dejó caer la caja entre sus manos provocando que los recortes dentro de ella se esparcieran a lo largo del piso. Tras gritar nuestro valiente, o quizás no tanto, protagonista comenzó a sarandear su brazo de un lado a otro, bailando encima de sus tan preciados recortes al tratar de quitarse a Aengdu de su brazo.
Ya entendía el sufrimiento que su Hyung había tenido que pasar en aquella sesión de fotos algunos años atrás.
Mis más sinceras disculpas, Hoseok-Hyung.
Agitó su brazo sin parar. Kai creía que eso lograría despegar el reptil de su extremidad. Mas, por el movimiento brusco que el pobre reptil había estado recibiendo desde que entró en la caja y logró salir de ella, esta se desenrolló de sus nudillos y paseó por su brazo hasta enrrollarse como una soga en él, siendo asi capaz de clavar sus finos, y no venenosos cabe resaltar, colmillos en la carne del antebrazo del chico, al sentirse amenazada.
La pequeña serpiente solo quería encontrar un lugar cálido donde dormir y había terminado en el brazo de un loco que la agitaba como maraca. Según ella el chico se merecía esa y muchas más mordidas.
En efecto, Kai dió un alarido de dolor que resonó por todo el apartamento hasta llegar a los tres chicos que peleaban en la escalera para evitar que uno de ellos volviera al interior de su apartamento después de que escuchara, a mitad de las escaleras, los gritos que el menor había soltado la primera vez.
La mordida no dolía tanto pero su miedo hacia aquella futura anaconda, culpen a su hermana por atormentarlo con esa película cuando apenas era un niño, lo hizo sentir como si hubiera recibido miles de aguijones.
Quería llorar.
—¡Me esta mordiendo!¡TaeHyun-ah, tu serpiente me está mordiendo!
—¡Deja de moverte! ¡La estás asustando!
—¡El asustado aquí soy yo! Me voy a morir.
—No es venenosa.
—¡¡ME VOY A MORIR!!
Antes de que TaeHyun pudiera agarrar su brazo para quitarle a su preciada mascota, una puerta abriéndose de golpe resonó por toda la sala. Kai escuchó como TaeHyun le pedía ayuda a los nuevos espectadores para tranquilizarlo y así poder recuperar a la asustada serpiente que ni a los 30 centímetros llegaba.
—Yo me encargo.
Pasos apresurados fueron hacia la cocina, objetos cayéndose desde un armario y varias maldiciones acompañaron el revuelto de gritos en la sala. Los mismos pasos volvieron, solo que está vez más decididos, siendo lo último en oírse, antes del silencio sépulcral y los gritos que le precedieron, el estruendo que hizo el objeto de madera estrellandose contra la cabeza de Kai.
—Uy... Creo que le di donde no era.— Esa había sido la voz de BeomGyu.
Dicen que cuan más grande es el árbol más ruido hace al caer.
Y vaya que Kai había hecho ruido al caer encima de lo poco que quedaba de la caja a sus pies.
Antes de continuar déjenme borrar ese 2 y convertirlo en un claro:
Huening Kai 0 - Mala suerte 3
Fatality
Bad luck win
En definitiva, esa por mucho había sido la peor casi confesión que alguna vez pudo haber hecho.
Volviendo al presente Kai ocultó su cabeza entre las sábanas y le dió la espalda al chico que cerró la puerta tras él y tomó asiento en la silla metálica frente a la cama.
Kai oyó la risa de TaeHyun y quizo reencarnar como una avestruz en su próxima vida, la vergüenza que en ese mismo momento sentía era tanta que aseguraba durar después de su muerte y si era una avestruz podría pasar el resto de su vida con la cabeza en un hoyo.
—Miren nada más ese chichón.—Su dedo tocó el bultito haciendo que Kai diera un brinco y saliera de su escondite para sobar su cabeza entre gemidos de dolor. —¿En qué estabas pensando, Huening Kai?
La expresión de TaeHyun fue dura pero se relajó al ver el puchero que el chico en la cama hizo. No podía enojarse con él. Era imposible después de ver todo el esfuerzo que había estado poniendo en los últimos años.
Por su parte, Kai solo quería estar solo para gritar a los cielos e insultar un poco a aquel señor que los custodiaba.
¿Por qué nada nunca le salía bien?
No fueron ni 1 o 2, sino 3 sus intentos, y aún así no había logrado confesarse.
Definitivamente, jamás podría estar con TaeHyun.
Un suspiro lastimera salió de sus labios.
Iba a pedirle a TaeHyun que se fuera para así tener un momento de privacidad. Necesitaba poner en orden sus emociones para de una vez rendirse con el tema.
Kai no era alguien de rendirse tan fácilmente, pero ya había llegado a su límite. Si no lo había logrado en tres ocasiones no había nada que se pudiera hacer.
Ahora sí, sin peros ni comas, se rendiría con el tema de las confesiones.
Quizá él no había nacido para ser digno de disfrutar aquella suerte divina del que todo el mundo hablabla cuando lograban confesarse.
—TaeHyun-ah, ¿Podrías por favor dejarme solo? Quisiera un poco de privacidad. —Su voz sonó sin ánimos.
TaeHyun observó su espalda por algunos cuantos segundos.
Creo que ya era tiempo de que Kai supiera.
—Claro, te dejo solo, pero antes, tengo algo para ti. A ver si así te animas".- Rebuscó en los bolsillos de su pantalón hasta dar con un pequeño objeto.
—Creo que ni un peluche me animara está vez, Tae-ah.
—Esto lo hará. Creeme. —Animó con una pequeña sonrisa.
Kai iba a rechazar lo que sea que TaeHyun quisiera darle. No estaba de humor para recibir un premio de consolación, no obstante, el inesperado objeto depositado en su regazo hizo que bajara su mirada para observarlo.
Era una arrugada hoja de acordes.
Y no, no era alguna de las que había puesto en la caja. Esas eran blancas y nuevas.
Analizó la hoja sin tocarla. Estaba sucia, rota y remendada con cinta adhesiva, parecía haber pasado algunos años desde su último uso. A simple vista parecía ser basura, mas, lo que hizo al más alto abrir los ojos con sorpresa mientras su corazón comenzaba a latir como loco fueron las garabateadas letras que logró divisar en medio de manchas de café, bolígrafo y algo que parecía haber sido dulce.
Esa parecía ser.... No, era imposible.
Observó al castaño en la silla con ansías intentado de obtener alguna respuesta pero TaeHyun solo se encogió de hombros y movió la cabeza hacia la hoja para que se animará a tomarla. Cosa que hizo con prisa.
Y comenzó a leer
"Sé que te llamas Kang TaeHyun.
Sé que estás en uno de los más grandes grupos de canto
Sé que no eres alguien que muestre mucho afecto
Así como también se que tienes una voz hermosa
En verdad pienso que eres alguien increíble
Tu sola existencia es asombrosa
¿No lo sabías?
Sé que no me conoces
O si lo haces, solo sabes que soy el rarito chico proveniente de Hawai
Ese que al que le hablaste su primer día y que desde entonces ha quedado prendado por ti
Si, estoy enamorado de ti
No tienes porque sentirte abrumado por mis sentimientos
Puesto que primero quiero que nos conozcamos
¿Me lo permitirías TaeHyun-ah?
¿Permitirías qué este chico enamorado se gane, de poco a poco, tu corazón?
¡Oh dios mío!
¡Si lo era!
¿Cómo esque seguía viva? Kai creía haberla perdido hace algunos años después de que diera inicio su racha de mala suerte
¡Era su confesión de hace algunos años!
Esa misma que no había podido decir porque había terminado manchando con café, dulce y bolígrafo la camisa de TaeHyun. Esa misma que lo había hecho estar paranoico por algunas semanas debido a que pensaba que, en vez de perderla y ser desechada, esta había caído en las manos de alguno de los trainees.
Esa, en dónde por primera vez, había plasmado sus sentimientos por TaeHyun.
Sus mejillas tomaron un color rojo intenso y comenzó a balbucear sin saber que decir. Su corazón latía como loco en su pecho y las ganas de gritar como loco le atacaron.
Quizá todo no estaba perdido para él.
TaeHyun río y desordeno su cabello.—¿Ves? te dije que te animaría.
—Tae ¿D-donde.... Cuando.... Quién...?— Comenzó a reír.
—La encontré aquella vez. Creo que se cayó de tu bolsillo cuando intentaste de quitarle la mancha a mi sudadera
—Perdón por eso.— Se disculpó al recordar el accidente pues después de acercarse a TaeHyun supo que aquella sudadera si había sido la favorita del chico.
—Descuida. Al final, algo bueno salió de ello.
—Si. —Sonrió tímido.
Esperen, si TaeHyun la había tenido hasta ese momento eso significaba que....
¡Oh dios!
Desde el primer momento no había fracasado.
¡Lo había logrado!
Desde un principio su plan había funcionado.
—Entonces ¿sabes de mis sentimientos por ti?. —Preguntó volviendo a observarlo con una sonrisa tímida.
TaeHyun sonrió y tomó asiento junto a él, asintió. —Sí, y tus gritos de hoy me lo confirmaron. Linda forma de casi confesarse por cierto.
Kai rió avergonzado y desvío la mirada. A lo mejor se había dejado llevar un poco por el orgullo pero esque no podía soportar sentir nuevamente que la oportunidad se le escapaba de las manos.
Se sentía aliviado, pero aún había algo que rondaba por su cabeza.
Si TaeHyun lo sabía. ¿Lo rechazaría o le correspondería?
—Así que lo sabes. —Dejó flotar sus palabras en el aire.—.....¿Y que es lo que piensas sobre ello?. —Enrredó sus dedos en la funda y tiró de ella. —Se que te han gustado varias de nuestras compañeras cuando éramos aprendices pero. —Dejó de jugar con sus dedos y alzó la mirada de poco a poco encontrandose con la mirada del más bajo.
En momentos como esos a Kai le gustaría que en ella pudiera leerse más expresiones que una neutral. No sabía si continuar o no.
Con un susurro prosiguió. —, tu me gustas, TaeHyun-ah.... mucho diría yo.
El chico aún lado asintió mientras colocaba una expresión pensativa. Llevó su pulgar e índice hacia su barbilla y desvío la mirada hacia un lado. —Ya veo... así que te gusto mucho ¿Que debería de hacer al respecto?
—N-no estás en la obligación de aceptarme, Tae-ah. — Se apresuró a decir Kai. —Si no te gusto. No tienes por qué aceptarme. Jamás te obligaría a eso.
TaeHyun se quedó en silencio observandolo sin expresión alguna.
Quizá habia celebrado antes de tiempo. Sí, había logrado confesarse pero eso no significaba que TaeHyun le correspondiera.
Al parecer sus intentos de conquista si habían sido en vano.
Kai ya se estaba preparando para el tan esperado rechazo cuando sintió como su rostro era acunado entre fuertes manos, viéndose en la obligación de observar directamente al chico que ahora lo veía con una brillante sonrisa.
—Se que no me obligarías... pero yo quiero hacerlo.
¿Qué? ¿Había escuchado bien?
—¿Qué es lo que quieres decir con...?
Sus palabras se vieron interrumpidas por unos suaves y mentolados labios al estos posarse de improvisto sobre los suyos en un dulce y delicado beso.
El corazón de Kai dió un giro de 180° dentro de su caja torácica. Si la piel de sus mejillas y orejas ya estaban lo suficientemente rojas, a este punto ya deberían de parecer a punto de explotar.
¡Estaba siendo correspondido!
Al parecer tendría que cancelar su pedido de tréboles de cuatro hojas y patas de conejo. ¿También tendría que devolver el traje de duende?
Nah, de seguro sus Hyungs le sacarían provecho.
Con los sentimientos a flor de piel Kai cerró sus ojos y posó sus manos en la cintura del contrario. Sentía que tocaba el cielo con tan solo ese ligero y tierno roce de labios.
Al separarse Kai no pudo abrir los ojos de inmediato. Demasiadas emociones para poder controlarlas todas, así que simplemente los dejo cerrados. Una pequeña risa salió de sus labios al sentir como TaeHyun dejaba tiernos besos contra sus sonrojadas mejillas después de liberar su rostro.
Dios sentía que se iba a desmayar en cualquier momento.
¿Estaba soñando?
Si era así esperaba jamás despertar.
Kai porfin abrió los ojos y se encontró con la sincera mirada de TaeHyun. El chico estaba igual de rojo que él, la expresión en sus ojos eran seria y calmada como siempre, pero ahora había un brillo especial que los hacia ver con vida. Kai pudo ver el mismo amor profundo que él sentía reflejado en esos iris avellanas.
No pudo evitar plantar un diminuto beso en los labios del contrario.
—Quiero corresponderte porque yo también estoy profundamente enamorado de ti, Huening Kai.
Kai al escuchar esas palabras soltó el grito al cielo mientras abrazaba con entusiasmo a un TaeHyun quién solo reía y reía a causa de la ternura que le daba la acción del más alto; correspondiendo su abrazo y aceptando todos aquellos besos que el menor le daba.
—Yo también te amo, Tae. Mucho mucho mucho.
—¿Más que tus peluches?
—Tampoco así.
—¡Yah!
Risas llenaron toda la habitación seguido de picoteos y besos muchos robados.
¿Dónde estaba el borrador?
Ah sí. Esperen.... Aquí está.
Esto sería un muy claro:
"Huening Kai 1- Mala suerte 3"
Hyuka Lost but win
Alfin había anotado una y que Home round había hecho.
—Ya no tienes que seguir intentando confesarte. Fue muy gracioso ver tus dos últimos intentos, pero es mejor que ya no los hagas más. —TaeHyun dijó mientras ambos chicos estaban arrecostados en la pequeña cama de hospital.
—Si mi Tae me lo pide eso hare~ — Sobó su mejilla contra la raíz del pelo de TaeHyun.
El más bajo tenia su brazo sujeto, arrescotando su cabeza en su hombro. Kai por su parte, sostenía la mano que se aferraba a su brazo, mientras que su mejilla descansaba entre las hebras castañas.
Ya no había razón para seguir con sus intentos de confesión puesto que ahora sabia que TaeHyun también lo amaba.
Kai había logrado por fin darle fin a su mala suerte.
TaeHyun ahora era su novio.
Esperen.... Ahora que lo pesaban. TaeHyun no se lo había pedido...
Una grandiosa idea se le vino a la mente.
—Tae~ ¿Que opinas de los fuegos artificiales caseros?
Junto con esa frase un nuevo y más grande tablero fue puesto al lado del anterior; siendo decorado con un:
Round 2
"Huening Kai 0 - Mala suerte 0"
Kai levantó su cabeza y observó a TaeHyun ,quién al no sentir el peso del menor, alzó la mirada. El más bajo recibió una sonrisa que dictaba problemas.
—Huening Kai lo que sea que estás pensando es mejor que...... ¡Yah! ¡¿A dónde vas?! !Aún no te dan de alta!
—¡Ahora vuelvo! Tengo una confesión que preparar.
Esta vez Kai estaba seguro de que le ganaría a su mala suerte en el primer round.
Está vez si se encargaría de hacer una maravillosa, no del toda, confesión, o se dejaría de llamar Huening Kamal Kai, el chico con la peor mala suerte del mundo.
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Y hasta aquí llego esto xd
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Okno aghgshs
Siento que soy un asco con los finales but what can I do?
Espero que alguna vez alguien llegue a leer este Three shot y pos si no, igual me divertí escribiéndolo xd
Fue relajante volver a escribir
Si llegaste hasta aquí quiero decirte: ¡Kansanmida!
Nos leemos en alguna otra historia corta que se me ocurra.
Bye~
- Yanii 🐰
PD 2021: Wow ya un año de esto y aún me sigo emocionando al leerlo, gracias por el amor que le han dado, varias personitas me preguntaron si hasta aquí llega y si, asi termina el fic pero como varios me lo han pedido haré un extra pero lo publicaré a final de año, así que~ guarden el fic en sus borradores para que les llegue la notificación 😘
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