Viaje intensificado Pt.2
Una vieja mesa que crujía por el pasar del tiempo se inclinaba bruscamente por los incesantes golpes de aquellos chicos licántropos.
Con tantas voces en sus grandes orejas no lograba digerir lo que sus ojos miraban, sentía que quería despertar, pero el sueño o pesadilla no terminaba nunca.
-Ya que volviste ¿podemos ir a cazar? ¿Podemos? ¿Podemos? ¡¿Sii?!- gritaba Sunny determinada a ser escuchada, Loona cubrió su oído por el grito en su tímpano que le provoco una ligera sordera, pues del otro lado estaba Maxim también intranquilo atrayendo la atención de su madre -Quiero ir con papi al lago, ¿Podemos ir juntos mami? Vamos andale di que si por favor anda ¿siiiii?- agitaba por la ropa a su madre igual de insistente -Okey, basta ahora, o romperán la mesa de nuevo chicos... su madre debe estar muy sensible, ¿recuerdan la última vez que fué de pesca con su abuelo?- los pequeños voltearon aterrorizados, un escalofrío recorrió sus espaldas al ver la mirada de su progenitora que inmediatamente dio una sonrisa, los niños asustados salieron corriendo ante la mirada maligna que percibieron de ella, cosa contradictoria a lo que intentaba la licántropo que inofensivamente trato de agradar a los pequeños lobos.
-Detente ahí renacuajo de río arrapastrado- dijo Loona sosteniendo al peliblanco que trataba de partir a la cocina -Oye... hace tiempo que no hablabas de esa forma ¿ese viaje te devolvió 15 años? Hablas como un adolescente jaja- se volvió hacia la cocina y sonriente tomó los platos para llevarlos a lavar.
Loona lo siguió cautelosamente, observaba cómo aquel hombre se veía bastante calmado y tranquilo a comparación del demonio depresivo, nervioso y torpe que conocía, o al menos el que recordaba -Bien Luni-poh, ¿que te parece si llevamos a los chicos a un día de campo? Te ves algo agitada...- habló mientras lavaba los pocos utensilios que quedaban en el lavaplatos -Yo... hmm, si, disculpa ¿cómo te lo digo querido?- dijo con voz seductora Loona mientras posaba sus manos por detrás de Moxxie -Yo tal vez no sea...- le abrazó lentamente juntando sus mejillas tiernamente dando unas pequeñas caricias como si de un cachorro se tratara, sin embargo, bajo aquellos mimos tiernos otra intención se escondía -¡TU LUNI!- gritó para tomar los lazos de aquel delantal para enrollar los brazos del peliblanco que más que sorprendido se veía preocupado, con un cuchillo de cocina corto los lazos y pateo con fuerza a la licántropo -Ajá, lo sabía, mi Lunita jamás permitiría que los niños la tratarán así ¿Quién carajo eres?- gritó amenazante apuntando con el cuchillo y una mirada de miedo -Oh no me vengas con esos cuentos pequeña basura enana de pacotilla, ahora mismo me vas a decir que mierda está pasando ¿Acaso me drogaron? ¿O fue esa perra de Millie? Ooohoho estoy segura de que ella y Blitzo me encerraron con ese estúpido cuaderno de hechizos ¿como salgo eh?- divagaba entre teorías mirando con bastante confusión todo a su alrededor, cosa que sorprendió al peliblanco, ciertamente no era su Loona, pero tan diferente no era.
Con más calma aquel demonio tiró el cuchillo resoplando aliviado -Espera... ¿Millie?, oh mierda, ¿cuándo volvió del Cairo? Creí que venías a matarme-
-¿Qué? ¿Dónde mierda estamos?- miraba por todos lados intentando encontrar la salida más cercana.
Aquel demonio que ahora se encontraba en el suelo algo agitado pero consciente, se levanto bastante cansado, su camisa se encontraba completamente mojada y manchada por aquellos restos de comida.
—No se que decirte... Está es mi casa, tardaría mucho en decirte cómo llegar aquí... Pero tendría que matarte— levantando su camisa conversaba con la loba que ya no estaba tan inquieta, curiosa por la similitud con su Moxxie veía con atención.
Su torso estaba lleno de cicatrices y su cuerpo se notaba más fornido, a Loona le sorprendió de sobremanera; Le encontraba de alguna manera "exitante" esa imagen Mad-max post apocalíptica del peliblanco -Este lugar ya me agrada un poco más...-
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—Te dije que no queria ir, ¡carajo!— lanzó con fuerza su corbata en el pavimento
—Y yo te dije que tenías que ser de mentalidad abierta, Moxxie actúas como un niño...— caminaba detras de su prometido —¿Yo? Tu papá fue el que estuvo toda la fiesta insistiendo y cuando le dije que se detuviera me llamo marica... Millie, no me importa recibir ese tipo de insultos... Pero después de eso volvió a meter al tipo con el que siempre te quiere casar— derrotado reposó en la acera, está vez no parecía estar tan de acuerdo con él —Yo... No sé que decirte Moxxie, no puedo cambiar a mi familia, les gusta sacrificar en su culto familiar con cada nacimiento de un bebé y papá seguirá pensado que eres una mierda como esposo...— un incómodo silencio abarcó la calle.
Millie tocó su espalda suavemente
—¿Recuerdas cuando nos conocimos?— el peliblanco por fin volteó —Claro que si... Aún tengo pesadillas con ese gordo...— solemne y nostálgico esbozó una pequeña sonrisa —Después de ver cómo asesine, torturé y despedaze por completo a toda una camada de enormes demonios frente a ti me miraste con total terror— sostuvo su mano y Moxxie volteo sonriente —Y te pedí pasar el resto de mis días a tu lado... Con literalmente un corazón en la mano— los dos se miraron dulcemente mientras se acercaban para besarse —Bien... Vamos a casa... Debes cambiar tu camisa, la llenaste de vómito de nuevo...— avergonzado se disculpo con su prometida y le siguió el paso.
En mitad de la conversacion una sensación rara se apoderó de él;
¡Estaba conciente! ¿Cómo podía perderse así? Comenzo a plantearse teorías
"Podría ser obra de algún hechizo que nos mantiene aquí, no, si fuese así Loona seguiría aquí... Además no parece ser real ¿Un sueño?, No, Recuerdo ésto, son memorias" al detenerse una nube desvaneció todo a su alrededor.
Pensar en esto si que le daba un gran dolor de cabeza, pero sobre todo era ese maldito olor a humo cada vez que cambiaba de recuerdo.
—!Pastelillo! Oye de verdad vas a hacerme enojar si me sigues ignorando— con un pequeño mareo se encontraba en un lugar completamente diferente —Si mañana no pagamos el alquiler estamos fuera...— En la mesa de lo que pareció ser su antiguo departamento aquella pareja charlaba en voz baja —Tal vez es momento de pensar... En ese trabajo del que tu estudiante te habló... Se que no te gusta esa clase de encargos... Pero piénsalo solo tendrías que contactar algunos viejos amigos y vender algunas armas— girando los ojos aquel demonio bufaba, no era la primera vez que su ahora esposa le repetía aquel secreto que le confío de su trabajo, "Ésto parece otro de sus chantajes... " pensó decepcionado de si mismo —No puedo aceptar algo así de uno de mis alumnos... Mucho menos de esa tal Loona, no la veo seguido y cuando hablo con su tutor solo dice: "Tienes suerte de que no tenga quien la cuide cuando voy a prostituirme con un alto mando del infierno, por qué estarías muerto después de decirle que hacer a mi Looni" mientras me abofetea con un fajo de billetes...— frotó su cuello tratando de aliviar aquella ansiedad que sentía de considerar aquel plan que su esposa presentaba —Mismo que nos ayudó a pagar la renta... Mira ratoncito, no te voy a obligar a hacer nada que no quieras, Pero si no es eso tendríamos que ver si vamos a casa con mis padres— un gran nudo se formó en su garganta —O si te sientes más cómodo podemos hablar con tu— evitando a toda costa que terminara aquella frase le detuvo —Conseguiremos ese alquiler... Lo conseguiremos...— poco a poco caía en cuenta ¿Siempre era de esta forma?
Desde que la conoció el sentimiento de estar perdido en la vida se desvaneció, todo a su lado se veía brillante, lúcido y placentero, un sueño.
Pero ¿Qué tanto realmente había cambiado? ¿Qué tanto de su vida había dejado atrás?
Todas las decisiones parecían ser muy fáciles pero ¿Lo había decidido él?
Estando en aquel lugar extraño lleno de iluciones y recuerdos le devolvió una cruda mirada de lo que era la más triste realidad.
Lo más horrible de los sueños hermosos...
Es que terminan...
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Eligiendo su ropa frente al armario de su habitación, Moxxie charlaba tranquilo con Loona, ésta, agradecida por la confianza del peliblanco se encontraba observando minuciosamente su cuerpo —Asi que... Tu y yo terminamos varados frente al mar... La verdad... No recuerdo muy bien ¿Peleamos? Algo sobre volver con Millie y recuerdo bien ¡que me mordiste la mano!— dijo algo molesto mostrándole su antebrazo la marca de dientes, ciertamente parecía del tamaño de su ocico pero por más furiosa que pudiera haber estado no solia morder, usualmente por que la sangre le dejaba mal sabor de boca después.
El diablillo se mostraba reacio a entender a Loona sobre todo aquello, le parecía más uno de los tantos accidentes de Blitzo con la hechicería que poco tenía de haber aprendido de su amante Stolas, era mas factible la perdida de memoria que un viaje en el tiempo pero normalmente no le lleva la contraria a su esposa por lo que preocupado, pero confiado en las palabras de ella accedió a responder aquellas preguntas tan raras de la vida que llevaban desde hacía años.
—Bueno... Si no sabes que paso después de esa noche... ¿Al menos sabes que pasó antes?—
Una vez más sus emociones le controlaron, la sensación de calor en sus mejillas le decían que estaba avergonzada —Oh... No mucho la verdad, nos sentamos en una fogata...— su actitud cambio a una coqueta, se acercó lento pero seguro ante la reacción de ella que fue arremangarse en su asiento
—Cantamos... Y también recuerdo que te di... uno de éstos...— no titubeó, beso a la mujer lincantropo con gentileza, Loona sintió su cuerpo entero hervir sus manos tenían un ligero temblor, y a pesar de sentir una gran sensación de querer golpear al peliblanco por tal atrevimiento se limito a cerrar los ojos.
Al separarse Moxxie dió una pequeña carcajada ¿Hace cuánto no veía la cara sonrojada de su esposa?, ella tardó en abrir los ojos un buen rato, anonadada por completo no se movia un solo centimetro.
—¿Loona? ~Loona...— llamaba gentilmente a la loba, aún en shock le pidió a su ahora esposo mostrarle dónde estaba el baño, se encerró y corriendo al lavamanos se lanzó agua contra el rostro tratando de despertar o bajar la sensación tan agridulce que le daba aquel sonrojo que no se iba —Se que soy el terror de las mujeres ¿Pero tan mal estuvo?— bromeaba Moxxie en el marco de la puerta —¡Cállate!— secó su rostro con una toalla cercana y viéndose al espejo horrorizada solo pudo gritar asustando a más de uno en la casa:
—¡Que vieja estoy!—
Pasando el exalto aquel hombre no pudo más que reír descontroladamente
—Loona los años no pasan en balde jajaja~ dejame un respiro amor... Jeje~ mi estómago... ¿Cuantos años crees que tienes?— hilarante Moxxie se retorcía por carcajada tan larga, Maxim bajo algo alarmado por los gritos encontrando a su padre en el suelo aún riéndose y a su madre frente al espejo haciendo cosas raras con su cara, estirando, aplastando y buscando algo en su ceja como en su labio —¿Qué tienes mami?— inocente se acercó a su madre y Loona aún buscando sus perforaciones se percató de él —Yo... Yo sólo...— sin saber que decir volteo a ver a su recién conocido hijo —Para mi te vez bonita... Mami siempre se ve muy bonita no importa si tiene arrugas en los ojos— corrió sin reparo hacia el regazo de su madre llenandole de una sensación inigualable, su corazón comenzó a latir fuerte y llorando abrazo con fuerza al niño que recíproco le devolvió el abrazo feliz.
Moxxie riendo en voz baja bromeó "se llaman patas de gallo" acto seguido Loona le lanzó una pasta de dientes justo en la frente aún con alegría y lágrimas en su cara.
—¿Mamá? Ahmm mamá, ¿Te sientes bien?— con gran fuerza no soltaba a su hijo de aquel abrazo, la última vez que abrazo a otro licántropo desapareció en medio del mar...
Leyendo por completo el ambiente Moxxie se acercó ahora con una sonrisa enorme y alguna que otra lágrima en el rabillo de sus ojos —Mami está un poquito sentimental nene, el abuelo tal vez le dió un poco de esas "malteadas felices"— el pequeño miró a su madre que se encontraba hecha un mar de lágrimas —¡Oh! Eso era... Que raro, siempre lo huelo... Ese mapache debió arruinar mi olfato, bien, está vez no golpees tanto a papi ¿Si? La última vez los escuchamos gritar toda la noche— inocente dió un beso en la frente de su madre y camino fuera dejando a Loona consternada junto a un Moxxie encogiéndose de hombros ante la mirada de perturbación de ella.
—¿Y... Tengo...— con torpeza la pareja volvió a su habitación, Moxxie sorprendido de que me verdad olvidará hasta su edad señaló una foto colgada en una de las paredes de aquel lugar, una Loona con gorro de cumpleaños y mirada molesta mostraba un pastel con un gran 37 en él —Si... Aún seguimos intentando hacer que te gusten tus cumpleaños... Sin victoria aún... Pero hey Sunny está determinada a tomar un foto dónde sonrías— Loona noto en la foto como todos la miraban sonrientes —No es que no me gusten... Sólo... Me recuerdan una mala experiencia con mi madre...— sorprendido Moxxie se acercó para tomar su mano —Se que... No todo debe tratarse de mi... Que no debería tener esta actitud tan asquerosa y retraída... Lo siento... Incluso en este lugar tan... Perfecto...— de nuevo las ganas de llorar le inundaron.
Moxxie sin pensarlo la abrazo con fuerza —Hoy, mañana e incluso en el pasado... Fuiste, eres y serás tan perfecta como el día que me enamore de ti— musitó.
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Con un montón de neblina aún más pestilente volvía a cambiar de lugar, ahora un montón de gente caminaba a su alrededor, con música a todo volumen y vasos con alcohol por todas partes reconoció el lugar perfectamente.
"Mierda... Ésta fiesta..."
—¡Millie! ¿Millie dónde estabas? Llevo horas buscandote, ...— con brusquedad le alejó de aquel con quién estaba —Oye tranquilo hombrecito... Sólo bailabamos— impertinente aquel tipo se acercó del lado de Millie quien tambaleándose solo rió —Ve y tranquiliza pero a la más puta de tu casa— reconociendo al instante al mismo tipo con el que el padre de Mille siempre lo comparaba —¿Has estado con este tipo todo el día?— Millie sonriente solo asintió —¿Estás ebria? Bien, nos vamos, no quiero discutir contigo así y mucho menos frente a éste— intentando tomarle de la mano se alejó —Vete al carajo... Tú y tu aburrimiento de mierda... Buuuu— abucheandole un sorprendido peliblanco miró a su esposa llamar la atención de medio lugar —¿Por qué siempre eres tan aburrido? ¡ABURRIDO! sigues siendo tan chiquito y tenso como cuando nos conocimos... ¿Alguna vez te diviertes ma-ri-qui-ta?— con incredulidad Moxxie miró a su pareja ante tales afirmaciones.
Con un incomodidad la gente se alejó del lugar y junto a ellos el tipo también
—¿Qué?*Hip*— un silencio abrumador envolvió el lugar solo superado por la mirada devastada del peliblanco.
—¡¿QUÉ?!— insistente por la cara de Moxxie que no dejaba de mirarle incrédulo —¿Enserio piensas éso de mí?—
de nuevo un silencio les separó ahora siendo ahogado por la música de nuevo —...—
En el auto de camino a casa estaba en silencio sepulcral, era horrible para Moxxie todo aquello... Pero siendo la persona que es, estaba más preocupado por dejarla ebria en aquel lugar
—Yo... Solo estaba disfrutando la fiesta que hicieron mis hermanas... Es mi cumpleaños ¿Si?, deja tus estúpidas fantasías por un momento— indignada volteo hacia la ventana, Moxxie apretó el volante con fuerza —Pues creo que mi imaginación parece ser demasiado realista... Por qué el imbécil de Reader estaba ahí contigo ¿No?— Con sollozo Millie comenzaba a derramar algunas lágrimas.
"Ahí va de nuevo..."
—Millie no, está vez no servirá eso conmigo, siempre haces lo mismo, chantaje y más chantaje ¿Cuánto más piensas arreglar culpandome?— con fuerza golpeó el volante, Millie volteo furiosa
—¿Entonces por qué mierda no me dejas? y ¡asunto resuelto!— cruzó los brazos
—Quiza tengas razón...— dijo con molestia el peliblanco
—Quiza quien tenía razón era papá...—
Y ahí estaba... El punto de no retorno, el botón rojo fue presionado...
Con el corazón destrozado por las palabras de una ebria Millie se orillo en mitad de la carretera para salir del auto sin explicación alguna.
Dejando salir algunas lágrimas que la brisa llevo en el aire fresco del lugar desolado, desahogo toda su frustración.
Algunos minutos pasaron... La rabia no disminuía, pero pensaba que no lo haría pronto tampoco, así que subió al auto y notando como su esposa se había quedado completamente desplomada en el asiento del copiloto profundamente dormida se dirigió a casa de los padres de Millie dónde se estaban quedando aquellos días para pasar su cumpleaños.
Al llegar las luces de la habitación de los padres de Millie se encendieron escuchando el auto del peliblanco estacionarse, siendo recibido por la hermana menor Sallie quien viendo el estado de su hermana siguió al esposo de cerca —Al menos pudiste traerla... No me hubiera sorprendido si "alguien más" se la terminara llevando...— gruño el padre cerca de las escaleras con toda la intención de molestar al peliblanco quien ignorandole por completo paso a su lado cargando a Millie en brazos.
Entró a la habitación y dejo a su esposa recostada en la cama, se sentó a la orilla con el anillo de bodas en sus manos, mirándolo con tristeza.
De pronto de la puerta el rostro de Sallie emergió —¿Día difícil?— Moxxie no confiaba en ninguno de los parientes cercanos de Millie, y la hermana tampoco era la excepción... Pero a estas alturas, tampoco se quería quedar pensando en todas aquellas cosas que se quedaban pegadas como un cáncer creciendo por su cabeza —Algo... Milldred y yo nos peleamos— dejo el anillo en la almohada contigua a la de ella —¿Mildred? Si que debió ser fuerte si le hablas por su nombre... ¿Fumas?— agitó la cajetilla mientras Moxxie sin muchas ganas se levantó siguiéndole hacia su habitación...
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El abrazo se torno en beso y el beso se torno en besos en plural.
Consecuente la licántropo se encontraba arriba de aquel hombre, sintiendo con sus manos aquel abdomen fornido que ciertamente le volvía loca —Espera... No siento que sea correcto ¿No eres mi esposa cierto? Bueno al menos no la tú que es tú ahora sí no la tú de hace mucho ¿No es infidelid— fue silenciado por un beso de aquella loba que con sus manos recorría todo su cuerpo ¿Por qué tenía que ser tan perfecto? Ya no le importaba si era un sueño o una prisión, quería quedarse ahí para siempre...
O al menos eso pensaba al menos hasta que volvió a ver aquella foto de su cumpleaños —Espera...— bajo de su regazo y busco aquel cuadro, Moxxie bufó algo frustrado por aquel bajón repentino —¿Éste es el libro de Stolas?— en aquella foto uno de sus hijos sostenía aquel libro de pasta bastante reconocible por tener tantas ornamentas —¿El regalo de Blitzo? No lo sé, hace años que dejamos de utilizarlo, después de todo ya no tenía negocio viajando al mundo humano— viendo lo que podría ser su salida de aquel lugar se percató de otra cosa
—¡¿ESA DE AHI ES MILLIE?!— impactada volteó pidiendo explicaciones y Moxxie solo rió nerviosamente
—Si... Oye... esto va a ser una historia larga...— suspiró pesadamente.
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Con la boca reseca y un dolor de cabeza tan fuerte como para hacerle levantarse, Millie se dió cuenta de que su esposo no estaba a su lado —Maldita seas Sallie... Te odio con todo mi corazón enserio... Pero si hay algo que nos une de alguna manera como hermanos... Es el alcohol...— con náuseas salió corriendo al baño, se sentía en verdad terrible, al regresar a la cama para volver a dormir se percató de un brillo que le dió justo en el ojo, era el anillo de su esposo, ese diablillo, debió quitárselo por accidente en las mañanas siempre era muy descuidado su amorcito.
Se levantó para tratar de conseguir agua y algún analgésico, pero el ruido de su hermana cogiendo con algún desconocido le perturbo.
Ni siquiera ella lo hacía con su esposo por respeto a la casa de sus padres.
Está vez si que le daría una buena paliza, al menos la que su cuerpo adolorido le dejara proporcionarle, apunto de patear la puerta su padre le interrumpió —¿Que crees que haces señorita?— Mille observo a su padre con una taza de café —Tú sabes que hago...— el padre se acercó —Si a eso me refiero ¿Que crees que haces pateando la puerta como un animal? El reafirmador de autoridad está justo ahí— apunto al gran ariete que se encontraba a un lado.
Dió las gracias y con gran fuerza rompió la puerta en mil pedazos dando una gran vista completa de aquella cama con su esposo dentro de su hermana dejando sin palabras a los tres en la habitación.
Solo intercedido por el padre que dió a un sorbo a su café viendo toda la escena
—Pues... Marica ya no creo que sea...—
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Bueno señores, este pequeño anuncio
Es para explicar lo que creo
Es un poco obvio, Pero no falta algún
Que otro despistado, está historia
Fue creada muuuucho antes de todo el lore de
helluva boss y Hazbin hotel
Quiero que piensen en este fanfic
Como una historia alterna pues por obvias razones no puede compartir universo con la serie original.
Dicho esto, me gusta como avanza, le agradezco su atención y nos vemos en el próximo episodio.
Atte: StFx_83
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